Bueno, como ya no pude más contra mi loca mente, publicaré el prologo de esta historia, sigo con mis parejas crack y esta era una que no se podía quedar fuera porque es otra de mis favoritas XD
MENTES SINIESTRAS
CAPITULO: UNA MIRADA LEJANA
Alice miraba distraídamente las hojas caer del árbol por la ventana del salón de clases, la clase de historia había dejado de ser interesante desde hace media hora, realmente tampoco es que le importara estar ahí en primer lugar pero era mejor que tener profesor particular y tener excusa para salir de ese lugar.
Así le llamaba al reclusorio que para las demás personas era conocido como su hogar, sonó el timbre – al fin – dijo ella impaciente, había sentido que la hora había sido eterna, se levanto y acomodo sus libros, vio el horario, la siguiente clase es Gimnasia, era algo bueno, más bien se podía decir que había venido por esa clase, tomo sus cosas muy contenta.
Pero al hacerlo se sintió muy pesada, miro a todas partes, ya temía lo peor, pero entonces sus ojos se posaron en la ventana.
En la puerta del Instituto, estaba alguien posado en la puerta que miraba hacia donde ella, estaba en el tercer piso, así que pensó que era solo coincidencia, sonrió nerviosamente, pero vio que se señalaba la camisa y luego señalaba hacia donde ella, ella miro su camisa y esta estaba abierta que dejaba ver un poco más si no estuviera ella sola, ella enrojeció - ¿Cómo? – se quedo completamente desorientada, que clase de vista tenía ese sujeto. Peor, ¿qué clase de pervertido era?, estaba segura que no era de esta escuela.
Toda roja, abrió la ventana para gritarle algo, no podía quedarse con eso - ¡oye, tú..! –su grito se quedo en el aire, el sujeto no estaba - ¿habrá sido imaginación mía? – no sabía que pensar, tal vez se había quedado dormida y no se había dado cuenta.
Oye Alice, tenemos prueba date prisa – vino Yunnie a llamarla – si ya voy – le contesto a ella mientras tomaba todas sus cosas, Yunnie la vio correr hacia la puerta – y Alice arréglate esa camisa, algún pervertido podría ver algo de más – la regaño – si ya sé – dijo molesta.
Llegaron al Gimnasio, enseguida que puso un pie adentro, sintió un escalofrío repentino - ¿qué pasa Alice? – preguntó Yunnie – eh…no es nada – Alice miro hacia todas partes como buscando algo – no hay nada raro – se dijo para sí misma.
Ya en la tarde, todos los estudiantes se dirigían a sus respectivas clases, todos eran felices menos Alice, regresaría a esa molesta prisión, veía como el carro negro de vidrios oscuros aguardaba por ella, estaba harta de esa maldita rutina que amenazaba con tragársela.
Llego al auto con cara de extremo fastidio y abrió la puerta de golpe, pero lo que sucedió era diferente a lo que normalmente se daba cuando entraba al auto.
Una masa gelatinosa purpura se enrolló en ella y la jalo hacia el interior del auto - ¡aux..! – no pudo gritar más, alguien le golpeó la nuca y todo se volvió negro.
Una gota de agua cayó en su rostro, despertándola en el acto, ella abrió los ojos desorientada - ¿Dónde estoy? – pregunto a nadie en especial.
Yo tu, no me muevo mucho – dijo alguien, en la oscuridad, la luz de la luna era atenuada por un ventilador en movimiento, cuando por fin dio el giro pudo observar, un ojo rojo que la observaba junto con una expresión burlona.
Se miro a ella misma, estaba envuelta por ciento de víboras que estaban en movimiento - ¿Cómo no me había dado cuenta? – ahora que se daba cuenta, no sentía su cuerpo completamente, estaba entumido, miro al extraño.
El parecía estar en las mismas condiciones, pero estaba de lo más tranquilo con la situación, ya su sonrisa le estaba comenzando a impacientar, se levantaría como sea y saldría de ahí.
Alice se concentró y miro amenazantemente a las víboras, un aura oscura la envolvió, todas las serpientes se empezaron a alejar rápidamente y ella se levanto de una vez, pero como aun no estaba totalmente bien, se tambaleo y cayó sentada sobre una de las serpientes.
Esta emitió un sonido muy lastimero que hizo eco en todo el lugar, ahora que se fijaba bien, parecía estar en una fábrica muy vieja.
Algo muy grande se acercaba hacia ellos, hacia mucho ruido y ya Alice se estaba comenzando a atemorizar pero no lo demostró – oye, ¿te puedes mover? ¿Necesitas ayuda? – pregunto ella, dado como se estaban llevando los acontecimientos, probablemente tendría que escapar, esas criaturas de la noche, habían venido por ella y no podía involucrar a ningún inocente.
Hizo lo mismo y las serpientes que estaban alrededor del sujeto se empezaron a alejar, ella se acercó pero otra vez se tambaleo, el joven sujeto su brazo y cintura para evitar que cayera.
En ese instante, el giro del ventilador hizo que se colara la luz de la luna, dándole de lleno en la cara del joven - ¡eres el pervertido! – grito ella, completamente roja y por inercia empezó a luchar con la mano que el sostenía por su cintura.
El joven miro a un lado, donde se sentía los movimientos bruscos de objetos – aquí no vamos a poder hacer mucho – dijo de repente, tomando a Alice en brazos tan rápidamente que ella misma no supo como lo hizo - ¡oye bájame pervertido! – la pared que estaba junto a ellos cayó al suelo, revelando una enorme serpiente que se deslizaba muy velozmente hacia ellos.
¡Maldición! – exclamo el chico de cabello blanco y corto hasta la nuca, Alice solo veía como los alcanzaba la enorme bestia con horror.
De repente se detuvo, Alice lo miró como diciendo, ¿porqué te detienes?, solo vio que sonrió y la soltó como si de un saco que tiras al suelo se tratara.
Ella iba a reclamar, pero vio que de la expresión alegre, el chico de un momento a otro había pasado a una expresión siniestra.
La gran serpiente abrió su gran hocico para comérselos de una, el joven solo se limitó a sonreír de nuevo – así que no vino el pez gordo…- ahora sonaba fríamente molesto – que decepcionante…
Una ráfaga de viento se hizo presente, el joven desenvaino un espada que estaba en algo que parecía un bastón – muere estorbo…- la antes vivaz serpiente, ahora solo era trozos enorme de carne que caía del aire, hizo un movimiento rápido de espada para sacar la sangre que haya podido quedar en ella.
La miro siniestramente pero luego bajo la intensidad y la cambió por una sonrisa – mocosa, ya puedes irte – dijo empezando a caminar, estaba molesto, sintió que algo se estrello contra su cabeza - ¿piensas dejarme aquí? – dijo ella enojada – ¡me tiras como si fuera un saco! – el se acercó a ella y se agacho para quedar a su altura – es porque lo eres – dijo sonriente.
Alice lo iba a matar, no soportaba a ese tipo, escucharon pasos y se pusieron alerta los dos - ¡señorita Alice! ¿Está bien? – dijo uno de los hombres de negro – sí, pero… - dijo sin saber que más decir, entre los hombres de negro apareció alguien y hablo firmemente – llévenla al auto – todos obedecieron asustados y llevaron a cabo las ordenes de una vez, el joven tenía cabello azulado oscuro y lo miraba despectivamente – vaya, pero que tenemos aquí, el mismo Xerxes Break…
Hasta aquí el primer capítulo, se puede decir que fue una locura de último minuto y realmente espero que les haya gustado el inicio de la historia.
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DEATH GOD RAVEN
