El Destino De Daetoyin Zen

Capitulo I

Cambio de vida, un mundo totalmente distinto

En estos momentos me encuentro peleando contra un grupo de guerreros que vienen a vengar a su maestro, para vengarse piensan acabar con todo lo que me importa, atacaron a la Princesa Celestia y se encuentra en el hospital de Poniville, en estos momentos estoy peleando para proteger a la Princesa Luna, Canterlot esta en ruinas, y Poniville es su siguiente objetivo pero no contaban con encontrarse conmigo en un lugar así pero para seguir contado esto necesito regresar en el tiempo y contarte como llegue a esta situación.

Yo era un gran y poderoso dragón que disfrutaba mostrando todo mi poder al mundo sin que me importara lo que destruyera o quien sufriera por ello en "Spari Regno" el reino que gobernaba, un enorme dragón blanco de dos cuernos, garras negras, ojos verdes, alas del doble de tamaño de mi torso una cola extremadamente largar y grandes mandíbulas resumiendo era imponente, un pequeño movimiento de mis alas creaba huracanes de gran poder y con un ligero rugido convocaba tormentas eléctricas que quemaban bosques enteros y reducía a cenizas pueblos, era imparable asta que un día después de varios siglos en la cima un Unicornio con una armadura plateada decorada de oro y zafiros decidió enfrentarme –¡tus días de atemorizar este mundo se terminan aquí Zen, yo le daré fin a tu existencia!- me grito, ¿como un pequeño unicornio con armadura iba a poder derrotar a un dragón tan grande? ya que el solo se comparaba al tamaño de una de las mas pequeñas de mis garras, con toda confianza me lance sobre el ya que toda ofensa contra mi era castigada con todo mi poder lo que no me esperaba fue que supiera usar con gran habilidad una magia antigua creada por cazadores de dragones llamada "cercle du tueur du dragon" que consistía en crear círculos mágico llenos de símbolos que podían contrarrestar casi todo el poder de un dragón incluso reducirlo de tamaño al quitarle poder.

Peleamos por días y noches enteras sin descanso bajo la lluvia para cuando llego el momento decisivo mi tamaño se había reducido a un dragón un poco mas alto que aquel cazador de dragones los dos estábamos acabados, yo ya no podía luchar pero aquel cazador todavía tenia fuerzas para un ultimo hechizo, era mi fin un gran circulo mágico apareció debajo de el, sabia que estaba apunto de dar su golpe final y acabar esto, yo acepte mi derrota con lo que me quedaba de fuerza me levante y lo mire a los ojos y le dije -estoy listo, la victoria es tuya, acaba esto como dijiste- en ese instante apareció otro circulo mágico debajo de mi- mi nombre es Equibras soy el ultimo cazador de dragones, tu no te libraras de lo que as hecho tan fácilmente, desde este momento vivirás entre los que una vez lastimaste y atemorizaste buscado la forma de redimirte por tus actos, buscaras en cada rincón de este mundo y solo cuando descubras el significado de tu existencia serás liberado de tu prisión que será… mi cuerpo, e usado demasiado poder después de usar este hechizo desapareceré pero mi cuerpo se quedara como cadena para mantenerte controlado y con el mínimo de poder, así a sido decidido tu destino, desde ahora serás "Daetoyin Equibras Zen"- esas fueron sus ultimas palabras antes de que un gran destello me cegara, cuando desperté me sentía raro no podía mover bien, la lluvia había cesado y me acerque a un chaco a verme, -¡increíble!- exclame –logro lo que dijo a puesto mi mente y mi alma dentro de su cuerpo y me a transformado en unicornio pero al parecer no tubo la fuerza para completar el hechizo, tengo mis escamas blancas cubriéndome todo el cuerpo asta el cuerno, tengo unas pequeñas alas de dragón y mis ojos siguen siendo verdes aunque solo uno el otro es azul como el de Equibras era una nueva vida en busca de mi redención, si esto fue lo que Equibras decidió para mi destino lo aceptare con honor ya que el mostró ser el mas poderoso de los dos.

Empecé a caminar por un camino que estaba a un lado de las ruinas donde desperté pero no podía reconocer nada de esto, jamás había visto un lugar así en Spari Regno, seguí caminando y caminando, iba arrastrando mis alas, me sentía tan débil que no podía levantarlas pero no podía dejar de caminar además sentía un hambre diferente no quería comer joyas como siempre sino que tenia un antojo diferente, cuando reaccione había llegado a un pueblo que jamás había visto al parecer nunca sufrió bajo mi poder pero entonces ¿donde me encontraba? cuando entré todos corrieron a esconderse, me le acerque a un pony que me estaba dando la espalda para preguntarle si tenia algo que comer cuando me vio dejo caer dos monedas de su boca y salio corriendo, alcé la mirada y había un puesto al otro lado del pueblo, mi vista sigue siendo la misma que la de un dragón, tenia un letrero de que vendían pasteles por dos monedas entonces tome las monedas que había tirado aquel pony y fui por uno de aquellos pasteles ya que era demasiada mi hambre, cuando me acercó a escoger el pastel a comprar ¡plas¡ de entre todos los pasteles sale uno volando y me golpeo directo en la cara, de pronto saltaron de atrás del puesto una pegaso y una pequeña potra – ¡felicidades, eres nuestro cliente numero un millón y has ganado un paquete con cinco pasteles!- me gritaron pero aunque no podía ver seguía sintiendo las miradas de temor de los ponys y como cambio la de la pegaso al darse cuenta como me veía, la única que no cambiaba la sensación de su mirada era aquella potra que seguía sonriéndome pensé que no se había dado cuenta de mi aspecto así que abrí los ojos, me limpie la cara y esperaba ver un cambio en su mirada pero no, seguía mirándome con alegría aquella potra rosa de melena un poco… rara, entonces me comencé a reír, era la primera vez que reía así –te puedo pedir por favor que me entregues aquel paquete que mencionaron, es que tengo mucha hambre- le dije, me lo entrego y dijo –te gusto el pastelazo verdad, si quieres te doy otro para que sigas riendo- - no gracias con uno me vasta además tengo estos para comer que seguro estarán deliciosos - entonces lance las dos monedas que había tomado y cayeron justo enfrente del pony al que se le cayeron, me comí aquellos pasteles en un parpadeo, jamás olvidare aquel maravilloso sabor, -muchas gracias me estaba muriendo de hambre y dime ¿Cómo te llamas?- le pregunte – mi nombre es Pinkie Pie pero llámame Pinkie ¿y tu?- -me llamo Daetoyin Equibras Zen pero dime Zen ¿OK Pinkie?- -¡claro Zen!- me contesto -pues me despido y espero que recibir el siguiente pastelazo del cliente dos millones- le dije sonriendo, entonces me aleje a la salida de aquel pueblo y comencé a oír como se reunían detrás de mi todos esos ponys que me temían y comenzaron a murmurar pero me di cuenta gracias Pinkie que mi objetivo para encontrar mi destino y mi redención era cambiar esas miradas de temor a miradas de admiración y alegría, cuando salía del pueblo voltee a ver un letrero que decía "GRACIAS POR VISITAR FILLYDELPHIA, ESPERAMOS TU REGRESO"

-¿Fillydelphia? Jamás e oído de este pueblo ¿dónde rayos me encuentro?- aunque disfrute estar en este pueblo sin causar caos, me quede pensando... – ¿soy yo o ya no estoy en Spari Regno?-.

Me estaba alejando del pueblo en busca de alguna forma de marcar de forma positiva este nuevo lugar donde soy un desconocido, caminando sin rumbo me encontré con una extraña granja llena de objetos metálicos que rodeaban la casa que estaba cubierta de trozos de metal paresia que la hubieran reparado con parches metálicos, muchas de esas cosas que habían dispersas por el suelo sacaban humo y chispas incluso había un vagón de tren muy raro con tubos a los lados que hicieron una pequeña explosión, en la casa se alcanzaban a oír quejido, gritos de molestia y apenas si los distinguir pero escuche rayos dentro de la casa, antes recargaba mi poder mediante los rayos de tormentas puede que esos rayos me ayuden o me calcinen, no tengo idea de lo que pasara con este nuevo cuerpo, toque la puerta pero al parecer no me oía por tanto ruido adentro, entonces decidí entrar ya que la puerta no tenia seguro, al entrar ¡ZAZ! otra vez algo me golpea pero esta vez solo en el cuerno pero ahora si me noqueo la fuerza del golpe, cunado desperté un pony gris me estaba viendo fijamente sorprendido, era obvio que por mi especto, me levante –¡¿como es que sobreviviste al choque de un rayo y además que eres, de donde vienes? cuéntame- me dijo, yo no sabia que decir nunca me habían hablado así, su cara de curiosidad se me hacia conocida –disculpa ¿te conozco de algún lado?- -no, claro que no si hubiera conocido alguien con tu fascinante aspecto jamás lo olvidaría- - bueno pues… - -yo soy Xiao el inventor y tu, telo digo enserio cuéntame ¡TODO! – me quede sin palabras al oír su nombre, Xiao El Inventor era el mas famoso inventor de Spari Regno, era el creador de armas para detenerme, amenace al pueblo donde vivía que si seguía allí cuando regresara destruiría ese pueblo y no dejaría a nadie vivo, no esperaba encontrármelo aquí entonces me arme de valor y le dije –pues… como te digo esto… me llamo Daetoyin Equibras Zen- se me quedo viendo boca abierto –lamento lo que paso en Spari…- -¿Qué te paso?, la verdad no me importa lo que paso allá, es mejor disfrutar el presente y solo preocuparse por crear un buen futuro, así que no me importa, además con ese cambio tan drástico se nota un cambio igual de drástico en tu forma de ser, así que olvida el pasado y cuéntame- me puse a contarle todo aunque no con mucho detalle ya que cada vez que quería recordar la pelea entre Equibras y yo se me hacia confuso todo en mi cabeza –y bueno así acabe aquí, ahora me encuentro buscado donde descansar ya que me siento tan débil que no puedo mover mis… ¿estoy moviendo mi alas, verdad?- -si, desde que despertaste las recogiste y las estuviste moviendo mientras me contabas- me contesto, al parecer el rayo me había cargado como cuando era un dragón normal y mi cuerno funciono como un pararrayos -y dime ¿que as echo estos años desde que te fuiste de Spari Regno?- le pregunte – solo e podido crear estas maquinas voladoras que usan la magia de los unicornios para volar aunque no se a ocurrido un buen nombre y no conozco ni un solo unicornio que las pruebe así que no se si funcionan bien, ahora estoy trabajando en una forma de que no necesiten magia y la puedan usar los ponys de tierra, pensé en rayos son una gran fuente de energía pero no puedo controlarlos y cuando logro meter uno en el deposito se sale de control y estalla en mil pedazos, todos los aparatos que vez afuera destruidos son inventos que intente darles energía a trabes de los rayos pero no e podido contenerlos y han salido mal, ey tu podrías ayudarme con tu gran control de los rayos y ya que eres parte unicornio podrás poder probar mis inventos, quieres volverte alguien querido ¿no? Que mejor forma que cambiando la forma de vivir de todos, y bien ¿Qué dices, aceptas?- -pues podría intentarlo, aunque no se si me ayudara en mi búsqueda, pero es bien, solo porque eres el primer pony que no me tiene miedo y habla conmigo tranquilamente- le conteste –para eso son los amigos, desde que entraste y me di cuenta que no eras el mismo decidí darte la oportunidad de tener un amigo para tu nueva vida ¿OK?- "amigo" la primera vez que me sentía así además de que iba empezando en mi búsqueda y ya tenia un amigo, lo irónico que el era mi peor enemigo allá en Spari Regno por que podía inventar formas de hacerme la vida imposible y yo a el, éramos Némesis y ahora éramos amigos así que asentí con la cabeza aceptando su oferta de amistad y de trabajar con el.