Capitulo 1: Preguntas sin respuestas.

Estaba en el bosque, una vez mas caminando sin tener una finalidad, los arboles dejan entrever una hermosa madrugada, cielo naranja que embellece los ojos de cualquier ser vivo. Tal ves, sea por esa mirada de casualidad hacia el infinito cielo, que se siente una calidez y tranquilidad que en la vida diaria no pueda experimentar. Tal vez en ese momento sea una especie cazadora o presa que necesita subsistir, sin embargo, por ese momento no siente la necesidad de su titulo. O tal vez un simple viajero que despertó de entre los muertos, esperando una respuesta. Pronto ese momento en que todos fuimos uno, dejo ser así por la reaparición de mis aficiones, ¿Porque estoy acá? ¿Quien soy? ¿Cual es mi camino? No siento necesidad de una respuesta, no siento necesidad de una nueva mirada o nuevo camino que me acerque a responder estas interrogantes. Solo desperté junto a mi compañero. El me sigue y acompaña, pero no se mas, estamos recorriendo este mundo desde que despertamos. Me mira y ayuda, me avisa ante el peligro, me indica mi estado de animo o salud, me ayuda a abrir nuevas vías y puertas. Pero ante eso, no somos mas que seres desconocidos, que alguien o algo nos junto. Mi vida diaria desde que desperté no concierte mas que la de mi compañero. Lo nombre: Acompañante. Deduzco que es una parte de mi, una extensión tal vez o alguien que me ayuda desinteresadamente.
Después del hermoso espectáculo dado al mundo por el cielo y ante curiosidades sin responder, prosigo con mi caminata. Esto me hace sentir oprimido: ¿A donde voy? ¿Quien soy? Siento que mi compañero se angustio súbitamente, el siente lo mismo que yo. Siente que no hay una respuesta, por eso este recorrido esta vació, esa ausencia absoluta Pronto todo el verde que acompañaba el momento eclipsa, el cielo ya no emite su hermosa luz naranja, todo se derrite y oscurece, el sonido se aleja. Esta volviendo de nuevo.
Cuando comienzo a pensar en respuestas es cuando mayor oscuridad siento. Es un vació totalmente incierto, no puedo sentir mis extremidades y no puedo ver a mas de unos centímetros. Mi compañero sabe que no puede despertarme, peor, se impacienta al verme nuevamente de esa manera,. Lo miro perplejo porque se que volví al mismo lugar, a ese espacio ausente. Pronto comienzo agitarme, no siento mi respiración, mis ojos buscan a mi compañero para calmarme, pero el ya se fue de este mundo. No siento el aire en mi pecho, mi cabeza comienza a destrozarse, siento que quiero gritar, pero no se silo estoy haciendo. Mis ojos comienzan al lagrimear de nuevo, solo estoy en alma ahí, el miedo aflora con rapidez pero no puedo hacer nada, esto ya esta aquí y solo me queda pasarlo, quiero cerrar los ojos, pido terminar rápido…
No se cuanto tiempo paso desde que desperté de este sentimiento de angustia, mi compañero estaba ahí, totalmente desesperado. Pidiendo que volviera. El no habla pero se lo que siente. Ambos somos uno, y me duele verlo. Me duele verme a mi de esa manera. Trato de levantarme difícilmente. Mis brazos tiemblan pero trato de hacerme el fuerte ante mi compañero. ¿Por qué? Si solo somos uno.
Cuando me levanto, noto que hay alguien cerca, una presencia, pronto saco mi espada, un mandoble largo y ancho que apenas se usar, esto me desmotiva porque se que vuelve una batalla ante enemigos que desconozco. Me supe defender varias veces, y también varias veces termine tirado con contusiones, lesiones internas o algunas fracturas de huesos. Suerte que mi compañero está ahí, para facilitarme ayuda vital o llamar al atención de alguien para socorrerme. Pronto mis sentidos se agudizan, mis ojos se agrandan para ver mas claro los alrededores, se dilatan mis pulmones para poder cargar mas aire. Pero siento a lo lejos un miedo que no me deja inhalar: ¿Y si muero esta vez? No debería molestarme ya que tampoco tengo razones para vivir. Pero me alegra saber que tengo un instinto de supervivencia. Quiere decir que soy un animal como cualquier otro de este planeta.
Pronto esta batalla termina con una simple mirada a la persona que apareció ante mis ojos. Ella estaba ahí, sin inmutarse ante mi sobresalto, queda mirándome fijamente a los ojos, buscando preguntas hacia mi reacción. Una ser como yo, pero su cara no estaba cubierta, solo pintada con tribales del lado derecho de sus ojos. Ciertos ojos oscuros, brillosos y sorprendidos, pero fijos sin pestañear. Parece que esperaban una respuesta, sea buena o mala. Tenia pelo largo que le llegaba hasta las caderas. Y su ropa era varias capas de tela blancuzca y grisácea, mostraba su mano derecha solamente, la otra recubierta por las telas. Poseía unos bordados especiales, que no logre identificar. Ella estaba ahí, ¿Tal ves asustada?, no veo la necesidad de seguir sosteniendo la espada de esta manera, la vuelvo a su posición de descanso. Ella no para de vigilarme fijamente y sin inmutarse, me esta incomodando. Pero seguro espera un veredicto ante su aparición.
Antes de que reaccionáramos aparece un tercer ente en el lugar: era su acompañante. ¡Tenia un acompañante igual que yo! Me quede perplejo ante su aparición. Era rosada y blanca. Ah diferencia del mio que era verde. Su acompañante se acerco a ella con detenimiento, esperando a que reaccionara de mala manera. ¿Cómo hacerlo? Si por primera vez veo a una persona igual que yo. Tenia muchas preguntas, había estado en muchos lugares pero nunca había visto a alguien con un acompañante. Quise pronunciar palabras, algo, no importa que sea. Quería que me escuchara y romper el silencio para que no se sintiese angustiada ante mi presencia, pero cuando abrí al boca para pronunciar palabras ante ella un viento afloro de repente. Fue demasiado fuerte, que tuve que taparme y entrecerrar los ojos. Por lastima para solo ver como ella se alejaba, de una manera extraña, saltando muy velozmente, es la primera vez que la veo y la primera vez que aprendo también de mi.

Volvimos a quedar solos. Nos sentimos desvalidos con muchas dudas, aunque también esperanzas por haber tenido nuestra primera respuesta. Se ha creado un nuevo camino.