Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece; me adjudico la trama de la historia.

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Lágrimas de Cristal

- ¡Hikari, levántate que ya es la hora! - Gritó una muchacha desde la entrada del pasillo.

No hubo respuesta por parte de la nombrada, sin embargo, se sentó suavemente en la cama aún cubierta por las finas sábanas rosa pálido y restregó sus ojos.

Hikari es el nombre de una muchacha de ojos y cabello castaño, figura esbelta.

Era el primer día de vacaciones de verano en Shibuya y por lo cual, no se veía mucha gente por las calles, salvo los que iban con prisa a su trabajo.

La chica se levantó y entró al pequeño baño de la residencia; tomó una ducha y salió con dirección hacia su habitación para poder vestirse. Escogió unos jeans, blusa color rosa y zapatillas.

- ¡Hikari, apúrate!- se volvió a escuchar otro grito, esta vez, de una muchacha diferente.

- ¡Ya voy!- esta vez, si hubo respuesta.

Hikari corrió a toda velocidad rumbo a la cocina de la casa para servirse el desayuno puesto que estaba justa de hora y no deseaba llegar retrasada al lugar que había esperado con ansias.

De pronto comenzó el sonido sin cesar del teléfono y fue Hikari quien atendió.

- ¿Diga?-

- La Sra. Takaishi me mandó a buscarla, la espero dentro de cinco minutos.

- Claro - y con esto colgó. Su cara mostraba una alegría inmensa, cosa que demostró con pequeños brincos.

- ¡Me voy, chicas! - fue lo que logró articular para dar aviso a sus hermanas que partía a su nuevo rumbo.

- Pero ¿en qué?

- La Sra. Takaishi envió un auto a recogerme ¿no es genial? - mientras dedicaba una sonrisa Umiko, una de sus hermanas mayores.

- ¡Claro que lo es! De verdad ella es la persona indicada para todo lo que está pasando - declaró Aiko.

- Si ¡Que te vaya bien y luego cuentas! - esta vez fue Naoko quien brindó sus ánimos a la pequeña.

- ¡Claro!- y salió de la casa.

A la entrada del hogar, se encontraba una pequeña limusina negra, con un hombre joven en la puerta de atrás.

- Buenos Días, señorita. Mi nombre es Taro y seré el encargado de llevarla a todos sus destinos desde hoy- pronunció él.

- Buenos Días…muchas gracias- e hizo una pequeña reverencia en agradecimiento para luego entrar en el transporte que la llevaría a su destino.

Desde la muerte de sus padres, Hikari no había podido ser la misma de antes; mantenía su alegría y sinceridad pero la falta de cariño materno y una figura fuerte como su padre que le aconsejara, le hacían mucha falta.

Shizuka es su hermana mayor, como su madre, pero no vive con ella ya que contrajo matrimonio y ahora espera su primer hijo. Luego le sigue Umiko, con 25 años, aún lucha por terminar su carrera de periodismo pero la escasa fuente de dinero le han impedido seguir y rezagarse a la mantención del negocio familiar. La hermana del medio, Naoko quería entrar a estudiar Diseño de Modas pero el dinero no les alcanzó y se dedica a confeccionar los uniformes que se venden en el negocio y por último Aiko, lleva la delantera de Hikari con solo 4 años y es la más rebelde.

A pesar de todo, Hikari fue premiada por su rendimiento, a acceder a una beca en uno de los mejores institutos pagados de Tokio en Japón gracias a la voluntad de la Sra. Takaishi, quien previamente, estudió la historia de Hikari puesto que conoció a sus padres y por lo que el primer mes del verano decidió inscribirse en la pequeña "Escuela de Verano" para conocer y aprender como es el ritmo de allí.

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En otro lugar de la ciudad, un joven rubio y ojos azul cielo, corría por toda la casa en busca de las últimas cosas que necesitaba par asistir a un mes de clases de verano como tutor.

- ¡Hijo, apresúrate!- gritó su madre desde la entrada de la casa para que el mayor de sus hijos bajara rápido y no llegara retrasado.

- ¡Ya voy!- contestó él mientras se despedía de su hermano menor.

- Takeru, cuídate, pórtate bien y avisa si vienes a cenar- le dijo su madre antes de que él abandonara la morada.

- Si, nos vemos- y con eso se subió a la limusina que lo esperaba afuera.

Takeru o Tk Takaishi es el hijo mayor de Natsuko Takaishi, viuda del empresario más rico y famoso de todo Japón. Desde la muerte de su padre hace 4 años, Takeru se había vuelto un chico muy apegado a su familia y cercano a sus estudios, sin embargo, el no creía el cuento de ser descendiente de una de las fortunas más importantes del mundo puesto que vivía una vida normal, su madre trabaja y posee un pequeño hermano menor de 8 años, Kohaku.

En las afueras del Instituto había una gran cantidad de alumnos en grupos o solitarios esperando el timbre de entrada para pasar a las aulas.

Hikari, bajó del transporte cuidadosamente y recordando las palabras del chofer "Te vendré a buscar al medio día. Cualquier cambio de planes, me llamas al celular que está registrado en la memoria del teléfono que te acabo de pasar. Suerte". Caminó hasta los paneles de la entrada y se fijo en el lujo del lugar: un edificio grande con puertas anchas de madera, a las afueras una pileta con bancas y mucha vegetación…definitivamente, su vida había cambiado. Se fijó en el curso que había optado y se encontró allí, salón 3, tercer piso, Torre Central. Se dispuso a entrar puesto que faltan 7 minutos para las 9 de la mañana, hora de empezar.

En tanto, en la entrada principal, Takeru bajaba a toda prisa para llegar a tiempo. Corrió toda la entrada siendo observado por los chicos que aún esperaban entrar. Recogió la carpeta, el horario de clases y salas disponibles para el curso, y que más, sino el material de trabajo.

En el salón había muchos chicos de todas edades, entre los 14 y 18 años, distribuidos en diversos asientos. Algunos se habían conocido al entrar ahí y tomar posiciones, como otros, venían en grupos o de dúos.

Hikari caminó hasta la tercera fila y se sentó al lado de una chica un poco mayor que ella.

- Hola- saludó la castaña.

- Hola, ¿eres nueva?- respondió simpáticamente su compañera.

- Si, entro este año a segundo ¿y tú?

- No, entré a mediados de noveno para estar lista en primero.

- Vaya ¿cómo te llamas?

- Minako, Minako Fujimaki ¿y tú?- le correspondió la pregunta.

- Hikari, Hikari Yagami pero me puedes decir Kari – y le dedicó una de sus tiernas sonrisas.

- Claro, debes tener15 años ¿no?

- Así es ¿y tú? ¿A qué curso pasaste?

- Yo tengo 16 años, uno más que tú pero pasé a tercero - contestó la chica.

Minako Fujimaki es hija de un gran Economista de Japón, el cual, lleva a cabo el manejo del país y se ha ganado el cariño de la gente. Su madre es dueña de casa pero muy dedicada a ayudar a sus hijos y su marido en todo; es una mujer educada y muy sencilla al igual que su esposa. Minako tiene dos hermanos mayores que ella. El mayor, estudia Medicina en Inglaterra por lo que no lo ve muy a menudo y él, que sigue de ella, está en primer año de Derecho.

Minako poseía un cabello color miel hasta media espalda con leve flequillo sobre su frente, ojos color chocolate y piel color durazno. De estatura media aunque no se notara por estar sentada y figura fina y delicada. Llevaba, ese día, una pantalón de jeans con un polera de pabilos de color verde oscuro y zapatillas.

- Espero que seamos buenas amigas – señaló Kari con ternura en su voz.

- ¡Claro que sí!- exclamó la muchacha en respuesta.

- ¿Por qué estás aquí?- preguntó dudosa la castaña al ver que no tenía pinta de haber reprobado o merecer un castigo para estar un mes en clases, quizás era tutora.

- Este, verás, yo reprobé Literatura. No es que sea floja, te lo digo para que no te arrepientes sino es que tuve problemas con el profesor - respondió algo nerviosa a la respuesta de su nueva amiga.

- No me desilusiono de ti, tu situación es muy comprensible.

Mientras las chicas conversaban, Takeru iba entrando al salón con la respiración muy agitada puesto que venía a toda prisa para no llegar tarde. Al entrar, ve muchos rostros conocidos pero se encaminó a las mesas del centro y se paró frente a una chica.

- Hola Nako- saludó en forma cariñosa.

- Hola Tk, ¿cómo estás?- respondió ella.

- Algo cansado pero bien, ¿qué tal tu inicio de día?

- Muy bien - hizo una breve pausa- Te presento a mi amiga Hikari, es nueva en el instituto.

- Hola Hikari, un placer conocerte- le dedicó una sonrisa.

Hikari, al verlo llegar, quedó hipnotizada con sus bellos ojos azul cielo y su naturalidad. Para ella, es el chico más bello que haya visto…

- Mucho gusto- respondió la castaña con simpleza.

Takeru tomó asiento al lado de Minako justo cuando el profesor entró en el salón.

- Buenos Días Jóvenes- Dijo un señor de cabello gris, alto, delgado y que bordeaba los 55 años.

Todo el salón se puso de pie y saludó respetuosamente al docente.

- Jóvenes, Soy el Profesor Shinko y seré su guía en este curso, algo así como su profesor jefe, salvo que no seré yo quien los evalúe al final, sino más bien, quien los guíe por si tienen alguna duda sobre el curso. Ahora bien, como sabrán, para aprobar el curso deberán realizar un trabajo en grupos de 4 personas, debido a la cantidad de alumnos presentes, además, cada grupo constará de un tutor, los cuales, ya han realizado este curso antes o fueron seleccionados.- hizo una breve pausa para tomar un poco de agua y continuó.

- Como todos saben, este año nos remontaremos a los inicios de la Literatura, comenzando con el Renacimiento - la clase continuó sin mayores percances salvo las dudas de los alumnos y una que otra interrupción de salida de alguien, todo normal para un primer día. Al terminar, el Profesor de volvió a dirigir a ellos.

- En la puerta está el listado del curso y el de los tutores para que vayan organizando el trabajo. Hasta mañana- Se retiró del salón mientras los chicos de iban retirando del aula.

- Fue una sesión interesante - Dijo Hikari viendo a sus acompañantes.

- Sí, creo que después de todo, si me sirva estar un mes de mis vacaciones estudiando - Comentó Minako con un tono de risa.

- ¿Por qué no vamos a ver la lista? Sería bueno empezar a planificar - sugirió la pequeña castaña.

- ¡Claro que si Kari! Además, nos falta un compañero porque seguro que nuestro tutor serás tú Tk - apoyó Minako.

- Sí, no hay problema chicas- y les sonrió después de un silencio.

- ¡TK! - se oyó decir a una chica mientras corría y se lanzaba a los brazos del rubio.

- Mimi –susurró - ¿Qué haces aquí? – preguntó algo nervioso al ver a la chica colgada de su cuello.

- ¿Qué tipo de pregunta es esa, amor? ¡Obvio que estoy aquí! Reprobé a propósito sólo para acompañarte - y le besó la mejilla.

Ninguna de las dos chicas entendía nada de lo que estaba sucediendo ante sus ojos.

- No me digas amor porque no somos novios - fijó su vista en Kari- Estoy ocupado como para atenderte.

- Pero, Tk, estoy aquí sólo por ti ¿acaso no me quieres?- hizo un leve puchero.

- No es eso, pero por si te diste cuenta, estoy con unas amigas- le contestó.

- Sí, me di cuenta. Hola Minako- saludó con pesadez a la chica - y tú ¿quién eres?-

- Soy Hikari Yagami, mucho gusto - respondió cohibida la menor del grupo.

- Mimi Tachikawa.

Mimi es una de las chicas más populares del instituto. Con 16 años, figura "perfecta" y poca materia gris, es el sueño de muchos, sin embargo, su amor siempre ha sido Takeru peor no ha podido lograr que él se fije en ella. Mimi es una chica habladora, algo hueca y sin sentimientos. Hija de famosos comerciantes, siempre ha sido parte del Instituto por lo que su persona ya es conocida.

- ¡Qué lindo nombre!- exclamó Hikari y posó una radiante sonrisa en sus labios.

- Gracias - dijo Mimi.

- Bueno chicas, yo tengo que partir ¿por qué no mejor vemos lo del trabajo mañana? - sugirió el pequeño rubio.

- Por mí está bien, ya que me tengo que ir ¡Adiós!- terminó Hikari para partir con pasó rápido a la salida, ya estaba retrasada.

- A mí también me esperan así que sigo el rumbo de Kari, cuídense y mañana nos vemos- se despidió Minako con un beso en la mejilla a cada uno y salió por la puerta principal hacia fuera.

Caía la noche en la ciudad de Tokio, Takeru llegaba a su hogar con pesadez. Había avisado a su madre que ese día llegaría tarde ya que encontró a Mimi en su camino y no supo como sacarla de encima.

Le dijo a su madre que se iría directo a la cama porque mañana tenía que asistir al Instituto nuevamente y reencontrarse con sus compañeros, pero en especial con una bella chica que conoció el día de hoy. Hikari Yagamim es un apellido que nunca había escuchado pronunciar entre sus pares, sin embargo, según el criterio de Takaishi es una chica especial, bella y con cierto toque de magia que hace recaer a su rededor todo aquel que se le acerque. Posee en su mirada calidez y ternura. Realmente, era una chica preciosa.

Mientras que en los momentos que Takeru recordaba a Hikari, ella misma también lo recordaba a él. Pensaba que no podía existir un chico tan guapo y caballero a la vez, vio en él paz cosa que nunca pensó encontrar en ese lugar. Presenció su aura pura y llena de emociones por mostrar, quizás había sido amor a primera vista peor no podía estar segura aún. Debía tener algún secreto que no quisiera mostrar ya que no cabía en su cabeza que él pudiera ser real.

Al otro día, las clases continuaron con normalidad a cargo del Profesor Shinko, quien esta vez dictó una cátedra sobre las primeras bases que llevan a la Literatura actual, comenzando por Grecia y Roma. Al finalizar, hizo recuerdo del trabajo final porque los días iban a pasar y se necesitaba aprobar para no quedar todo el año haciendo el curso.

- Ya chicos, tenemos que elegir el tema porque no tenemos todo un año para trabajar - mencionó Minako en tono severo.

- Tienes razón - Yagami hizo una breve pausa - somos Mimi, Takeru, Minako y yo, porque debo de suponer que Mimi será con nosotros, ¿no? - la chica asintió – entonces, como Takeru es el tutor no habrá problemas en ese aspecto. Sin embargo hay que buscar un tema para poder presentárselo mañana al profesor - concluyó la castaña haciendo un pequeño resumen de lo que poseían hasta ahora.

- Me parece que ya sabes muy por donde va la cosa así que te dejo a cargo de la elección del tema porque debo irme ya. Hasta mañana- se despidió Mimi de los tres chicos y partió del lugar, al parecer, tenía cosas mucho más importante que preocuparse del trabajo.

- Entonces, yo pensaré en un tema al igual que ustedes y mañana, con calma, resolvemos como organizarnos y los detalles de la investigación - dijo la menor del grupo.

- Por mí no hay problema, chicos pero por ahora los tendré que abandonar puesto que mi madre necesita que la acompañe a realizar unas compras. Lo siento, adiós - se despidió Minako de Takeru y Hikari.

- Lo más sensato es que nosotros también partiéramos rumbo a nuestras casas - murmuró Hikari.

- Si, pero yo quería consultarte antes una cosa.

- Claro – la chica sonrió y provocó un leve sonrojo en las mejillas del rubio.

- Verás, yo quería saber si querías que nos juntáramos hoy en mi casa para que planeáramos mejor el trabajo - primera vez que a Takeru Takaishi le costaba invitar a una chica, estaba muy nervioso a su respuesta.

- Claro, pero me das tu dirección, ¿eh? Que no sé dónde vives - ella contestó natural pero por dentro estaba que brincaba de emoción. Sabía que estaba algo apresurada en sus decisiones pero aquel rubio provocaba sensaciones extrañas que nunca había tenido antes.

- ¡Obvio que sí! Sino ¿cómo llegarías? - ambos soltaron una pequeña risa ante tal comentario.

Al intercambiar direcciones, se despidieron un beso fugaz en la mejilla que provocó química entre ambos chicos. Acordaron de juntarse a las 16:00 en la casa de Takeru a trabajar.

Hikari estaba feliz, aquel chico que le robó el sueño por primera vez la había invitado a su casa.

- ¡Chicas voy a salir!- gritó muy contenta la menor de las Yagami cosa que provocó el asombro de todas sus hermanas presentes.

- ¡Que emoción!- le siguió Aiko.

- ¿Quién es el afortunado Hikari?- preguntó Naoko muy curiosa al ver que aquella gran sonrisa del rostro su de pequeña hermana no se movía.

- No, yo soy la afortunada de que él me invitara, pero es una junta de estudios para el curso - exclamó tímida.

- Ah, yo pensé que era una cita pero escucho que es con más chicos- se desilusionó Aiko.

- En realidad, somos sólo él y yo- Naoko saltó de alegría y la abrazó. Su hermana estaba feliz, quizás no con algo relacionado con la familia pero la hacía feliz y eso la alegraba mucho. Por su parte Aiko repetía una y otra vez que Hikari había encontrado a su amor y la felicitaba por eso pero si el chico le hacia algún daño se las vería negras con ella. Kari solamente sonreía a los comentarios de sus hermanas, había sonreído sinceramente por primera vez en muchísimo tiempo.

Las horas fueron pasando y la chica decidió que era hora de arreglarse para ir puesto que Taro la recogería en media hora más. Se duchó para sacar el calor de la mañana y se vistió con una falda blanca con pequeños encajes hasta media pantorrilla con una polera de pabilos color sandía y zapatos de muñeca*. Peinó su cabello y recogió su bolso…estaba lista para ver a Takeru.

Taro llegó puntual y la ayudó a subir…estaba nerviosa…no sabía que decir cuando llegara ni como era el lugar donde el chico habita…pero a la vez poseía una paz interior al saber que él la consideraba…aunque fuera para un trabajo. Mientras el auto andaba, ella miraba por la ventanilla buscando algo con que relajarse. El barrio por donde andaban poseía una vegetación y arquitectura que nunca había visto. Los jardines verdes con flores de diversos tipos, tamaños y colores que provocan a la vista una sensación de tranquilidad pero a la vez alegría, de querer vivir entre ellas; la arquitectura dueña de gente de elite puesto que los diseños de las casas son únicos e inigualables.

Se detuvieron en una casa color beige con un bello jardín típico japonés. Su estructura grande pero a la vez delicada le da una cierta armonía al entorno.

Hikari bajó del transporte y se encaminó hacia la puerta pasando el bello jardín que antes había observado, no tenía comparación alguna con el lugar donde ella vive. Tocó el timbre con suavidad y esperó a que le abrieran. Quedó embelesada al ver que Takeru le abrió la puerta con una tierna sonrisa posada con sus labios.

- Hola - saludó él mientras posaba un dulce beso en su frente.

Hikari se sorprendió con aquel gesto pero no se molestó y le contestó en susurró "Hola". Él tomó su mano y la entrelazó ente sus dedos con ternura y la escoltó hacia su habitación. Pasaron por el vestíbulo que poseía unos sillones de descanso y flores, además de la escala en forma de caracol que dirigía al segundo piso. Subieron en silencio sumidos en sus pensamientos, ninguno se atrevía a hablar de lo sucedido en la entrada ya que a ambos les gustó el arrebato de poder corresponder las emociones que guardaban y que ahora salieron a flor de piel.

Entraron a la habitación de Takaishi y otra vez los ojos de la pequeña Yagami quedaron prendados por su exterior. Una sala de color azul cielo al igual que los ojos del chico bastante especiosa con una cama, escritorio y un guardarropa, lo justo y necesario. Se quedaron mirando el uno al otro y se soltaron de aquel lazo dulce que por unos momentos los introdujo en sus redes. Ambos miraron hacia un lado y sus mejillas poco a poco comenzaron a tomar un tono carmesí intenso.

- Takeru ¿comenzamos?- fue la chica quien interrumpió aquel grato silencio y el joven asintió levemente con la cabeza.

Cada uno tomó posición en la cama del chico. Hikari sacó una pequeña libreta y un lápiz, mientras que él la observaba atentamente.

- ¿Qué tema de te ocurre? - preguntó ella mientras él se iba acercando cada vez más hacia su rostro.

- Hikari - susurró el chico.

- Takeru - susurró ella.

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Continuará…

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Autora:

¿Qué tal? Sé que no debería empezar un nuevo fic cuando tengo tres pendientes pero éste es totalmente diferente a los otros puesto que no es un Sorato sino un dulce Takari.

Para comenzar, tengo que aclarar que está basado en una experiencia que viví estas vacaciones de verano sin embargo, esta modificado ya que no podría describir mi vida en un fic porque se aburrirían mucho.

Takeru y Yamato no son hermanos y tampoco lo son Hikari y Taichi pero no se preocupen que en este capítulo sólo pusiera un personaje conocido pero en el siguiente irán conociendo el rumbo de la historia y verán que muchos otros personajes tienen cabida aquí.

Quizás fue algo apresurado lo del final pero cuando hay química entre dos personas es inevitable no dejarse llevar, pero todo no será tan bonito como ahora ¡ups! Les dije mucho.

Ahora bien, se dejan muchas preguntas al aire como por ejemplo ¿Qué pasa con Hikari y Takeru? ¿Qué trama la madre de Takeru? ¿Mimi siente algo más que amistad por el chico rubio? y muchas otras que ustedes pueden hacerse.

Y finalmente quiero agradecer a todas aquellas personas que me siguen con mi fic "Relaciones" y que ya pasamos el record del capítulo así que estoy lista para el final y espero, si el colegio no me colapsa, subirlo para mi cumpleaños, en dos semanas más.

Chikage-SP.