Hola otra vez a todos! Aca estoy de nuevo con otra traduccion. Esta es un poco diferente a los anteriores, pero también me gusta mucho. El primer capitulo es muy trágico, pero prometo que el segundo valdrá la pena, ya lo subire. Disfrútenlo!

Los personajes peretencen a JK Rowling, y la historia en su totalidad pertenece a sunshine2006578.


Hermione Granger estaba un noventa porciento segura de que estaba a punto de morir.

Era bastante buena haciendo cálculos ; determinando los resultados a través de la observación estratégica en su cabeza.

Sabía que no había forma de escapar esta vez. Estaban horriblemente superados en número y sin sus varitas.

Pudo sentir el aliento de Harry y Ron a su lado, y trató de no agitarse como ellos y empezar a descomponerse.

Había visto la mirada en los ojos de Greyback, oído el saboreo en su voz, y las risas de los otros carroñeros. Sabía lo que le pasaría si el le ponía un dedo encima.

El pensamiento la hizo temblar tan fuerte que estaba sorprendida de que las sogas no se le hubiesen desatado.

'Lleva a los prisioneros a la celda, Greyback.'

Hermione casi se relajó. Casi. Al menos estaría con Ron, Harry y Dean, y-

'Espera,' ordenó Bellatrix. 'Todos excepto… excepto la sangre sucia.'

El corazón, el estómago, y todos los otros órganos del cuerpo de Hermione dieron un vuelco. No. No no no no no no-

'¡No!' Gritó Ron, sacándola de sus pensamientos. '¡Ella no! ¡Me quedo yo!'

Por supuesto que se ofrecería. Tonto Ronald. Ni en un millón de años lo querría a el para-

Bellatriz le sopló en la cara a través de la habitación. 'Si muere durante el interrogatorio, tu serás el siguiente.'

Hermione sabía lo que estaba por pasar antes de que pase. Sintió como todos sus músculos se tensaban y su cerebro le gritaba HAZ ALGO, ESTÁ POR PASAR ALGO MUY MALO.

Excepto que no podía hacer nada. Al menos tuvo algo de tiempo para registrar los dedos de Ron enlazándose con los de ella, en el enredo de cuerdas y cuerpos, apretándolos lo más fuerte posible antes de que Bellatrix corte la cuerda de Hermione para tomarla rudamente por el cabello.

Hermione sintió como se le formaban las lágrimas en los ojos y se maldijo a si misma por eso. Si no podía soportar que le tiraran el cabello, ¿cómo iba a tolerar lo que estaba a punto de pasar?

Vió como los otros eran llevados al sótano, y vio a Greyback cerrar la puerta.

Entonces, el premier hechizo la golpeó.

Bellatrix ni siquiera necesitaba decir el hechizo en voz alta – sólo movió la varita casi holgazana y golpeó a Hermione justo en las costillas.

No era como si importara donde la golpeaba. Hermione sintió un agudísimo dolor, casi como si alguien la estuviera abriendo por el costado fuertemente y revolviéndole las tripas. El dolor se extendió hacia el otro lado, justo en su estómago, piernas y pies, subiendo por su pecho hasta su garganta, llegando a la cabeza y dando la vuelta por los brazos y la espalda.

No se había dado cuenta de que estaba gritando hasta que el hechizo terminó abruptamente, y escuchó su propio lamento agonizante. Bellatriz sostenía su desplomado cuerpo contra el suyo.

'¡HERMIONE!'

Su nombre la asustó, y le tomó un momento comprender lo que pasaba.

Harry y Ron están abajo. Tu tienes la espada real. Bellatrix está enojada de que tengas la verdadera espada. Tienes que asegurarte de que no lo sepa. Tienes que mentir.

'¡HERMIONE!'

Eso fue todo lo que escuchó antes de "¡Crucio!" Y el dolor la embargó nuevamente, esta vez en su bajo vientre. El dolor parecía irradiar de donde la golpeaba, y su cuerpo se retorcía, tratando de escapar de la violenta agonía.

Su mente conjuró varias imágenes, desesperadamente tratando de ayudarse a sí misma. Ella y Harry en la sala Común de Gryffindor. El sabor del jugo de calabaza. Su padre llevándola al parque a jugar. La expresión de Tonks cuando le mostró su anillo de compromiso.

No era suficiente. Ella sentía vagamente la vibración de su garganta mientras agonizaba de dolor por el hechizo, así que sabía que estaba gritando de nuevo, más fuerte esta vez. Cuando terminó, sintió dolor en sus huesos y sangre.

La cabeza le latía y el estómago se le retorcía. Iba a enfermarse.

No estaba segura de quién era, pero todo estaba oscuro y frío.

'¡HERMIONE! ¡HERMIONE!'

A medida que le volvió la visión llena de lagañas, pudo ver a Bellatrix ceñirse sobre ella. Entonces estaba en el piso. La maligna bruja le sonrió horriblemente, con un loco deseo de sangre en los ojos.

Hermione no podía soportarlo, así que sus ojos viajaron a través de la sala.

Gran error. Greyback estaba mirando la tortura con gran interés, persistentemente en como sus caderas y su torso se retorcían en espasmos de la post-maldición.

Ron está abajo. Harry está abajo.

'¿De dónde la sacaste, eh?'

Sus ojos tuvieron muy poco tiempo para volver a fijarse en Bellatrix antes de que la torturara de nuevo. Había verdadero enojo en ese hechizo, verdadero temor. Había mucha fuerza en esa varita y ella no lo había visto antes.

Hermione podía sentirlo.

Todos sus miembros dejaron de funcionar y se dejó caer fuertemente en el piso. Estaba retorciéndose, gritando y llorando, y todo lo que conocía era dolor.

Tienes que mentir Hermione.

Esta vez, su cerebro no podía pensar mas. No había imágenes de Hogwarts ni de sus padres. No podía recordar si quiera como se veían, o siquiera la fachada del castillo.

Bellatrix le estaba gritando, y más allá de los temblores y palpitaciones, podía escucharla preguntando '¿DE DÓNDE LA SACARON?'

Hermione no recordaba quién era esa mujer loca, ni sobre qué le estaba preguntando.

Cuando terminó el hechizo, no sabía donde estaba. No reconocía ninguna figura en la habitación, ni la mujer sobre ella, lastimándola y marcándola con obscenidades.

¿Donde estaba? ¿Qué era ese lugar?

'¡HERMIONE! ¡HERMIONE!'

Ron está abajo. Ron, Hermione. Tienes que mentir.

'Te lo preguntaré una vez más. ¿Dónde obtuvieron la espada? ¿Dónde?'

Hemrione se forzó a pensar, se forzó a idear algo a pesar del dolor de todas las células de su cuerpo, su cerebro explotado y en combustión, y sus adentros carcomiéndola hacia afuera.

'La encontramos, la encontramos – ¡Oh, por favor!' Esa era la respuesta que salió de su lengua, la que la hizo salir del dolor.

Ella pudo saborear sangre en su boca donde aparentemente se había mordido.

Aparentemente, Bellatrix decidió que no era respuesta suficiente.

Hemrione sintió sus músculos contrayéndose de nuevo, y la maldición resurgiendo dentro de ella. Setía que se iba a partir en miles, no, millones de pedacitos si esto continuaba.

'¡Estás mintiendo, asquerosa sangre sucia, y lo se! ¡Estuvieron dentro de mi bóveda en Gringotts! ¡Dí la verdad, dí la verdad!'

¿Esa era la razón por la cual le hacía esto? ¿Por qué era sucia? ¿Según ellos ella merecía esto?

El dolor vino una, y otra, y otra vez. La carcomía, la hacía retorcerse, gritar y rogar.

'¡HERMIONE!'

Tienes que mentir.

Sobre que tenía que mentir, ya no estaba segura.

¿Estaba en el piso, o en algún lugar cerca del techo…?

¿Y quiénes eran esas personas, recargadas contra la pared y sonriendo? ¿Eran sus amigos? ¿Por qué no la ayudaban?

'¿Qué más se llevaron? ¿Qué más tienen? ¡Dime la verdad, o te juro que te abro la garganta con esta daga!'

De repente, Hermione vio un destello plateado y recordó lo que significaba.

Iba a morir pronto si no pensaba en algo rápido.

Trató de usar la boca y la lengua para hablar, pero ya no recordaba como. No sabía como hacerlo.

El hechizo la golpeó nuevamente, en el muslo superior esta vez, y Hermione arqueó la espalda y la levantó del piso, escuchando como Greyback gemía primitivamente antes esta reacción. Ella tembló por el dolor, que le llegaba hasta el cabello.

'¿Qué más se llevaron, qué más? ¡CONTESTAME! ¡CRUCIO!'

Los gritos resonaban contra las paredes, y parecían volver para vibrar dentro de su cabeza.

¿Quién estaba gritando?

Todo lo que recordaba era el dolor. Era todo lo que alguna vez había tenido. No existía nada más. Su cerebro había tomado su tiempo para procesarlo, y aún así, era la única cosa que entendía.

No encontraba las palabras para describirlo. Agonizante. Insoportable. Insufrible. Horrendo.

Lo sentía sacarle la sanidad que le quedaba, y casi se deja llevar. Casi se dejó ir.

No sabía quién era.

'¡HERMIONE!'

No sabía quien era. Habían estado gritando por un rato. Ella deseaba que quien fuera el que estaba llamando le contestara.

'¡HERMIONE!'

Luego lo recordó. Él la estaba llamando a ella. Él la necesitaba.

¿Cómo era su nombre…?

Ron.

Tienes que mentir.

Cuando terminó, no podia respirar. No sabía si tenía pulmones, o si la quemazón del dolor los había reducido a cenizas. Podía sentir las lágrimas en sus mejillas, y sus sollozos y quejas.

Podía sentir la maldición entrelazándose con sus venas, y metiéndose dentro de su piel y su mente. Los lugares que había tocado habían sido los peores ; se sentía como si alguien le hubiera vertido ácido allí.

Le dolía mucho. Todo.

'¿Cómo entraron a mi bóveda?' gritó Bellatrix, tirada en el piso a su lado.

Estás en la Mansión Malfoy. Bellatrix quiere saber todo sobre la espada. Tienes que mentir.

'¿Ese sucio duede que está en el sótano te ayudó?'

(¿El duende también era sucio?)

Miente.

'¡Lo conocimos esta noche!' Lloró ella. No estaba segura siquiera de que fuera mentira. Las palabras salía de su boca solas. 'Nunca estuvimos en tu bóveda…' La espada. Miente sobre la espada. '¡No es la espada real! ¡Es una copia, solo una copia!'

'¿Una copia? Si claro, como no'

Hermione esperó el dolor nuevamente, pero nunca llegó.

Ella se dejó llevar por el filo de la consciencia. Estaba empezando a olvidar de nuevo, volvía a caer en el dolor que aún seguía dentro de ella.

'…el duende…¿Es real o no?'

'Levántate…contra la pared… ¡Te mataré!' Se sentia lejos, pero era como la voz que había gritado antes.

(¿Llamándola a ella? Quizás)

Un momento después una figura con cabello rubio llegó con una pequeña criatura a la habitación.

'¿Conoces al duende?' preguntó Bellatrix lentamente, y su susurro era mas terrorífico que sus gritos. '¿Lo conoces?'

Los músculos de Hermione tuvieron una chance para relajarse, que hizo que el dolor que vino después sea mucho peor. Pensó que su sesión había terminado.

Manchas oscuras danzaron frente a ella, y ya no sabía cuando acababa o empezaba el hechizo.

Deseaba que terminara. Deseaba parar de gritar. No le importaba morir, solo quería que terminara.

Luego de unos momentos, se dio cuenta de que el dolor ya no venía en olas. El maleficio había finalizado, pero los efectos seguían enganchados a ella.

Ya no estaba llorando. Sólo respiraba con dificultad. No escuchaba nada más que un pitido en los oídos, pero no le importaba. No recordaba nada además de estar rota en el duro y frío piso de algún lugar.

Eventualmente lo pitidos cesaron, pero el dolor no.

'…copia…'

'…¿seguro? ¿Completamente seguro?'

'Si.'

'Bien,' luego un grito, luego un golpe sordo.

'…Ahora…Señor Tenebroso! Y creo...disponer…la sangre sucia. Greyback, llevatela…'

No.

No recordaba quién era Greyback, pero sabía que ella era la sangre sucia, que era asquerosa y que esa era la razón por la cual le había hecho eso. Y sabía que no quería estar cerca de ese tal Greyback.

'NOOOOOOOOOOOO!'

Ahí estaba otra vez. La voz. La que había llamado a alguien desesperadamente, totalmente aterrado.

Escuchó palabras extrañas que creyó reconocer; luego vio destellos de luz detrás de las pestañas de sus cansados párpados.

De repente sintió que la levantaban del suelo, y la estrechaban contra el cuerpo de alguien. Cabello rizado le acariciaba la nuca y la piel estaba tan sensible que se convulsionó en agonía otra vez.

'¡PAREN O LA MATO! Dejen sus varitas. Déjenlas ¡o veremos que tan sucia tiene la sangre esta desgraciada!'

Un golpe y luego, '¡Dije que las dejen!'

Y sintió algo puntiagudo cortándola, deslizándose por su garganta.

No le importaba. Sentía tanto dolor por lo anterior que ni siquiera lo notó.

Y golpe de madera, y luego más palabras.

'¡Bien!...Draco…levántalas…Señor Tenebroso…¡Harry Potter!...muerte…'

Casi estaba por morir, lo sentía.

Vio luces otra vez- una cicatriz en la frente de alguien, con la forma de un rayo. Cabello rojo, ojos azules. Un columpio. Nubes oscuras en el cielo.

'…Debemos atarlos…Greyback toma…la Señorita sangre sucia…el Señor Tenebroso te dejará la chica…esta noche'.

Luego un sonido afilado, y el fondo de su mente se preguntó si quizás alguien estaba afilando sus huesos; ella lo sentía así. Pero luego hubo un grito, y ella cayó al suelo nuevamente.

Un segundo después, sentía mas dolor, pero era distinto. Algo extremadamente pesado cayó sobre ella, y pequeñas cositas afiladas la estaban cortando.

Sintió como hacía una mueca de dolor instintivamente, y luego escuchó como un gemido salía desde algún lugar cercano a su boca.

Se desconectó.

Lo último que registró fue el aroma del mar.