Titulo: ¡Nadie se pierde "la novela de las ocho"!…

Resumen: Pasan muchas cosas, por lo me resulta un tanto complicado resumir… Hay una segunda piedra filosofal, un reality show, una directora que quiere quemar el cuadro de su predecesor, serpientes y leones que se unen con el "firme" propósito de encontrar la verdad… En fin, todo un lío.

(Draco x Harry)

Notas del fic: Los personajes son de J. K. Rowling, la segunda piedra filosofal es un horror-invento mío. No recibo ningún rédito económico al publicar esto.

Advierto (y que conste) que quise hacer un intento de humor, en medio de un romance, muy rodeado de lemon. Si fracaso, mi más sentido "lo siento". Y obviamente, como me conozco, pido perdón por el lenguaje.

NA: Hay diálogos en los que me centro en quienes hablan y otros en cómo hablan, hago la diferencia, y siempre serán en negrita. Los pensamientos van en cursiva. Sin más preámbulo, ¡a leer!

Capítulo 1: La segunda piedra filosofal.

Notas del cap: Creo que me quedó cortita la introducción… ¿Qué dice el público lector?

Que Nicolás Flamel es el creador de la piedra filosofal, eso todo el mundo lo sabe.

El uso que le dio, junto a su adorada esposa Perenelle, también es de público conocimiento…

Lo que la mayoría desconoce, es que cuando la piedra fue creada, esta resultó de otra piedra, una que se dividió en dos.

Una mitad, fue la piedra filosofal. La que todos conocimos. La que, "él que no debe nombrarse ni en chiste", intentó robar. Cuando Harry Potter era solo un chiquillo confundido y temeroso, del mundo mágico que desconocía y al cual pertenecía…

La otra mitad, la piedra gemela, fue descartada casi de inmediato por su creador, por poseer la molesta propiedad de "aparecer y desaparecer" sin previo aviso y sin ninguna razón aparente.

La curiosidad de Nicolás Flamel hizo que dedicara gran parte de su longeva vida, en tratar de descifrar sus secretos (cuando lograba dar con su paradero, obviamente). Con el tiempo pudo descubrir que, a diferencia de la piedra filosofal, la segunda piedra tenía la cualidad no solo de deformar el tiempo, sino también el espacio. De allí, su cualidad de "escapista profesional". El problema radicaba en que la escurridiza piedra, parecía tener voluntad propia. Es por esa razón que su creador, respetuoso del poder que tenía en sus manos, decidió que debía ser destruida. Por ello, y porque para hacerlo necesitaba una enorme cantidad de magia, recurrió al mago más poderoso que conocía. Su amigo, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

El "sabio" (nótese el sarcasmo) director del colegio de magia y hechicería, Hogwarts. No solo era famoso por su obsesión por los caramelos de limón, al igual que la piedra "rebelde", era famoso por hacer siempre las cosas a su divino capricho…

El viejo, con insano descaro, hizo su propia investigación sobre la piedra. Descubrió que, efectivamente, la piedra no podía utilizarse a voluntad. Para dominarla, se necesitaba de una gigantesca y peligrosa cantidad de magia. De hecho, para poder retenerla en un lugar, ya se las veía de Caín.

Luego de meditarlo durante muchos años, llegó a la conclusión de que fue el destino quien creó a la piedra gemela. Debía haber una razón... por lo que era un despropósito destruirla, según su (raro) criterio. Esa piedra podía cambiar no sólo el destino de una persona, sino del mundo entero…

El director de Hogwarts, sentía que la piedra "sabría" cuando fuera el momento de hacer su "aparición". Por ello la ocultó, colocándola en el lugar más seguro que existía para él… Hogwarts.

Casi cincuenta años después y sabiendo que su muerte estaba próxima. Dumbledore escribió su última voluntad y con ella encomendó (entre otras cosas), una carta que no pudo ser entregada a su destinatario, hasta un doloroso año después de que la segunda guerra mágica terminara. Esa carta no solo contenía las palabras que motivaron a su joven dueño a seguir adelante a pesar de las adversidades, sino que además allí escribió la ubicación exacta de la "segunda piedra filosofal"…

Dos años después de que Lord Voldemort dejara para siempre este mundo, los sobrevivientes de su "complejo de nazi mágico", regresaron a Hogwarts para retomar sus estudios como (la "flamante nueva") ley mágica lo dictaba…

Atrás habían quedado los juicios (que llevaron a algunos a Azkaban), la necesidad de desaparecer por un "largo tiempo" (necesitad que compartía casi todo el mundo mágico), el noviazgo que no resultó (dícese Hermione y Ron) y el noviazgo que no fue (dícese Harry y Ginny). Desde el primer día de clases, todos supieron que las cosas ya no serían iguales…

Y la mayor prueba de ello, era ver a los "eternos enemigos" conversando amenamente por los viejos y solitarios pasillos del colegio…

_ 2 semanas después del comienzo de clases _

Ron: _ ¿Desde cuándo Harry es amigo del hurón? Es que, ¡no lo entiendo!

Hermione: _ ¡Ya madura Ronald Weasley! Malfoy, ya no es el mismo matón altanero de antes... Él y su familia, le deben mucho a Harry. Sin su ayuda, su padre estaría en Azkaban y habrían perdido toda su fortuna. Incluso podrían haber perdido hasta su magia…

Ron: _Entiendo eso. Pero, en primer lugar hablan "quién-sabe-qué" cuando nadie los ve, y en segundo lugar… hablan… ¡Como si fueran amigos de toda la vida!... Hay gato encerrado aquí… ¡¿Y qué me dices de lo que paso el año pasado?! ¡Un año! ¡Un año sin noticias de Harry!

Hermione: _Habla por ti, Harry me mandaba casi todos los días una lechuza.

Ron: _ ¡A mí también! Pero en ningún momento nos mandó una postal de donde se encontraba… No me la creo, eso de que estuvo en Francia…

Hermione: _ ¡¿Por qué dices eso?! ¡Estás paranoico!

Ron: _Te has puesto a pensar, mi querida Hermione Jean Granger… ¡¿QUÉ HARRY NO SABE EL (inserte la palabra más ofensiva que conozca aquí) IDIOMA?!

Hermione: _... Yo… Bueno, no sé…

Mientras esta conversación ocurría. Más específicamente hablando, en la oficina de la directora Minerva McGonagall…

Albus ¡¿qué significa esto?!... ¡DESPIERTA!_ La directora miraba con reproche hacia una de las paredes de su oficina, mientras sostenía una caja vacía con una mano y con la otra golpeaba el escritorio.

Ya, ya… Tranquila… Minerva, ¿por qué el escándalo?... ¡Ah, por eso!... Bueno, no tengo ni idea que significa "eso"._ El cuadro que contenía la imagen del anterior director de Hogwarts, mostraba a un anciano que apenas levantaba sus parpados, de lo que parecía una interminable siesta mientras sonreía.

No me provoques Albus… ¡Tú me dijiste que el contenido de esta caja era extremadamente peligroso! Hace nueve meses esta caja estaba cerrada, ¡yo misma la revisé!... Tu sabes algo, ¡no lo niegues!_ La bruja no podía estar más exasperada.

Lo siento minerva, pero yo no tengo ni-la-más-pálida-idea, de dónde podría estar su contenido_ No dijo más, el viejo siguió plácidamente (roncando) durmiendo, sin molestarse ni siquiera en especificarle a su "amiga" del contenido de la maltrecha caja.

Sigo sin creerte ni media palabra, Albus…_ Suspiró resignadamente la directora del Hogwarts y siguió revisando los viejos expedientes, con la esperanza de averiguar aquello que su predecesor se negaba a decirle.

_ 6 meses antes del comienzo de clases _

Harry Potter y Draco Malfoy se encontraban en una habitación oscura, y frente a ellos una pequeña caja de la cual salían amenazadores rayos...

Ambos empuñaron sus varitas con determinación y apuntaron al mismo tiempo hacia la pequeña y extraña caja…

Draco: _ ¿Listo?

Harry: _ ¡Obvio!

Draco: _Bueno, a la cuenta de tres… UNO, DOS…

Harry: _ ¡TRES!

Una potente luz salió de aquellas varitas y las figuras de los jóvenes magos se diluyeron, hasta que la cegadora luz, se consumió por completo…

La oscuridad, hizo que los jóvenes tuvieran que invocar un lumus. Con recelo se acercaron a la caja que, ahora abierta, permitía ver su contenido…

Harry: _ ¡Lo logramos! ¡La abrimos!... Bueno Draco, ¡haz los honores!

Draco: _ ¡En eso estoy, Potter! Por el amor de Merlín ten paciencia, que si hago esto mal, la muy maldita podría desaparecer…

Harry: _Perdona Draco… pero es que estoy demasiado feliz de que pudimos encontrarla… ¿Sabes?… Gracias, por darme esto…

Draco: _ ¿De qué hablas? ¿Gracias por qué?

Harry: _Gracias por darme esperanzas… Draco, yo…

Draco: _ No te pongas sentimentaloide Potter, ¡esto todavía no termina! ¡Agradécemelo cuando logremos poder usarla!

Harry: _ Tienes razón, cuando lo logremos… ¡festejaremos en grande!

Dos horas después, ambos jóvenes estaban en el número 12 de Grimmauld Place

¿Te duele?_ Harry tocaba aprensivamente el hombro de su "nuevo" amigo.

¡Por supuesto que duele! ¡Tengo una maldita piedra incrustada en el pecho!... De todas formas, ese no es el mayor de nuestros problemas._ Draco estaba muy cabreado, pero no podía dejar de sentirse acompañado ante la mirada preocupada de quien fuera su mayor enemigo.

¿A qué te refieres?_ Harry no dejaba de estar preocupado y realmente temía preguntar, en que más, podría complicarse su situación.

A que esta endemoniada cosa, consume mucha energía… Tenemos que encontrar la forma de usarla pronto, porque no creo que pueda aguantar demasiado tiempo…_ Internamente, Draco se preguntaba si en verdad había sido buena la idea de tomar la piedra, antes de tener en claro lo que iban a hacer con ella. En partes iguales se sentía estúpido y lamentaba su impulsividad, pero esa cadena de pensamientos fue agradecidamente interrumpida por el chico que tenía enfrente.

No te preocupes Draco, si eso ocurre, nos turnaremos y…_Harry no pudo continuar, a pesar que su mirada era firme y sus palabras sinceras, el rostro horrorizado de Draco paralizó su lengua.

¡No! A ti te toca la parte más dura, no puedo permitir que eso suceda estando tú débil. ¡Podrías morir!_ Draco no quería siquiera pensar en esa posibilidad, pero tenía que decirlo. Ya que era bien sabido por él, las tendencias casi suicidas del héroe del mundo mágico.

Tranquilo Draco, lo conseguiremos, no tengo duda de ello… Sólo... ¡Tratemos de no terminar en Azkaban antes! ¡Ja, ja, ja!_ Palmeando fuerte la espalda del adolorido Draco, Harry no podía evitar sentirse optimista. Draco lograba ese efecto en él. También estaba el hecho que al notar la genuina preocupación del "príncipe de hielo" se sentía cálido en su pecho.

Muy gracioso Potter, ¡¿te olvidas que me duele todo?! ¡Haz algo útil, y agarra esos libros de una buena vez!_"¿Desde cuándo se volvió tan fuerte? ¿Y por qué, santísimo Salazar Slytherin, ¡tuvo que crecer como diez centímetros más que yo!?"

_ 4 meses antes del comienzo de clases _

Harry: _En verdad lamento que nadie deba saber esto…

Draco: _ ¡No hay otra forma! No, hasta que estemos seguros que saldremos bien librados del robo de la caja… y de todo lo demás. Por otro lado, pienso que necesitan un tiempo para asimilar todo. Es mejor dejar las cosas así, por lo menos hasta que decidan qué quieren hacer… ¿No crees?

Harry: _Yo lo único que le pido a Merlín, ¡es que sobreviva mi preciosa tele nueva a sus peleas! Porque cuando no estamos, ellos… ellos…

Draco: _ ¡Pues, qué se aguanten! ¡No podemos cursar nuestro último año por correo!

Harry: _ Sniff, sniff, mi tele nueva…

Draco: _¡Deja de llorar por ese cacharro muggle!

Nota final:

¡Muchas gracias por leer! Si les gusto ¡genial! Si no, díganme en que debo mejorar.

Otra cosita más:

Si buscas publicar esta historia en otro medio y/o idioma, cuentas con mi total aprobación. Hablaría bien de ti, si me mencionas como la autora original de este fic.

Pero si decides hacerla tuya, y modificar cualquier parte... Me halagarías muchísimo, porque eso quiere decir que fui tu musa por un instante. En ese caso, puedes aclararlo o no. Pero me encantaría saberlo y que me informes al respecto. Quiero leerte, comentarte y agradecértelo con un review.