Konnichi wa!

Hace mucho que no escribía una historia pero…volví :D por primera vez escribiré una historia sobre Cloud y Tifa, así que espero que les guste.

Todas las cosas que uno tiene que pasar, y todo por una tonta maldición, yo solamente quería que mi madre fuera feliz…pero tenía que pasarme esto a mi…

Era una tarde muy tranquila, había escuchado muchas cosas acerca de leyendas en mi aldea, pero ninguna me llamaba la atención como la del "Oni de los deseos", muchas personas decían que podía cumplir cualquier deseo, siempre cuando la persona que lo pidiera tuviera un corazón puro y limpio, si el Oni veía una sola mancha en el, pondría una maldición en la persona. Yo no creía tener nada malo en mi corazón, así que al escuchar eso, decidí ir a donde se suponía que él debería estar; mi madre y yo hemos vivido de lo mas peor, nunca hemos tenido un momento feliz desde que mi padre nos abandonó, así que pensaba en pedir un deseo solo para ella, para que fuera feliz.

Al fin después de mucho esfuerzo llegue hasta donde estaba aquel Oni, tomé aire y lo busqué por todos lados, hasta que finalmente, apareció delante de mí un joven Oni y me miró de una forma extraña.

-¿Has venido para que cumpla tu deseo?-pregunto el

-A eso he venido-respondí seriamente

-Jamás cumpliré el deseo de alguien que no sabe lo que en verdad es la felicidad-respondió el

-¿Qué?-pregunte sorprendido y molesto-¡Yo sé perfectamente lo que es la felicidad!

-¡Tú no sabes nada!, eres solo un niño tonto-me dijo el

Yo me moleste al escucharlo decir eso y entonces cuando estuve a punto de reclamarle el me hizo callar.

-¿No sabes que tu madre es feliz?-pregunto el

-Mi madre no es feliz, porque mi padre se fue con todas las riquezas de la familia, ¡ella no puede ser feliz así!-le grite molesto

-¿Crees que la felicidad solo se da con las riquezas?, tú madre es feliz de tenerte a su lado, de que su único hijo haya permanecido con ella, ¡de que ambos estén llenos de salud!-grito el-ahora…por haber creído que la felicidad solo se alcanza con las riquezas, tú corazón se lleno de oscuridad, lleno de avaricia, y del odio que sientes hacia tu padre, ¿no sabes que los Oni estamos aquí para castigar a los que hacen mal?, por haber hecho mal serás castigado, serás maldecido por mí y no podrás escapar de esta maldición hasta que conozcas lo que realmente es la felicidad.

En ese momento un luz oscura rodeo y cuerpo, sin saber de qué se trataba solamente grite del miedo, mientras aquella luz entraba dentro de mí después de un rato me quedé inconsciente.

Al despertar era de noche ya y me di cuenta de que ya no era el mismo de antes, por mí mente pasaba solo una cosa: matar a los humanos.

De esa forma me levante y fui hacia la aldea donde vivía, ahí miré a muchas personas en las calles, alegres, riendo. Esa escena me repugnó y corrí lo más rápido que pude hasta aquellas personas, escuchaba el grito de ellos, pero ni por eso me detuve, solamente me ocupé de matar a todos los que estaban ahí, entonces alguien apareció delante de mí y un recuerdo paso por mi mente…era mi madre.

Ella me miró asustada mientras por su rostro corrían las lagrimas de sus ojos, entonces reaccioné, miré mis manos las cuales estaban llenas de sangre, entonces miré a mi lado un bote de agua, me acerqué a el y con la poca luz de la luna que había esa noche, miré mi rostro, diferente al de antes, pero seguía siendo un niño…o debería decir…que me había convertido en un niño-monstruo. Mis ojos eran de un color rojo carmesí, y tenía dos cuernos pequeños en mi cabeza y vi también dos colmillos que asomaban por mi boca.

Voltee a ver a mí madre y ella corrió hacia mí dándome un abrazo, llorando aún me susurro al oído:

-Vete de aquí, no vuelvas jamás

Entonces cerré mis ojos, y me alejé de ella, escuché a lo lejos el grito de las personas, seguramente alguien que había visto la escena fue a avisar a los demás…pero, ¿Qué sería de mi madre?, todos saben que soy su hijo, no quiero que le hagan nada. Me detuve a unos metros y me quedé parado sin moverme, no sabía si irme y dejar que castigaran a mi madre por algo que yo cometí o si quedarme ahí y dejar que las personas me mataran a mí.

Sin embargo, mi madre seguía insistiendo en que me fuera, y al ver que no lo hacía tomo unas piedras y me las lanzo, ninguna llego a herirme, pero eso causó que me molestara, miré con odio a mi madre y corrí hacia ella y en el momento de lanzarme a atacarla me detuve y la miré, estaba asustada, así igual yo me asusté y retrocedí alejándome de ahí lo más rápido que pude, alejándome del lugar donde por tantos años había vivido, del lugar donde la única persona que me quería estaba.

Así pasaron varios años, vivía demasiado lejos, yendo de aldea en aldea, buscando algo con lo que alimentarme, lo que era la sangre humana. Sin embargo, no todo el tiempo podía encontrar humanos así que debía conformarme con animales, que por cierto no es lo mismo…

Cumplí entonces 19 años, cuando llegué a una aldea muy grande, había mucha gente ahí y pensé que podría quedarme ahí un largo tiempo. Me quedé esperando en las afueras de la aldea a que se hiciera de noche, entonces vi a unas personas discutir, una de ellas era una chica de cabello largo y café, la discusión se convirtió en una pelea, y para ser sincero ella no era tan mala peleando, y después de un rato sin hacer mucho esfuerzo, ganó a aquella otra persona.

-¡Ah!...¿quién te crees que eres para golpearme?-reclamó la otra persona

-Tifa-respondió ella volteándose a verlo enojada-recuerda el nombre de la persona que te venció

"Tifa…" Dije al escuchar su nombre…"Esta noche tendrás que cuidarte…porque serás mi primera víctima de esta aldea…"

Ok…aquí termina el primer capítulo de esta historia, espero que les haya gustado, bueno matta ne!!