Disclaimer: Victorious y sus personajes no me pertenecen.
Tori abrió la puerta de su casa y la encontró apunto de timbrar.
—Entonces, ¿quieres ir?
Pero ella no le contestó. Tomó la delantera y se dirigió al auto esperando que le abriera la puerta. Un par de pitidos después, ingresó al vehículo y se abrochó el cinturón, sin mencionar palabra alguna por el resto del camino.
Jade estacionó el auto en el parqueadero cubierto y, antes de desbloquear las puertas, suspiró profundo. Tenía intensiones de hablar, pero Tori no. La latina se anticipó, desabrochó el cinturón de seguridad haciéndolo a un lado y salió decidida.
Esa era la respuesta que Jade buscaba, no había dudas, quería hacerlo. Abrió la puerta, salió y presionó el botón de la alarma. El auto volvió a pitar. Ya no había vuelta atrás. Caminó a la recepción y dio dos golpes al timbre sobre el mesón.
—¡Un momento! —gritó un hombre de mediana edad saliendo del cuarto contiguo y la miró detenidamente.
—Deme una habitación —dijo Jade colocando cincuenta dólares sobre la mesa.
—Claro linda, ¿identificación? —preguntó con una sonrisa sucia. Jade sacó su documento de identidad y se lo entregó.
—Por quince dólares extra te doy una con jacuzzi —mencionó el hombre extendiendo su mano para tomar las llaves que colgaban de ganchos en la pared.
—No, así está bien —respondió la joven mirando de reojo a Tori que parecía pensativa con sus manos en los bolsillos traseros de sus ajustados jeans negros.
Hace seis meses hubiese pagado sin duda ese costo extra y hasta una hora más para poder disfrutar de su novia desnuda, bajo la burbujeante agua caliente. El problema era que ya no eran novias y ese acto le parecía demasiado íntimo para la situación actual.
—Aquí tienes, dos horas —dijo el tipo entregándole la llave—. Si quieres algo con qué jugar tenemos una buena colección en la tienda —susurró—. Tu tiempo inicia el momento que deslices la llave en la manija.
—Gracias —contestó, no necesitaba ningún juguete, Tori siempre fue suficiente.
Emprendió camino con calma por el corredor. La morena la seguía un paso más atrás todavía sin cruzar palabra.
—Número diecisiete, al final del pasillo —le dijo a su acompañante sin detenerse. Al llegar puso la llave en la rendija, pero antes de deslizarla dudó por un instante y, tomándose unos segundos, dijo:
—Tori, yo…
Pero la latina no vaciló, no quería hablarlo. Tomó la llave de su mano y la deslizó finalmente abriendo la puerta de la habitación. Así mismo, entró sin mirar atrás.
El lugar era amplio, le recordaba a un verdadero hotel. La luz de la tarde entraba por la ventana, pero habían cortinas oscuras para aparentar que era de noche. Una cama grande vestida de sábanas blancas, sin cobertor, dos almohadas, sin veladores y con unas luces laterales pegadas a la pared a cada lado. El típico cliché del espejo en el techo —no podía faltar— y un baño pequeño. La habitación estaba impecable, todo parecía nuevo y tenía olor a limpio. Se imaginaba que, para ser un motel de carretera que se dedicaba al negocio del sexo casual, por lo menos le habían puesto la mayor dignidad del caso.
Las cortinas hicieron lo suyo al cerrarlas. Todo se volvió convenientemente oscuro. A fin de cuentas, ¿quién querría una visión clara de lo que estaba por suceder? No hacía falta, no en esta ocasión, al menos eso creía Tori. Esto era un desliz de una ocasión con su ex, nada más.
Jade dejó su billetera y las llaves sobre una pequeña mesa en la esquina y se le acercó por la espalda, descubriendo su cuello para besarlo. Tori entendió de inmediato sus intensiones y se enderezó, haciendo su cabeza para delante, dándole más espacio. Los besos cortos empezaron a convertirse en bocanadas que terminaban en una sutil mordida invadiendo su piel. Pronto sintió las manos de Jade invadir su cintura, acercándola a su pecho. Su respiración se tornaba agitada, su excitación era evidente. Tori también deseaba más contacto y con delicadeza llevó sus manos por sobre la cabeza de su compañera hasta encontrar su nuca y presionarla aún más hacia su cuello.
«"Díselo".
»"No".
»"Vamos Tori, díselo por favor".
»"No Claudia, déjala".
»"Ally, no te metas. Si Tori quiere decirle que la amamos puede hacerlo".
»"¡Basta!"»
La latina sintió a Jade recorrer directo hasta su cinturón. Jaló el cuero de la hebilla lentamente y con un apretón brusco liberó el pitón de metal. La acción le robó un suspiro profundo, anticipando lo que estaba por venir.
—No sabes cuánto te he extrañado —dijo Jade desajustando la tensión y soltando la correa. Sus manos pasaron lentamente por el vientre de su compañera y avanzaron bajo su camisa de cuadros y esa camiseta blanca sin mangas, llevando sus caricias hasta sus senos descubiertos, provocando una sucesión cada vez más intensa de gemidos—. Te deseo tanto Tori —mencionó, dejando mordidas fuertes en su hombro, por sobre la tela de sus prendas.
Tori bajó las manos y prosiguió a desabotonar su camisa de franela, tratando de concentrarse lo suficiente. Las manos suaves de su acompañante, acariciaban sus pezones pellizcándolos entre dedos con una fricción insoportable, los sentía endurecer con cada movimiento y necesitaba deshacerse de todo ese estorbo de ropa que tenía encima.
«"Es mi turno. Ella nos desea y yo puedo darle lo que necesita".
»"No Ally, deja a Tori en paz".
»"Silencio Claudia, a ti ni te gusta el sexo, pronto harás que se sienta culpable. Déjamelo a mi".
»"¡Bastaaa!"»
Al terminar con los botones se dio vuelta violentamente, tirando la camisa al suelo y dejando sus firmes pechos sobresalir en punta sobre esa tela semi transparente que también se sacó de un sólo golpe.
Jade no pudo resistirse y apenas fijó su mirada en su ex medio desnuda, se abalanzó a tomarla por la cintura y alzarla para recostarla en la cama.
«"¡Ally, no quiero que esto sea así!"
»"Ya tendrás tu turno, Tori. Lo siento, Jade me necesita".»
Jade se recostó sobre la latina, pero esta inmediatamente le dio la vuelta y se sentó a horcajadas moviendo sus caderas, cabalgándola con provocación sobre su pelvis.
—Tienes mucha ropa —le dijo Ally sensualmente recorriendo el filo de su buzo negro, subiéndolo para quitárselo. Bajó su cuerpo y con su cálido aliento le susurró al oído—: Te necesito sin una sola prenda, tocar tu piel desnuda con mi lengua y dejar marcas por todo tu cuerpo. Quiero montarte presionando mis caderas hasta que no resistas más y tus piernas se abran para hacerte mía. Que me implores que te llene con mis dedos, hasta que tus ojos se pongan en blanco y tu cuerpo tiemble rogándome por un poco más.
Jade tragó en seco escuchando esas palabras. Extrañaba a su ex-novia, la necesitaba completa, sin exclusiones, sin preferencias, sólo deseaba a su chica de vuelta.
«"¿Sí la ven? Me quiere a mí. Ahora lárguense ustedes dos".
»"¿Tori?"
»"A veces te odio Ally".
»"No te quejes Tori, sentirás a Jade, escucharás cada gemido que largue por mí. Seguramente dirá tu nombre aunque no te lo merezcas… Disfrútalo, es mi regalo".
»"Tori, no quiero esto".
»"Tranquila Claudia, pronto pasará".
»"Deja de llorar niñita, no puedo concentrarme".»
—Tori, ¿estás bien? —le preguntó Jade al notar la confusión de ese instante.
—Excelente Jade, magnífica —susurró Ally, bajando por su cuello y olfateándola mientras dejaba besos húmedos hasta por encima del corpiño.
El roce de su respiración agitaba cada vez más a la chica que se encontraba bajo su cuerpo, pero que aún se resistía a dejar escuchar su creciente excitación.
Finalmente dejó salir un gemido reprimido cuando la lengua de Ally ocupó el espacio de su ombligo moviéndola circularmente, presionando hasta el fondo, rasgando con sus uñas la piel de sus costados. Pasó sus manos por la espalda de su compañera y desató el sostén que luego lanzó al otro lado del cuarto.
—Ahí están, perfectos —dijo gateando sin cortar la mirada con la de esos ojos azules profundos que apenas se dejaban ver con un rayo de luz que entraba por la ventana.
La morena arrastró la nariz por sus dos montes, sin besarla todavía, dejaba que su suave rostro se diera el placer de sentir su peso y su calor. Esos senos eran grandes y Ally amaba acariciarlos con cada parte del cuerpo que podía, sus manos, sus labios, su propio pecho, sus piernas y hasta su centro, tal vez una de las cosas que más le gustaba de lo que hacía con Jade.
Ahora los besaba, asegurándose de presionar su lengua contra cada pezón después de inquietarlos a mordiscos.
—Te necesito —jadeaba Jade llevando sus manos hasta el botón de su pantalón para quitárselo, no resistía más.
—Alguien quiere unas mordidas en la entrepierna, ¿eh? —Ally se burlaba levantándose para desnudarla completamente. No tardó en sacarse lo que le quedaba de su propia ropa y volvió a colocarse a horcajadas sobre Jade que se había enderezado sobre la cama.
—¿No ibas a morder mis muslos? — le preguntó acomodando a la latina sobre su cuerpo.
—Todo a su tiempo —susurró la morena retomando el vaivén de sus caderas.
—Eres una sola provocación —suspiró Jade, sosteniéndola y apretándola con sus brazos antes de besarla apasionadamente. Ally no parecía querer dejarla tomar las riendas y continuó imponiéndose con su cuerpo.
—Quiero que me hagas tuya, Jade.
«"¡Qué diablos Tori, yo iba tan bien!".
»"Lo siento Ally, esta salida no era contigo".»
Jade sonrió con suavidad y subió sus manos nuevamente, acariciando su espalda.
—Ahí estás —murmuró, arrastrando sus dedos delicadamente hasta su cuello. Tori le devolvió la sonrisa y se dejó atraer por esas manos blancas hasta besarla suavemente. Un cambio completo del comportamiento de su alter ego.
Pronto las respiraciones de ambas se fusionaron en un solo deseo, les faltaba el aire y parecía que el corazón se les saldría del pecho.
Jade la levantó con cuidado, abrazada de su cintura y la recostó de espaldas sobre el colchón. La miró fijamente y rozó su narices levemente dándole otro beso. La castaña bajó sus manos y, tomándola fuerte por las piernas al filo de su cola, la presionó contra su cuerpo arremetiendo su pelvis lentamente buscando un contacto más directo.
—Shhh, no —le dijo Jade a su oído—, quédate conmigo, Tori.
«"Ya la oíste Ally, déjala en paz con Jade".
»"¡Aj, está bien! No vamos a divertirnos… tanto".»
—Te extraño —le dijo Jade acariciando los lados de su rostro, mirando esos orbes color chocolate que tanto le gustaban y besándola de a poco.
—Me encantan tus ojos azules, son tan... —la latina se detuvo—. Extraño tu mirada —le susurró, apenas pasando sus dedos sobre sus párpados.
Jade la observó cuidadosamente. Sus besos eran frágiles, apenas cortos hasta que sintió el deseo de su pareja de compenetrarse más. El juego de sus lenguas era suave y agradable, tal como le gustaba a Tori, llevarlo con calma.
Atrapó su labio inferior y se dejó bajar por su quijada, sus marcas eran apenas roces de sus labios sobre su sensible piel. Jade la deseaba tanto y sus manos viajaron a lo largo de su pecho, llenándose de cada seno, apretándolos con pasión, haciendo que Tori expulse una secuencia de gemidos intermitente. Quería más, quería sentirla como si fuese la primera vez. Había pasado tanto tiempo. Quería recordarla, marcarla, explorarla, pero sobre todo quería amarla.
Regreso a terminar un beso lleno de exhalaciones y gemidos. Tori la tomo del cuello apegándola más, forzándola a asentar todo su peso sobre su cuerpo. Jade dejó su pecho y se sostuvo sobre sus manos para besarla hasta el ombligo, mordiendo cada costado de su cintura, haciéndola contraerse.
—Jade... —la nombró entre respiraciones.
Ella regreso a verla completamente acelerada y le pregunto:
—¿Segura?
La morena contesto asintiendo y Jade supo exactamente que hacer. Se enderezó y recorrió con los dedos la longitud de sus piernas hasta tomar una de ellas y llevarla a su hombro. Empezó a besar su pantorrilla hasta por detrás de las rodillas donde sabía que tenía un punto débil.
«"Tori, déjame jugar, por favor".
»"No, Ally. Hoy no".
»"¡Pero Jade me necesita!"»
La chica de los ojos azules no pudo contenerse más y comenzó el recorrido hasta su centro.
«"Es mi turno, no seas egoísta. Yo puedo darle lo que tú no".»
»"Ally, deja a Tori en paz".
»"¡Cállate niña! Vete antes de que sientas algo que no te guste".
«"¡Cállense las dos!"»
—¿Todo bien? —le preguntó Jade.
—Sí... —le respondió Tori entre jadeos—, por favor... no juegues más.
Jade aprovechó el momento y dejó a su cuerpo perderse en ese calor ajeno que parecía tan insaciable. Tori finalmente se dejó llevar.
El viene y va de sus cuerpos llenó la habitación de éxtasis. Gemidos, pequeños gritos, susurros, calor, deseo y sudor. Todo se acumuló dejándolas rendidas, lado a lado sobre la cama, intentando calmar su agitada respiración.
Tori mantenía los ojos cerrados. Jade por el contrario no dejaba de observarla cuidadosamente. Sabía que, el instante después de terminar, la morena necesitaría un momento para enfrentar sus emociones.
—Jade… no me dejes —le dijo sollozando—. Te extraño. Nadie aquí me quiere como tú.
—Tranquila, estoy contigo —le respondió ella susurrando tiernamente—. No voy a ningún lado. —Y se acercó besando sus lágrimas.
«"¡¿Qué estás haciendo infante?! ¡Contrólate! Siempre es igual cuando dejamos que Tori tome las riendas. Tú te escapas y haces estas idioteces".
»"No quiero que esto termine".
»"¡Tori! ¡Reacciona maldita sea, Claudia la cagó!"
»"¿Qué?… Tranquilas, no pasa nada".»
—Perdón, Jade —Tori volvió hablar, limpiando sus lágrimas—. Es sólo lo extraño del momento.
—Lo sé.
—Será mejor que nos alistemos, es tarde —dijo la latina levantándose de la cama.
—Okey —le respondió Jade sin quejarse.
Ambas chicas fueron poniéndose nuevamente las prendas que yacían esparcidas por todo el lugar. El silencio era incómodo, lo que perturbaba un poco la tranquilidad de Jade. Se colocó su última bota y, ajustando el cordón, le preguntó:
—¿Tori?
La latina esperó por unos segundos antes de contestar.
—¿Mm-hmm?
—¿Están bien?
«"¿Están? ¿A qué se refiere con están?"
»"Seguro se equivocó, tranquilas".»
—Sí —Tori respondió, tratando de no hacer notar su confusión por la pregunta anterior—. ¿Y tú?
Jade la miró por un momento y respondió:
—Bien.
No era lo que quería decir. Mas, cuestionar a la chica con la que acababa de tener sexo casual, sobre lo que creía saber, tampoco era lo más apropiado en ese momento.
—¿Quieres que te deje en tu casa o…? —Jade se detuvo al notar el repentino interés que Tori le brindaba.
—¿O?
—Me preguntaba si tenías hambre. Yo me podría comer un elefante entero.
«"¡Vamos a comer con Jade!"
»"No Claudia. Esto era solo una aventurilla".»
»"Vamos Tori. No le hagas caso a Ally. Está enojada porque no le dejaste jugar con Jade. Dile que sí, yo tengo hambre".
»"¡Yo también tenía hambre y no me dejaron comer!"
«"¡¿Pueden callarse las dos?!"»
—Si gustas podríamos ir a las hamburguesas del bulevar y de paso dar un paseo…
—Llévame a casa —le respondió la latina a secas.
—Okey.
Tori se adelantó y salió por la puerta hacia el estacionamiento, mientras Jade caminaba a la recepción a devolver la llave.
—¿Tan poco tiempo? Debe quedarte una hora. ¿Segura que no quieres comprar un juguete?
Preocupada por su ex-novia y sin ganas de contestar las inferencias de ese hombre, le lanzó la llave a la mesa y siguió caminando al automóvil.
—¿Puedo preguntarte algo? —dijo le Jade una vez que ambas entraron al vehículo. Tori simplemente se acomodó en el asiento y, con el brazo arrimado al filo de la ventana sosteniendo su cabeza, la miró expectante.
—¿Qué significa esto para ti?
«"Dile que la amamos y que la queremos de vuelta".
»"No escuches a la infante. Por algo terminamos la relación. Jade es buen tire, pero…
»"¿Pero qué? La amamos y ella nos ama a nosotras, nos lo acaba de demostrar. ¿Qué más quieres Ally?"
«"Es imposible que Jade nos ame a las tres, niña. Ni siquiera sabe que existimos. Lo que sucedió fue carnal, sexo, sus dedos adentro de nuestra…"
»"¡Ally!"
»"… Caja de sorpresas. No es amor".»
»"A mí me parece que sí".»
»"Tú tienes diez años, no fastidies. No sabes de estas cosas".
»"¿Por qué no se van al diablo las dos? Hoy no se trataba de ustedes, sino de ella y yo".
»"Nada, nunca, es Jade y tú, Tori. Tres personas vivimos en este cuerpo. Así que no. No hay segundas vueltas. Ya tomamos una decisión con respecto a Jade y nuestra relación. Esto fue sexo. Necesitábamos descargar energía y ya". »
—¿Tori? —preguntó Jade, llamando su atención.
—No lo sé. No sé que significa. Es… complicado, supongo.
—¿Complicado y confuso?
—Algo así.
«"Ya vámonos a casa, antes de que todo esto se vaya al diablo".»
—¿Estás segura de que no quieres comer algo? Está anocheciendo y debes tener hambre.
Al contrario de lo que Ally decía —llena de razón—, ella concordaba con Claudia. Quería salir a comer algo con Jade, pasar un rato más juntas antes de despedirse.
Miró esos ojos azules que no podía resistir y asintió levemente.
—Acepto una hamburguesa y unas papas gigantes.
Jade sonrió ampliamente y giró la vista al frente encendiendo el vehículo.
—Papas gigantes con mostaza extra será.
Tori le devolvió la sonrisa y suspiró con gusto al ver que Jade todavía recordaba su extraño gusto por ese condimento.
»"¡Sí!"
»"¡Aj, con ustedes no se puede llegar a acuerdos!"
»"Cálmate, Ally. Es solo una comida".
»"No seas ingenua Tori. Las cosas de aquí irán de picada, como antes".
»"¿Por qué siempre eres tan negativa? Jade y nosotras éramos amigas antes de ser novias y salíamos a comer todo el tiempo".
»"Y después pasó lo que pasó y decidimos estar solas. Lo decidimos las tres. No yo, ¡las tres!"
»"Pero yo amo a Jade".
»"Tú amas todo, niña. Pero fuimos claras cuando acordamos que, sexo, es lo único que tendríamos con ella".
»"Y lo tuvimos. Ahora vamos a comer algo. No hagas tanto escándalo".
»"Bien, pero el instante que esto se salga de control, no me busquen para arreglar las cosas. Yo no quiero saber nada de ustedes dos".
»"¿Ally?"
»"Ya se le pasará, Claudia. Ya volverá. Ahora disfrutemos de la hamburguesa".»
Nota:
Buenas, buenas.
No podía resistirme a publicar algo. Ahora, el problema es que no sé si esta historia debería dejarla como un one-shot o continuarla (da para continuarla, ¿no?).
Me encantaría ofrecer un fic diario, pero seamos realistas, con mi trabajo se me va a hacer muy difícil.
Así que si ustedes desean y les gusta la historia, me comprometo a un capítulo semanal.
No sé cuantos capítulos pueda tener, ni siquiera tengo pensado mucho como seguir. Supongo que lo dejaré, como siempre a la imaginación.
Suerte a todos y si tiene acogida el fic nos vemos el próximo lunes.
P.D.: La lista de canciones de YouTube del fic estará publicada en mi perfil. La canción que le da nombre es Runaway de Cartel.
