¡Hola, personita especial que ha dado click a esta historia!

Tengo años de no publicar nada, pero Levi, se ha convertido en mi musa. Este one shoot, viene a ser el preambulo de la historia que estoy escribiendo desde el año pasado.

Espero que la disfruten, y ya saben, los comentarios nunca se desagradecen.

Abrazo fuerte y excelente 2019. :)

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Feliz Cumpleaños, mi querido Heichō

Hermano, no podré venir hasta la siguiente semana, tengo que estudiar para mi prueba final y debo poner al corriente el historial médico de la legión.

El examen final había pasado, era diciembre. Elizabeth estaba pasando los registros de los integrantes de la legión, nombres, fechas de nacimiento, y si habían padecido alguna enfermedad.

Comenzó con los de nuevo ingreso, dejando de último a los veteranos, Mike, Moblit, Hanji, Nanaba, Erwin y Levi.
Anotó el nombre del capitán con especial alegría, se detuvo al terminar su fecha de nacimiento, 25 de diciembre.

Pero… si eso es hoy, se dijo alarmada.

Revisó el registro y no estaba equivocada, había nacido en esa fecha.

¿Cómo pude no darme cuenta?

Ordenó un poco y salió corriendo al cuartel. Era ya más de las 4 de la tarde.

Se encontró a Hanji, y le preguntó por el, le contó que había salido a varios encargos de Erwin en el centro de la ciudad.

La joven tomó su caballo y fue a buscarlo. Pasó la tarde haciéndolo, regresó cabizbaja al cuartel, ya entrada la noche para devolver a Carrot a los establos.

Acarició al caballo y suspiro.

¿Por qué suspiras, pecosa?

Era él, recién llegaba y se disponía a dejar su caballo.

¡Levi! ¡Te busqué por todos lados!

Erwin me encomendó varios asuntos, salí desde temprano. ¿Qué haces aquí? Pensé que no regresarías hasta la próxima semana.

¿Por qué no me lo dijiste?

¿A qué te refieres? Preguntó el moreno desconcertado.

Hoy es tu cumpleaños.

No te preocupes por eso, pecosa, no es gran cosa. Le dijo mientras desataba la silla de su caballo, sin prestar demasiada atención al asunto.

Levi… ¿Cómo puedes decir algo así? Es la celebración de tu nacimiento.

Sólo lo celebre un par de veces, cuando era niño. Y realmente no me importa hacerlo o no.

Lo abrazó.

Yo quiero hacerlo, quiero… Celebrar tu vida. Por favor no digas que no es importante, porque lo es, lo eres, lo eres para muchas personas, lo eres para mi.

Ella lograba hacerlo sentir raro, vulnerable, le daba un poco de miedo, pero lo disfrutaba. Elizabeth se preocupaba por el, era atenta, cariñosa.

Gracias, le susurro al oído.

A partir de esa noche, cada 25 de diciembre, Elizabeth lo celebraba en privado. Al punto de la medianoche, lo abrazaba y le susurraba:

¡Feliz Cumpleaños, mi querido Heichō!