Prólogo: Pasado solitario.
Me llaman Orphen. Lo único que sé de mí es que tengo 16 años. No sé dónde nací, ni quienes son mis padres, ni nada de eso. He tenido una vida muy desgraciada desde pequeño.
Me crié con una familia de herreros de las Montañas Heladas. Pero a los 5 años me vendieron a unos traficantes de esclavos. Llevo desde los 5 siendo un esclavo. Nunca podré cumplir mi sueño, creo. Mi sueño de ser un gran guerrero. A los 4 años me regalaron una daga de bronce. Estuve practicando con ella e imaginando que iba a la guerra. Pero en aquél mundo donde yo vivía, la guerra acabó hace mucho tiempo.
Vivo en un mundo sin nombre. Sólo los continentes o ciudades o regiones tienen nombre. Yo me crié en Asgarnia. Había oído hablar de otros reinos llamados Kandarin y Misthalin, al oeste y este de Asgarnia respectivamente, pero nunca había pisado un pie en ellos. Hasta ahora.
Los traficantes de esclavos habían decidido partir a un lugar terrible, donde no hay nadie más que muertos y algunos clanes fugitivos de la ley. Al lugar en sí, lo llamaban Wilderness, "Lo salvaje". Entre todos era Wildy, quedaba más infantil. Mientras íbamos de camino, sentí una conversación.
-... Y entonces allí los venderemos a los bandidos fugitivos de Asgarnia, o podremos ir a la fortaleza del clan de guerreros oscuros y venderlos.
- O sino, siempre queda la opción de arrojarlos a los Grandes Demonios del norte.
-¡Loco! ¡Nadie se atrevería a ir allí, allí está el muro! ¡Y en el muro hay terribles criaturas!
-¿Tienes miedo?
-Si he de decir la verdad, sí.
Yo no sabía que eran los guerreros oscuros ni los bandidos, pero sí había oído cosas sobre los Grandes Demonios. Eran demonios que nadie había conseguido nunca matar sin ser devorados por ellos. Muchos cazadores buscaban grandes armas en la herrería donde me crié para derrotarlos. Ninguno volvió. Y ahora nosotros, íbamos a Wildy, a posiblemente ser arrojados a esos demonios...
¿Se acercaba mi fin, quizás?...
