Es una idea un poco loca y el principio es...como es jaja. Pero creo que va a ser muy buena idea en adelante. Dos advertencias, no todo es como dice el libro, hablo de un mundo tras la guerra, pero no os imaginéis tanto los libros. La mente de Hermione está un poco mal, como casi todos mis personajes jaja.

PRÓLOGO

Es un día gris. Como muchos días grises londinenses. No es un día especial. No miro las nubes porque sean distintas al resto de nubes negras que amenazan continuamente la ciudad. Miro hacia abajo recordando los días en los que Harry, Ron y yo recorríamos los bosques de todo Reino Unido huyendo de Voldemort y sus secuaces. Aquellas lluvias torrenciales de las que nos refugiábamos en nuestra pequeña tienda de campaña. Cuando las tormentas eran demasiado intensas, dormíamos juntos para darnos valor.

Fue un año muy difícil, pasábamos hambre, frío y miedo. Mucho miedo. Cada noche nos acostábamos escuchando la radio con esperanzas de no oír ningún nombre que nos fuese familiar.

Y aunque para algunos pueda parecer gracioso, entonces yo tenía las cosas mucho más claras. Sabía mi misión en la vida, aunque desconociera cada uno de los detalles. Todo era muy sencillo, había que encontrar Horrocruxes y destruirlos. Luchar contra Voldemort y rezar por salir victoriosos.

Ahora con la paz todo es mucho más extraño. He perdido tantas cosas y tanta gente que no encuentro un motivo por el que seguir luchando. Mis padres murieron durante la guerra en un ataque sorpresa de los mortifagos en el mundo muggle. Fui incapaz de protegerlos. Sus gritos me perseguirán hasta la tumba, que por suerte, es cercana.

El amor de mi vida me abandonó por mi mejor amigo y se llevó consigo a mi hijo, quien desconoce la verdad. Pero no la culpo, tras la tortura que sufrí a manos de Bellatrix no volví a ser la misma. Mi mente se llenó de pensamientos lúgubres y llegué a sufrir episodios de amnesia temporal. No ha sido fácil lidiar conmigo. Por eso no puedo reclamarle que se fuera estando embarazada. Supongo que en esos momentos uno necesita a alguien fuerte a su lado, yo no lo soy. Lo era, ya no más. No hubiera sido capaz de cuidarlos. No soy soy capaz ni de cuidar de mí misma.

No fue la única que me dio de lado, y lo comprendo, de verdad. Todos los que algún día conocí, me dejaron de lado, como un perro viejo sentenciado a muerte.

Estoy muy perdida, soy lo suficientemente valiente como para reconocerlo. Los que en su día llamé amigos, me acusan de cometer un crimen que no recuerdo. Pero me niego a pasar el resto de mis días en una celda de Azkaban.

Echo un vistazo al distante suelo bajo mis pies "Sólo es un pequeño salto" me digo a mí misma. Levanto levemente mi pie como si quisiera seducir al aire. Siento de nuevo cómo se llenan mis pulmones. Mi propio corazón se excita de alegría pensando que dejará de sufrir.

Entonces, escucho voces tras de mí. "Te dije que la salvadora de todo Reino Unido acabaría haciendo algo absurdo"

Me giro para saber quién es aquel hombre que se atreve a juzgarme. La gente habla a la ligera sin querer entender al otro. No importa de qué, todo el mundo parece ser un experto en todo.

Y me encuentro con dos personas, un hombre de aspecto vigoroso, cabello tan oscuro como sus ojos y una rastro barba que hace sombra en su rostro. La otra persona era una mujer muy hermosa. Tez blanca, pelo rubio y luceros tan azules que parecían el resultado de un hechizo.

"Tenías razón. ¡Qué decepción!" exclama ella con un bello acento francés. Lo cierto es que ninguno de los dos parecen de por aquí. La mujer, que en todo momento evita mi mirada, se acerca hasta el borde donde estoy. "Suicidarse desde un rascacielos. ¡Qué original! ¿Y es esta la bruja más brillante de Hogwarts?"

Sus palabras carecen de tacto, pues en un pasado pude ser aquella bruja. Ahora poco queda de ella. Su mera presencia me exalta. ¿Quiénes son y por qué están aquí? ¿Acaso no pueden dejarme morir en paz? "¡Dejadme sola, no quiero estar con nadie!"

Pero la francesa se ríe, lo hace con ironía. Seguro que mi desgracia debe ser un divertimento para ella. "¿De verdad crees que vamos a dejar que te suicides? No está la Comunidad Mágica Europea tan bien para perder heroínas como tú".

En serio, ¿quién coño es esta gente? Me bajo del bordillo muy confusa y enfurecida por sus palabras. "¡¿Quién diablos sois?! ¡Yo no soy ninguna heroína! ¡ ¿Acaso no leéis los periódicos?!"

Ahora es el hombre quien vuelve a retomar la conversación "Digamos que somos gente que no cree en lo que se lee en los periódicos"

Los tres sabemos de lo que hablamos, de todas esas portadas en las que se me acusa de haber causado la muerte de Neville Longbottom. No sé quién pudo hacerle algo así. Sin embargo, todos dicen que fui yo, que no lo recuerdo por mi estado mental. Yo misma tengo mis dudas, pero me gustaría pensar que jamás haría tal cosa.

"¿Cómo podéis estar tan seguros de que no fui yo?"

La mujer francesa da un paso al frente, invade mi espacio personal como si me conociera de algo. "Porque sé dónde estabas cuando ocurrió"

Guardo silencio, no comprendiendo esa seguridad que tienen en sus palabras. Creo que por mi expresión se dan cuenta de que sospecho lo que están haciendo, pues ella continua diciendo "No, no te estoy leyendo la mente. La tienes demasiado dañada para poder hacer eso. Creo que será mejor que empiece desde el principio. Soy Fleur Delacour y él es Viktor Gartzia, tenemos algo que te puede interesar".