Advertencia: fic shonen ai, relación chicoxchico, si es lo que estabas buscando entonces adelante y que disfrutes.
Problemas de Personalidad
Oscuridad. Extendió las manos y abrazó la espalda desnuda del cuerpo que se movía sobre él. Calor. Gimió al notar la boca y la lengua sobre su piel, devorando, saboreando. Sudor. El ritmo cada vez más frenético, desesperado por alcanzar el final. Placer. Agarró el cabello de su amante, apartándole de su cuello para poder besarle, y la oscuridad se abrió revelando un rostro travieso.
- Sasuke-teme -.
Sasuke abrió de golpe los ojos en su habitación y comprobó que, efectivamente, era de noche, estaba solo y aquello sólo había sido otro de esos malditos sueños. Se levantó y fue a la ventana, abierta debido al calor del verano, y sacudió la cabeza.
- ¿Qué me está pasando? – musitó.
OooO
Una bonita y soleada mañana más en la villa de Konoha. Los aldeanos hacen sus quehaceres matinales, Tsunade-sama da voces semi ebrias desde su despacho, Jiraiya va de onsen en onsen, ninjas que van y vienen de sus misiones, los grupos de genins entrenando cada uno a su aire...
- ¡Narutoooooo! -.
- ¡Gomen nasaiiii, Sakura-chaaaan! -.
Kakashi sonreía divertido al contemplar el entusiasmo de Sakura intentando partirle la cabeza Naruto, y todo porque el rubio le había hecho caer accidentalmente al río. Sasuke se había sentado en una raíz y observaba a sus compañeros con cierto fastidio, quería entrenar pero con esos dos idiotas persiguiéndose no tenía visos de poder continuar esa mañana. De repente, una cazadora naranja y negra le cayó encima de la cabeza y captó el olor a ramen, hierba y sudor.
- ¡Sasuke-teme, guárdamela! – gritó Naruto, huyendo entre carcajadas de la pelirrosa.
El moreno emergió de la cazadora con el pelo despeinado, el ceño fruncido y el rostro levemente enrojecido. Estaba enfadado, sí, y no sólo con el dobe ruidoso, sino consigo mismo porque Naruto le crispaba los nervios de manera extraña, eso sin contar los sueños erótico festivos que últimamente protagonizaba junto al rubio.
Dentro de poco se cumplirían dos años de su regreso a Konoha, bueno, más que regreso lo que Naruto hizo fue poner patas arriba la guarida de Orochimaru (matando al dueño en el proceso) y llevársele a rastras en nombre de su amistad. De alguna manera, el rubio había conseguido que la Godaime aceptase el retorno de Sasuke sin enviarle de cabeza a prisión, aunque le impuso tres restricciones: no podía salir de las inmediaciones de la aldea, no participaba en misiones y debía ser vigilado por Naruto las veinticuatro horas del día.
Los ojos grises se clavaron en el rubio que se sujetaba la cabeza, allí donde Sakura le había atizado, y que aún sonreía como un niño travieso que ha conseguido salirse con la suya. El estómago de Sasuke se contrajo.
- Suficiente diversión por hoy chicos – intervino Kakashi – Ahora debo irme, tengo asuntos que atender -.
El jounin desapareció en una voluta de humo.
- Asuntos que atender – gruñó Naruto – La nueva novela de Ero-sennin querrá decir dattebayo -.
- Yo he quedado con Ino para hacer unas compras, ¿quieres venir, Naruto? Luego pensamos ir a cenar con Shikamaru y Chouji - preguntó Sakura.
- Compras... -. Naruto suspiró con desgana – Quizás luego os busque para comer. Cuando Ino y tú vais de compras después de recibir la paga tenéis más peligro que Ero-sennin en un desfile de modelos -.
La pelirrosa le dio un golpe en el brazo, pero rió la gracia. Sasuke aún no se acostumbraba al cariño que Sakura profesaba por Naruto y al hecho de ahora ser él quien parecía formar parte del mobiliario; de repente, se sentía completamente excluido de lo que antes era el equipo 7 y se maldecía por añorar viejos tiempos.
La chica se despidió de Naruto con un beso en la mejilla y de Sasuke con un gesto de la mano y desapareció entre los árboles. Naruto fue junto al Uchiha, ignorante de la mirada que éste le dirigía. Por su parte, Sasuke parpadeó y sacudió la cabeza al percatarse del tiempo que había estado examinando el despeinado cabello dorado, la infantil expresión de alegría, la camiseta negra imaginando la piel que habría debajo...
- Oi, ¿te apetece un combate? Es pronto y no me apetece volver a casa - propuso el rubio, cruzando las manos tras la cabeza. Eso era lo peor de la restricción: Naruto ahora vivía en su casa como parte de la vigilancia.
- Como gustes –. Sasuke le tiró la cazadora a la cabeza – Patearte un rato suena divertido -.
- Pero nada de chidoris, ni genjutsus raros con el Sharingan, que te conozco – advirtió Naruto.
- No lo necesito para vencerte, usuratonkachi – sonrisita de arrogancia.
Naruto usó su estrategia habitual, lanzarse de cabeza contra el adversario. Patadas, puñetazos, fintas, saltos... era imposible competir con la velocidad de Sasuke, que sonreía con superioridad sin siquiera haber activado el Sharingan.
- ¡Kage Bunsh...! ¡¡Iteee! -. Naruto se llevó una mano a la cabeza, donde había recibido el collejazo - ¡Qué me vais a dejar idiota de tanto golpe en la cabeza entre Sakura-chan, Tsunade-baachan y tú! -.
- Nada de bunshins, es un mano a mano, sólo taijutsu – le amonestó Sasuke – Y es imposible que seas más idiota de lo que ya eres -.
- A ti lo que te pasa es que tienes envidia que yo sepa usar el Kage Bunshin y tú no -.
- De acuerdo, úsalo -.
El chico zorro alzó una ceja, extrañado, pero obedeció y convocó una veintena de clones. Fue al fijarse en la expresión de autosuficiencia de Sasuke, que reparó en los ojos rojos con aspas negras, ¡¡¡le había copiado la técnica!.
- ¡Tramposo! –. Grito colectivo.
- Para nada, sólo que ahora yo también puedo usar esa técnica -.
- No creo -.
- ¡Kage Bunshin no Jutsu! -.
Una veintena de Sasukes sonrieron arrogantes, para luego desaparecer; esperaba que el rubio no se diera cuenta, pero le resultaba difícil distribuir tal cantidad de chakra después de entrenar toda la mañana y no hubiera podido mantener los clones más de un par de minutos. Naruto también desconvocó los suyos, molesto.
- Pareces un niño al que le hubiesen quitado un juguete -.
- Es que... no me gusta... -.
- ¿Qué? -.
- Que copies mis técnicas, las tuyas son lo suficientemente buenas como para que vayas robando las mías -.
Sasuke enrojeció brevemente. ¿Aquello fue un cumplido o sólo su imaginación?
- Entonces no me retes a utilizarlas – echó un vistazo a la posición del sol – Bueno, yo me voy, se hace tarde -.
- Es verano, aún falta para anochecer -.
- Tengo cosas que hacer, además de darle una paliza a un dobe como tú -.
- ¿Acaso tienes una cita? – rió Naruto.
El Uchiha estaba harto de las provocaciones del rubio.
- Puede... -.
La risa se cortó de golpe, sustituida por una cara de incredulidad.
- Ni de coña -.
- Cree lo que quieras, yo me largo -.
- ¡Ey, espera! -.
Sasuke paró en seco, con la mirada interrogante.
- Recuerda que debo vigilarte... así que no desaparezcas mucho rato, ¿ne? -.
- Estaré en casa antes que oscurezca – prometió Sasuke, dándole la espalda.
Naruto le observó marcharse por las ramas. Se anudó la cazadora a la cintura con expresión abatida, antes de regresar despacio hacia la aldea sin percatarse de los ojos que espiaban desde las sombras.
OooO
No sabía por qué le había contado esa mentira a Naruto, además era de lo más absurda, ¿él quedando con alguien? Nunca. Y mucho menos teniendo a toda la aldea acusándole con la mirada por ser un traidor que se marchó con Orochimaru: asesino de Sandaime y destructor de Konoha. Todo era por culpa de esa enfermiza obsesión por el rubio que no había hecho más que agravarse con el paso del tiempo, obsesión que reprimía e intentaba disfrazar incluso ante sí mismo de amistosa rivalidad o gratitud por rescatarle; aunque ya era casi imposible seguir negando sus sentimientos, sobre todo teniendo en cuenta su reacción cuando se enteró del asunto del secuestro de Gaara y el riesgo que algo semejante se repitiera con el portador de Kyuubi: dejó la venganza a un lado, merced a la preocupación por lo que podrían hacerle los de Akatsuki al rubio.
No supo cómo, había llegado al templo del desaparecido clan Uchiha. El barrio cada vez se parecía más a una vieja ruina, cayéndose a pedazos, poblado sólo por recuerdos que se desvanecían. Cada vez le era más difícil evocar el rostro de sus padres, la alegría de su madre y los silencios de su padre. Abatido y falto de sueño, se sentó en el destartalado pórtico, quedándose dormido casi al instante.
Mientras, en otra parte de la aldea, Naruto ahogaba dudas y penas en ramen. ¿Por qué Sasuke tenía que seguir siendo tan desagradable con él? Ya no eran críos, tenían veinte años, y creía haberle demostrado que ya no era un cabeza hueca irresponsable y ruidoso... bueno, un poco quizás sí. Resopló y se llevó otro bocado de fideos a la boca.
- Naruto -.
- Io, Shikamaru, Chouji – saludó él - ¿Venís a cenar? ¿Dónde están Ino y Sakura-chan? -.
- No, te vimos y pensé que tú sabrías por qué Sasuke anda tan raro – dijo el Nara.
- ¿Raro, no entiendo -.
- Tropezó con Ino cuando volvíamos de las compras – dijo Chouji – La ayudó a levantarse, se disculpó con ella, sonrió, les dijo a ella y Sakura lo bonitas que estaban con su nueva ropa y se marchó corriendo -.
- ¿¡Nani? – inquirió Naruto, tras casi morir asfixiado con los fideos.
- Hemos tenido que llevar a Ino y Sakura al hospital por el trauma, tsk, qué problemático -.
- No podía ser Sasuke, ¿puede haberse colado alguien en la aldea haciendo un henge? –.
- ¿Para decirle a dos kunoichis que son guapas e ir corriendo por las calles como un loco? – ironizó Shikamaru.
- Ehm, supongo que no, ¿me acompañáis a buscarle? – pidió Naruto.
- Si no hay más remedio... -.
- No seas gruñón, Shikamaru – le reprendió Chouji.
Los tres chicos caminaron tranquilamente por las calles de la aldea sin dar con el Uchiha.
- ¡Naruto nii-san! -.
Era Konohamaru y sus amigos. Naruto les saludó alegremente.
- Oi, chicos, ¿habéis visto a Sasuke? -.
- ¡Hai, y mira lo que me ha enseñado a hacer -.
Konohamaru ejecutó uno de los combos básicos que usaba Sasuke en combate, apenas un par de patadas, voltereta, giro y puñetazo, pero inconfundiblemente era el estilo del Uchiha. El Uzumaki y sus compañeros le observaron boquiabiertos.
- ¿A que mola, vamos a seguir practicando para que Sasuke nos enseñe más -.
Los genins se alejaron entusiasmados. Naruto se revolvió el pelo, nervioso.
- Es oficial, Sasuke se ha vuelto loco – comentó Chouji.
- Qué problemático, sobre todo para ti, Naruto -.
- No lo entiendo, cuando terminamos el entrenamiento estaba normal -. Frunció el ceño – ¿Tendrá algo que ver el Sello Maldito? Espero que no sea nada grave -.
- Separémonos para cubrir más terreno – sugirió Shikamaru – Nos encontraremos en una hora frente a las escaleras del palacio del Hokage -.
Al borde de cumplirse el plazo de una hora y sin señales del Uchiha a parte de otro par de sucesos paranormales, Naruto se sentó en el tejado de su antigua casa. Necesitaba pensar. Primero Sasuke decide quedar con alguien, una chica quizás, y luego se empieza a comportar de forma rara. ¿Estaría enfermo? Sabía que Sasuke no era demasiado feliz, le notaba agobiado en muchas ocasiones, otras simplemente ausente; era normal que se sintiese extraño al reincorporarse a su vida en Konoha, pero tras casi dos años parecía que su estado empeoraba, auto aislándose en lugar de abrirse de nuevo al mundo.
- Será mejor que me mueva o Shikamaru me echará la bronca -.
Fue al levantarse cuando alguien se le echó encima y le hizo caer de espaldas, al girar la cabeza para identificar al agresor se encontró con unos demandantes labios sobre los suyos. Forcejeó, apoyando las manos sobre los hombros de la persona que le devoraba la boca y le apartó violentamente, los ojos azules se abrieron de par en par.
- ¿¡Sasuke? -.
- Sabía que vendrías aquí, ahora hay clase en la Academia así que el columpio no era una opción -.
Naruto escrutaba a Sasuke como se miraría un elefante rosa corriendo por la calle.
- ¿Qué le han echado a mi ramen dattebayo?-.
- Eres tan lindo... -.
Cuando el moreno se inclinaba de nuevo para besarle, Naruto le plantó una mano en la boca y salió de debajo del inesperado acosador.
- Alto ahí, ¿se puede saber qué te pasa? -.
- Nada, ¿por? – sonrió alegremente, sentado sobre sus talones. Fue entonces que Naruto reparó en la ropa del Uchiha: holgada camiseta de cuello alto y manga larga, pero de color blanco en vez de negro, y pantalones de un gris muy oscuro.
- No pareces tú, seguro que eres algún espía usando un henge -. El rubio desenfundó un kunai.
- ¿Un espía sabría que hace dos días entraste sin querer en el baño conmigo dentro o la batalla de coles de hace una semana o...? -.
- Vale, vale, he cogido la idea -. Bajó el arma y enrojeció - ¿Por qué me has besado entonces? -.
- Porque quiero, ¿tú no? – preguntó el moreno, acercándose sensualmente al chico zorro, sujetándole de un brazo para que no se apartase.
- Eso... no... yo... -.
Naruto sentía su corazón latir desbocado ante la actitud tan provocadora del Uchiha; le confundía, le asustaba y le excitaba, y no necesariamente en ese orden. Cuando tuvo su rostro delante del suyo se quedó estático, alternando la mirada entre los hipnóticos ojos grises y los labios, esos labios.
- Shikamaru – logró pronunciar al final – Debo ir Shikamaru -.
- Como quieras -. Sasuke le dio un breve pero profundo beso, antes de apartarse y ayudarle a ponerse en pie – Podemos seguir después -.
- ¿No vienes conmigo? -.
El moreno amplió la sonrisa a una radiante.
- Me apetece dar un pequeño paseo, quería comprar una cosa... luego nos vemos, prometo no matar a nadie -.
- Sasuke, no bromees con eso – le amonestó Naruto.
- Lo siento -. Le abrazó como si fuera un peluche – Me perdonas, ¿a que sí? -.
El Uchiha poniendo morritos en plan crío pequeño sobrecargó el cerebro del pobre Naruto.
- ¡Ja ne! -.
- Sa... Sasuke -.
Naruto se quedo con la mano alzada al desaparecer el otro en una voluta de humo, preguntándose qué demonios le pasaba por la cabeza al Uchiha. Rozó sus labios con la mano, recordando el cálido contacto, la extraña sensación de alegría en medio de la confusión del momento. Definitivamente él o su compañero, o ambos, acabarían en el manicomio de la aldea.
OooO
N. de A: Weno, yo aquí por fin con un fic decente con sus capis y su trama, o algo así XD. Esto sólo es la introducción, dadme una oportunidad ¿Qué le pasa a Sasuke? ¿Cómo puede estar en dos sitios al mismo tiempo? ¿Acabará Naruto tan majara como él? Ya veremos en el siguiente capi, por cierto, se agradecen los reviews. ;P
El fic está casi entero escrito, así que actualizaré semanalmente, para que no sus desesperéis XD. Ja ne!
