¡Hola!.~ Hace tiempo que no me meto a mi cuenta, la causa de esto es que no me dejaba ingresar mi contraseña, por lo tanto no sabia que hacer. Por suerte ya se arreglo y al parecer solo era un bug. Hoy mismo actualizare ''Lo que esta perdido'' Y pido disculpas por la demora.~
Les dejo este fanfic de Dude, That's My Ghost que se me ocurrio mientras miraba una foto de Billy Yandere.~
No sabia con exactitud cuanto tiempo había pasado. Quizás solo había sido una fracción de segundo, pero solo eso había bastado para hacer que el enojo naciese en el peliazul. Y es que aquel otro joven, de cabellos cafes y ojos verdes se encontraba abrazándose con su querido Spencer. Trato de calmarse, de autoconvencerse de que seguro era un amigo, y era un pequeño abrazo entre ''hermanos'' pero al castaño se le veía tan feliz, que Billy no tuvo mas opción que bajar hasta la entrada de la mansión, donde se encontraban ambos chicos, para luego sacar literalmente a rastras a un confundido Spencer quien se escudo tras la excusa de que su madre le estaba llamando.
La subida en ascensor fue incomoda para ambos, y aunque Spencer ya había notado que su primo andaba un poco, -Mucho mas.- extraño de lo normal. Y solo bastaba con aquello para corroborar que sus sospechas estaban correctas. Ya que el fantasma le preguntaba constantemente como se encontraba, le observaba a la hora del almuerzo, y sobre todo, mantenía vigilados a sus dos amigos. Pero aquello, aquello hizo que Spencer se preguntara si acaso Billy había comenzado a tener sentimientos hacia el, claro, como mas que un amigo, hermano o primo.
-Spencer.-Comento el peliazul, desde el otro extremo de la habitación, el cineasta apenas y se inmuto de que alguien le hablaba.
-Ahora no, Billy. Estoy ocupado. ¡Mira, ya avance con estas escenas! -Comento con el entusiasmo reflejado en la ultima fase, sin voltearse sonrio mientras trataba de concentrarse nuevamente.
-Spencer.-Repitió el fantasma, esta vez levantándose de su lugar para luego acercarse al joven tomándolo por los hombros mientras le miraba con actitud seria.
-Billy, dime que quieres. ¿No ves que estoy ocupado?.- El castaño habia comenzado a irritarse, ya que aquella nueva faceta del peliazul estaba volviendo a aparecer, era mas sobreprotector que antes, hasta llegar a extremos preocupantes.
-¿Quien era ese chico?.- Respondió, con actitud seria mientras presionaba levemente los hombros del menor.
-Agh, me lastimas..Ademas, no te incumbe.-Comento mientras trataba de quitar al fantasma, aquella situación era realmente molesta. De un rápido movimiento se libero del agarre del joven mientras se levantaba y le miraba de frente encarandolo.
-Claro que me incumbe.- El peliazul se sorprendió ante sus propias palabras. Tomando en cuenta su naturaleza egoista, era raro oirlo hablar de esa manera. Tan interesado por alguien que no fuese el mismo.
Spencer se quedo mirando a su primo por unos instantes antes de lanzarse a la cama con rapidez con un leve sonrojo en sus mejillas. Aquellas palabras habían sido relativamente lindas aunque no le gustase la nueva y extraña actitud del mayor. Tomo un comic que se encontraba en la estantería dispuesto a leer cuando su móvil comenzó a sonar. Alarmado rápidamente corrió fuera de la pieza para contestar, dándole una clara señal al fantasma de que no lo siguiera.
Era mas que claro que Billy no seguiría aquella instrucción, volviéndose invisible logro llegar hasta donde el castaño se encontraba.
-Si..Claro, entiendo...Ok. ¡Nos vemos en diez minutos!
El fantasma no comprendía bien a que se refería, pero recordó a aquel otro chico, el que se atrevió a manchar la delicada piel de su primo con sus manos. Sintió rápidamente como los colores se le subían a la cara, le hubiese quitado el celular, lanzandolo por la ventana y encerrando al menor en su habitación para que jamas pudiera volver a verlo. Pero sabia que él no se lo permitiría. Se limito a regresar a la habitación usando su velocidad, aparentando una sonrisa falsa recibio a Spencer quien tomo su chaleco y salio de la mansión sin decir siquiera una palabra.
El castaño se dirigió a la entrada de la mansión, allí le esperaba un joven de cabellos cafés igualmente, aunque de un tono mas muchacho, que respondía al nombre de Andy tenia en su mano derecha un par de sodas y en la izquierda una cámara de vídeo.
-Te has tardado.- Comento el visitante mientras le entregaba una de las sodas a Spencer.- Ademas, te escuche hablar con alguien, aunque me has dicho que estabas solo.
El aspirante a cineasta trago en seco, pero mantuvo su tono firme para responder.
-Lo lamento en verdad, mi madre...mi madre me había llamado.
Andy levanto su ceja derecha mientras le miraba con actitud de no haber creído ni una sola palabra de lo que el joven le habia dicho. Aun asi, termino por aceptar.
-Esta bien.-Comento pausadamente.- Si tu lo dices. Ven, hay que trabajar.- Tomando al cineasta del brazo lo guió hasta la limosina donde esperaba el padre del chico. Su familia tenia contactos con grandes empresas cinematográficas, y por extraños motivos, Andy había aceptado ayudarle con sus pequeñas producciones.
Billy suspiro nuevamente mientras se lanzaba a la cama que compartía con el castaño. Trato de no darle mas vueltas a aquel asunto, a sabiendas de que lo que tenia en mente no podría funcionar. O quizás si, pero ya no quería causarle mas problemas a su primo. Aunque, haría lo que fuera por amor, cariño, aprecio. Ya ni siquiera sabia lo que sentía por el menor. Quizás era amor familiar, como bros. O tal vez quería llevarlo un poco mas lejos, rompiendo las barreras de lo que los cultos llaman pecado, aquello que solo es posible con dos cuerpos, literalmente vivos. Él estaba dispuesto a romper las barreras de aquel ''Hasta que la muerte los separe'' porque la muerte ya los había separado.
Cerro los ojos por un momento, no recordaba a donde se había ido Spencer. De hecho, no le había comentado nada al respecto, eso le hizo sentir mal, inferior. Como si el castaño ya no tuviese la suficiente confianza para ir hacia el fantasma y contarle todo lo que había hecho.
Una idea apareció en su mente, necesitaría varios días para que esta funcionara, por un momento lo pensó y creyó que se había vuelto loco, que la poca cordura que le quedaba ya la había perdido con aquello que planeaba hacer. Pero era por el bien de ambos. Su plan debía comenzar lo antes posible.
Sin pensarlo, la visita de dos horas que tenia planeada se había extendido a una noche entera, Andy por su parte, insistió en que se quedara a dormir en su casa.
-Por favor!.- Insistió el joven.-Podemos quedarnos despiertos jugando videojuegos o comiendo pizza!
-Lo lamento, Andy. En realidad debo irme. Mi...mi madre me esta esperando.- Comento el cineasta antes de salir de la casa de su nuevo amigo. Eso había sido incomodo.
Después de correr por una hora logro llegar a casa. Realmente sus padres no se encontraban, Habían salido y se encontraban fuera del país, por culpa de su pequeña hermana. Cuando entro en su habitación eran alrededor de las 00:45 AM, escucho al fantasma de su primo roncar a todo pulmón, se encontraba en su cama -como era costumbra ya.- con una pierna fuera de esta abrazando una almohada, mientras inconscientemente repetía el nombre del castaño.
Spencer negó con la cabeza varia veces antes de sacarle el objeto para acomodarse él, y así poder dormir. Ya lo estaba consiguiendo cuando sintió una mirada posarse sobre su cuerpo. Aquella situación se había vuelto tensa, pero decidió guardar silencio para que Billy no descubriera que recién había llegado.
-¿Donde estabas, primito?.-Pregunto el peliazul, mientras le miraba con enojo y seriedad. En primer lugar, si, era normal que se preocupase por él, ademas de que sentía celos hacia ese chico que últimamente pasaba mas tiempo con Spencer que él mismo.
-Ah..Billy, me asustaste.- Comento bajito, mientras evitaba no hacer contacto visual con el enojado fantasma.
El silencio reino en la oscura habitación, el fantasma solamente se mantuvo en la misma posición hasta que sintió algo cálido sobre su rostro. Había amanecido, y Spencer se encontraba acurrucado a su alrededor. El peliazul sonrió mientras le acariciaba los cedosos cabellos. Era un momento especial, para el cantante, cuando la fama le ataco, el dinero y la hipocresía llegaron junto con ella, sus oidos ensordecieron al oír diariamente las palabras. ''Te quiero'' ''Te amo'' ''Eres el mejor'', era solo gente falsa, que salían las debilidades emocionales del joven, y las usaban en su contra. El solo quería cariño, y jamas, en sus 19 años de vida, creyó que lo encontraría cuando estuviera muerto.
El sonido del timbre rompió el momento, despertando a Spencer y haciendo que Billy tuviera que aparentar dormir hasta estar lo suficientemente seguro de que su primo ya había bajado por el ascensor.
Bufo molesto mientras se acomodaba en aquella cama, y pensaba en lo que debía hacer. Era primordial hacerse amigo de aquel joven, o solo aparentar ser su amigo, ya que lo que realmente deseaba era presionar su cuello con sus manos frías, hasta que el cuerpo debajo de el dejara de moverse dando señal de que había triunfado.
Aquella imagen mental le gusto, haciendo que una sonrisa apareciese en su pálido rostro mientras volvía a cerrar los ojos.
Spencer llego corriendo al lugar, con su cámara en mano mientras buscaba su chaqueta. Billy decidió sentarse en el borde de la cama mientras le observaba.
-¿A donde vas con tanta prisa hermano?
-Ah, Billy.- El castaño sonrió.- Iré a la casa de Andy, regreso en un rato.
-Me gustaría ir contigo.- Comento el peliazul esbozando una sonrisa suficientemente falsa como para ser creíble.- Digo, no me conoce y seria interesante ver su reacción.
Spencer se quedo en la puerta pensando si realmente debía aceptar, cedió finalmente, ante la mirada de su primo.
-Esta bien.-Le respondió el cineasta mientras bajaban por el ascensor.- Pero no hagas ningún destrozo.
Continuara.~
