Disclaimer: Todo es de JK.

Este fic participa en el reto anual del foro Amor de Tercera Generación. El personaje de esta vez es Teddy Lupin.


Teddy miró su reloj, por enésima vez en el espacio de tan solo 10 minutos. Eran las 11:45. Volvió a mirarlo, 11:48. 11:50. Respiró hondo, 11:52. Se levantó del suelo, inquieto, y limpió rápidamente su traje de gala. ¿Dónde estaba Victoire? Habían quedado de juntarse a las 11:30 en la puerta de la sala común de Gyrffindor para ir a la Torre de Astronomía y poder ver en gloria y majestad los fuegos artificiales de Honeyduke. Suspiró.

Era la primera vez que ambos pasaban en el año nuevo en Hogwarts, Victoire porque sus padres estaban en Rumania haciendo trabajos para Gringotts y Teddy porque luego de que se habia enterado de lo de Victoire le habia pedido a la abuela que lo dejara quedarse en el colegio. Y luego de lo que habia sucedido en Navidad, el chico deseaba que fuese algo especial—no todos los días tenías la oportunidad de estar tan a solas con tu novia—. Para ello se habia conseguido una botella de whisky de fuego, vasos para ambos y una rosa roja. Todo estaba guardado en la Sala de los Menesteres, excepto la flor, escondida detrás de su espalda. Estaba tan contento, tan ansioso. Y Victoire no llegaba. 11:56.

Comenzó a correr, llamándole a gritos. Mirando a ambos lados del pasillo apenas iluminado por las antorchas, con los ojos entrecerrados y a la vez maldiciendo la vanidad de no ponerse los lentes. No aparecía, no al menos en el área cercana a la sala de los leones. 11:58. Dobló a la derecha para ir a buscar su arsenal de preparativos. Siguió corriendo, con todo balanceándose entre su brazo derecho y su hombro. Zigzagueó a la izquierda.

Entonces dejó de respirar. Una pareja se besaba apasionadamente contra una pared, parecían tener ganas de devorarse el uno al otro. El chico estaba sobre la joven y prácticamente la cubría con sus espaldas anchas. Y lo único que se podía divisar de ella era su pelo rubio, cayendo como una cascada sobre su hombro. Teddy conocía a la dueña de ese cabello, ya no tenía sentido seguir corriendo.

Se dio la vuelta, aun con las cosas cogidas y se fue como una exhalación hacia las habitaciones de los Ravenclaw. Una vez adentro, se plantó frente al espejo de la habitación que compartía con Sam y Harry en época escolar. Tenía ganas de llorar, de encogerse en la cama, hecho un ovillo y no dormir en toda la noche. Pero era año nuevo —vida nueva— y eso le dio la resolución para levantarse. Observó su reflejo con atención.

—Escúchame bien, Edward Lupin. No eres un crio llorica. Victoire…—en ese momento su resolución estuvo a punto de flaquear y una lagrima clandestina se asomó en su mejilla.

—Victoire, ella…no se bien porque hizo eso. Sin embargo, esto no es el fin del mundo hombre —se abofeteó con fuerza la mejilla derecha— Este año basta de ser débil y tímido. Basta. ¿Qué dirían tus padres si te vieran así?

Siguió observándose con fijeza, por si un sector del antiguo Teddy quería tomarle por sorpresa. Y a su espalda, cientos de metros de distancia, miles de luces de colores decoraban el cielo, anunciándose con gran estruendo. Como si estuviesen celebrando su nueva resolución.


¡Gracias por leer! Por cierto, aquello que pasó en Navidad se cuenta en el fic Un regalo perfecto, por si les queda el bichito de la duda.