Buen día. Espero que pasen un increíble fin de semana.

Bueno, la verdad no tengo mucho que decir de esta historia, solo que es una tipo de parodia, adaptación, croosover con Sakura CardCaptor y conmemorando el cumpleaños de Nozomi. Se que ya paso, pero ya saben que su cumpleaños se celebra todo el mes.

Espero y disfruten la lectura.


Nozomi Cardcaptor

Últimamente, he tenido un sueño que se repite noche tras noche. Es un sueño que se siente tan lucido, tan real. En él, puedo ver como estoy en una tenue obscuridad, apenas iluminada por luces que caen a mi alrededor. Estas luces son como gotas de lluvia, ya que caen desesperadas y me rodean entera; no obstante, estas tienen la forma de un rectángulo, parecidas a cartas, y están iluminadas de una tenue y tranquilizante luz azul. Cuando levanto la mirada, puedo ver a lo lejos la torre de Tokio; veo su punta de color carmesí alzase hasta lo más alto del cielo. Extrañamente, yo estoy parada encima de un edificio muy alto. Además, a mi lado hay algo que me deja desconcertada: es una pequeña chica; y no lo digo porque su estatura sea baja, sino que de verdad es una chica pequeña no más grande que la palma de mi mano. La chica mira fijamente en dirección a la torre de Tokio y sus labios se mueven, sin embargo, no pudo escuchar su voz. La chica a mi lado parece haber salido de algún cuento de hadas, ya que vuela a mi lado, con unas hermosas alas blancas de ángel y lleva un bonito y brillante vestido color naranja. Además, sosteniendo su cabello castaño y naranja, una preciosa gema brilla a un lado de su cabello. Al estar tan concentrada en la chica a mi lado, no me doy cuenta que estoy sosteniendo algo con mi mano derecha: es un bastón de color purpura, como los que usan las porristas para practicar en la escuela. Pero este bastón es extraño ya que, además de su raro y brillante color, en la punta tiene la cabeza de lo que parecería ser un pájaro.

Al levantar de nuevo la mirada, puedo ver algo más a lo lejos. A pesar de encontrarme lo suficientemente lejos de la torre de Tokio, puedo ver una sola silueta que se contrapone con una imponente y hermosa luna plateada que aparece detrás del cumulo de nubes que la cubren. No sé quién sea esa persona, pero puedo ver su cabello largo ondear con el viento. De pronto, mis labios se mueven, pero de mi boca no salen palabras. Entonces, una de esas cartas que me rodea comienza a emitir una luz más intensa, y en mis zapatos aparecen un par de alas parecidas a la de la chica que se encuentra a mi lado. Entonces, mientras miro frente a mí, mientras veo a la silueta obscura de la persona que esta parada encima de la torre de Tokio, me dejo caer del edificio sin pensarlo, como si pudiera alcanzar la torre de Tokio con solo saltar; deseando ver más de cerca a esa persona. Pero, antes de siquiera poder acercarme…


Nozomi, el libro mágico y la guardiana del libro.


[¡Ring! ¡RING! ¡RING!]

—¿D-Dónde estoy? —El sonido del despertador me saca por fin de mi mundo de sueños. Estoy tan desconcertada que me cuesta un poco abrir los ojos. Mis parpados me pesan y siento como si hubiera estado dormida una eternidad completa—. Esto es… —A mi memoria vuelven tenuemente los recuerdos de aquel extraño sueño; con el paso de los segundos me cuesta recordar todos y cada una de las cosas en él, pero algo no se me olvida, y es la chica que estaba a lado mío—. ¿Habrá sido un hada?

Algo me decía que no tenía que olvidar ese sueño, algo me decía que era algo importante, pero la verdad, era tan extraño que olvidarlo no me importaría. Es decir, quizás haya sido solo por quedarme a leer hasta tarde, o por algún programa que vi en la televisión. Como sea, no creo que sea tan importante; al menos eso creo.

—¡Nozomi! —De pronto, el grito repentino de mi hermana me desconcierta y me saca de mis pensamientos. Vaya, no puedo creer que ya este gritando tan temprano—. ¡Si no bajas ahora, tú te servirás el desayuno! ¡Además, llegaras tarde a la escuela!

Me acerqué a la pequeña vitrina que estaba encima de mi cama y alcancé el despertador sin esperar a contestarle a mi hermana. Sorprendida, miré la hora, ¡era verdad, ya era muy tarde!

De un salto me levanté de mi cama y comencé a prepararme para poder salir hacia la escuela. Rápidamente corrí por toda mi habitación. Busque y busque mi uniforme entre el desorden que había dejado la noche anterior. Con suma dificultad, debido a lo apurada que estaba, me vestí rápidamente, con el uniforme de la secundaria Otonokizaka. Su uniforme era muy lindo: una camisa blanca con un moño de marinera, además tenía una falda color azul y un blazer de un tono azul más fuerte. Mi uniforme no era como la de las chicas de preparatoria, no era como el de mi hermana, el cual cambia al tener un lindo moño del color del grado en el que asistías; ella tenía un moño de color azul; característico de las chicas de primer grado.

Después de cambiarme, salí de mi cuarto y bajé velozmente las escaleras, sin percatarme de que mi hermana estaba ya preparada para salir de casa.

—¿Te quédate dormida de nuevo? —La sonrisa burlona de ella a veces me molesta, pero supongo que era su venganza por todas las cosas que le hacía pasar—. Ni creas que te esperare. Deje el desayuno en la mesa. —dijo desinteresada.

—¡¿Qué?! ¿Ya te vas? —La miré fijamente a los ojos, ahora, su sonrisa era más amplia y burlona—. ¡Espérame! ¿No se supone que nos iríamos juntas, Nicochi?

—Tengo servicio el día de hoy.

—¡Espérame! Terminare de desayunar en un segundo.

Rápidamente, y sin esperar la respuesta de mi hermana, entre velozmente al pequeño comedor de nuestro departamento. En la mesa, tal y como había dicho Nicochi, estaba esperando mi desayuno. Pero, antes de preocuparme por el desayuno, tenía que hacer otra cosa.

—Muy buen día —Siempre repetía el mismo ritual cada mañana. Podría olvidarme de comer, pero no de saludar a mis padres—. Espero que tengan un agradable día, papá, mamá.

—¡Nozomi! ¿Cuánto más vas a tardar?

—¡Ya voy! —Desesperada, tome un pan tostado y lo engullí con velocidad, provocando que casi me ahogara y falleciera en ese mismo instante. Velozmente tomé la leche templada con miel que solía hacer Nicochi cada mañana, y, por último, me comí lo último de mi plato a una velocidad inimaginable; quizás podría ganar un concurso de comida si me lo propusiera.

—¡NOZOMI!

—Ya voy, deja de gritar por un momento Nicochi.

Mi hermana siempre se irritaba con facilidad, pero la verdad es que yo sé que no lo hace con mala intención; es decir, a pesar de que hoy tiene servicio, ella se había quedado a esperarme hasta que terminara de desayunar. Es solo que esa es su forma de mostrarme algo de cariño. Es por eso que, a pesar de que me gustaba mucho hacerla irritar y molestarla, procuraba ser un poco más considerada con ella.

Salí corriendo de la sala y vi como ella me esperaba en el marco de la puerta mientras sostenía su celular firmemente en la mano. Parecía que estaba hablando con alguien por mensaje, y, como la conocía muy bien, estaba segura de que solo podía estar hablando con una persona.

—¿Es Umi-chan? —Debido a lo repentino de mis palabras, el cuerpo de Nicochi se estremeció un poco— Te está esperando ¿verdad? ¿Por qué no me lo dijiste antes? De Haber sabido que la veríamos, yo... —De pronto, sentí como mis mejillas se calentaban un poco; siempre me pasaba lo mismo cuando hablaba de la mejor amiga de mi hermana—, yo me hubiera apurado más.

—No es de tu incumbencia —Dijo Nicochi sin voltear a verme, mientras comenzaba a caminar fuera del departamento—. Vámonos entonces. ¿Tiene todo?, ¿pañuelo? —Revisé mi bolsillo cerciorándome que todo estuviera en orden—, ¿mochila? —La había tomado antes de salir—. ¿Llaves? —Estaban en el mismo sitio de siempre debido a que soy muy descuidada: abajo una maceta a lado de la puerta; aunque Nicochi no sabe dónde la escondo, si lo descubriera, me regañaría mucho—. Hoy tengo que ir a un trabajo de medio tiempo. Es tu turno de preparar la cena, así que no te desvíes de camino a casa.

—Nicochi, me tratas como a una niña, ya se lo que tengo que hacer —Nicochi me miró con desaprobación. A pesar de ser dura conmigo, se cuánto se preocupa por mí—. De acuerdo. Pero ya vámonos, no podemos dejar esperando a Umi.

Salí antes que Nicochi del departamento y baje las escaleras del edifico en el que vivimos casi corriendo. Siempre, desde que tengo memoria, he vivido solo con mi hermana. Antes, nuestra abuela se encargaba de nosotras y de vez en cuando nos iba a visitar, pero, cuando Nicochi entro a la preparatoria, ella se fue al mismo lugar que mis padres. En los últimos dos años de escuela, Nicochi se había encargado de mí. Como sea, no me gusta recordar cosas tristes ya que, por fin, después de un largo día, volvería ver a Umi-chan de nuevo.

Apresurando el paso, y sin dejar que Nicochi me alcanzara, corrí hacia la intersección que había entre el edificio en el que vivíamos y el parque cercano, ya que es ahí donde nos solía esperar Umi-chan para irnos juntas a la escuela. Umi-chan es una chica muy hermosa, su cabello es de un bello color azul marino y su rostro es afable y sincero. Es una chica que aparenta mucha fortaleza y desde pequeña había sido educada muy bien. Pero lo que más me gustaba ver de ella, eran sus ojos color chocolate que brillaban siempre debajo de la luz del sol. Últimamente me había sentido así, con los deseos de siempre querer verla de nuevo, quizás la razón seria por algún tipo de admiración, pero no podía evitar que mi corazón palpitara desesperado cada que la veía a los ojos.

Justo debajo de la sombra de un árbol, ella nos esperaba, y yo, un poco nerviosa y animada a la vez, me acerque corriendo hasta donde ella estaba. De tan solo verla a lo lejos, mi corazón latió muy rápido y una gran felicidad recorrió todo mi ser, ¿me pregunto porque será que me siento así al ver su largo cabello cuando ondea con el viento, o cuando veo sus ojos castaños cubiertos por los pétalos de sakura que caen desde el árbol en el que está esperando?

—¡Umi-chan! —Sorprendiéndola, grité y me acerqué a ella para tomarla de las manos—. Gracias por esperarnos, perdón por hacerte esperar tanto tiempo, todo es culpa de mi lenta hermana.

—¡Repite eso, Nozomi! —Ante la irritación de Nicochi, no pude evitar reír al ver como su rostro se tornó rojo—. ¿Dile a Umi quien fue la que se quedó dormida?

—¿Esa no fuiste tú?

—Suficiente, dejen de pelear —En ocasiones, Umi-chan tenía que intervenir en nuestras discusiones—. Es muy temprano como para que comiencen peleando. Nico, tiene que ser más considerada con Nozomi, ella está haciendo su mejor esfuerzo.

—No la conoces en lo absoluto, Umi.

—Fue suficiente, Nico —Quitándole importancia a las palabras de Nicochi, ella se acerca a mí y se pone a mí misma altura. Ella es un poco más alta que yo debido a que ella tiene quince años y yo apenas tengo doce—. Y tú, Nozomi, procura no hacer enojar a Nico tan seguido —Una hermosa sonrisa se esbozó en sus labios. Umi siempre había sido muy amable conmigo—. Bueno, no quiero llegar tarde. ¿Nos vamos?

—¡Si! —Toda la mañana ya ha valido la pena con el solo hecho de poder caminar junto a Umi.

Mientras caminábamos a la escuela, trataba de hablar lo más normal que podía con Umi, pero a veces los temas de conversación se me acababan debido a que Umi no era una persona de muchas palabras.

La escuela de mi hermana estaba justo al lado de la mía, dado que era una escuela afiliada donde impartían tanto secundaria como preparatoria. Así que, cada mañana, podía caminar a lado de Umi. Bueno, eso al menos hasta que llegábamos a la escuela y nos teníamos que separar.

—Bueno, supongo que tú te quedas aquí —Me dijo Umi amablemente—. Te veremos luego, Nozomi-c-chan. —Umi también era muy tímida, y rara vez me llamaba de una forma tan informal, así que aún le costaba un poco decir mi nombre de una forma más casual.

—Ya sabes, Nozomi, no te desvíes y ve directo a casa, ¿entendiste? —dijo repentinamente Nicochi, mientras se adelantaba en camino a la preparatoria.

—Ya lo sé, no me tienes que tratar siempre como una niña… —Antes de poder entrar a la escuela, la mano de Umi repentinamente tomó mis manos.

—Toma, es un regalo por habernos acompañado —En mis manos depositó un caramelo, aunque, no era de mis favoritos, apreciaba demasiado que hiciera ese tipo de cosas conmigo.

—M-Muchas gracias —Mi corazón volvió a latir con fuerza y sentí mi rostro arder. No sabía porque me sentía así con ella; me agradaba mucho ese sentimiento que recorría mi pecho.

Sin decir nada más, corrí hacia dentro de la escuela. Estaba sumamente apenada y eso es algo que no quería que viera ni Umi-chan ni Nicochi; apuesto a que mi hermana tendría de que burlarse si me llegara a ver avergonzada.

Sin embargo, antes de poder huir corriendo, alguien me detuvo al ponerse frente a mí.

—Sí que es linda esa chica, ¿verdad? —Esa voz la conocía muy bien, y, al reconocerla, no pude evitar detenerme.

—H-Hola, Kotori-chan, ¿no me digas que viste todo?

—Claro que lo vi, no podía perderme ni un segundo como te ponías roja de vergüenza por algo que te dio Umi-chan.

—E-Eso no fue… Es solo que…

—Es raro verte avergonzada, Nozomi-chan. Y bien ¿Qué fue lo que te dio?

—Un caramelo.

—Pero a ti no te gusta los caramelos. ¿Se lo dijiste verdad?

—N-No podía rechazar su regalo.

—Entonces puedo tenerlo —Los ojos de Kotori me miraban con ilusión—. Seguro que no te importa ¿verdad?

—N-No, bueno, es que…

—Muchas gracias, Nozomi-chan, apreciare este regalo para siempre —Sin siquiera pedírmelo, ella tomó el dulce que aún tenía en las manos.

A pesar de que parecería desconsiderada, no podía enojarme con ella. Ella era Kotori Minami, una de mis mejores amigas, bueno, realmente era la única amiga que tenía. Yo no era una chica que se pudiera relacionar tan fácilmente con otras personas, es por eso que Kotori era la única amiga que había hecho desde que había entrado a secundaria, y no fue por mí, sino que ella fue la primera en hablarme, y, desde entonces, no se había separado ni un momento de mí lado. A mí no me molestaba ya que ella era muy amable y alegre cuando estaba conmigo, además, siempre me defendía en momentos en los que otros compañeros me molestaban por…, diferentes situaciones. Es por eso que no podía molestarme con ella, porque sabía que ella estaba conmigo porque así lo quería y no por compasión al verme que no había hecho ninguna amiga.

—Bueno, es mejor que vayamos al salón, las clases están por comenzar —Dijo Kotori mientras desenvolvía el caramelo que me había robado y se lo metía en la boca—. Eshta shica tiene buen gusto, esta delishioso. ¿Shegura que no quieres probarlo?

—E-Esta bien, Kotori-chan, puedes quedártelo.

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Ya en clase, solo la voz de la profesora de lengua se escuchaba en el salón. En ese momento en que mis compañeras estaban en silencio escuchando la clase, yo no podía concentrarme del todo en lo que decía la profesora. Fue entonces cuando me percaté de que era el momento justo para pensar de nuevo en ese extraño sueño que había tenido.

Tomando un lapicero y mi libreta, comencé a garabatear algunas cosas que se me venían a la mente. Quería plasmar lo que mis ojos habían visto en aquel sueño. Las líneas llegaron a mi mente como si fueran los flashazos de una cámara. Recordé la torre de Tokio, el bastón que firmemente sostenía, la persona que me miraba desde la punta de la torre de Tokio y, por último, recordé a la pequeña chica que estaba a mi lado. Mis manos se movieron por si solas, mientras pensaba en ella. Que seria, parecía un ángel, por alguna razón, al recordarla, mi corazón se siente cálido; como si estuviera expuesto a los rayos del sol. El lapicero en mis manos se movió por el trozo de papel, dibujando las líneas de lo que recordaba de esa chica: su vestido, su rostro, sus alas y esa pequeña gema que decoraba su cabello, aparecieron frente a mí en imágenes tan lucidas que parecía que esa chica saldría del papel en cualquier momento.

—Tojo-san, Tojo-san…

—Nozomi-chan, te habla la… —La mirada de Kotori quedo fija en mi libreta— Oh, que linda criatura, ¿qué es?, ¿qué es?

—¿Estaba poniendo atención, verdad, Tojo-san? —Volteé a ver a Kotori con desconcierto, debió a que, por su culpa, me descubrieron que no estaba poniendo atención.

—Claro que sí, profesora —dije con voz trémula y fingiendo muy mal mi mentira.

—¿Puede continuar la lectura entonces?

—C-Claro… —Volteé a ver a Kotori, la cual siguió embelesada viendo mi dibujo. Traté de llamar su atención para que me ayudara, para que me dijera que tenía que leer, pero ella parecía más desconcertada incluso que yo—. Kotori-chan… —Susurre su nombre para llamar su atención.

—¿Qué? —Me miró desinteresada—. Oh, es la pagina 96 —A pesar de que trató de susurrar, su voz hizo un escándalo terrible dado que nadie más habla en el salón.

En fin, después de comenzar a leer, supuse que me esperaría un regaño por parte de la profesora por no poner atención a su clase. Como sea, su clase tampoco es la más divertida de todas, y, de cualquier forma, no me importaba mucho que me regañara.

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Al termino de las clases, tenía que asistir a un club obligatoriamente. Yo no tenía un club en sí, pero cuando entré a la secundaria, una chica mayor me invito al "club de investigación de lo oculto". Aunque, cuando se graduó, esa chica ni yo pudimos atraer a más miembros, haciendo que yo fuera la única que asistía al club en ese año.

Es un poco molesto ser la única interesada en esa clase de cosas espirituales y desconocidas. Me gustaba mucho investigar acerca de cosas paranormales y conocer los medios espirituales que albergan en el mundo. En especial, me gusta mucho jugar con unas cartas del tarot que había dejado la antigua presidenta del club. Aunque, a decir verdad, nunca supe cómo se utilizaban. En fin, mi día siempre terminaba cuando salía de la solitaria y lúgubre sala el club de ocultismo. Al final de las clases, el sol del atardecer ya se oculta entre el horizonte, y ponía todo el mundo de un color naranja y misterioso.

Ese día en especial se sentía sumamente extraño, ya que me pasaron muchas cosas que no pude sacar de mi cabeza. En primer lugar, mi sueño, después el encuentro con Umi-chan y, por último, al estar sola en el club de ocultismo, me sentí inquieta y temerosa de estar sola en ese lugar. Nunca me había sentido sola antes y no es como si lo prefiriera; me gusta mucho estar con mi amiga Kotori, pero estar sola en un lugar como ese solo conseguía que mis pensamientos acerca de ese extraño sueño se dispararan con más intensidad; incitándome a querer saber lo que significaba.

«Quizás, si investigo en algún libro del significado de los sueños, pueda averiguar que significa». Pensé mientras caminaba de vuelta a casa.

A pesar de que era una buena idea buscar mi sueño en un libro, no podía desviarme ese día de mi camino a casa; no podía ir ni a la biblioteca ni a la librería. Tenía que preparar la cena ya que, si no me encontraba a la hora acordada con Nicochi, seguro que se enfadaría mucho. «Supongo que me tendré que conformar con encontrar algo útil en casa»

Llegue al departamento que compartía con mi hermana casi cuando estaba a punto de anochecer. Como siempre hacía, tomé la llave que había debajo de la maceta para abrir la puerta. Después, con suma normalidad, entré a mi casa. No obstante, cuando puse un pie adentro…

Un extraño sonido resonó en todo el departamento. Era un sonido parecido al gruñido de un perro grande.

«¿Qué es eso?». Pensé, desesperada.

Mire hacia todas las direcciones, revisando todos los rincones. El ruido no cesaba. Pensé que venía de fuera, pero no, se escuchaba muy cerca de mí. Se escuchaba dentro del departamento. Me comencé a asustar al no saber lo que era. Pero, si era un fantasma, la intriga seria mayor a mi miedo. Sin embargo, si era otra cosa, como un ladrón, eso sí que sería un problema.

Lentamente me adentré al departamento, hacia el lugar donde más se escuchaba el sonido. Caminé despacio, hasta que el ruido se hizo más intenso.

—¿Hay alguien ahí…? —Susurre tan bajo que mi voz apenas si se escuchó—. Si eres un ladrón, te digo que soy una niña, no le puedes hacer daño a las niñas —El ruido se hizo más intenso, ahora sabía que de verdad había alguien dentro de la casa, y seguro que no era un fantasma.

El ruido se hizo más intenso cuando pase debajo de un desván que estaba justo encima de la habitación de Nicochi y la mía. Con sumo cuidado y siendo lo más silenciosa que podía, me acerque a la trampilla que había en el techo y jale el cordón para hacer bajar las escaleras que llevaban al desván. Apenas cayeron las escaleras, el ruido se hizo más intenso, resonando en todo el departamento, parecía que el sonido devoraba por completo todo el silencio del lugar.

«Soy una niña, no me puede hacer daño, soy una niña, no me puede…». Esas palabras se repitieron incesantemente en mi cabeza mientras me acercaba a las escaleras que llevaban al desván. Lentamente, subí uno a uno los peldaños de la escalera, hasta que por fin pude ver, asomando la cabeza, lo que había en el viejo desván.

Arriba no había más que polvo acumulado, que se difuminaba con los rayos de sol que entraban por una pequeña ventana en la pared. Además de eso, había cajas y cajas llenas de muchas cosas. Yo sabía lo que guardaban algunas cajas; eran los adornos navideños o los adornos de Halloween. Sin embargo, no había rastro del ladrón.

—L-Llame a la policía, así que salga de ahí, además no me puedes hacer nada porque soy una niña —En mi lógica, lo que decía tenia cien por ciento de validez.

Debido a que el desván era pequeño, tuve que entra en él de cuclillas y caminando sumamente lento. A pesar de que el ruido permanecía en el ambiente, este cada vez se hacía más tenue; como si hubiera desaparecido. En el desván no había nadie más que el polvo, las cajas y yo, y una pequeña estantería llena de libros. De pronto, el ruido regreso como si fuera el sonido de un trueno. Ahora estaba segura de dónde provenía: venía de esa estantería llena de libros.

Despacio, me acerqué a los libros que habían ahí, y tomé del que pensaba venía el sonido. El libro era extraño. Era de un fuerte tono escarlata, como los ojos de mi hermana. En la portada se lograba ver el símbolo de un sol y, sobre este, la figura de una especie de felino. En la contraportada, solo había una pequeña imagen de una media luna.

Fue como amor a primera vista, ese libro era muy lindo, y no podía esperar a leerlo. Así que, sin esperar ni un minuto más, abrí el libro. Aunque quede decepcionada al ver que dentro no había páginas las cuales pudiera leer, sino que solo había cartas, cartas y más cartas parecidas a las cartas del tarot que había en la sala del club de ocultismo.

Que más daba tomar una. Además, esas cartas también eran muy lindas. La primera de ellas, tenía dibujada a una mujer que parecía muy calmada. Su cabello era largo y tenía una preciosa sonrisa. Parecía tan real que pensé que podía tocarla y saldría de la carta en cualquier momento. Sobre la imagen de la hermosa mujer, había unas cuantas letras en chino que no podía leer, y debajo, tenía un nombre.

—W… Win… —Traté de leer lo que decía, pero se me complicaba porque parecía estar en otro idioma, estaba segura que era inglés, pero aún se me complicaba mucho leerlo—. Windy.

De pronto, al mencionar su nombre, el polvo se comenzó a arremolinar a mi alrededor, y una fuerte ráfaga de viento comenzó a aparecer de la nada. No sabía de dónde provenía tanto viento, pero era tan fuerte que me hacía retroceder. En el proceso, tiré el libro con todas las cartas y una a una salió volando con el viento que me rodeaba. Las cartas comenzaron a salir disparadas por todas direcciones, con una luz azulada cubriéndolas a cada una de ellas. Desesperada, traté de atraparlas, pero solo conseguí quedarme con la que tenía en la mano; la que había creado ese feroz viento.

No sabía muy bien lo que pasaba, estaba tan desconcertada que no me podía concentrar del todo bien, y, para terminar, las cosas raras aún no terminaban.

De pronto, el libro en el que estaban las cartas, comenzó a brillar de un luminoso color dorado, y de él, un sonido místico resonó por todos lados. La luz se hizo más intensa y el libro comenzó a moverse por sí solo. Ahora estaba segura que eso era obra de fantasmas. Estaba segura que por fin podría ver algo paranormal. El libro terminó cerrándose y, justo de la portada, comenzó a emerger algo que no podía creer.

Primero, iluminada por la luz dorada, apareció la cabeza de la chica de mis sueños. Era igual, su cabello era de un tono de color cobrizo, en su cabeza tenía esa gema color dorado que le sujetaba el cabello en una coleta de medio lado. Llevaba el mismo vestido de una pieza color naranja y de su espalda salían un par de alas de ángel. Su piel era tenuemente blanca y su rostro aprecia amable. Cuando terminó de emerger del libro, me quede esperando a que pasara algo más…

—¿Q-Qué? —La chica, de pronto, bostezo prolongadamente—. ¿Ya es de día? ¿Dónde estoy? —Despacio, me acerque a ella, y al hacerlo, el rugido que había estado resonando desde el principio, volvió a escucharse de pronto—. Ah, tengo tanta hambre. Daria lo que fuera por una dona, o un pan de melón, o un pan simple, o como los que hacía… —La chica levantó la mirada, viéndome por fin por primera vez—. ¿Quién eres tú?

—¿Quién eres tú?

—¡Oye, yo te pregunte primero!

—Pues bueno, yo…

—¡Ah! Tengo tanta hambre. Me gustara comer antes de hablar.

—¿Oye, me estas escuchando?

—Quizás, si me presento con esta chica, me pueda dar comida —Dijo la pequeña hada más para ella que para mí—. De acuerdo. Hola, gusto en conocerte, yo me llamo Honoka. Soy la protectora del sello que mantiene a salvo a las poderosas cartas creadas por el mago Clow—La chica, con sumo esfuerzo, tomó el libro—. Como vez, mi trabajo es preservar el poder de estas cartas para que nada malo les pasen ni a ellas ni al planeta entero; además, de que no caigan en manos equivocadas. Las cartas Clow son muy poderosas y… —La chica miró al interior del libro—. ¡¿Dónde están?! –Gritó angustiada mientras buscaba desesperada un indicio de que las cartas estuvieran cerca—. Tú, ¿acaso tú abriste el sello de este libro?

—¿S-Sello? ¿Libro? ¿Cartas Clow? Perdona, pero no entiendo nada de lo que me dices —Sumamente intrigada, tomé a la pequeña chica entre mis manos—. ¿Eres un juguete verdad? ¿Dónde se ponen las baterías? dónde, dónde —La mire de pies a cabeza; literalmente todo—. Oh, son blancas.

—¿D-Dónde crees que estás mirando? —Molesta, la chica se liberó de mi agarre y comenzó a volar con sus alas de ángel—. Ahora dime, este… ¿Cuál era tu nombre?

—Nozomi.

—Bien, Nozomi, ¿tú sabes dónde están las cartas Clow verdad? —Asentí con la cabeza. Honoka libero un suspiro aliviado—. Menos mal. Y bien ¿dónde están?

—Pues mira, es una historia interesante, pero digamos que, cuando encontré este libro —La chica asintió, poniendo suma atención a mi historia—, y tomé esta carta… —Le mostré la carta que tenía en la mano.

—Oh, es Windy, una carta muy poderosa. Suele ser muy amable con todas las demás.

—Bueno, el caso es que, cuando dije su nombre, una corriente de aire apareció de la nada…

—Ya veo. Tiene sentido, ese es el poder de Windy.

—Y después, todas las cartas salieron volando.

—Vaya, eso lo explica todo —La chica rió animada, tanto que se me contagio su risa, aunque, antes de seguir riendo…—. ¡¿CÓMO QUE SALIERON VOLANDO?! ¡¿A dónde…?! ¿A dónde exactamente salieron volando?

—No lo sé, simplemente desaparecieron frente a mis ojos.

—¿Cómo puedes decir eso tan fácilmente? ¿Acaso no sabes lo que hiciste, niña? Acabas de desatar un gran peligro sobre esta ciudad. No, es más, desataste un peligro sobre todo el mundo.

—Estas exagerando, seguro que no es para tanto —Dije, quitándole importancia. Me comenzaba a cansar lo que decía Honoka.

—Pues no me importa, el caso es que…

—¡Nozomi! —De pronto, el grito de mi hermana resonó abajo, en la sala; lo que me hacía recordar…

—No puede ser, aún no preparo nada de la cena, seguro que Nicochi se enfadará, seguro que lo hará.

—¡Nozomi! ¡¿Dónde estás?!

—¡Ya voy, espera un minuto!

—Oye tú, ¿estas escuchándome? —La verdad era que no, ahora estaba más preocupada por mi hermana que por lo que decía esa extraña criatura.

—Honoka-chan, tendrás que esperar en mi habitación hasta que termine de preparar la cena, después de eso podremos hablar todo lo que quieras…

—¿Cena? ¿Crees que este es momento para que pienses en…? —De pronto, el estómago de la chica comenzó a rugir de nuevo, me quedaba claro que el ruido de antes era de su estómago—. ¿Te importaría traerme algo? De verdad me muero de hambre, y si tengo hambre, no tendré energías para nada.

—Espera un momento, ¿no me digas que ese ruido era tu estomago? —La chica rió bobamente, mientras se rascaba la cabeza con inocencia—. ¡Esto entonces es tu culpa!

—Tú fuiste la que abriste el libro y me despertó de mi sueño de más de cien años… —Dijo con sospecha y sin voltear a verme—. Creo que tú también tienes la culpa, Nozomi-chan.

—Como sea, preparare la cena y tú esperaras en mi habitación.

Antes de bajar a la sala y salir del desván, Honoka me dijo que tomara la carta y el libro. Ella me siguió volando a lado mío, parecía que disfrutaba estar libre después de tanto tiempo, porque dio un largo paseo por el desván antes de bajar junto conmigo.

Mientras Honoka me esperaba en mi habitación, yo me dispuse a preparar la cena, no sin antes escuchar un regaño de mi hermana, la cual, sin aparentarlo un poco, se veía preocupada cuando me vio bajar del desván. «¿Qué es lo que hacías haya arriba?», me preguntó Nicochi, yo solo le dije que estaba buscando algo nuevo para leer, algo que la tranquilizo un poco. Pero después de eso, se preocupó más por la cena que por lo que estuviera haciendo. Así que no tuve que explicarle mucho.

Devore la cena a una velocidad impresionante; en serio, algún día ganare ese concurso de comida, lo aseguro. Después de la cena, Nico salió de nuevo de casa y yo me quede sola. Ella tenía muchos trabajos de medio tiempo ya que no contábamos con mucho dinero. Ella se esforzaba todos los días, y yo procuraba ayudarle con lo que podía. Debido a que yo no podía trabajar aún, procuraba ser responsable con las cosas de la casa. Solía estar mucho tiempo yo sola, y casi no veía a Nico en la tarde, pero siempre procuraba regresar en la noche para cerciorarse de que me fuera temprano a la cama. De cualquier forma, lo que hiciera Nicochi o yo no importaba, lo que importaba ahora era el problema que me estaría esperando en mi habitación.

Antes de regresar a mi habitación y regresar con Honoka-chan. Tomé algo de comer de la cocina. Convenientemente, lo único que había sobrado de la cena eran un par de donas que le habían regalado a Nicochi en uno de sus trabajos, así que, suponiendo que no le importaría que tomara las dos, las lleve a mi habitación para dárselas a Honoka.

Al entrar a la habitación, me encontré con que Honoka-chan estaba sentada en cima del libro de donde habían escapado las cartas. Un extraño brillo color dorado cubría su cuerpo, y la gema que decoraba su cabello desprendía chispas de un hermoso color naranja.

—¿Pasa algo, Honoka-chan? —La interrumpí. En ese momento, Honoka tenía el rostro sumamente concentrado, sin embargo, al escuchar mi voz, ella dejó de meditar encima del libro y liberó un profundo suspiro; fue entonces cuando la luz que envolvía su cuerpo dejo de brillar.

—Tienes razón, las cartas escaparon —Dijo preocupada, aunque no tanto al ver lo que llevaba para ella—. ¡Oh, esas son donas! Hace mucho que no probaba una —La chica se acercó volando velozmente a mi lado y yo le entregue las donas—. Por fin, por fin, algo de comida, hurra, hurra —Honoka, sin prestarle atención a otra cosa que no fuera el pan dulce que sostenía con sus pequeñas manos, comenzó a comer sin decirme más de la situación de las cartas de las que hablaba. No fue hasta que le volví a hablar hasta que ella por fin me hizo caso.

—Honoka-chan, ¿qué decías de las cartas? ¿Qué tienes que hacer para recuperarlas?

—¿Recuperarlas? ¿Yo? —Honoka se llenó las mejillas de donas sin prestarme mucha atención—. Yo no podsría ni en shien años recuperarlash todash. En mi forma actual no podría ni siquiera atrapar a una de ellas.

—¿Acaso son tan poderosas esas cartas?

—¿Poderosas? Esas cartas mantienen un orden impresionante en la magia. Una sola de ellas podría ocasionar un caos terrible en esta ciudad. ¿Por cierto, dónde estamos?

—¿Tokio? ¿Por qué? ¿Acasos importa?

—¿Y porque hablas tan extraño? —Al escucharla, me sonroje ya que nunca me habían dicho algo acerca de mi acento de Kanzai.

—B-bueno, yo creo que, hablando de esta forma, pudo estar más cerca del mundo espiritual. A-Además, se escucha lindo, ¿verdad?

—Sí, sí, muy lindo —Honoka se comió el resto de las donas y por fin, después de comer, se puso seria—. Nozomi-chan, la verdad es que necesito pedirte tu ayuda. Yo no podría reunir todas las cartas Clow debido a que mis poderes también han desaparecido cuando liberaste las cartas; ellas también son la fuente de mi poder. Así que necesito que seas tú la que se encargue de esta tarea.

—¿Yo? Pero yo no sé qué hacer.

—Escúchame… —La chica me miro seriamente, parecía que realmente me suplicaba por ayuda—. Tú pudiste abrir el libro solo porque un poder mágico reside dentro de ti, no cualquiera hubiera podido despertarme y utilizar una de las cartas sin que, dentro de ella, hubiera un poco de magia.

—¿Quieres decir que soy una bruja o algo por el estilo? —Reí nerviosa—. No digas tonterías, Honoka-chan, eso nunca podría pasar, yo ni siquiera sé cómo se hace magia.

—¿Quieres intentarlo?

—¿Puedo hacerlo? —La verdad, estaba un poco emocionada, y que me dijera que tenía un poder mágico fuera de mi conocimiento era aún más emocionante para mí; aunque por nada del mundo quería hacer lo que Honoka me decía; tenía miedo de no poder ayudarla como ella me lo pedía.

—¡Claro que puedes!

Honoka comenzó a volar de nuevo y se puso frente a mí. De pronto, una luz púrpura ilumino toda mi habitación y una extraña obscuridad comenzó a cernirse por todos lados. Lo único que veía era una luz purpura aparecer debajo de mí, al verla, me percate que la luz dibujaba un símbolo en el suelo. Parecía magia, y supe que lo era ya que no parecía un sueño ni algo que fuera inventado por mí; de verdad estaba pasando. El símbolo debajo de mi era el de un sol y una pequeña luna que giraba alrededor de la obscuridad; además de unas extrañas letras y símbolos que giraban dentro de un circulo.

—Ahora, Nozomi-chan, si de verdad quiere comprobar que puedes hacer magia, tienes que hacer lo que yo te diga.

—Yo no estoy segura de esto.

—No te preocupes, yo confió en ti. ¡Vamos a esforzamos! —La animosidad de esa chica era contagiosa, algo que me dejo sorprendida y sin la posibilidad de pensar en otra cosa.

De pronto, una ráfaga de viento comenzó a fluir del símbolo dibujado debajo de mí, haciendo que me apartara del centro y haciéndome retroceder. El viento era muy fuerte, apenas si podía mantener la mirada frente a mí. Lo único que alcance a ver fue que el libro de las cartas comenzó a brillar y, del sello que cerraba la tapa del libro apareció una pequeña llave envuelta en un halo de luz. Esa llave la había visto antes, tenía una forma como la del bastón que sostenía en mi sueño.

La pequeña llave con un ave en uno de sus extremos, voló hacia el centro del círculo mágico y comenzó a girar con desesperación; hasta que se hizo grande; del tamaño de un pequeño bastón de color purpura.

—Tienes que tomarla, Nozomi-chan —Dijo Honoka con una voz potente. Trate con todas mis fuerzas acercarme al bastón, pero el viento del símbolo mágico era muy fuerte—. Tienes que ser fuerte, Nozomi-chan, yo confió en ti.

Al escuchar las palabras gentiles y llenas de confianza de Honoka, no pude retroceder. Comencé a caminar lentamente hacia el bastón, paso a paso, hasta que por fin pude sostenerlo con mis manos.

—Muy bien Nozomi-chan. Ahora me toca a mí… —La chica, llena de determinación, levantó su mano hacia donde estaba el bastón—. Aquí hay alguien que está dispuesto a aceptar la misión de encontrar las cartas Clow, es una niña y su nombre es Nozomi —De pronto, el bastón comenzó a temblar en mis manos. El viento cada vez era más fuerte—. ¡LIBÉRATE! —Gritó Honoka y, al momento de hacerlo, el bastón volvió a crecer convirtiéndose en un báculo mágico. Al mismo tiempo, la luz purpura que me rodeaba desapareció; todo volvió a la normalidad—. Bien, eso fue todo —Honoka libero un suspiro cansado—. Ahora ha nacido una nueva CardCaptor.

—E-Espera un segundo…—Tomé firmemente el báculo con mis dos manos— ¡Me engañaste! —Grite molesta, mientras me acercaba a ella—. Dijiste que solo me enseñarías a hacer magia, pero ahora yo, ahora yo…, ¡¿qué se supone que voy a hacer?!

—No te enojes, Nozomi-chan. Si no lo hacía, no sabría a quién más pedirle ayuda para recolectar las cartas; tú eres mi única esperanza para encontrarlas todas. Esta situación tampoco me gusta, pero eres la única que puede hacerlo.

—Pero yo no sé cómo…

—Claro que no lo sabes, apenas eres una niña y parece que todo esto te tomó por sorpresa. Pero algo me dice que esto no es una casualidad. La llave del libro te escogió a ti, tú encontraste este libro y tu serás la que encuentre las cartas Clow también; es el destino, Nozomi-chan.

—¿D-Destino? —Al escuchar esas místicas palabras, supuse que tenía que creerle—. Supongo que tienes razón, es el destino —Mire cabizbaja al suelo y después al bastón que tenía en las manos—. Pero, aun así, no sé qué hacer. Yo no soy buena en nada, ni en los deportes, ni en los estudios, ni siquiera puedo ayudar del todo a Nicochi, ¿por qué fui yo entonces?

—Me pregunto ¿por qué será…? —Dijo Honoka, mientras regresaba a sentarse encima del libro de las cartas—. Eso no importa; realmente no importan ninguna de esas cosas, lo que importa es que eres la única CardCaptor que puede evitar los desastres, así que no tienes otra opción.

—Pero yo no… —Tenía mucho miedo de lo que me fuera a pasar. A pesar de estar experimentando algo increíble y mágico, esa no era la forma en la que me hubiera gustado descubrir la magia.

—Sé que tienes miedo, pero tú tienes potencial —Honoka se apartó del libro y saco la única carta que quedaba en él—. ¿Quieres decirme quien uso esta carta?

—Y-Yo, pero… —Antes de poder terminar de decir algo un fuerte viento azoto de lleno la ventana de mi habitación—. ¿Otra vez es magia? Pero… —Sin embargo, esta vez no había sido yo la que había usado la carta del viento.

—Nozomi-chan, esa es otra carta Clow…—Honoka voló con desesperación hacia la ventana, yo la seguí para ver lo que había fuera; el viento era cada vez más intenso—. ¿La vez? Ahí está.

Era enorme. Un ave que jamás había visto estaba sobrevolando el cielo y, a su paso, dejaba un fuerte graznido que hacia resonar todo el cielo. La extraña ave, además de ser enorme, tenía un color platinado que se contrastaba con la luz de la luna llena, parecía incluso que brillaba con luz propia; sus plumas salían volado por todas direcciones, pero, apenas se desprendían de ella, estas desparecían en pequeñas estelas de luz.

—Es tu oportunidad de atraparla, Nozomi-chan, si no lo haces…

—Yo no puedo hacerlo…

—Tienes que hacerlo, si no la detienes seguro que destruirá toda la ciudad…

La presión que me ponía Honoka en ese momento era demasiada. Mi corazón latía desesperado de tan solo pensar en lo que me decía. Tenía miedo, pero tampoco quería que algo que yo había liberado destruyera la ciudad; me sentía culpable por lo que había hecho.

—D-De acuerdo, lo intentare…

—¡Bien, vamos a seguirla!

Antes de salir de casa, Honoka-chan me dio una breve explicación de cómo se usaba el báculo mágico y las cartas. Me dijo el conjuro mágico que tenía que utilizar y como tenía que usar la única carta que tenía: Windy. Al terminar de explicarme, salimos corriendo en busca de la enorme ave de antes.

No fue difícil encontrarla, simplemente corrimos detrás de las plumas luminosas que iba liberando la carta a su paso. Honoka me había explicado también que esa era la carta Fly. Aunque sería difícil capturarla debido a que la carta que tenía era tan amable con las demás que no le haría mucho daño a la carta vuelo. No obstante, tenía que intentar capturarla con lo que tenía.

Corrí demasiado, al punto de quedar exhausta, pero por fin la carta vuelo se detuvo en un amplio lugar cerca del templo Kanda Myojin.

El graznido de la carta era atronador, tanto que me impresionaba que alguien no la hubiera escuchado ya y se acercara a ver lo que pasaba. Ahora se encontraba frente a mí. A pesar de verse imponente al ser tan enorme, realmente el ave frente a mí era hermosa. Su color plateado brillaba entre la tenue obscuridad, y sus plumas eran como nieve que brotaba desde sus alas y se convertían en estelas de luz.

—¿Ahora que se supone que deba hacer?

—Has lo que te dije, usa tu magia para regresarla a la normalidad.

—De acuerdo —Miré decidida al ave frente a mí al mismo tiempo que tomaba la llave mágica que me había dado Honoka-chan—. "Llave que guardas el poder de la oscuridad —El símbolo mágico apareció debajo de mi—, muestra tus verdaderos poderes ante mí, Nozomi, quien acepto esta misión contigo. ¡LIBÉRATE! —Entonces, el poder mágico fluyó por el símbolo de debajo de mí y la llave volvió a convertirse en un báculo mágico—. Bien, ya tengo magia, ahora le pego con esto ¿verdad?

—¿Que pretendes hacerle con tan poca fuerza?

—Pero si le pego, no sería más fácil que…

—Pensé que yo era la que decía las tonterías aquí. Nozomi-chan, escucha, esa carta suele ser muy amable y tranquila, pero si se propone en hacerte daño, no dudes que…

Un fuerte graznido silencio a Honoka. El ave comenzó a aletear violentamente hacia mí, creando un fuerte remolino de viento que me arrastro por el aire. Salí volando sin siquiera poner resistencia, de un momento a otro me encontraba muy arriba en el cielo. Entonces, comencé a caer desesperadamente hacia el suelo.

—¡Nozomi-chan! —Antes de poder alcanzar a tocar el suelo, Honoka-chan me tomo de mi ropa impidiendo que cayera muy fuerte—. ¿Estás bien? —Dijo cuándo me dejó en el suelo. Yo tenía mucho miedo ahora que sabía lo que podía hacer la carta—. Sé que tienes miedo, Nozomi-chan, pero tienes que ser valiente, tienes que pensar en cómo usar la carta Windy, es la única que te podrá ayudar —Mi cuerpo temblaba. A pesar de eso, los ánimos que me daba Honoka me llenaban de valentía; al punto de poder tranquilizarme un poco.

—D-De acuerdo —levanté la mirada. El ave había extendido sus alas, proponiéndose a emprender de nuevo el vuelo—. C-creo que ya sé que hacer…

—¿Segura, Nozomi-chan? ¡Así se habla! —Honoka me esbozo una dulce y decidida sonrisa—. Confió en ti, Nozomi-chan.

Me levanté decidida a capturar al ave en una carta Clow. A pesar de que aún temblaba, ahora estaba segura de que al menos algo podría hacer en contra de la carta; al menos eso es lo que quería creer. Lentamente me acerque a ella, y al momento de dar un paso, el ave comenzó su vuelo hacia mí.

—¡Ven! —Le grite al mismo tiempo que agitaba las manos—. ¡Sígueme!

Cuando el ave voló hacia mí, comencé a correr en dirección opuesta mientras sacaba la carta de viento de uno de uno de mis bolsillos, entonces, esperé el momento adecuado para usar la magia. Las fuertes ráfagas de viento comenzaron a acercarse a mí, las sentía en mi espalda, al mismo tiempo que el graznido del ave resonaba detrás de mí. Cuando sentí que el ave estaba lo suficientemente cerca, entonces yo…

—Deja que mi cuerpo fluya como el viento… —Tomé firmemente la carta y al aventé, tal y como me había dicho Honoka-chan—. ¡WINDY! —Grité al mismo tiempo que toqué la carta con la punta del báculo mágico. La magia del viento comenzó a fluir entonces de la carta y me envolvió el cuerpo, haciendo que comenzará a flotar con el viento que creaba no la misma carta, sino los aleteos del ave que tenía detrás de mí.

Al comenzar a flotar con las ráfagas de los aleteos del ave, pude sostenerla de una de sus alas y lentamente deslizarme hacia su lomo. Entonces, sin saber lo que hacía, me aferre fuertemente al ave, la cual grazno desesperada mientras intentaba que me bajara de su espalda.

—Bien, solo un poco más… —Tome la carta del viento una vez más—. Viento, convierte en una cadena… —Con determinación, volvía a aventar la carta, y está, por la inercia del viento, volvió hacia mi solo para recibirla con otro golpe del báculo mágico—. ¡Windy! —Esta vez, la bella mujer de la carta salió de ella y comenzó a rodear a la carta vuelo con una cadena de viento. La carta pudo contener entonces a la carta envolviéndola entera y haciendo que esta cayera por fin a tierra. Fue entonces cuando pude por fin bajar de su lomo con más seguridad. Entonces, me puse frete a la gran ave la cual estaba aprisionada por el viento.

—Regresa a la forma humilde que mereces, ¡carta Clow! —Con el báculo, golpeé a la nada y de la punta emergió una luz azulada en forma de rectángulo la cual comenzó a absorber a la carta vuelo en una vorágine de viento. Cuando desapareció la gran ave, en su lugar dejo una carta Clow más. Lo había conseguido y no sabía ni como lo había hecho.

—¡Lo lograste, Nozomi-chan! —Honoka llegó volando a mi lado y me abrazó con sus pequeñas manos—. Sabía que lo conseguirías —La chica me miro un poco molesta—. Pero no vuelvas a ser tan arriesgada, casi me muero del susto al verte usar de esa forma a viento, pensé que pasaría lo peor. Pero, aun así —Honoka me esbozo una linda y sincera sonrisa—, sabía que podía confiar en que la atraparías.

—¿Lo logre entonces? —Dije mientras me dejaba caer al suelo; mis rodillas temblaban tanto que no podía soportar mas tiempo el estar de pie. Al momento de caer al suelo, tomé la nueva carta que se encontraba a lado de Windy—. ¿Esta es la carta vuelo?

—Así es. Como te dije, esta carta es muy tranquila y muy amable —Vi la carta detenidamente, era parecida a Windy, solo que el dibujo de la gran ave figuraba en ella.

—¿Qué es lo que hace?

—¿Quieres averiguarlo? —Dijo Honoka mientras liberaba una sospechosa risita—. ¡Inténtalo, Nozomi-chan! Intenta usarla.

Miré fijamente la carta. Al verla detenidamente, pude sentir un cálido sentimiento dentro de mi corazón. Sin pensarlo dos veces, utilice el báculo mágico para conjurar la magia de la carta, y así fue como, un par de hermosas alas de ángel comenzaron a emerger de la cabeza del báculo mágico. Las pequeñas alas que tenía el báculo a los lados comenzaron a hacerse más grandes, creando unas hermosas alas plateadas parecidas a la luz de la luna. Mire asombrada al báculo mágico, el cual lucia más hermoso que antes.

—Vamos, volemos juntas, Nozomi-chan.

—¿Qué? ¿Quieres decir que con esto…? —Honoka me miró sonriendo muy animada—. Está bien, lo intentare.

Me subí en cima del báculo mágico, y este, de un aleteo, comenzó a desprenderse suavemente del suelo, conmigo arriba. Poco a poco, las alas del báculo aleteaban mas suavemente, hasta que alcanzamos una altura considerable. Ya casi no veía el suelo debajo de mí, solo veía luces y luces de los edificios de la ciudad. Era una hermosa vista; toda esa oscuridad era iluminada por las luces de los edificios. Por otra parte, el cielo estaba cubierto de un manto de estrellas esa noche y una hermosa luna llena de color plateado resplandecía entre el firmamento. En ese momento no importaba a donde veía, ya que me impresionaba más y más por todo lo que me rodeaba.

—Espero que podamos ser buenas amigas, Nozomi-chan —Dijo Honoka. Ella también volaba a mi lado, con sus pequeñas alas de ángel—. Te ayudare en todo lo que pueda para poder sellar todas las cartas, a cambio de que me des pan de vez en cuando —Reí al mismo tiempo que asentía animada con la cabeza. Al verla a ella, al ver el cielo estrellado, al ver la carta vuelo soltar esas hermosas plumas color plateado, no me quedaba duda en que haría lo que me pedía Honoka; me convertiría en una chica mágica; realmente estaba emocionada.

—De acuerdo —Dije con ánimo mientras desviaba mi mirada de la de ella y volvía a ver el cielo lleno de estrellas—. Espero poder reunir todas las cartas y crear lindos recuerdos con ellas y contigo, Honoka-chan.

Epilogo.

Mientras tanto, en otra parte del mundo…

—El sello ha sido liberado. El libro de las Cartas Clow fue abierto de nuevo, y ellas están perdidas también… —Una cálida sonrisa apareció en el rostro de esa misteriosa mujer de cabello platinado y bellos ojos color azul marino—. Tienes que atraparlas antes de que una desgracia caiga sobre este mundo. ¿Me harías ese favor, hija mía?

—Por supuesto, madre. Yo iré a donde están las cartas para traerlas a donde pertenecen. ¿Pero, a dónde se supone que están ahora?

—Están en Tokio, Japón. Tienes que ir y apresúrate en atraparlas. Cuento contigo, Eli.

—Como ordene, madre.


Bueno, ¿qué les pareció? Espero que les haya gustado este capitulo tanto como a mi. La verdad, soy un gran fan de Sakura CardCaptor, me gusta mucho su historia, porque pienso que tiene un muy buen equilibro en cuanto a situaciones amorosa se refiere. Si no la han visto, o mejor, aun, si no han leído el manga, se lo recomiendo mucho. Por otra parte, quería que este capitulo fuera más corto, peor, cuando me fije, ya llevaba mas de 7000 palabra y por ende, no me dio espacio para poner la parte donde llega Eli. Sin embargo, subiré después la segunda parte, con la llegada de Eli para que no quede tan inconclusa la historia. Estará pronto debido a que ya la tengo escrita.

Por ultimo, sean libres de dejar su comentario de que les pareció la historia y en especial si les gusto los personajes que propuse para cada quien. Por ejemplo, Nozomi es Sakura y Kotori es Tomoyo, no podía ser diferente, quería mantener la esencia de ambas protagonistas de ambas serie. Por otra parte, Umi queda perfecta, a mi parecer, como Yukito y Nico me costo definiría como Touya. La que si no estoy muy seguro fue con Honoka tomando el papel de Kero, pero creo que salio bien al final; tenia pensado poner a Rin en ese papel. En Fin...

Muchísimas gracias por darse el tiempo de leer. Este fue un Fic en conmemoración al cumpleaños de Nozomi, la cual es de mis personajes favoritos; si no estuviera Nico tomando el primer puesto, Nozomi seguro seria mi personaje favorito de todos los tiempos. Así que le tengo un especial cariño por toda su historia en Love Live!

Por cierto, la próxima semana toca actualización de Linda locura, estén pendientes :)

Sin Más, Muchas Gracias Por Leer y Por Sus Reviews. Nos leemos luego.