Capitulo 1: La visita de Nana Olaf y Papá Olaf a su nietecito
Era un bello día soleado en la mansión de los Sanders.
Habían vuelto de hacer algunas compras, Ángela "Angie" Hojem/Sanders y su esposo Edward "Eddie" Sanders ambos de unos 30 o 32 años de edad, arrastraban de ambos brazos hacia adentro de la casa a su único hijo de 10 años, Gregory "Greg" Arrick Sanders.
No quería entrar, porque además de que su madre le daría un baño, hacia berrinche por un juguete que había visto en una tienda cercana y quería que se lo compraran, sin embargos sus padres negaron su pedido.
-¡No es justo! ¡Son malos conmigo!-gritaba pataleando el niño llorando a lágrima viva
-eso no es cierto, Greg, tienes muchos juguetes con los que puedes jugar-lo regaño su padre
-¡Pero yo también quiero ese!-
-basta, Greg, tus abuelos van a llegar y te van a encontrar llorando-lo amenazo su madre, rápidamente el pequeño dejo de patalear y se quedo callado.
Mientras su esposo guardaba las compras recientes, ella se llevo a rastras a su hijo al baño. Y lo baño a la fuerza.
-ahí estas, tan bonito con esa ropa…mi Greggy-dijo su padre cuando su madre termino de vestirlo. Greg lo miro entre furioso y embroncado porque había sido obligado a tomar un baño y a usar camisa y una pajarita (moño) celeste.
-sí, aunque con esa cara va a asustar a alguien-dijo su madre burlona dándole un beso en la mejilla a su pequeño
-tus abuelos ya están abajo, en la sala, esperando a que se termine de cocinar nuestro almuerzo-comento su padre
-¡siiiiiiiiiiiii!-grito emocionado Greg corriendo hacia donde estaban sus abuelos
-¡Greggy!-gritaron ellos alegres
-¡Nana Olaf! ¡Papá Olaf!-grito el niño corriendo a abrazar a ambos
Él amaba tanto a sus abuelos, ambos lo habían prácticamente criado, además de sus padres, claro. Vivian junto a él y sus padres hasta que él cumplió 6 años y entro a la escuela primaria. Luego se mudaron, pero aun así, los días de semana iban a su casa a cuidarlo mientras sus padres estaban en sus respectivos trabajos.
Su padre era un respetado y apreciado jefe de una enorme empresa internacional de Electrodomésticos. Mientras que su madre era gerente (o algo así) en una enorme tienda de ropa femenina y masculina, para adultos, adolescentes y niños. Así que Greg había crecido malcriado y mimado en casi todos los aspectos.
Sus abuelos maternos (o sea, ellos), habían viajado desde Noruega cuando su abuelo embarazo a su abuela de su madre y fue expulsado del país.
Ser mitad noruego era…interesante, su familia lo hacía celebrar cosas y tener ciertas tradiciones que otras familias no tenían. E incluso aprender el idioma era entretenido para el pequeño Greg.
Él era un buen chico, dentro de todo, un excelente estudiando en una cierta escuela Primaria de niños prodigios de California, San Diego. Amante de la ciencia desde los 5 años, a pesar de que sus amigos y familiares siempre le habían dicho que eso era cosa de "Nerds y Geeks". Fanático de la música Rock, a pesar de su poca edad, y también del ajedrez y los X-Files.
Había empezado a hacer sus primeros movimientos en ajedrez junto a su padre a los 7 años, un día cuando él volvió del trabajo. Cuando noto que su hijo estaba aburrido sin nada que hacer, lo invito a aprender a jugar ajedrez. Era increíble como aprendía de rápido, también con que agilidad y talento aprendía ese niñito.
Pero como cualquier hijo único, era caprichoso, un poco maleducado y a veces travieso cada vez que se le presentaba la oportunidad.
-¡Gregory Kyle Sanders!-grito de repente su padre, Greg dejo unos minutos a sus abuelos y fue a ver a su padre que lo llamaba.
Estaba en su habitación, furioso, con el ceño más que fruncido y dos revistas de porno y otra de una supermodelo en la mano. Greg trago saliva, asustado, esperando la horrible reprimenda de su padre…otra vez lo había descubierto con sus revistas viejas escondidas bajo su almohada…
-¡¿Me puedes explicar que hacen estas revistas escondidas en tu cama, jovencito?!-grito enfurecido su padre
-aaammm…yo…jejeje…es una historia larga…-dijo nerviosísimo el niño haciendo una sonrisa nerviosa intentando que su padre se apiadara de él
-¡No es la primera vez, Gregory! ¡Y lo sabes!-grito enojadísimo su padre mirándolo furioso a los ojos
-lo siento, papi, te prometo que será la última vez que lo haga-dijo Greg fingiendo cara de afligido, aunque por dentro sabía que eso no sería verdad
-eso espero, Greg, eso espero. Porque la próxima vez no seré tan compresivo ni tolerante, y tendré que castigarte-lo amenazo su padre -Así que más te vale que te comportes-lo reprendió su padre. Greg se quedo en silencio, molesto, pero sin coraje para levantar una queja contra él y lo vio irse de la habitación con las revistas en la mano derecha.
¿En serio? ¡No podía estar hablando en serio! No podía creer que su padre lo había amenazado con castigarlo ¿Tan malo era lo que había hecho? Tenía miles de esas revistas, empolvadas, en un rincón de su armario…que Greg hace un tiempo había descubierto. La primera vez la tentación fue tan grande para él, que termino llevándose una, su madre al poco tiempo lo descubrió, lo regaño y se la quito. Y esta había sido la segunda. Greg no quería ni imaginarse como lo "sancionaría" su padre si lo encontraba una tercera vez escondiendo una de esas revistas o con "las manos en la masa". Así que si quería que hubiera una tercera vez, debía ser muy sigiloso y cuidadoso de que nadie se enterara de lo que estaba haciendo…y esconderlas en un lugar seguro y fuera de la vista de todos.
Más tarde, su Nana Olaf (su abuela) lo llamo al comedor y comió junto a sus abuelos y padres. Arroz con vegetales…iagh! Greg odiaba los vegetales, quizás toleraría un poco más el arroz, pero las zanahorias y brócolis eran asquerosos.
-¿Por qué rayos siempre me obligan a comer verduras? Adultos insoportables…-pensó molesto el niño haciendo fuerza para tragar un pedazo de brócoli
Luego de almorzar, sus padres salieron a pasear por la playa más cercana de la ciudad. Mientras que Greg se quedo al cuidado de sus abuelos…
-¡Papá Olaf! Dime por favor que trajiste las sustancias esas extrañas para hacer experimentos conmigo-dijo emocionado Greg
-jaja, calma, Greg, las traje. Iré a buscarlas al auto, mientras tanto anda a buscar tus tubos de ensayo y demás y tráelos aquí, a la mesa de la sala-le propuso su abuelo sonriéndole a su nieto
Así que casi toda la tarde estuvieron haciendo experimentos. Incluso ensuciaron la alfombra de la sala, lo que hizo enfadar a su abuela.
Pero ambos, estaban tan alegres e intrigados en sus experimentos que casi no se dieron cuenta de que Nana Olaf los reprendía a ambos.
Sus padres tardaron en llegar. Así que sus abuelos le pusieron el pijama, le ordenaron ir a lavarse los dientes, y luego arroparon a su querido nietecito…
-buenas noches, Greggy-dijo su abuela dándole un beso en la mejilla
-sí, buenas noches, pequeño-dijo su abuelo acariciándole la cabeza
-buenas noches, Nana Olaf y Papá Olaf-dijo Greg y luego bostezo, ellos apagaron la lámpara y salieron de la habitación. Dejando a Greg solo para que durmiera tranquilo y abrigado en su cama…
