CAPÍTULO I: NOIA
Las notas del cuarteto de cuerda volaban por la habitación, acompañando de manera imperceptible las conversaciones entre los asistentes a la fiesta en honor a la inauguración de una nueva sucursal farmacéutica en Nápoles, Italia.
La nueva empresa no era una en lo más estricto de la palabra, tan solo era la fusión de una de las proveedoras farmacéuticas más viejas del país con la nueva y más solvente inglesa. El contrato que sellaría el destino de ambas no sería firmado hasta el día siguiente, pero, debido a unos inconvenientes y al retraso de la misma, la fiesta en su honor debía ser hecha el día antes.
Y esto les facilitaba mucho el trabajo a Lovino, Matthew y Feliks.
Era obvio que la unión de las dos empresas no iba a gustar a los magnates que tenían sus uñas profundamente enterradas en el campo farmacéutico y, entre ellos, se encontraba el presidente de "English pharmaceutical resources" Arthur Kirkland, quien había contratado al selecto grupo de asesinos a sueldo para acabar con el líder de su empresa rival antes de que el contrato fuera firmado.
Este quería un trabajo ejecutado con discreción, sin ningún tipo de prueba o indicio que le apuntara a él o a su empresa como causantes de la pérdida de su mayor rival justo antes de la firma de un contrato del que el viejo Arti sería uno de los mayores perjudicados.
Así que ¿Qué mejor que causar el homicidio en la misma fiesta?
Desde luego lo irónico de la situación no se le escapaba a Lovino. Como uno de los mayores fabricantes de armas de toda la península, no era nada raro que le invitaran a este tipo de fiestas y había aprovechado la ocasión para, además, poder llevar a cabo su "otro" trabajo.
Bebió un trago de su copa medio llena de vino y observó como uno de sus compañeros, el canadiense Matthew, iba paseándose con una bandeja de aperitivos entre los asistentes. Nadie parecía repara en la presencia del rubio como bien demostraba la bandeja que llevaba en la mano, la cual seguía prácticamente intacta des de el momento que salió de la cocina.
La invisibilidad del canadiense era la mayor ventaja con la que contaban para la mayoría de trabajos. Matt, normalmente el ejecutor, era un snipper letal y prácticamente imposible de percibir hasta que no disparaba su arma y te encontrabas sangrando en el suelo a su merced. Romano una vez recordó que incluso llegaron a confundir al rubio con un ángel, cosa que le desagradó bastante al asesino. Por ello Feliks y él no dudaban en llamarle "Ange" siempre que pudieran.
Al recordar esto, Lovino comprobó que su otro socio y amigo, Feliks, estuviera cumpliendo su papel como distracción. Donde Matt era invisible e imperceptible, Feliks era despampanante y llamativo. "Es lo que tiene ser un hombre de veintitantos años y aparentar ser una colegiala de quince, el muy bastardo" se dijo Lovino al ver al camaleónico de su amigo cumplir el papel de distracción vestido con un vestido rojo pegado al cuerpo y con una abertura para la pierna izquierda, todo complementado con una peluca rizada hasta la cintura castaña y lentillas azules. Y relleno, muchísimo relleno.
Se notaba que Feliks había hecho los deberes investigando las últimas tendencias entre las mujeres italianas, pues parecía acabado de sacar de la portada de una revista de moda que tanto le gustaba leer.
Lovino comprobó el reloj que llevaba en su muñeca izquierda. Las manecillas marcaban las doce menos siete de la noche, dos minutos antes de que el plan se pusiera en marcha.
Después de volver a tapar su reloj con la chaqueta del caro traje italiano que llevaba se dispuso a encontrarse con su cliente, Arthur.
Abrirse paso entre el ajetreado salón le produjo más de un problema al moreno pues no gozaba de la invisibilidad que a veces tanto le envidiaba a su compañero y, porque varias personas (en su mayoría empresarios vestidos con carísimos trajes italianos y mujeres que tan solo buscaban exhibirse delante de él), le paraban por el camino para empezar una cháchara inútil e inservible.
Cuando por fin pudo reunirse con Arthur el plan ya estaba en proceso.
Lovino oyó el sonido agudo y desgarrador de una mujer gritando, solo que no se trataba de una en lo absoluto. Feliks, como bien habían acordado previamente, se había ido acercando paulatinamente al presidente de la compañía inglesa, tropezando con él mientras cumplía su papel de italiana demasiado bebida y derramando sobre la impoluta camisa blanca del empresario todo el contenido de su copa.
Justo en el momento en el que el falso moreno iba a disculparse el gran reloj del comedor empezó a tocar las campanadas de las doce, ahogando cualquier otro sonido que pudiera haber en la sala. Entonces, todas las luces del enorme salón se apagaron de repente.
-¿No adoras la manera extravagante que tienen algunos ingleses bastardos a la hora de planear sus fiestas? Imbéciles, siempre con sus aires de grandeza.
Romano oyó como su cliente dejaba escapar una carcajada seca, sin realmente ningún humor en ella.
-Solo aquellos que no han sabido seguir la senda de un verdadero gentleman inglés, Sir.
-¡Tsk! Todos vosotros, sembra che hai un bastone su per il culo… Espero que al menos el show que ha preparado a medianoche valga la pena.
-Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Feliks se sintió orgulloso del grito de una octava prácticamente imposible que acababa de abandonar sus labios. Nadie podía ganarle a la hora de representar a una mujer, ni siquiera alguien que realmente lo fuera.
En un principio le había resultado fácil el acercarse al objetivo pero, mientras más al alcance lo tenía, más complicado y frustrante se había convertido su tarea. Estaba, como, extremadamente harto de todo cuando, por fin, su acto de embriaguez le valió las miradas de desprecio y la evasión de bastantes personas, hasta que finalmente pudo fingir un tropiezo con el dobladillo de su vestido y derramar todo el vino a la camisa nada favorecedora del empresario.
Ingleses y su nulo sentido de la estética… Si incluso le iba a hacer un favor a quienquiera que heredara ese horror.
Todo orquestado a la perfección, pues en el momento en el que se disponía a disculparse, las luces de la sala se apagaron, dejándolo todo en la penumbra, la perfecta cubierta para alguien que quisiera ir a cambiarse sin llamar la atención de nadie. Y para quien quisiera cazar a otro sin ser notado.
Feliks se relajó mientras uno de los asistentes le ayudaba a "recobrar" el equilibrio, el cual mantenía perfectamente bien sin ayuda. Ahora era el turno del camarero rubio que había seguido al anfitrión sin que nadie notara para nada su ausencia y el polaco se dispuso a disfrutar del show de magia que iba a tomar lugar a continuación.
La vibración de su móvil fue la única advertencia que necesitó para saber qué era lo que tenía que hacer.
Matthew inspiró aire profundamente al ver que por fin era su turno de actuar, teniendo en mente solo el partido de hockey sobre hielo que se estaba perdiendo… Un Rusia vs. Canadá no era algo común de ver en esa época del año y preferiría estar en frente del televisor animando a su equipo antes que en la fiesta.
Observó como su futura víctima se desplazaba torpemente por el salón, tropezando con algún que otro invitado aquí y allá mientras él se escabullía, siguiendo al más descuidado como una sombra por el salón, sin que nadie nunca tomara consciencia de su presencia.
El canadiense notó el familiar sentimiento de soledad que le carcomía el estómago siempre que nadie levantaba la vista cuando pasaba a su lado, o peor, cuando sus ojos se encontraban y no había ningún tipo se reconocimiento en los ojos de la otra persona. Prácticamente como si fuera un ser invisible, un ente incorpóreo.
Matt desechó rápidamente esos pensamientos de su cabeza y se concentró en la misión que se traía entre manos, apresurándose a salir de la atestada sala antes de que la puerta se cerrara para que nadie le pudiera oír abrirla y llamar (de manera excepcional) la atención de alguien.
El rubio por fin se encontró en los pasillos, todos decorados con costosas obras de arte colgadas de unas paredes de un color blanco, impoluto. Desvió su atención de un cuadro donde estaban representadas dos mujeres abrazándose con la manzana del pecado entre ellas para localizar a su objetivo, que ahora mismo estaba girando la esquina a la izquierda para ir, seguramente, a los aseos.
Matt se aseguró de tener su fiel pistola a mano, un regalo de su jefe, Lovino, hecha especialmente para él. El arma, llamada Piété, fue la creación culmine entre las armas silenciadas. Al disparar no producía sonido alguno, el retroceso era inaudible y no producía casi ningún rastro de pólvora. Como si el disparo nunca hubiera sido hecho. El armazón del artefacto también mostraba una gran dedicación. El arma, de un tono negro, mostraba la esterilizada figura marca de la casa Lo Greco, compañía la cual Romano era el actual presidente, con unas filigranas que recordaban a las hojas de arce que iban des de la culata hasta el cañón.
Después de cargar su pistola con un par de balas, sabiendo que no necesitaría más para completar el trabajo, se dispuso a continuar siguiendo a su víctima, caminando sin hacer ruido y agradeciendo que el número de magia hubiera empezado hace cinco minutos y, por tanto, el número de personas que vagaban por allí fuera nulo.
El rubio paró delante de la impoluta puerta blanca que daba paso a uno de los tantos aseos justo en el momento en el que el próximo presidente de la empresa farmacéutica entraba. Matt reaccionó rápido y detuvo la puerta justo antes de que se cerrara, manteniéndola abierta con lo poco que le sobraba del guante que llevaba como uniforme.
Redujo su respiración todo lo que pudo, intentando oír el cierre de una cremallera al ser abierta y la de exhalación e inhalación de aire. Sabiendo que el éxito de la misión dependía de su próximo movimiento abrió la puerta del servicio con un movimiento seco e inaudible.
Antes de que el pobre desgraciado pudiera abrir la boca para gritar el canadiense le había insertado dos balas en el centro de su amplia frente. Matt miró casi con remordimiento el cadáver, soltó un suspiro hastiado y le mandó un mensaje de texto a Feliks, ignorando la ventana de arriba de la pantalla que brillaba con un correo no leído, sabiendo demasiado bien de quién era y para que se lo habían enviado.
Feliks se lo estaba pasando de lo lindo viendo como el mago ejecutaba sus trucos. El último había involucrado al joven ilusionista siendo atravesado por el estómago por su compañera de unos veinte años de edad. La única pega era como de destrozada se había quedado la camisa del mago.
Un día triste para la moda.
Entonces oyó el suave timbre de su móvil, indicando que un mensaje había sido recibido. Sin mucha ceremonia sacó su móvil a trompicones del fabuloso bolso dorado que llevaba y examinó la pantalla.
No encuentro a Ange.
Traducción "He filtrado las cámaras de seguridad, Matt debería poder hacer su trabajo sin ningún problema. Por cierto, eres absolutamente fabuloso y tienes un estilo impecable. Quiero un hijo tuyo" Naaa, la segunda parte era una flamante mentira, pero Feliks fantaseaba con esas palabras más a menudo de lo que era conveniente. Definitivamente demasiado tiempo sin sexo para imaginar al más estoico y frío de sus compañeros diciéndole algo tan femenino.
Pero soñar era gratis así que…
El timbre despertó al polaco de su ensoñación y sonrió al leer el mensaje que le había enviado su adorable compañero.
Te estoy buscando ¿Dónde estás?
Por eso te dije que me acompañaras.
Solo recuerdo haber girado a la izquierda y ahora todo es un caos.
No veo a nadie para preguntar…
Contesta, por favor
Traducción: He eliminado al objetivo, necesito ayuda para deshacerme del cuerpo. Estoy en un servicio. Me encuentro en el ala izquierda de la mansión, en el primer piso. Ningún testigo. Mueve tu flaco culo polaco hasta aquí, no me gusta quedarme solo con un fiambre.
Aunque seguramente si esas palabras hubieran salido actualmente de la boca de Matt todo hubiera sido bastante más educado y políticamente correcto.
El polaco salió a la búsqueda de su amigo mientras el mago hacia desaparecer a su pequeña ayudante tras una sábana blanca.
Si tan solo el hacer desaparecer un cadáver fuera tan fácil. Y limpio.
-Es como una verdadera lástima que el vestido se me haya manchado. Aunque estoy total y absolutamente seguro de que Ber no me hubiera dejado conservarlo. Está como tan obsesionado en deshacerse de todas las pruebas.
Feliks y Matt volvían de deshacerse del cadáver y se encontraban de camino a casa en el "nada fabuloso" coche de Feliks, en donde les esperaba agua caliente y una cómoda cama.
-Es verdad, pero sabes que lo hace por nuestro bien. Solo tiende a exagerar un poco a veces.
El correcto canadiense salió a la defensa de su compañero en su ausencia, aunque sabía que en el fondo ninguna de esas quejas era real.
-O sea, si al menos su expresión cambiara mientras nos habla… pero con esa cara tan seria como que te asusta.
Matt simplemente sonrió ante el comentario tan acertado de su amigo, evadiendo el hecho de que había ignorado totalmente la respuesta que le acababa de dar. El canadiense estaba ya acostumbrado a que la gente no lo oyera cuando hablaba.
-Hey, Mattie home sweet home como decís los canadienses. No puedo esperar a quitarme la peluca y a dormir.
-Y yo de quitarme el uniforme y darme una ducha, el olor a humo se adhiere a la piel como sirope de arce a las tortitas.
El polaco empezó a reírse del comentario del snipper y de cómo arrugaba la nariz mientras olfateaba el aire a su alrededor.
-Tienes como una obsesión total con las tortitas y el sirope ¿Eh?
-Soy canadiense, nosotros en vez de sangre tenemos sirope corriendo por nuestras venas. Y estamos muy orgullosos de ello.
Feliks aparcó el coche delante de la enorme casa de estilo toscano a la que llamaban su hogar, aunque técnicamente era propiedad de Lovino y Feliks, Matt y Berwald vivían allí por conveniencia (el hospedaje gratis y la compañía no tenían nada que ver, claro).
-¿Crees que Lovino ya estará en casa?
-La última vez que le vi estaba con una copa de vino en la mano. Maldita cerradura…- Giró su cabeza al otro rubio mientras intentaba encertar la llave en el cerrojo de la entrada principal.- Ya sabes cómo se pone nuestro italiano favorito cuando bebe. Como totalmente…
El click del pestillo sonó a gloria en los oídos del polaco pero su gozo se vio apagado al ver que su jefe se encontraba delante de la puerta que acababa de abrir, ocupando el espacio que correspondía al recibidor, con un niño pequeño a su lado.
-¿Cómo me pongo maldito bastardo?
Feliks acumuló aire en sus pulmones para gritarle la contestación cuando el canadiense le dio un codazo entre las costillas. Fuerte. Haciendo que perdiera todo el aliento que había contenido.
-¡Kuma!
El snipper se apresuró a abrazar al pequeño de cabellos blancos que le esperaba en el portal, preguntándole entre susurros como le había ido el día, si le había echado de menos, a lo que el niño solo le respondió con un "hambriento" mientras se aferraba a los brazos del canadiense.
-Matt, como… que me… has dejado… sin aire.
Matthew le lanzó una mirada arrepentida a su amigo, mientras intentaba disminuir la alegría que le había causado ver a Kumajiro después de todo un día separado del pequeño. No por nada había estado criando al pequeño des de hacía dos años.
-Lo siento Feliks…
-Lo que sea, como que se cómo te pones… cuando no ves a tu pequeña mascota.- Recuperando ya la compostura y el aire que le había sido arrebatado, el polaco se incorporó y lanzó una mirada dubitativa a la escalera que quedaba justo en frente de la entrada.- ¿Dónde está nuestro fabuloso nórdico?
-Aqu'.
Todos los presentes se giraron al escuchar la profunda y acentuada voz que venía por la puerta de la derecha para toparse con un gigante rubio, de ojos azules fríos y mirada aterradora. Su hacker informático y último compañero, Berwald.
-Bien y ahora que ya estamos toda la famiglia reunida os hablaré del nuestro nuevo trabajo, mis queridos bastardi. No te me atrevas a quejarte, polaco.- Cortó Lovino antes de que Feliks pudiera acabar de abrir la boca.- Arthur me ha prometido el triple de tus recursos si lo completamos con éxito.
Esto ganó el interés del resto y oyeron las siguientes palabras de su jefe con una expresión atónita en sus caras:
-Búsqueda y captura de un rehén de la mafia rusa.
TRADUCCIONES
(Menos las traducciones al inglés todas son fruto del google translator, así que lo siento por futuros errores gramaticales y ortográficos)
English pharmaceutical resources: Recursos farmacéuticos ingleses (inglés)
Ange: Ángel (francés)
Gentleman: Caballero (inglés)
Sir: Señor (inglés)
Sembra che hai un bastone su per il culo: Parece que tengáis un palo en el culo (italiano)
Home sweet home: Hogar dulce hogar (inglés)
Famiglia: Familia (italiano)
Bastardi: Bastardos (italiano)
-GRACIAS-
Bien, ¡por fin he terminado el primer capítulo! ¿Qué os parece la historia de momento? Tengo que decir que no tengo ni idea de la mafia italiana, ni siquiera he visto el padrino así que, si escribo alguna burrada muy grande decírmelo, por favor (hay un límite de lo que se puede aprender leyendo la wikipedia XD).
Este no va a ser un fic bonito, aviso. Habrán muchas menciones al bajo mundo, problemas psicológicos y varias muertes de personajes entre otras cosas, por eso el rating M.
Curiosamente, ni Kumajiro ni Berwald iban a estar incluidos en esta historia, pero mi mente gritaba que faltaba algo y estos dos me aparecieron de repente... sin mencionar que ene este caso nuestro querido Kuma es humano XD no se si a mucha gente le gustará el cambio, pero me gusta demasiado como para tenerlo como un simple osito de peluche U.U
Mi agradecimiento a Violett_Shadow, sin ella esta historia no sería posible pues me pegó su amor por los mafia!Au y el dark!hetalia, además de ser la persona que primero lee los capítulos y me sugiere ideas y cambios (sin ella esta historia estaría olvidada en un cajón con la trama a medio hacer).
Para finalizar ¿Alguien se ha preguntado por las shippings de este fic? A quienes me acierten las parejas: Matthew x -, Feliks x -, Lovino x - y Berwald x -, antes de que suba el capítulo cuatro será recompensad con un one-shot o un fan-art de su elección.
Y esto es todo por ahora ¡Adeu!
EDIT: Por una equivocación en una letra que ha dado pie a mucho malentendidos, lo siento mucho . (es "criando" no "creando" XD)
