MEMORIES
La memorias emergen más allá del subconsciente de una manera tan pasajera y cómoda como los pétalos de sakura en su corto periodo primaveral, caen continuamente frente a uno deleitando a la vista; pero son tantos, que su imagen puede volverse difusa hasta el punto en que, a pesar de ser un evento raro y hermoso, no recordamos todos los pétalos de sakura que vimos en tan corto tiempo, pero sabemos que estuvieron ahí.
Así fue Kaori Miyazono, fue la dicha de sakura que emergió frente a mí una vez en la vida.
Porque en las memorias de las personas, aquellos días no pasarían a la historia por alguna razón en específico, y finalmente queden en la rutinaria lista de días a olvidar por no tener un evento en especial. Para muchos aquellos días no serán más que algún recuerdo borroso de una memoria de corto plazo.
Pero recuerdo perfectamente esos días,cada uno de ellos, o lo máximo que mi memoria humana e imperfecta me lo permite.
Y como la mayoría de los días en que ella fue la protagonista, cada uno más colorido que los demás.
Donde dos músicos tocaban en una habitación iluminada por los vestigios del verano encerrados en su propia burbuja de melodías.
¿Alguien podría pedir más que eso?
No atesoro este día porque fue un ensayo diferente a los demás, porque recuerdo cada uno de ellos aunque se diferencien por mínimos detalles; de hecho es que como muchos ella me regaño e hizo que cumpliera sus caprichos como siempre; "alguien" del equipo de baseball rompió la ventana dándome en la cabeza, y sigo sin entender cómo es que no he quedado con daños cerebrales gracias a eso. Pero bueno, almorzamos lo que se le antojo a la violinista más caprichosa del mundo, nos volvimos a sumergir en la música hasta que ya era demasiado tarde para estar en la escuela y de algún modo me sermoneo lo suficiente para que al llegar a casa, me acercara al piano de nueva cuenta.
Pero es que atesoro aquel día como los demás, porque recuerdo cuantas veces repetimos la canción, porque recuerdo el sabor de los jugos que bebimos y aun puedo sentir su sabor en mi boca; porque cuando evoco el atardecer de aquellos días aun ciento la esencia veraniega, aun estando en invierno.
No siempre es un recuerdo exacto.
A veces los grises ojos de Kaori, cambian de color para mí según como me sienta; pero siempre tendrán aquella vivaz mirada de picardía.
Otras veces le cambio la forma a las nubes del paisaje, para que sean más esponjosas ¿Le agradan así?
Y algunas veces, me limito a repasar esas finitas tardes de ensayo a dúo, en una versión propia a solitario; evoco su fantasma con musicalidad, porque ella se enreda en las notas, se sumerge en los silencios, brilla en los estacatos y se desliza entre la corcheas…
Ella era, es y será siempre música.
Su inexistente melodía de violín, que lucha por acaparar al público que no está, contra mí solido piano.
Es tan cruel que no me dará ventaja ni siquiera sin una audiencia la cual reclamar.
Es tan cruel que su solo recuerdo es capaz desarmar las melodías de mi corazón.
Y es tan cruel que ella ya no emergerá de la primavera, nunca más.
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¡Kaori & Kosei FOREVER!
Ya se lo que me depara el futuro, así que disfrutare las dos semanas que le quedan al anime :,(
Bueno si les gusto, denme una review…
Si no… también XD
NOS LEEMOS LUEGO!
BYE-NEE!
