Título: The true in your eyes

Autora: Existentialiste

Betas: Roppi_vongola

Portada: Esca

Avisos importantes: AU. Posible –pero ligero.- OC, violencia explícita tanto verbal como física.

Resumen: Dos chicos cuyas vidas no parecían tener importancia para nadie se encuentran y ven en su relación una forma de darle sentido a las mismas. En un entorno cerrado y violento, ¿podrán hacer que funcione?

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, pertenecen a Eric Kripke. Aunque la historia es totalmente mía, hago esto sin fines de lucro.

The true in your eyes

PRÓLOGO [Walking alone]

Tengo que seguir, no puedo rendirme… por muy cansado que este, no puedo... ese solía ser el pensamiento de Castiel Novak, un chico que vivía en Missouri, y que a sus 10 años había pasado por cosas más duras que muchos adultos. Su madre Eva, fue abandonada por su padre cuando le dio a conocer su embarazo. De aquello habían pasado casi 11 años, y Castiel no tenía de otra más que tratar de sobrevivir al lado de su ella.

Eva nunca fue buena con Castiel, pero al menos fue la sombra de una buena madre los primeros años de su hijo. Sin embargo, cuando considero que el "bastardo mal nacido", como solía llamarlo, tenía edad suficiente para valerse por sí mismo se sintió libre de hundirse por completo en la autoflagelación que llamaba vida; prostitución, alcohol, drogas. Ni siquiera podía culpar de aquello a Castiel, no es como si se hubiese metido en aquel mundo de traficantes de todo tipo por su hijo, por mantenerlo ni nada por el estilo, al contrario ella solo recordaba a su hijo en aquella vida cuando lo sentía estorbando en su sesión de vicio en turno, ella no podía sufrir haciendo todo aquello ni hacerlo por obligación, era claro. Ella lo hacía por lo que llamaba "amor al deporte".

El pequeño y delgado Castiel no tenía más opción que soportar todo aquello, ya que, si bien sus abuelos paternos le hacían llegar dinero para él a su madre, no había nadie dispuesto a cuidarlo. Así tuvo que aprender todo lo necesario para sobrevivir desde la temprana edad de 5 años, aprendió a cocinar, hacer trabajos de limpieza, las compras y, sobre todo, a soportar las tremendas golpizas propinadas por su madre. Crecer en tan hosco ambiente hizo de él un niño introvertido, solitario y absorto en su mundo, el tipo de niño que todos fichaban como raro. Esto aunado a la vida de su madre, la cual era conocida por prácticamente todo el condado, hacía de él un niño sumamente depresivo, un niño al que no se le permitió ser niño, sino una mente adulta enfundada en el cuerpo de lo que aún debía ser un niño.

Aun con esa mentalidad adulta Castiel sabía que seguía siendo un niño, lo sabía cuándo temblaba de miedo ante su madre, lo sabía cuándo los rayos le causaban pánico durante las tormentas y él se refugiaba bajo las mantas en silencio, pero sobre todo lo sabía cuándo las dudas asolaban su mente y no había nadie para responderle o si quiera escucharlo. Todo esto acabará algún día… Con la feliz idea de que iría a la Universidad a estudiar para ser "alguien en la vida" –significase lo que significase aquella frase tan típica de los adultos– y poder pagar algún tipo de tratamiento que ayudara a su madre, Castiel podía soportar un día más de aquella existencia.

Mientras asistía a su último día de escuela el pequeño no tenía idea de lo que le esperaba al volver a casa ¿cómo podría saber lo que su madre y él tendrían que hacer ahora? Claro, no era raro con la vida que llevaba Eva, pero por su inocente imaginación jamás podría haber pensado que aquello de verdad les sucediese.