Konnichiwa, este es mi primer one shot de Shugo Chara. Se me ocurrió hacerlo con estos personajes porque creo que no hay muchos fic,ademas de que se sabe muy poco... Espero que le guste.
Shugo Chara pertenece a PEACH-PIT
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Melody
Italia, Verona. Es uno de los lugares que siempre me ha gustado. En esta hermosa ciudad no solo hay sitios turísticos como La Piazza Bra, La Arena de Verona o la vista de la Piazza de lle Erbe; Si no fue uno de los escenarios de una de la obra trágica de William Shakespeare, Romeo y Julieta.
La historia de amor de dos enamorados que a pesar de la oposición de sus familias luchan por su amor hasta el punto de casarse de forma clandestina, sin embargo por la opresión de aquellas rivalidad y una serie de fatalidades, los conducen a la muerte.
Mi caso es muy diferente. Siendo hija única de los grandes empresarios de Japón, estoy comprometida para casarme en tres meses con un completo extraño, que mi padre eligió.
Un amor como el de ellos jamás podre experimentar o eso creí…
La primera vez que recorrí las calles de Verona, escuche una hermosa melodía que provenía de la plaza principal. Fue ahí cuando vi aquel joven.
Día tras día regresaba a la misma hora, al mismo sitio, solo para verlo tocar con su violín. Hasta que una tarde no lo volví a ver. Espere por horas haber si regresaba, pero no fue así. Cansada decidí entrar en una posada humilde y cuál fue mi sorpresa al ver ese chico sentado en una de las mesas de ahí.
Emocionada, decidí acercarme pero al poco tiempo me arrepentí, después de todo ¿qué le puedo decir si es un completo extraño? Además como reaccionaria, tal vez pensaría que soy una acosadora. Abatida por mis pensamientos jamás me percate que él se acercada.
— ¿Esta libre el asiento? —me pregunto a lo cual yo negué inmediatamente. Él se sentó enseguida en la mesa que estaba— Siempre te veo en la plaza escuchándome.
Cabello azul, ojos azules, piel blanca.
—Sí, me encanta como tocas el violín— le conteste.
—Me alegro que alguien aprecie mi música— me contesto mientras sonreía—Por cierto mi nombre es Aruto Tsukimiyo.
—Souko… Souko Hoshina.
A partir de esa noche comenzó nuestra historia. Pasaron días, las semanas y mi corazón no dejaba de latir. Estaba toda enamorada de Aruto y su melodía, pero tenía que regresar a la dolorosa realidad, faltaba menos de un mes para que regresara a Japón y me casaran con alguien quien no quiero. Así que tenía que escoger entre el querer o el deber.
Esa noche me tendría que decidir. A pesar de la lluvia, corrí hasta donde él se encontraba hospedando desde hace más de un año, se lo diría, le confesaría que lo amaba, pero si n me corresponde seguramente al día siguiente regresaría a Japón con el corazón roto.
Cuando él me vio se preocupo por lo empapada que me encontraba, así que una vez que me permitió la entrada me ofreció una toalla para poder secarme.
—Aruto tengo algo muy importante que decirte— le dije una vez que tome le coraje suficiente.
—No podías esperar hasta mañana, mira que venir con esta tormenta… si te llegaras a…
—Yo te amo— le interrumpí. El me miro confuso— Se que es inesperado, pero creo que te amo.
No dijo nada
No hizo nada
Que tonta soy, ¿Por qué tuve que ilusionarme? ¿Por qué tuve que enamorarme?
—Veo que no sientes lo mismo, me voy— le dije mientras me disponía a marcharme, pero entonces sentí sus labios sobre los míos. Me beso.
Mi primer beso
—Se que suena loco, pero en este poco tiempo me enamore de ti— me dijo mientras me volvía besar— Te amo Souko.
Esa misma noche la pasamos juntos entre abrazos, besos y caricias. Aruto es el primero y el único en mi vida.
Cabe decir que ese fin de semana termine siendo su esposa. Sabía que cuando mi padre enterada las cosas no iban a ser fácil, pero no quiero terminar como Romeo y Julieta.
Por qué su hermosa melodía nos unió.
