Despues de leer el manga de XXXHolic, ver las ovas y el anime me quede en depresión por el final amo a esta pareja y amo a las clamp, pero creo que estare por siempre triste por como dejaron el final

Este fin tiene la pareja
Watanuki y Doumeki
ya saben lo demás, nada de esto me pertenece y solo lo hago por depresión

Deseo

-supiste lo de Doumeki-sempai?

-Haii, haii acerca de su relación con Tsuyuri?

-ehh? Esta con Tsuyuri!-dijo una chica mas en el tocador de
damas mientras se resaltaba la boca con un escandaloso tono carmín

-¡sí!, Comen juntos en la azotea de la escuela en los
recesos y al parecer es la única chica de la universidad que logra sacarle una plática
decente a Doumeki-sempai-les dijo la primera chica que había hablado mientras
se lavaba las manos, el baño de chicas estaba repleto de mujeres que iban y venían
para retocarse el maquillaje o usar los servicios.

-¡no lo creo!-alego la tercera mientras juntas salían del
baño –Doumeki-sempai es de los chicos más guapos de la universidad y nunca sale
con nadie, siempre está solo y según se,
¡nunca se le ha conocido una novia!-dijo
mientras caminaban por los pasillos
atestados de estudiantes en busca de su siguiente clase

-lo sé, ¡lo sé!, pero al parecer Tsuyuri y él se conocían desde
antes y ahora comparten almuerzo, ¡arg! Que envidia, los almuerzos de Doumeki-sempai
siempre lucen tan deliciosos, me pregunto si ¿el mismo los hará?

-quien sabe –alejo una de ellas entrando a su salón

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-nee nee Doumeki-kun –le pregunto el chico delante de él – ¡otra
vez te has terminado el almuerzo y no me
has dado nada!-le dijo el despreocupado chico que de vez en cuando insistía en hacerle platica,
Yamada Naoto, era el nombre de aquel, un chico común y corriente, de notas
regulares, y al parecer amigable, siempre estaba tratando de sacarle palabras
de la boca

El solo asintió mientras guardaba el bote de su bentou en su
mochila con un fino pañuelo teniendo cuidado con el

-siempre traes cosas deliciosas es terrible que no compartas
ni un poco, ¡encima vas y te encierras
en la azotea donde nadie te vea!, valla
que eres egoísta tío-le dijo frunciendo el entrecejo –nee nee Doumeki-kun ¿Cómo
te las ingenias para ser platillos tan elaborados? ¿Te despiertas muy temprano o
algo así?

-en lo absoluto, yo no cocino-fue la seca respuesta de
Shizuka, quien no cambio de semblante y apenas y pestañeo

-¿lo preparan para
ti?- se aventuro a decir mirándole fijamente, los ojos de Doumeki cambiaron
imperceptiblemente, bajando su mirada viendo sus manos arrugando
un poco el entrecejo.

Naoto, tenía casi como única cualidad el ser observador,
otros lo interpretarían como metiche pero a él lo tenía sin cuidado, sus ojos
rodaron hasta el anillo que tenia puesto en su dedo, hasta parecía de…

-¿tienes una novia secreta? ¿Una amante?-dijo entrometido señalando
su anillo

Doumeki lo miro como evaluándolo y no dijo nada señalo con un dedo al frente, el profesor había llegado,
la clase había comenzado, y Naoto se volteo refunfuñando de Doumeki Shizuka el más
guapo, el más popular, el más inteligente, no se podían sacar respuestas solo
un montón de montones de preguntas.

La clase era aburrida, tediosa, fijo su mirada al
frente inexpresiva como siempre,
mientras dejaba su mente vagar, era muy fácil
para el hacer eso, poner cara de póker y
dejarse llevar por un torrente de pensamientos que siempre estaban allí,
aguardando por ser llamados para saltar a la primera oportunidad.

Recordó su almuerzo con Kohane-chan, lo hacían de vez en
cuando, cuando Watanuki les enviaba el
bentou para ambos celebrando algo,
cuando tenían cosas de las cuales hablar en común, que siempre iban
dirigidas normalmente al pelinegro dueño de la tienda de deseos invisible para
toda aquella persona que no tuviera un deseo.

Ese día, habían comido uno de los elaborados platillos de Kimihiro, delicioso por excelencia y muy complicado de hacer, después de comer la
comida de Watanuki se había vuelto
caprichoso con los alimentos, solía llevar los ingredientes necesarios para
comidas exóticas con las cuales retaba el temperamento y habilidad de Watanuki
para después solo ser atendido por él, en medio de sus regaños y gritos histéricos.

Watanuki podría ser una excelente esposa, ya lo había pensado
ya había hecho la comparación, tenía un delicioso sazón, capaz de satisfacer su
paladar, era bueno con los niños, eso lo había comprobado múltiples veces en
las que por estúpido había arriesgado su vida por ayudar a los demás –frunció
un poco el ceño con aquel pensamiento -
siempre le había tocado estar a
su espalda, ayudando o de plano ser la capa y espada en sus aventuras, ahora más
que nunca, que se encontraba confinado era cuando le ayudaba aun mas en sus
encargos y trabajos.

La campana sonó, anunciado el termino de las clases y el fin
de los divagues de el arquero que tomo sus cosas para salir de la universidad e
irse, watanuki siempre criticaba sus estudios, pero el realmente había ingresado
a esa carrera en busca de algo que pudiera liberarlo, algo que hiciera que el
antiguo watanuki volviera y por fin fuera liberado de su jaula.

Se detuvo frente a la tienda, no se había dado cuenta cuando
sus pies lo habían arrastrado hasta allí, entro y rápidamente las niñas, maro y moru lo
rodearon con danzas cantarinas dándole la bienvenida

-¿Dónde está el?-pregunto con el mismo tono de voz que parecía
nunca cambiar de decibeles

-Watanuki está tomando un baño!-corearon las niñas tomándose de las manos y dando saltarines
pasitos de bailarina mientras lo conducían al cuarto principal recorriendo
la puerta, lo dejaron allí tomando sus
cosas y llevándoselas con ellas en una serie de risas

Entro al lugar, estaba aromatizado por un aroma dulzón y
otro más floran y débil, el aroma de Watanuki, como a cerezos, la
puerta del baño estaba semi abierta y se escapaba el humo del vapor y de
la pipa que usualmente fumaba

Entro al lugar en la tina estaba acostado en una pose
desinteresada, con una pierna fuera y la otra doblada una mano
en el pecho y la otra en la pipa que llevaba a sus labios mientras soltaba el aire de los
finos labios

Le miro con sus ojos bicolores por un segundo y se vio reflejado a sí mismo por otra fracción
del mismo.

-que haces aquí pedazo de inútil-le insulto con aquella
boquita de ensueño con el ceño fruncido, Himawari siempre lo había comparado
con un gato….tenía razón

Se sentó en la taza del baño mirándolo, algo se movía entre las piernas de Watanuki miro interesado y
observo el pelaje suave de Mugetsu, el Kodakitsune que reptaba por el vientre plano y suave en
movimientos sinuosos y sensuales hasta descansar
en su pecho mimoso, aquel animal siempre había tenido muchos afectos por el otro, su ceño se frunció
inevitablemente

-Mugetsu me haces cosquillas-le dijo calmado dejando su pipa en el suelo en un plato donde
tenía las cenizas, mientras le acariciaba un poco el pelaje húmedo

-hey baka!-le llamo –pásame una toalla –dijo retirándose los cabellos húmedos de la frente,
ahora que lo notaba no traía lentes, se veía bien así, sin lentes….desnudo…sensual

Se levanto extendiéndole la toalla, el se levanto sin
pena, Mugetsu le besaba las mejillas y
se anillaba en su cuello mientras el cubría su piel blanca, era más blanco que nadie que hubiera visto jamás, tenía hasta cierto punto un tono anormal como
el de una página de papel o el color de la leche

Watanuki pasó por su lado hasta su alcoba donde se desnudo y
vistió con uno de sus elegantes trajes chinos que tanto resaltaban su
estilizada figura

-preparare la cena, no te quedes ahí zopenco-le dijo molesto
el otro llamándole mientras se cepillaba
el cabello con los dedos de las manos y salía del cuarto, en la cocina mokona
negro, había abierto una de las botellas
y bebía ávidamente, Shizuka se sentó junto a él comiendo lo que
Watanuki le iba sirviendo con diligencia

Doumeki saco de su mochila el bote de su bentou envuelto en
el pañuelo, Watanuki lo tomo rozándole los dedos enviándole sensaciones cálidas
al corazón

-¿te quedaras a dormir cierto? Deberías irte ya a tu casa, esto no es un motel ¿sabes? Te preparare la
cama y el baño después de beber, tu desayuno mañana será okinomiyaki-le dijo el
pelinegro -asegúrate de compartirlo con Kohane-chan-le dijo con una sonrisa
encantadora cuando pronuncio el nombre de la niña, por esa sonrisa bien valía
que se difundieran todos los chismes en la universidad

Al terminar de cenar, estaban sentados en el pasillo mirando
la luna, Mugetsu y Larg dormidos en el regazo
de Watanuki mientras estos contemplaban el firmamento en silencio

-¿Qué es lo que tienes que decirme?-le pregunto Watanuki mirando
a Shizuka, este llevaba una yukata a su medida semi abierta de las piernas mientras bebía sake caliente,
le había estado observando los pasados minutos

-Me pregunto cuánto tiempo va a pasar para que por fin
salgas de este lugar –

-ya sabes la respuesta
a ello, cuando Yuuko-san vuelva
otra vez, mi deseo es fuerte, y este mundo está hecho de deseos se que se cumplirá
no importa cuánto espere, aunque mi tiempo ha sido detenido, solo lo ha hecho
en mi apariencia, sabes que sigo envejeciendo en cierto modo –le dijo mirándole

-encontrare la forma-le aseguro

El solo sonrió con nostalgia y tristeza -¿Qué deseas Doumeki?
Esta es una tienda de deseos, dime pues, ¿Qué es lo que anhela tu corazón?

-No puedes darme lo que quiero y si es así, está a un precio
demasiado alto para ser pagado-respondió

Watanuki le sonrió comprensivo, noto su movimiento y no hizo
nada, le miro fijo con aquellos ojos bicolores, uno de Shizuka, aquel lazo que compartía
con el…no, falso, ellos estaba más unidos aun,
unidos por la sangre que le había dado, unidor por el hitsuzen.

Sintió sus labios fríos sobre los suyos, exhalo
un suspiro, sintiendo que se le iba también parte de su alma, para
fundirse en la de él, cerró los ojos y
su mano se alzo tocando su mejilla fría también con su mano caliente él le
rodeo suave la cintura, encendiéndose con aquel toque secreto, deslizando su
lengua dentro de su cavidad, ahí estaba su deseo…

Watanuki le correspondió, dejando que se llevara consigo su
primer beso, su corazón bombeo desbocado
y mordió el suave labio inferior, carnoso, delicioso…

Se separo de aquella boca tras comerse unos cuantos minutos más,
se levanto y lo llevo con el, mostrándole su alcoba…quedándose a pasar la noche
con él.

Era cierto, el tenia una especie de esposa, de novia, de
amante, Watanuki no existía mas en el mundo real, fuera de aquellas paredes era
solo una ilusión, pero en aquella cama todas las sensaciones eran verdaderas,
todos los sentimientos hirviéndose al fuego lento del amor, reverberando en sus corazones enamorados solo
podía ser amor.

¿Qué importa si aquella ave estaba condenada a no salir de
su jaula? ¿Qué importaba nada? Si le tenía
a él, su único verdadero deseo.