Les traigo un Two-shot un poco deprimente. Espero que les guste. Mañana subo el siguiente 3, nos leemos!
~O0O~
El cielo nunca había estado tan hermoso, las nubes parecían haber desaparecido y el sol brillaba con todo su esplendor. Un castaño le sonreía al cielo, acostado en el pasto del que fue su hogar durante tantos años.
"El cielo es hermoso, pero cuando está repleto de nubes, truenos, niebla y agua, todos combinados en una gran tormenta, dejando a duras penas ver el sol, en ese momento el cielo muestra su verdadero ser, es hermoso y peligroso, la perfecta combinación."
Escuchaba a los lejos voces que lo llamaban, pero las ignoro, el grito del cielo era más fuerte. El primero en aparecer fue su guardián de la tormenta.
Estaban a salvo, sus guardianes estaban a salvo… ese simple conocimiento fue suficiente para que su sonrisa se agrandara y su cuerpo se relajara un poco.
Su guardián de la tormenta… Gokudera Hayato, sí que le había hecho honor a su título, la tormenta violenta que lo destruye todo…
FlashBack
-¿Decimo?- Un voz lo llamo desde la puerta de la oficina, Tsuna alzo la cabeza, encontrándose con su guardián y amigo Gokudera Hayato.
-Ya te eh dicho que me llames por mi nombre Hayato, somos amigos ¿no?- El décimo le hablo con una sonrisa sincera, aunque en su voz se notaba un poco de irritación al no lograr que uno de sus mejores amigos lo llamaran por su nombre.
El guardián de la tormenta volvió a hablar, ignorando las palabras de su jefe. Eso se le hizo extraño a Tsuna, ya que normalmente le daría un sermón de cómo no podría irrespetarlo de esa manera.
-Vera decimo…- Hayato se rasco la nuca, evadiendo los ojos del jefe mafioso. Tsuna suspiro, sabía lo que eso significaba.
-¿Qué paso y cuento valdrá?- El joven Vongola le rogaba a los dioses que no fuera un gran desastre, no quería más trabajo del que ya tenía.
-Antes que nada ¡No fui mi culpa! ¡Fue de Uni!- La caja del guardián brillo y segundos después salió un gato de ella, yendo a la cabeza de su dueño.
-¡Ya basta Uni!- Gokudera trato inútilmente de quitarse el gato de encima, y así empezando una guerra de hombre vs gato. El décimo rio levemente, pero sabía que los tenía que detener, o si no solo causarían más destrucción.
-Deténganse ambos y díganme que sucedió.- La voz de Tsuna era calmada. Demasiado calmada. A hombre y gato les paso un escalofrió por la espalda. Lentamente se separaron y se acercaron un poco a la puerta en caso de que tuvieran que huir.
-Pues… Estábamos volviendo de una misión y mientras pasábamos por el pueblo Uni escucho a un hombre hablando mal del Décimo Vongola y antes de que me diera cuenta lo estaba atacando. Resulto ser que el hombre era de una familia enemiga y estaba aquí para recolectar información. Cuando Uni lo ataco, unos 10 hombres salieron en su defensa y empezó una pequeña batalla, en la que todo el pueblo quedo destruido.- La ultima oración la dijo en un susurro.
Hubo un minuto de silencio.
-¿Destruiste un pueblo completo desasiéndote de diez hombres?- Hayato se acercó un poco más a la puerta.
-B-Bueno… Es que dijeron cosas de la familia Vongola y tome una pequeñita venganza.- Otro minuto de silencio antes de que del jefe Vongola empezara a emanar un aura asesina. Esa fue la señal de Hayato para salir corriendo.
Fin Flashback
Tsuna rio un poco ante el recuerdo, pero pronto su risa fue remplazada por un ataque de toz.
De los ojos de Hayato caían lágrimas, mientras sostenía a su jefe y amigo entre sus brazos. No paso mucho tiempo antes de que llegara su próximo guardián, Yamamoto Takeshi, por los ojos del también caían lagrimas mientras se arrodillaba frente a los dos hombres.
¿Por qué lloraban?
Flashback
-Takeshi ¿Estás aquí?- Una puerta al estilo japonés se abrió, dejando ver un dojo y en el centro de este un hombre, practicando con la espada.
-Oh, Tsuna! Hola ¿Pasa algo?- La siempre feliz sonrisa de Yamamoto estaban en su rostro hasta que noto la cara que tenía su amigo.
-Necesito tu consejo Takeshi.- El jefe Vongola tenía la mirada baja. Yamamoto frunció el ceño, acercándose a su jefe. Le puso una mano en el hombro, indicándole que continuara.
-Hay cierta familia que ha estado causando muchos problemas, no solo a nosotros si no que también a nuestros aliados. Y ahora quieren hacer alianza con Vongola, como adivinaras ninguna familia aliada está de acuerdo. Acepte o me niegue, lo más probable es que haya una guerra ¿Qué hago Takeshi?- La mirada del Vongola seguía baja, pero en su voz se notaba su preocupación y frustración. Yamamaoto sonrió levemente.
-Sigue tu instinto Tsuna, has lo que creas mejor, pero tienes que saber que elijas lo que elijas nosotros, tus guardianes, amigos, familia siempre estaremos para ti, después de todo es nuestro deber cuidar a nuestro cielo, no importa lo que pase ¿No es verdad?- Tsuna alzo la mirada, encontrándose con los ojos calmados del guardián de la lluvia, aquel que se llevaba todo, sus preocupaciones, angustias y demás.
-Arigato Yamamoto.-Una sonrisa sincera adorno el rostro de ambos.
Fin Flashback
Tsuna sintió algo resbalarse por su mejilla, no tardó mucho en deducir que eran sus lágrimas ¿Por qué estaba llorando?
Miro a los ojos de su guardián de la lluvia eh inmediatamente se sintió completamente calmado… Ese era Yamamoto Takeshi, su guardián de la lluvia, el que se llevaba todos sus males.
Unos pasos fuertes se acercaban a ellos y Tsuna finalmente giro su cabeza. Todos sus guardianes corrían hacia él, con lágrimas. El primero que vio fue a Ryohe, su leal guardián del Sol.
Flashback
-Tsuna ¡Cuidado!- El grito de su guardian de la lluvia le hizo girar, pero no había forma de que se defendiese. Tenía dos enemigos en sus manos, tratando de inmovilizarlos y un tercero se acercaba, cuchillo en mano, mientras el techo se caía sobre ellos.
Antes de que Tsuna o el enemigo pudieran pensar algo, una figura se paró frente a él y de un fuerte puñetazo derribo al hombre con el cuchillo.
Ryohe Sasagawa estaba frente al Joven Vongola, su cuerpo cubierto de heridas y sangre.
-Oni-san!- En minutos Tsuna estaba desasiéndose de los enemigos en sus manos y acercándose a su guardián del sol.
-Tranquilo Sawada, yo te protegeré en ¡EXTREMO!- Ryohe grito, aun con su cuerpo lleno de heridas, aun estando al borde de la inconciencia, seguía protegiendo a su jefe, su cielo.
El sol que aclara el día destruyendo el infortunio de la familia con su propio cuerpo, convirtiéndose en el sol que brilla en un cielo claro alumbrando a todos. Sasagawa Ryohe se había tomado muy enserio su papel.
Fin Flashback
-Tranquilo Sawada, yo te curare al EXTREMO.- El normalmente fuerte grito de Ryohe ahora alcanzaba apenas un susurro. Por sus ojos bajaban lágrimas, mientras que con manos temblorosas trataba de sacar su caja arma. Fue detenido por una mano.
A Tsuna se le hacía un poco gracioso y muy irónico que la misma oración que le había dicho en su recuerdo la repitiera, excepto por el hecho de que cambio protegeré por curare. Puso su mano sobre la de Ryohe, tratando de detener su temblor. No sabía lo que buscaba, pero si sabía, gracias a su intuición, que no resultaría. Negó suavemente con la cabeza al ver al guardián del Sol tratando de nuevo de coger el misterioso objeto.
-Deja que te cure carnívoro, o te morderé hasta la muerte.- Su mirada ahora se dirigió a su guardián de la nube, que sorpresivamente tenía una expresión preocupada y enojada, se podía ver una pequeña y solitaria lagrima bajando por su mejilla.
Flashback
Tsuna firmaba hoja por hoja, aceptaba o rechazaba propuestas de alianzas y matrimonio, miraba cuentas y calculaba lo que todas valdrían juntas, hasta que un sobre morado llamo su atención.
"La familia Glietz estaba reclutando demasiadas personas por lo que se mandó a investigar el motivo. La familia planeaba atacar las familias aliadas a Vongola y al final acabar con Vongola misma, cuando Vongola junto a CEDEF iba a tomar medidas, la familia sufrió una masacre por parte de alguien desconocido. Marcas de Tonfas se podían identificar en algunos cuerpos."
Tsuna sonrió ampliamente cuanto un solo nombre paso por su mente "Hibari Kyoya". Su guardián de la nube, aquel que protege a la familia desde un lugar independiente con un diferente punto de vista, imposible de atrapar, convirtiéndose en la nube solitaria arrastrada por el viento y sigue su propio camino. Definitivamente, Hibari Kyoya era la interpretación perfecta del guardián de la nube. Y aunque lo negara hasta la muerte, Sawada sabía que él era el responsable de esas misteriosas masacres que le ocurrían a aquellos que atentaban contra Vongola.
Negando la cabeza divertido, el décimo Vongola volvió a su papeleo.
Fin Flashback
-No creo que este sea un buen momento para ello Kyoya.- La falta de la normalmente risa malévola de su guardián de la niebla fue lo que le hizo girarse hacia él. La cara de Rokudo Mokuro era tapada por su larga cabellera, pero a Tsunayoshi le pareció ver un par de lágrimas cayendo por sus mejillas.
Flashback
El décimo Vongola estaba parado frente a un gigante cilindro de agua, en el cual residía Rokudo Mokuro.
-¿Qué está haciendo aquí Tsunayoshi?- Una voz le hablo en su mente, y Tsuna vio con felicidad y satisfacción como uno de los ojos de su guardián de la niebla se abría.
-Creo que estas muy consciente de que estoy haciendo aquí Mukuro.- Hubo un corto silencio hasta que la voz volvió a hablar en su cabeza.
-Kufufufu, no creo que sea tan idiota como para liberar a aquel que quiere poseer su cuerpo ¿Oh si, Vongola?- El guardián de la niebla pretende que algo existe o no existe con el objetivo de confundir a su enemigo, supongo que también lo hace con la familia, agrego el jefe Vongola, antes de mirar seriamente al hombre frente a él.
-Lo que hagas después de ser liberado depende de ti, Mukuro. Pero nunca olvides que siempre serás bienvenido en Vongola.- El jefe Vongola se giró, caminando hacia la puerta. Por el camino se encontró con los guardias de Vendice que liberarían a su guardián. A la semana siguiente Mokuro estaba instalado en la Mansión Vongola, con la excusa de que tenía que vigilar a su futuro contenedor.
Fin Flashback
Paso la mirada por cada uno de sus guardianes, le preocupaba la tristeza que cada uno tenía en sus rostros y le preocupaba aún mas no saber la razón. Se desconcertó más al ver a su otra guardiana de la niebla y a su guardián del trueno abrazados, llorando. Trato de levantarse para consolarlos, pero un dolor por todo su cuerpo, y las manos de sus guardianes, le obligaron a recostarse de nuevo.
Lambo y Chrome se habían vuelto un poco más valientes y fuertes en los últimos años. Recordaba perfectamente la última vez que los había visto llorar así de mal.
Flashback
Tsuna agacho la mirada, viendo a su madre dormir plácidamente en el cofre, el lugar que se convertiría en su eterno hogar. Por sus ojos bajan lágrimas que eran confundidas por la fuerte lluvia que caía sobre ellos. Y por más que trataba no las podía detener, las lágrimas de dolor al perder a su propia madre. Paso su mano por la mejilla de la mujer que lo había criado, sintiendo su ahora fría pial pasar por sus dedos, la última vez que la tocaría.
Un fuerte llanto lo saco de su burbuja de tristeza. Se separó del cofre, y girándose vio a su una guardiana mujer y a su guardián del trueno abrazado, llorando lo más fuerte que sus cuerpos les permitía. En silencio se acercó a ellos, y pasando un brazo por cada uno, los abrazo. Los abrazó compartiendo su dolor y recibiendo el de ellos, los abrazo con cariño con amor, los abrazo para demostrarles que él estaba ahí, que él todavía estaba ahí y siempre estaría ahí para ellos.
Fin Flashback
Pero no podía, esta vez no podía abrazarlos. Puso una sonrisa en su cara, un sonrisa que transmitía todo lo que el sentía por su familia. Volvió a pasar la mirada por todos sus guardianes, dándoles la misma sonrisa.
Finalmente poso sus ojos en el cielo. Se había oscurecido un poco, parecía que una tormenta se estaba avecinando.
"Hermoso"
Fue el último pensamiento del Jefe Vongola, antes de que se dejara consumir por la oscuridad.
~0O0~
:'( Tsu-kun. Jeje, tranquilos hay otro capitulo.¿Que creen, morira o vivira?
Nos leemos!
