Las piernas me seguían temblando, estaba shockeada. Esa mujer me había volado la cabeza. Bajé de la mesada como pude, me vestí y fui hasta el baño, me lave la cara y me senté en mi escritorio.
Comencé a hacer papeleo y de repente sentí una mano en la rodilla. Me separé rápido del escritorio y la vi a Naya ahi escondida. No entendía por que estaba ahí pero sabia que quería. Volví a acomodarme, y su mano comenzaba a subir, directo al cierre de mi pantalón mientras con la otra, acariciaba de arriba a abajo mi zona. Bajó el cierre y intenté levantarme unos centímetros disimuladamente para que pudiera bajar el pantalón, junto con la bombacha.
Yo todavía estaba húmeda no habían pasado mas de 10 minutos. Su cabeza se metió entre mis piernas, tanto que yo agachaba la cabeza y solo podía ver su pelo, que lo acariciaba con mi mano. No sabia que expresión poner, porque su lengua recorría mi clítoris de arriba a abajo, tan suavemente que me daba escalofríos. Sus dedos buscaban mi punto G, mientras su lengua no dejaba de moverse. Tuve que apoyar la cabeza contra el escritorio para poder disimular mi cara de placer. Tuve que morderme el dedo gordo para no emitir los gemidos que Naya estaba produciendo en mi. Mis piernas estaban tensas y mi abdomen también. Sentía como estaba por llegar el orgasmo y comencé a temblar. De repente, mi cuerpo estaba sintiendo mas placer que el de antes, sentía liquido corriendo por sus manos. Esta mujer si sabia como hacerlo. Se levantó, saliendo de ahí, dónde estaba escondida. Agarró un papel y un lápiz y escribió un numero, 'Call me'. Y me besó, sus labios todavía estaban calientes.
