Holaa, este es mi primer intento de fanfic the Percy Jackson, asi que no sean muy duros conmigo. Estoy enamorada de esta serie, así que no podía resistir a escribir un fic sobre esta hermosa serie.
Rating: T, porque soy paranoica
Parejas: Percabeth, Jiper, Caleo, Frazel, Solangelo y Reyna/OCC
Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Rick Riordan.
Papá pierde la cabeza
La pesadilla simplemente me golpeo como un ladrillo en la frente (Que bueno que el tío Jason no escuchó eso).
Si lo mirabas de un punto de vista especial mi vida parecía bastante normal. Bueno, sin contar el hecho que tenia déficit de atención y problemas con mi temperamento, además de que había sido expulsada de tres escuelas en los últimos cinco años. En fin, el punto es que mi vida era normal. Pero eso se termino cuando papá pareció haber perdido la cabeza.
Mi nombre es Athene Jackson y tengo catorce años. Yo soy una adolecente normal, o al menos eso creía entonces, pues mi vida hiso un giro de 180° grados después de ese día.
Golpeteaba los dedos contra la pared mientras esperaba a que un grupo de chicas saliera del baño del acuario ¿Por qué tardaban tanto? Seguramente se estaban aplicándose otra capa de maquillaje o hablando de cosas que yo nunca llegare a entender. Había estado parada ahí por lo que parecían horas, y lo único que quería era que el grupo de chicos llegara y Jayden me entretuviera un poco con su estúpido sentido del humor tan parecido al mío.
Jayden era mi mejor amigo desde que había entrado a esa escuela. El era el típico chico que hacia que algunas chicas soltaran risitas tontas, con su piel bronceada como si hubiera pasado toda su vida bajo el sol y sus ojos avellanos que cambiaban de color con la luz. La única razón por la que nuestra amistad funciono sin que ninguno de nosotros se enamorara del otro fue que probablemente él me miraba como un hombre y yo a él como el ser más ridículo del mundo.
Finalmente, tres de las chicas del grupo salieron del baño. Tuve que pelear la urgencia de golpear mi cabeza contra el muro. Esas tres eran las chicas mas molestas de mi grupo. Joselin y sus esclavas Kathlyn y Adeline. Como ya esperaba, sus rostros estaban cubiertos de maquillaje, aunque no entendía por que. Mamá siempre me decía que a mi edad, lo único que hace el maquillaje es hacerte creer que la gente te va a apreciar más. Yo simplemente decía que era demasiado afeminado para mi gusto.
Joselin tenía el cabello negro como la noche y ojos azules que parecían bastante fríos, no como los eléctricos ojos azules de mi primo Matthew que parecían llenos de vida. Tenia sombra para ojos azul y rubor, además de un exagerado lápiz labial rojo, que la hacia parecer payaso en lugar de supermodelo como ella creía.
Ella noto mi presencia y me miro como si yo fuera algo tan insignificante como un insecto. La mire con los ojos desafiantes, esperando que ella, como todos, no fuera tan tonta como para hacerme enojar.
Sobrevalore su inteligencia.
"Bueno, bueno. Si no es la Rara-Jackson" dijo con su molesta y chillona voz. Caminó hasta mí haciendo ruido con sus zapatos con poco tacón y moviendo ligeramente sus caderas. Alguien en serio debería decirle que se veía ridícula. "Veo que la directora no te expulsó después del incidente de ayer" Adeline se rio detrás de ella, pero Kathlyn soltó una risita nerviosa mirando a su alrededor, como si no estuviera de acuerdo con esto y deseaba que un el maestro acompañante llegara.
"Eso fue enteramente tu culpa, si no hubieras…"
"Oh, sabes que," continuo como si yo no hubiera hablado. Cerré mis manos en puños y me retraje de golpearla "seguramente tu hermanita la convenció de dejarte en la escuela. Escuche que es tan patética que los únicos amigos que tiene son los maestros". Estaba cruzando la línea.
"Con mi hermana no te metas, princesita" le dije en una voz peligrosamente silenciosa mientras le lanzaba mi peor mirada. Joselin pareció asustarse un momento, pero recupero la compostura rápido.
"Mi hermano me contó que durante los descansos se queda en la biblioteca y llora porque la pobre bebé no sabe leer" dijo con voz de bebé he hiso un puchero con los labios.
Sentí que mi respiración se agito. Sabía que mi hermana no podía leer bien, pero eso no era su culpa. Ella sufría de dislexia igual que mamá y papá, lo que para ella era un gran obstáculo, pues le encantaba aprender. También sabía que ella lloraba de frustración cuando algo no salía como ella quiere, además de que odiaba cuando la gente se burlaba de ella o la llamaban tonta.
Mi visión se borró por un momento y un escalofrió recorrió mi espalda, levante mi brazo estando lista para darle un puñetazo en la cara. Y lo hubiera hecho si una mano no me hubiera detenido por la muñeca.
"No vale la pena, Athene. No querrás ensuciarte el puño con su asqueroso labial ¿Verdad?" me dijo una voz familiar en el oído. Voltee a ver sobre mi hombro y vi a Jayden mirándome con su usual sonrisa traviesa, pero sus ojos expresaban lo que quería decir en realidad 'No querrás meterte en problemas después de lo que paso ayer ¿Verdad?'.
Mire a mi alrededor y vi que todo el grupo de chicos había regresado y las niñas habían salido del baño. Todas sus miradas estaban en nosotros, incluso algunos peces del tanque que estaba al otro lado del pasillo parecían poner especial atención. Algunos nos miraban expectantes como si esperaran una pelea y otros trataban de ignóranos.
Estaba esperando una llamado de atención de parte de la Sra. Floor, que era la maestra acompañante, pero ella afortunadamente hablaba por su celular junto a la tienda de regalos y no notó la pelea que había estado apunto de ocurrir.
Jayden finalmente soltó mi muñeca y ambos nos alejamos del gran grupo de estudiantes para hablar. Joselin me miro fríamente y se alejo con sus 'amigas'.
Jayden se paso una mano por su cabello castaño y preguntó "¿Qué fue lo que pasó?". Le explique detalladamente cual fue la razón por mi casi asesinato a Joselin Rogers. Cuando termine, Jayden respiró hondo, puso sus manos sobre mis hombros y me miro directo a los ojos.
"Athene, entiendo perfectamente porque reaccionaste así porque te conozco, pero tienes que aprender a controlarte. Los maestros te tienen en la mira desde tu primer día y si te metes en problemas podría significar tu…"
"Mi expulsión, lo se" Aunque no lo dijéramos, a ambos nos aterraba mi expulsión. Nos habíamos hecho muy unidos en este año y lo extrañaría mucho si me tuviera que ir. Nunca había sido muy buena haciendo amigos, o al menos buenos amigos, y Jayden se había vuelto como mi hermano.
El me dio una pequeña sonrisa y me apretó cariñosamente el hombro.
"¡Niños! ¡Ya es hora de movernos, por favor reúnanse con sus grupos!" escuche la voz de la Sra. Floor. Me despedí con la mano de Jayden y me uní de nuevo a las niñas.
La siguiente parada fue en un tanque donde había dos delfines hembras. Casi salto de alegría y Jayden se rio de mi entusiasmo.
A mí siempre me habían fascinado los delfines… bueno, en realidad cualquier cosa relacionada con el mar, pero mis padres siempre parecían cautelosos con cualquier cosa que se relacionara con el océano. Incluso parecieron un poco nerviosos cuando les pedí que firmaran mi permiso para venir al acuario y estaban a punto negarse, pero cuando le di a papá mi mirada 'grandes-ojos-grises-de-perrito' no se pudo resistir.
Me acerque mas al cristal del tanque para ver mejor cuando los ojos de uno de los delfines se encontraron con los míos, sentí algo moviéndose dentro de mí. El delfín inmediatamente detuvo su camino y casi pego su rostro contra el cristal. Sus grandes ojos negros me miraban fijamente de una forma que no parecía natural.
Trate de alejarme, pero el delfín me seguía por el cristal. ¿Qué es lo que quieres? Casi dije en voz alta.
Escuche que Jayden se rio entre dientes junto a mi.
"Felicidades, Jackson. Parece que tu sueño se hiso realidad. El delfín se enamoró de ti" dijo con entusiasmo. Yo lo golpee en el hombro, pero una pequeña sonrisa jugaba en mis labios.
"En primera, el delfín es hembra así que no podría estar 'enamorada' de mi, y en segunda, no tengo idea porque se esta comportando así ¿Sera natural en los delfines o algo?" dije inclinando mi cabeza, el delfín siguió mis movimientos.
"En primera, no creo que eso sea natural, y en segunda ¿Cómo sabes que el delfín es hembra?" preguntó luciendo bastante confundido. Mire a mi alrededor y me di cuenta que en ningún lado decía que los delfines fueran hembras, ni tampoco habían nadie que lo dijera. Fruncí el ceño.
"No tengo idea, simplemente lo se" dije igual de confundida que el. Jayden me miro como si tuviera tres ojos y sacudió la cabeza.
Escuche una molesta risa detrás de mí y deje salir un gruñido.
"Aww, que lindo, Jackson, hiciste un nuevo amigo. Que inteligente de tu parte escoger a alguien que no entienda lo que dices". Me mordí el labio tratando de no soltar mi extenso vocabulario, pues la Sra. Floor estaba lo suficientemente cerca como para escucharme si le dijera algo que podría darle un ataque al corazón a la tía Hazel.
Sentí una mano en mi hombro y los ojos de Jayden mirándome esternamente.
Joselin soltó una risita "Jayden, no te vi ahí, veo que un sigues con… ella"
"Ella tiene nombre y puede escucharte" le dije cruzando los brazos sobre mi pecho. Joselin me ignoró y se acerco más a Jayden.
"Sabes, deberías buscar a alguien mejor que ella. Aun sigo sin entender como la soportas tanto tiempo" continuo Joselin con una falsa voz dulce. Mi mejor amigo solo sonrió y se alejo unos pasos de Joselin.
"Lo que yo aun sigo sin entender es como sigues siendo tan tonta como para creer que yo dejaría a mi mejor amiga por una… persona como tu" Jayden rodeo mis hombros con un brazo como para remarcar el punto. En seguida supe que le hubiera gustado usar otra palabra en lugar de 'persona' pero decidió no hacerlo. Esa era una de mis cosas favoritas sobre el: no tenia miedo de decir lo que pensaba.
Joselin se irguió indignada y se alejo estampando los pies contra el suelo. Una razón extra para que Joselin me odiara era que ella estaba completamente loca por Jayden, así que estaba un poco celosa de mí.
No hay vergüenza en eso.
El resto del paseo siguió bastante tranquilo, solo con las ocasionales miradas fulminantes de Joselin o las bromas tontas de Jayden.
Fue hasta cuando llevábamos mitad de camino en el autobús cuando recordé que no había comido las galletas azules que la abuela Sally había hecho para mí. Las saque de mi mochila y disfrute el dulce sabor de las chispas con chocolate.
"¿Quieres una?" le ofrecí a Jayden con la boca llena de galleta. Él se encogió de hombros y asintió.
"No creo que deberías comer mas azúcar, considerando que ya estas saltando en tu asiento" dijo escogiendo una galleta del montón.
"Bueno, perdón por haber nacido con déficit de atención, Sr. Sabelotodo" le dije enojadamente. Jayden levantó las manos en signo de rendición.
"¿Por qué azul?" preguntó de repente después de un momento de silencio. Estaba observando detenidamente su galleta a medio comer "Digo, siempre tienes comida azul, incluso lo que no debería ser azul"
Me encogí de hombros "No lo se. Mi mamá y mi abuela hacen comida azul muchas veces, y siempre que les pregunto por que, comparten una mirada con mi papá y no responden nada".
Jayden puso una mirada extrañada de nuevo, pero decidió dejar el tema durante el resto del camino.
Mis pies seguían golpeando el suelo del autobús y mis dedos tamborileaban la venta, haciendo inconscientemente mi canción favorita. Algunas personas podrían decir que estaba actuando como loca con carga extra de azúcar, pero te reto a estar cuarenta minutos dentro de autobús con déficit de atención. Era tortura.
Después de mucho tiempo de casi tirarme en la cabeza con una pistola, el autobús se estacionó en la escuela, la cual ya estaba rodeada de niños debido a la hora de la salida.
"Athene, recuerda lo que te dije sobre controlarte, ¿Okay?" me dijo Jayden cuando diviso a su madre haciéndole señas desde su auto.
"Claro, y te recomiendo que te vayas ya, porque tu mamá parece ya perder la paciencia". Jayden volteo a ver a su madre, la que casi se daba una voltereta para llamar su atención, y se rio entre dientes.
"Bueno, supongo que tengo que irme. Cuídate, Jackson"
"Tu igual" le dije.
Camine unos cuantos pasos hacia las escaleras enfrente de la escuela y vi a mi hermana pequeña sentada ahí. Tenía un libro en su regazo, con su cabello rubio calleándole a cada lado de la cara. Pude notar, por la pequeña arruga formándose entre sus cejas, que en serio se esforzaba en hacer que las palabras dejaran de flotar en la página.
Pearl y yo éramos muy unidas, desde que ella había nacido cuando yo tenía tres años. Éramos completos opuestos. Pearl era inteligente y observadora como mamá, mientras que yo tenía la actitud despistada de papá. Siempre la protegía mucho, aunque ella no lo necesitara.
Vi que cerró el libro con frustración y se cubrió la cara con sus manos. Me senté junto a ella en la escalera.
"Hola hermanita". Pearl se sobresalto y levanto la mirada. Se talló rápidamente los ojos pero era inútil, la conocía demasiado bien y sabía que estaba a punto de llorar.
"Me asustaste, Athene" dijo apartando la mirada de mi.
"No tienes porque llorar, Pearl" dije rodeándole los hombros con un brazo, acercándola mas a mi "No es tu culpa tener dislexia"
Ella asintió y se limpió los ojos de nuevo. Respiro hondo y guardó su libro (Historia y Mitología Griega, regalo de mamá) de nuevo en su mochila. Me hubiera gustado decirle algo mejor, pero no era buena con las palabras. A mi me gustaba protegerla, por eso me enojaba mucho cada vez que alguien se burlaba de su discapacidad. De mi podían decir todo lo que quisieran, pero con mi hermana no se meten.
Pearl miró el cielo y frunció el ceño.
"Que raro," dijo "hace cinco minutos el cielo estaba claro y no vi ningún pronostico de tormenta esta semana"
Yo también mire al cielo y me di cuenta que tenia razón. El cielo, que había estado claro y azul toda la semana, se estaba cubriendo lentamente con nubes de tormenta. Un trueno retumbó en el cielo y sentí una oleada de pánico extendiéndose por mi cuerpo, no tenia idea por que. Mire a Pearl y ella lucia perfectamente tranquila, solo observadora.
"¡Pececito! ¡Perlita!" una voz familiar gritó. Todos voltearon a mirarnos y sentí que mis mejillas ardieron. Le dije que no nos dijera apodos en público. Mire a mi alrededor y vi a papá reclinado en contra la puerta del auto con una sonrisa en los labios, como si disfrutara de mi vergüenza.
Me vengaré por esto, papá pensé.
"¡Apúrense, enanas! ¡Su mamá hiso nuggets de pollo con forma de dinosaurio! ¡Ya sabes, como te gustan, Athene-Pececito!"
Escuché algunas risas disimuladas a mí alrededor y quise que me tragara la tierra. Los apodos 'Pececito' y 'Perlita' siempre me habían parecido muy tiernos, pero eran vergonzosos. Papá tenía un sentido del humor que la mayoría de las situaciones era muy gracioso, pero otras veces me ponía en situaciones bastante embarazosas. Como la vez que Jayden fue a mi casa y papá, jugando obviamente, le preguntó cuales eran 'sus intenciones con su hija'. Nunca había visto a Jayden tan nervioso, porque, aunque fuera una persona muy buena, papá en serio podía dar miedo cuando se lo proponía.
Pearl dio una risita junto a mí, y yo la fulminé con la mirada.
"No te rías, Perlita, que mañana te toca a ti" le dije. Pearl se cubrió la boca con la mano pero seguía soltando algunas risitas. Le di un golpe juguetón detrás de la cabeza. Me puse de pie y extendí la mano "Vamos, que tengo que hablar con el Sr. Sesos de Alga" Le ayude a levantarse y juntas caminamos hasta el auto.
Pude notar, por la presión que ponía en sus labios, que papá trataba de no reírse, pero finalmente se rindió y se hecho a reír a carcajadas con Pearl siguiéndolo.
"Eso no fue gracioso" dije cruzándome de brazos. Papá se limpió una falsa lágrima de risa y Pearl se cubrió la boca con su mano de nuevo.
"Vive un poco, Pececito. No tuviste una infancia completa si tus padres no te avergonzaron un poco" dijo papá.
"¿La abuela Sally te avergonzaba a ti, papá?" preguntó Pearl. Él sonrió.
"Ella no. Pero pap–" Se detuvo. Casi ponía los ojos en blanco. Papá y mamá nunca hablaban de mi abuelo paterno. No sabía quien era ni como se llamaba. Se que una vez lo conocí, pero era muy pequeña y casi no lo recuerdo. Lo único que se quedó en mi memoria fue un hombre muy parecido a papá llamándome 'Princesita de Mar', pero nada más. Siempre que preguntaba sobre él, papá encontraba una forma de cambiar el tema.
Otro trueno sonó. Papá observó las negras nubes y se veía aliviado de poder cambiar el tema.
"Bueno, tenemos que irnos, no vaya a empezar a llover"
Trataba de verse relajado, pero yo pude notar que estaba nervioso por algo, no se si por la mención de su padre o por las nubes de tormenta.
El camino a casa pasó tranquilo, con una que otra conversación, las preguntas típicas que le hacen los padres de sus hijos después de la escuela. Rayos cruzaban el cielo, los cuales causaban que se me pusieran los pelos de punta. Y al parecer no era la única, los nudillos de papá estaban blancos de lo fuerte que apretaba el volante.
"¿Cómo te fue en el acuario, Athene?" me preguntó.
"Bien. Un delfín estaba stalkeandome y casi golpeo a Joselin Rogers" dije casualmente, sabiendo que no iba a regañarme. Un semáforo se puso en rojo y papá volvió su mirada hacia mí.
"¿Por qué? Lo de Joselin, no lo del delfín"
Como respuesta solo señalé disimuladamente con la cabeza a Pearl, la cual en ese momento miraba atentamente los rayos que cruzaban el cielo iluminando su rostro. Papá capto el mensaje y asintió. No me daba vergüenza defender a mi hermana, no me lo tomen a mal, solo que a ella no le gusta que la gente la proteja. Pearl es especial en esa manera.
Cuando llegamos a la casa una leve lluvia ya caía del cielo, y yo estaba feliz de entrar a la seguridad de mi hogar. No es que le tenga miedo a los rayos, solo… me ponen nerviosa.
Me recibió el familiar olor a vainilla que por alguna razón siempre predominaba en mi casa. Mamá estaba poniendo un gran plato de espaguetis y otro de ensalada en la mesa del comedor.
Mi mamá, Annabeth Jackson, pasaba de la cocina al comedor trayendo platos y vasos y acomodándolos en la mesa de la forma que siempre hacía. Cuando se dio cuenta de nuestra presencia, se puso en mechón de cabello rubio detrás de la oreja y se seco las manos en sus pantalones. Nos dio una cálida sonrisa, la misma que podía alegrarme cualquier día triste.
"Hola, niñas" dijo caminado hacia nostras, sus rizos rubios saltando en su cola de caballo "¿Qué tal su día?" nos dio a cada una beso en la frente.
"Bien" contestamos Pearl y yo al mismo tiempo. Papá rio detrás de nosotros.
"Si, bien, sin contar el hecho que su querido padre avergonzó a la querida Athene en frente de la escuela" dijo él.
Mamá sacudió la cabeza. Camino hasta papá y le apartó los mechones mojados por la lluvia de la frente, le susurró algo al oído y le dio un beso en los labios. No pude evitar sonreír. Había visto a muchas parejas en mi vida, pero a ninguna que se amara tanto como lo hacían mamá y papá. Simplemente la manera en la que se miraban, como si estuvieran dispuestos a hacer lo que sea el uno por el otro. Había visto a tantas parejas separadas y a sus hijos, los cuales se veían infelices, tan enganchados al deseo de que sus padres volvieran a estar juntos. Pero yo no tenia que preocuparme por eso, porque Percy y Annabeth Jackson se amaban, y no creo que eso cambiara nunca.
"Eww" escuché a Pearl junto a mi. Yo la mire incrédulamente y le golpee detrás de la cabeza. Pearl se encogió de hombros y se sentó en una silla. Papá, por supuesto, se sentó apresuradamente y se sirvió una ración de espaguetis ignorando completamente la ensalada. Mamá rio sacudiendo la cabeza y se sentó junto a él.
La comida estaba deliciosa, como siempre, y las mejores personas para probarlo eran papá y Pearl, los cuales comían como si no tuvieran fondo. Mamá y yo los observábamos mitad disgustadas y mitad divertidas. Finalmente, papá se limpió la boca con una servilleta y tomó la mano de mamá, dándole un cariñoso apretón.
"Esta delicioso, listilla, incluso mejor que el de Roma". Se detuvo en seco como apenas dándose cuenta de lo que había dicho.
Mis ojos se abrieron de par en par. "¿Fueron a Roma? Nunca me lo habían contado" pregunté sorprendida. Pearl dejo de comer y le puso atención a la conversación, observando todo con sus inteligentes ojos verde-mar.
La expresión de mamá se volvió oscura, trago saliva pesadamente y suspiró.
"Si" respondió, sus ojos a miles de kilómetros "Una vez, antes de que ustedes nacieran"
"Teníamos… diecisiete, creo" dijo papá con la misma expresión.
A juzgar por sus reacciones, adiviné que no había sido una experiencia bonita, y me pregunté por qué. A mi me encantaría ir a Roma, per con una mirada hacia mamá y papá, supe que era mejor no preguntar sobre el presunto viaje. Mamá y papá se miraron a los ojos y parecían tener una conversación silenciosa. Lo único que nos quedó a Pearl y a mi fue observarlos sin entender lo que pasaba. Nadie volvió a pronunciar palabra durante la comida.
Ya en mi habitación, no pude evitar la sensación de que me estaban ocultando algo. Otra vez.
Esto se podrá escuchar muy cliché, pero a veces pasaban cosas raras en mi familia. La mayoría de las veces, escuchábamos algún ruido extraño –como gruñidos o sonidos siseantes– y mamá nos metía apresuradamente en el auto. Nos dejaba en la casa de la tía Piper y el tío Jason, los cuales ni siquiera le pedían una explicación, y se iba rápidamente. Después de dos o tres horas, mamá regresaba por nosotras luciendo cansada pero aliviada. Esto pasaba desde que tenía memoria.
Otra vez, cuando tenía nueve años, estaba a punto de bajar las escaleras cuando escuché una vez desconocida pero extrañamente familiar diciendo 'Cuídate, hermano'. Lo único que alcancé a ver fue una gran sombra que solo podía pertenecerle a un GRAN hombre antes de que desapareciera.
También podría jurar que las cejas del tío Leo parecían incendiarse, o que la gente hacia cosas extrañas alrededor de la tía Piper, o que la tía Hazel siempre parecía traer una gema en el bolsillo… en fin, creo que ya tienes una idea de las extrañas cosas que podían pasar en mi vida.
Estaba a punto de bajar cuando escuche un sonoro BANG viniendo de la sala. Algunas cosas en mi habitación se sacudieron y objetos amenazaron en caerse de los estantes. Escuché pasos apresurados subiendo las escaleras.
Papá entro a mi habitación sin aliento y sosteniendo firmemente un bolígrafo en la mano.
"Papá ¿Qué esta…"
"No hay tiempo" fue lo único que dijo. Tomo mi mano y repitió el mismo proceso en la habitación de Pearl. Al final nos arrastraba a ambas por las escaleras, las dos balbuceando preguntas sobre su comportamiento extraño.
Al pasar por la sala, pude haber jurado que escuche sonidos como de serpiente y vi una sombra extraña, pero antes de poder ver mejor, papá nos saco de la casa por la puerta trasera. Ahora la lluvia caía tan fuerte que no me dejaba ver a mas de dos metros a mi alrededor, numerosos rayos cruzando el cielo nocturno.
Nos ordenó que entráramos al auto y nosotras obedecimos. Sus ojos tenían un tono serio y hasta peligroso que hiso que ni siquiera pensara en contradecirlo
"¡¿Qué es lo que esta pasando?!" preguntó Pearl desesperadamente, reflejando mis pensamientos.
Papá puso las llaves en el contacto, sus manos temblando un poco "No hay tiempo, tengo que sacarlas de aquí". El simple tono en el que lo dijo me aterrorizó. Sentí a Pearl temblar junto a mí y sujete su mano firmemente.
Papá piso el acelerador sin un segundo pensamiento, y el auto arrancó hacia la lluvia, pero no sin antes escuchar un grito desgarrador proveniente de mi casa, la cual ya no se veía tan acogedora.
Gracias por leer, espero que les haya gustado y dejen un review si les gustaria que siguiera esta historia. -GianiraBlossom
