Las oscuras calles de Italia hoy eran más sombrías de lo normal. Todo estaba en un sepulcral silencio propio de estas, ya que con solo su presencia todo su alrededor se sumía en esta. O al menos, si la gente no sabia lo que le convenía, el estaba gustoso a enseñárselo por la mala manera .Ya que él amaba estas entradas tan "dramáticas" y no dejaría que cualquier molestia las arruine.

Sus elegantes pasos parecían resonar en ese silencio como si se revelara ante este. Sonrío. Amaba esta tranquilidad creada por su simple hecho de que él estaba en ese lugar. Amaba ser tan intimidante. Amaba que todos fueran unos simples debiluchos. Amaba ser él.

¿Egocentrismo? .Él le daba una nueva definición a esa palabra.

-¡Auxilio!

Alguien clamando ayuda, nada nuevo por estos lugares...

Pero... ¿por que sentía las incontrolables ganas de acudir a su ayuda?No, el no ayudaba a la gente. Nunca vio ni siquiera las mínimas ganas de hacerlo. Pero...

¿Por que ahora?

Entro en el callejón putrefacto, con su arma en mano preparada para disparar en cualquier segundo. Su traje negro contrastaba con la noche camuflándose con esta. Mientras que su sombrero de fedora ocultaba su enigmática mirada. Cada momento se acercaba más. Hasta que lo vio..

Aterrado. Era lo primero que se le venia a la mente al ver al pequeño castaño siendo acorralado por un grupo de idiotas con todas las características de querer asesinarlo sin piedad. Tch...¿Y le llamaban demonio a él? ¿Como podían sentir odio hacia algo tan tierno y adorable como era ese chico?...espera... ¿Pensó que un chico era tierno y adorable? Él, el mejor asesino del mundo,¿acababa de sentir piedad hacia un ser? Definitivamente dejaría de tomar tanto Expresso, le estaba afectando el cerebro.

-Hey-dijo llamando la atención de los jóvenes-Chaos...-termino con una sonrisa llena de malicia y burla

-¿Ehh..?,¿Y tu quien eres?,lárgate esto no te incumbe en absoluto...-dijo uno soltando una carcajada seguida por la de sus compañeros

-Parece que son nuevos por aquí-dijo recalcando lo obvio

-¿Que dices bastardo?,¿Quien eres ,eh?-dijo otro de forma amenazante mientras todos lo tomaron como "una nueva victima" y se empezaron a acercar a el

-¿Que quien soy?-Dijo ensanchando su sonrisa

-Yo soy...Reborn-dijo mientras su sombrero ocultaba su mirada deseosa de sangre

...

Esas palabras resonaron en su mente tanto como los gritos de piedad de sus antes-bravucones. ¿Era un sueño?, por que parecía demasiado real para serlo, y a la ves demasiado irreal. Un demonio lo había salvado. Irónico... ¿verdad?

Sabía que tenía mala suerte desde que nació. No tenía amigos. No le iba bien en los estudios. Y ahora casi lo matan unos bravucones...

Pero si no era su culpa que se tropezara con algo y cayera encima del líder haciéndole perder el equilibrio y que casualmente se rasgara su chaqueta ¿Como iba a saber él que esa chaqueta valía más que su propia casa? Pero como era él ya era común con lo inútil que era...

Nunca pensó caer tan bajo para llamarse inútil a él mismo. Bah ya callo demasiado bajo, ¿que importa un poco más?

Y ahí estaba él, mirándolo fijamente rodeado de los cuerpos inertes de su ya no tan amenazantes "acompañantes"

¿Que podía decir? "Hola soy Tsuna, un inútil asocial que por tropezar con una piedra callo arriba de un mafioso que casi lo mata, mucho gusto"

Aun le quedaba algo de dignidad, creía

Realmente ese hombre le daba mala espina, cada poro de su piel gritaba "corre idiota! te apaleara igual que a esos matones!,corre!",pero no se movió. No podía moverse. No debía. Su instinto lo decía y por primera vez en su vida, lo escucharía...

¿Por que ahora?

-¿Te gusta lo que vez?-pregunto divertido

-¡¿Ehh.!?-Pregunto... ¿sonrojado?

-Parece que acerté...-dijo mientras sonreía perverso-Y por cierto ¿Como te llamas?

-B-bueno y-yo soy T-tsuna-dijo mirando para todos lados con nerviosismo

-Y g-gracias por salvarme, R-reborn-concreto aun más sonrojado cerrando los ojos

"Lindo" fue lo único que pudo pensar Reborn...

-No se por que agradeces, tienes que darme algo a cambio-dijo mientras se le ocurrió algo interesante

-¿Al-algo a cambio?-dijo nervioso

-Si...desde ahora, serás mío Tsuna-concluyo dejando perturbado al pobre castaño