Hi there! Un día comencé a releer "Verdades" y esto vino a mi mente. La idea era un one-shot, pero salió algo más largo de lo que pensé, así que... este es una 1/2 shoot

Disfruten.

4567890'0987654321234567890'¿

"Masaru, ya puedes salir"

Masaru escuchó la voz de su amigo al otro lado de la puerta y suspiró. Arrugó el trozo de tela que tenía en su mano derecha y salió del cuarto antes de que lo atraparan. Hasabe lo vió salir refunfuñando y caminó a su lado en silencio, esperando paciente una explicación. Masaru se irritó con su mirada persistente, y una vez que estuvieron lejos del salón del infierno, se detuvieron. Hasabe alzó una ceja hacia su amigo, interrogante, y este solo frunció el entrecejo "¿Qué?"

"¿Me vas a decir cómo terminaste en el vestuario de las chicas cuando deberías estar preparándote para tu presentación?"

Claro su presentación, su bendita presentación... No lo malinterpreten, después de todo el asunto con Hazuki, descubrió que la banda escolar no era tan mala idea, de hecho lo disfrutaba. Perderse en su música, compartirla con personas que sentían lo mismo al respecto y… bueno también era una excusa, junto a sus clases "particulares" -si Harukaze no contaba-, para pasar el rato con su querida amiga de la infancia -eso sonaba bien en su cabeza ¿cómo sería en voz alta?-, sin que se preocupara por la estúpida regla de su escuela -aunque no tan estúpida como el culpable de todo esto-. Pero no podía concentrarse en su presentación, al menos no hoy. Todo gracias a ese estúpido lazo. Hasabe continuaba mirando con la ceja alzada, esperando una respuesta. Masaru pensó en una lo suficientemente buena para no sonar como idiota, pero sus ganas de deshacerse de esa pieza de tela del infierno le ganó la partida.

"No te rías"

Hasabe se sorprendió por la respuesta de su amigo, jamás lo había oído decirle esas palabras, antes de hablar. ¿Que tan ridículo podía ser? "No lo haré, lo prometo"

Masaru lo miró un instante más y suspiró derrotado "Bien" se aseguró que no hubiera nadie más y le mostró el pedazo de tela en su mano "Esto me pasa"

Hasabe estaba confundido Ok, ridículo era poco "Eso es un pedazo de tela naranja ¿qué hay con él?"

Masaru ya no se preocupó de sonar ridículo, quería que su amigo entendiera y compartiera su odio "Esto es más que un pedazo de tela, es un accesorio del demonio"

Hasabe negó con la cabeza "Amigo intento entenderte, en serio lo hago ¿podríamos hacerlo más sencillo?"

"Es un estúpido lazo"

Hasabe miró la tela más de cerca y abrió los ojos sorprendido al reconocer la tela "¡Es el listón de Hazuki!"

Masaru se enojó aún más "¿Cómo es que lo reconoces?" sin embargo no lo dejó responder "Sabes, no importa. Es punto aquí es que por culpa de este estúpido lazo terminé encerrado en ese lugar"

Hasabe no sabía si estar sorprendido de su amigo o burlarse de él al respecto. Conocía a su amigo lo suficiente como para saber que ese lazo no era toda la historia… pero si lo decía era por algo. Además tenían diez minutos, antes de que Masaru tuviera que salir a tocar y solo se preocupaba por el lazo de su chica. Estaba peor de lo que pensaba. Tal vez un pequeño empujoncito ayudaría Claro, como si lo aceptara. Sería más fácil que pidiera ayuda con la escuela. Resistió las ganas de reír -al imaginar a su amigo intentar mirar indiferente, mientras se encuentra rojo pidiendo lecciones- y se puso lo más serio que pudo "Explicame todo, para ver como ayudarte"

Masaru sonrió agradecido. Al fin alguien que no lo creía loco… aunque su padre y madrastra no contaban. Ellos eran los locos con sus teorías de novias secretas y celos… por eso prefirió no llevar a Hazuki a casa cuando ellos estuvieran presentes -al menos no otra vez, porque su madrastra ya sospechaba sobre su sonrisa de San Valentín, aunque qué era lo que sospechaba, él no sabía. Solo sabía que lo dejaron en ridículo frente a ella y no quería que se repitiera, jamás- Miró a su amigo y se apoyó en la pared tras él "Te diré todas las razones que tengo para odiar este estúpido lazo" Al menos las que necesitas saber…

1: Es un estorbo

Habían pasado un par de días desde el cumpleaños de Hazuki y ahora Masaru se encontraba camino a casa de Harukaze, todo porque su padre encontró su boleta de calificaciones. Aún recordaba cuando regresó a casa ese día. Estaba tan contento por haber arreglado las cosas que tenía una sonrisa pegada en el rostro, y la mantuvo durante todo el regaño. Solo recordaba la cara roja de enojo de su padre y la expresión evaluadora de su madrastra. Sea lo que sea que buscara, lo debe haber encontrado porque se llevó a su padre a hablar en privado unos minutos. Al regresar su padre tenía una expresión incrédula en su cara y dijo que si no sacaba un 85 en el examen del Lunes -que su amable profesora le notificó cuando le avisó de mi ausencia en la escuela y me valió otro castigo- me sacaría de la banda y me quitaría mi trompeta hasta fin de curso. Sorprendentemente en lugar de estallar ahí mismo, solo me puse nervioso -¿por qué? Aún no lo sé- y le dije que ya había conseguido a alguien que me ayudara. Mi padre asintió y mi madrastra habló por primera vez conmigo esa noche -es extraño verla tan severa- mencionó los grupos de estudio que se hicieron el día anterior y -por alguna desconocida razón- les dije que sí lo sabía, pero como me inscribí tarde había quedado en un grupo con la pelirroja y no con sus amigos, por eso era que no se los había dicho.

Ahora, por culpa de su excusa patética, su madrastra lo acompañaba a casa de Harukaze -ya que papá tenía que trabajar- para la tutoría, por suerte esta vez se le ocurrió llamar a Hazuki para preguntar cuando se reunía y dónde con su amiga para estudiar. Lo molesto de todo era que su madrastra decidió que se quedaría para acompañarlo de regreso -y que tendría que estar con más personas además de Hazuki… después de todo a ella le pidió ayuda y era vergonzoso que tanta gente lo supiera, solo eso-

Llegaron a la casa de la pelirroja y una versión más joven de ella -y más molesta en su opinión- los recibió "¿Quienes son ustedes?"

La chica los miraba con el ceño fruncido y Masaru estaba muy dispuesto a regresarsela, pero su madrastra le dio un pellizco en la espalda para que dejara de hacerlo "Hola este es mi hijo Masaru. Yo soy la señora Yada. Masaru dijo que su grupo de estudio se juntaría aquí"

La cara desconcertada de la enana le recordó a Masaru que olvidó el pequeño detalle de decirle a las chicas al respecto. La chica lo miró otra vez y pareció entender algo "Eres lindo...ya sé que pasa aquí... Adelante están en la sala"

Masaru estaba algo colorado por lo de lindo y que su madrastra diera risitas como tonta no ayudaba. El chico solo decidió ignorarla y caminar tras la mini-Harukaze molesta. Llegaron a la sala y la enana habló en tono cantarín y burlesco "¡Doremi! ¡Ya llegó tu futura desilucion amorosa!"

La chica miró confundida al chico, pero antes de que pudiera romper su fachada llegó su ángel de gafas -la parte de ángel es solo porque lo rescató nada más- Masaru se aclaró la garganta "Hola Fujiwara"

Hazuki lo observó un momento, luego a su madrastra y luego al chico que señaló discreto su cuaderno. Puso su sonrisa de ojos cerrados "Hola Masaru, me alegra que decidieras venir"

Y esa sola frase quitó la sospecha de su madrastra, porque la chica solo dijo lo necesario 'que bueno que decidieras venir' como si no lo hubiera confirmado -cosa que no hizo- y por eso no lo esperaban. Ahora ya calmado se acercó al sofá cerca de la chica y la mesa de centro "Lo que digas"

Doremi no entendía nada, pero tal vez su amiga lo invitó y olvidó decirle. Tal vez no sería tan malo, el chico prácticamente no hablaba, ni la saludaba. Ante lo último inflo las mejillas y miró al chico "Hola a ti también, Yada" la única respuesta fue un asentimiento de cabeza

Luego de eso la tutoría comenzó y pasó sin incidentes. Ahora Hazuki estaba sentada en el piso frente a la mesa de centro, anotando un ejercicio. Al momento de que los dos decían entender, aunque fuera solo para que la chica les dejara de preguntar, la timidez de Hazuki había sido reemplaza por su modo directora y los miró a ambos sin creerles "Bueno ya que entienden y me han seguido la pista... El primero que me diga cuánto es el resultado puede descansar, mientras el otro hace este que me dieron en mi escuela" levantó su cuaderno con un horrible ejercicio en el aire y los dos tragamos asustados. De inmediato decidimos que no queriamos hacerlo. Para mi mala suerte al voltear a ver que estaba haciendo la chica antes de este desafío, me encontré de frente con el lazo estorbando y no podía ver bien la pequeña pizarra sobre la mesa. No es que Hazuki lo hiciera a propósito, era solo que yo me senté tras ella y le aseguré que podía ver porque no quería arriesgarme a encontrarme con ella de frente, tan cerca otra vez, y que las dos personas molestas del cuarto comenzaran con sus irritantes preguntas -si hablo de Harukaze y mi madrastra que decidió que sería buena idea quedarse a observarnos- Así que cuando al fin pude anotar todo en mi cuaderno y ver que solo debía resolver las sumas y multiplicaciones que faltaban, Harukaze saltó de su asiento chillando feliz "¡Lo hice! ¡Lo terminé!" Hazuki tomó el cuaderno de su amiga y lo leyó lentamente, lo único que quería era que estuviera mal, pero ni siquiera Harukaze podía arruinar esto

Hasabe asintió "Entonces tuviste que hacer ese horrible ejercicio porque no podías verlo por culpa del lazo"

Masaru gruño bajo "Así es… tuve pesadillas hasta el dia del examen cuando también apareció"

Hasabe se estremeció ante el recuerdo "Al menos estuviste más preparado que el resto de nosotros" luego de un minuto miró a su amigo acusador "¿¡por qué no me dijiste que le pediste ayuda tu chica?! Pensé que te habías rendido"

Masaru apartó la mirada "No quería que nadie lo supiera es vergonzoso"

Hasabe sonrió pícaro y movió las cejas de arriba para abajo "Entonces no niegas que es tu chica"

Masaru se dio cuenta de l trapa de su amigo y lo fulminó con la mirada -aunque el tinte rosa no lo hacía tan amenazador- "¿Quieres que te siga explicando o no?"

Hasabe se dio los cinco mentalmente por su logro "Claro, claro"

Masaru se cruzó de brazos "Entonces no interrumpas"

2: Es un ladrón

"Esto es fantástico, hace mucho tiempo que no hacíamos algo juntos"

Masaru rodó los ojos ante el comentario de su madrastra. No es que fuera mentira, pero no tenía que gritarlo a mitad de la feria. Esa mujer no sabía lo que era ser reservada. Miró a su padre y lo vió hacer lo mismo cuando la mujer no estaba mirando. Eso le valió una sonrisa, sabía que su padre no lo defraudaría.

La mujer notó las acciones de sus dos acompañantes y puso una sonrisa algo amenazante antes de tomar el hombro de ambos "¿No creen que es fantástico?"

Ambos hicieron una mueca ante la presión en sus hombros y asintieron rápidamente. La mujer los presionó un poco más antes de soltarlos, satisfecha "Bien, entonces ¿qué tal si vamos a un par de juegos? No hay nada mejor para hacer a una chica feliz, como que su compañero le gane un premio en su honor"

Masaru no pudo evitar rodar los ojos nuevamente, aunque su padre fue un poco más inteligente y le dedicó una sonrisa a la mujer. Una vez que ella los adelantó, su padre lo miró suplicante "Sé que no solemos hacer estas cosas, hijo, pero deberíamos intentar, al menos por ella"

Masaru sabía que su padre no era de los que suplicaba, él tampoco -excepto por excepciones muy especiales- pero ahor alo estaba haciendo y no era por ella era por él. Su relación con su madrastra no era la mejor, después de todo ella era una batería ambulante y él un bloque de hielo. Tenía que dárselo, al menos lo intentaba -demasiado para su gusto- y su padre no tenía la culpa por su actitud -ya saben si no contamos el hecho de que lo heredó de él-. Suspiró y asintió "Claro papá"

Mientras más pasaba tiempo en la feria, más se sentía como una familia normal, aunque no podía evitar pensar que faltaba algo. La última vez que estuvo en una feria había estado buscando un obsequio, ahora no tenía un objetivo y eso era desconcertante. No importaba cuantos juegos ganara, no sentía haber logrado algo. No era de los chicos que les gustara estar rodeado de tanta gente, al menos no sin ninguna razón en particular. Él no frecuentó estos lugares de buena gana, solo por el hecho de que la gente tendía a ser molesta. Pero le había prometido a su padre intentarlo y eso era lo mejor que tenía como una meta, por ahora.

Estaban terminando de comer cuando el teléfono de su padre sonó, así que mientras ayudaba a deshacerse de la basura, él contestó. Eso fue hace diez minutos y su madrastra ya estaba comenzando a dormitar en la banca junto a él.

"Bien, comprendo. Adiós" su padre colgó y los miró culpable. Solo había una cosa que podía significar "Debo irme, algo pasó en el trabajo" exactamente eso.

Su madrastra se levantó y le dió un abrazo y un beso rápido "No importa con Masaru daremos unas vueltas más y regresaremos a casa. Suerte amor"

Su padre estaba algo colorado con las acciones de la mujer, en público. Definitivamente había salido a él, aunque no tenía que lidiar con nadie que lo hiciera -al menos nadie tan molesto y que era tan vergonzosa como él mismo o peor- El hombre se acercó a él y le sacudió el cabello "Compórtate y recuerda lo que te dije" Masaru asintió "Bien, los veré en casa"

Una vez que se fue su madrastra giró a verlo intrigada "¿Qué te dijo?"

Masaru rodó los ojos por milésima vez ese día y giró sobre sus talones para comenzar a caminar "Dijo que no hacemos estas cosas"

La mujer hizo un puchero y lo alcanzó "No seas malo Masaru, solo era una pregunta"

"Y eso es una respuesta"

"Bien adolescente gruñón. Mejor vayamos al salón de artesanías"

Masaru frunció el ceño "¿Por qué allá? No me gustan"

"Porque allá podremos hacerle un regalo a tu padre, ya sabes que su cumpleaños es hoy. Tenía todo planeado para hoy, pero con este imprevisto deberemos hacer unos cambios"

Masaru vió lo entusiasmada que se encontraba y respiró profundo. Era cierto que era el cumpleaños de su padre, era la única razón por la que accedió a venir. Además le prometió que lo intentaría "Bien, pero si te callas hasta que acabemos" Recibe un golpe en la cabeza

"No seas grosero"

Una hora después Masaru estaba aburrido en la mesa de artesanías. Su madrastra había comprado como un kilo de masilla y estaba concentrada en su trabajo, mientras que él ya había terminado el suyo hace media hora. Era un llavero -ya que era lo único que se podía hacer- con forma de trompeta -o eso esperaba- lo había pintado incluso y ahora no tenía nada qué hacer.

La mujer dejó un momento la masilla amorfa sobre la mesa, frustrada. ¿Por qué era tan difícil? Vió a su hijastro apoyado sobre la mesa con un pequeño llavero descansando frente a él. No sabía exactamente lo que era, pero lo había visto concentrado en ella, por lo que debe ser algo importante. Por el color, algo dorado. Al menos no era la única con cualidades artísticas deficientes, pero era a la única que le importaba. "¿No vas a hacer nada más?"

Masaru abrió un ojo para ver su montón sobre la mesa y alzó la ceja "¿Tú no vas a hacer algo?"

La mujer miró su pila desordenada y levantó la cabeza para salvar algo de orgullo "Al menos tengo algo que hacer." luego miró su llavero "Y no me conformo con lo primero que me salga"

Masaru entrecerró los ojos "No es como que quisiera hacer esto en primer lugar"

La mujer colocó una sonrisa traviesa -era la conversación más larga que habían tenido en todo el día- "¿Me estás diciendo que si quisieras lo harías mejor?"

Masaru asintió "¿Y tú me estás diciendo que aunque quieras hacerlo no puedes?"

"Claro que puedo, solo me falta algo de inspiración. No sé qué hacer"

Masaru sonrió "Si tú lo dices"

La mujer lo miró indignada "Por supuesto. Soy una gran artista. Podría hacer llaveros de nosotros si quisiera"

"¿Y qué te lo impide?"

"Nada. De hecho es lo que voy a hacer y verás que será mucho mejor que tu lo que sea de oro"

Masaru la miró enojado "Es una trompeta"

"Pues no lo parece"

La mujer miró al chico mirarla con enfado. Pero de repente le sonrió y la miró con arrogancia "Acepto"

Eso fue inesperado "¿Qué aceptas?"

"Haré otra cosa, lo que quiera y me quedará mejor que a ti"

"Bien, pero no puede ser ningún objeto sencillo o figura abstracta. Tenemos una hora para terminar. Y quien gane podrá pedirle al otro lo que quiera"

"Bien y ¿quien lo juzgará?"

La mujer miró alrededor de la tienda "Que sea la encargada. Así no favorecerá a nadie"

Masaru le tendió su mano "Es un trato" Su madrastra apretó su mano asintiendo y luego se volteó para que no viera su avance. Masaru la miró un momento antes de tomar más masilla y hacer lo mismo. Pero en cuanto volteó y vió su trompeta suspiró. Estaba perdido era un desastre y ni siquiera era difícil. El arte manual no era su fuerte ¿Por qué aceptó un reto que ni siquiera existía hasta que habló? Sencillo insultó su trompeta. Tal vez se lo tomó muy personal, después de todo era solo un triste y patético llavero que no quería hacer. Sin embargo la trompeta, y la música en general, es algo importante para él. Es una vía de escape, es una forma de demostrar lo que piensa sin tener que hablar -y es difícil que no lo escuchen de esa manera- además de que cuando comenzó a tocarla todos le dieron la espalda pensando que era un criminal… bueno no todos en realidad y era por eso que era aún más especial. Demonios esa mujer lo sabía, aceptó ir con ella a una sesión de estudio a la casa de Harukaze, con la mini-harukaze e hizo el ridículo frente a su amiga, solo para no tener que dejar su música. Se esforzó, sacó un 89 en el examen y con los créditos de la banda le dió más tiempo para mejorar y poder quedarse. Y ahora tenía que hacer un llavero, por su cuenta, que fuera mejor que el de su madrastra, pero ¿qué? Una trompeta no podía ser, primero ya tenía una y por más que le gustara, era fácil, para los estándares de los que hacen estas cosas… No podía dejar que esa mujer ganara, no era una bruja, pero de seguro le haría hacer algo ridículo como vestir elegante, invitar a Hazuki a cenar, que tomara clases de baile, que le diera flores a Hazuki sin que fuera su cumpleaños, que le diera un abrazo frente a todo el mundo o que Hazuki lo hiciera… Tal vez debería pensar en algo rápido… ¿Qué lo inspira? Bueno no era la artesanía y menos un llavero que tal vez solo conservaría para mostrar su victoria… ¿Tal vez música? Pero más complicado… Estaba perdido

Su madrastra, por su parte estaba entrando en pánico dentro de su cabeza. Estaba claro que ninguno de los dos era bueno, pero tal vez si se concentraba y pensaba en cómo se pondría su esposo cuando viera que progresaron… la parte de la apuesta podía dejarse a un lado… ¡¿En qué estaba pensando?! ¡¿Mentirle a su esposo?!... No mentiría, incluso el chico le diría si le preguntaba, ya podía verlo

Ambos llegando a casa, luego de un día largo. Ella triunfante, pensando en que pedirle a Masaru y el chico enojado a su lado. Su esposo los ve llegar desde su lugar en el sofá y sonríe "¿Cómo les fue?"

Ella sonríe y corre a sentarse a su lado "¡Maravilloso! ¡Incluso progresamos y mantuvimos toda una conversación en el centro de artesanías!"

El sorprendido miraría a su hijo caminar pasado el sofá hacia su cuarto "¿Es eso cierto? ¿Masaru? ¿En el puesto de artesanías? ¿Hablando en lugar de quejarse?"

Masaru la miraría furioso y se detendría un momento "No te hagas ilusiones, solo fue una apuesta" luego retomaría el paso y arrojaría la trompeta en su dirección "Por cierto... Feliz cumpleaños, papá"

Y entonces él la miraría en busca de confirmación "¿Apuesta? ¿Sobre qué?"

Ella solo daría una pequeña risita, antes de que toda la discusión comenzara…

¡Horrible! le dió un pequeño vistazo al chico tras ella para ver su avance y lo vió con los ojos cerrados, con un sonrisa que no había visto muy seguido, aunque sí el último par de semanas y sus manos moviéndose sobre la masilla y pintura… No se veía bien, pero el tiempo pasaba y al menos llevaba algo… Tal vez debería imitarlo y dejarse llevar. Respiró profundo y pensó en su esposo e hijastro, esto era por ellos.

Masaru no quería siquiera mirar lo que había hecho, tenía cinco minutos para que la competencia terminara así que guardó todo, dejando los dos llaveros sobre la mesa. Para evitar ver la pieza de su fracaso lo enganchó en su dedo índice y se preparó. Estuvo tanto tiempo con los ojos cerrados trabajando que ahora la luz era un poco fuerte, levantó su brazo para cubrir sus ojos cuando sintió que un niño tras de él lo empujaba y al sostener la mesa, lo sintió. Su mano tenía un peso menos, lo peor de todo era que no sabía qué era. Miró frenéticamente alrededor de la tienda y la calle y notó una cosa rara colgando en algo naranja "¿Por qué se me hace conocido?" Eso no importaba, si llegaba sin nada parecería un derrotista y no era uno. Dejó sus cosas donde estaban, junto al otro llavero para no perderlo y corrió tras la mancha naranja con la cosa colgante.

Estaba cada vez más cerca, estaba a punto de alcanzarlo, cuando el lazo -porque eso era- se fue corriendo -bueno la persona con el lazo, pero es lo mismo- y tuvo que alcanzarlo. Al doblar la esquina vio una punta del lazo entrar por una puerta… el baño de mujeres.

Ni muerto entraba ahí, no otra vez, mucho menos de forma consciente, así que se paró fuera y esperó. Unos minutos después escuchó la puerta y su voz "¿M-Masaru? ¿Esperas a alguien?"

Masaru levantó la cabeza con lentitud y la vio en su ropa de siempre, con el lazo ligeramente torcido por el peso extra del llavero, similar a aquella tarde en su cumpleaños… "Hazuki" la chica lo miró algo confundida y Masaru recordó la razón para esperar. Se aclaró la garganta y habló más fuerte esta vez "Fujiwara, no sabía que estabas aquí" ¿Estaba aquí con alguien?

Hazuki le mostró una pequeña sonrisa "Yo tampoco, el consejo estudiantil quiso venir para sacar ideas para el festival escolar, fue de última hora"

Por qué eso le tranquilizó, no lo sabía, pero lo hizo "Yo vine aquí por el cumpleaños de papá"

Ella asintió "Recuerdo lo del cumpleaños, pero no pensé que vinieran"

Apartó la mirada "Fue idea de mi madrastra"

"Eso suena más razonable" el comentario fue acompañado de una risita -no risitas de tonta, risitas de Hazuki, era diferente-

La miró con una pequeña sonrisa y alzó una ceja "¿No parece razonable que esté aquí porque quiera?"

La chica movió la cabeza de un lado al otro, balanceando el llavero "No sin un buen motivo, no te gusta estar rodeado de tanta gente. Para tí es molesto y para mi a veces vergonzoso, no creo que vendríamos a estos eventos solos y sin una buena razón"

La sonrisa se hizo más grande, la chica lo conocía demasiado bien. Y lo peor que en lugar de molestarlo por lo sincera, el que se incluyera a sí misma como antisocial -hasta cierto punto- lo hacía sonar mejor a sus oídos, muchísimo mejor... vio la hora y sabía que tenía que regresar, así que sacudió la cabeza y regresó con su fachada de indiferencia, aunque sabía que Hazuki sabía que era solo eso, una fachada, después de todo no podía serle indiferente, ni siquiera cuando estaba enfadado con ella "Debo regresar al salón de artesanías y bueno… creo que tienes algo que me pertenece"

Hazuki ladeó la cabeza y sintió el peso extra torcer el lazo. Lo miró tímida "Está en mi lazo ¿verdad?" Masaru asintió. Hazuki elevó su brazo y tomó el llavero, pero estaba atascado.

Masaru la vio complicada y se acercó para ayudarle. Estaba frente a ella con ambas manos tras su cabeza intentando desenredar el llavero, cuando la chica comenzó a hablar en voz baja "Lo lamento. Doremi intentó un hechizo para encontrar su llavero de la suerte, pero lo arrojó sobre mi lazo en su lugar. Debe ser por eso que perdiste tu llavero, perdón"

Masaru negó con la cabeza "No importa, no fue tu culpa. Lo que no entiendo es ¿por qué fue solo mi llavero?"

Hazuki se encogió de hombros "Tal vez necesitabas suerte en algo"

"Si, suerte para hacer un llavero"

Los dos se rieron un momento hasta que escucharon la voz de la madrastra de Masaru "¡Masaru, ahí estás! ¡No salgas corriendo así otra vez!" la mujer se detuvo al ver a su hijastro rodeando con los brazos a una chica, que se le hacía conocida, y por su propia voluntad. Lo miró con una sonrisa pícara "¿Interrumpo?"

Masaru maldijo interiormente, de esta no salía invicto. Acabó de desatorar el llavero y lo quitó del lazo, que ahora se aferraba a su reloj "Estúpido lazo"

Hazuki notó el problema del chico y lo miró apenada "Si es más sencillo me lo quito"

La mente de Masaru se volvió blanca un momento. No era una mala idea, de hecho verla con el lazo torcido le recordó el día de su cumpleaños y cuanto había querido quitarle el accesorio de la cabeza, pero no lo había hecho por… no sabía muy bien -y tampoco quería admitirlo- pero ahora ella se lo ofrecía, así sin más. Jamás se quitaba el estúpido lazo y solo porque lo vio aproblemado se lo ofreció. Miró a su madrastra muy feliz observándolos y suspiró. Aún no sabía que pasaría cuando la viera sin ese lazo, pero sin lugar a dudas no quería que nadie más lo viera y se lo dijera "No te preocupes, ya casi está" Sacó su reloj y retrocedió todo un pie "Perdón por eso"

Hazuki le dedicó su sonrisa -y si no era solo para él, se encargaría de que así fuera- "Yo soy quien debe pedir perdón" vio la hora "debo irme, las chicas quieren hacer un tour por todos los puestos. Deseale feliz cumpleaños a tu padre por mí"

Masaru asintió y se llevó a su madrastra de regreso al puesto de artesanías, si hablaba algo más frente a su madrastra con su amiga, lo molestaría por el resto de su vida. Tomaron sus lugares y esperaron a que llegara la encargada para que evaluara sus trabajos. La mujer alzó un ceja elegante, sonriendo "¿Me vas a decir por qué corriste tras esa chica?"

Masaru intentó mantener su tono normal y su ligero calor en las mejillas al mínimo "Un chico me dio una patada cuando acabé con el dichoso llavero y salió volando. Fujiwara estaba de paso y se enganchó en su lazo"

La mujer asintió lentamente "Fujiwara ¿eh? ¿Ya la conocías?"

Masaru decidió cortar por lo sano "Es la chica que me hizo clases, junto a Harukaze"

Ella asintió y no habló más. La historia tenía sentido. Además cuando los vio no notó nada fuera de lo normal, excepto por ese momento de duda en la cara de Masaru, cuando la miró antes de hablar. Pudo deberse a que pidió disculpas por su torpeza, algo que le era muy vergonzoso de hacer, al menos por lo que sabía… Sin embargo había algo. La forma en que dijo el apellido de la chica era...diferente… tal vez le daba muchas vueltas al asunto, tal vez solo le tenía respeto por haberle ayudado a pasar ese examen, tal vez era algo más… aunque su instinto de madre o madrastra le decía que era eso y más… ya tenía un nuevo proyecto.

Al final tono el reto fue para nada. Su madrastra hizo un par de personas de palito mutantes que se suponía que eran ellos y Masaru hizo violín calidad Harukaze, humillante para ambos, sobre todo cuando la encargada declaró un empate para no ofender a ninguno.

A pesar de eso, Masaru enganchó el pequeño intento de violín en sus llaves y le dio la trompeta a su padre con su mejor sonrisa de 'mira lo que me hiciste hacer… y feliz cumpleaños'... Su madrastra no tuvo que preocuparse por lo de la apuesta, ya que su esposo supuso todo este tiempo que no encontraría otra forma de que lo lograra

Hasabe lo pensó un momento antes de hablar "No es que quiera interrumpir, pero para aclarar ¿Este lazo de alguna forma, que no me dices, te robó tu llavero de la suerte, que recién me vengo a enterar que tienes?"

Masaru lo miró "Así es y no, no te dejaré verlo"

Hasabe bufó medio molesto, medio divertido "A veces me pregunto cómo tratas a tus enemigos si ni siquiera me dejas ver un llavero"

Masaru jugó con las llaves en su bolsillo y finalmente las sacó "No es lo que piensas"

Hasabe vio los dos llaveros que tenía su amigo, uno de llave musical que él le obsequió en su cumpleaños y una cosa café, que más de cerca parecía un violín… pero ¿por qué sería un violín? Masaru tocaba la trompeta...un recuerdo de hace un año le vino a la cabeza de una persona con un estuche de violín y sonrió Por eso le molestó tanto casi perder ese llavero, ahora comienzo a entender su odio…

Masaru vio la sonrisa a sabiendas de su amigo y guardó sus llaves Si le contara toda la historia se pondría peor… "¿Quieres que siga? ¿o ya me vas a ayudar?"

Hasabe quería seguir averiguando más al respecto, algo le decía que le iba a donde se dirigía esto "Sigue"