El mundo mágico no volvió a ser igual desde el día que Harry Potter derrotó a Voldemort, la sociedad vivía tranquila, eventualmente la ausencia se dejó de sentir y el dolor disminuyó, pero nunca olvidaban a aquellos que habían dado su vida por un mundo mejor; Han pasado diez años desde la gran batalla en Hogwarts, Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley son conocidos el trio de oro, aquellos héroes al que se les debe la paz, las personas vivian muy pendientes de su vidas privadas, ya que los consideraban como realeza, algo que no les agradaba mucho.

Harry, después de tantos años de vivir amenazado y cargando al mundo en sus hombros, ahora se encontraba comprometido con Ginny Weasley, mientras que sus dos amigos Hermione y Ron mantuvieron una relación que los llevó a comprometerse pero abruptamente un mes después cancelaron sus planes, terminando con la relación , nadie conocía las razones, se limitaban a decir que no había funcionado y no se imaginaban juntos en un futuro, pero Harry que los conocía también no podía evitar notar la tensión entre ellos cada vez que estaban en una habitación o la manera que su amiga evitaba hacer contacto con su ex prometido o como él la miraba apenado.

Ciertamente muchas cosas habían transcurrido a lo largo del tiempo en el mundo mágico, tanto para el lado vencedor como para aquellos que se vieron afectados al estar en el lado equivocada de la guerra, entre ellos, Los Malfoy.

En la Mansión Malfoy muchas cosas habían cambiado, empezando por la decoración del lugar y las áreas prohibidas en las que nadie se atrevía a entrar , sin embargo, el mayor de los cambios había sucedido en los integrantes de la familia y su dinámica. Por más que pasaran los años Lucius no había dejado de ser arrogante, sus creencia sobre la sangre pura se mantenían pero fueron perdiendo fuerza y control sobre su vida, pero jamás compartía esto con su hijo, para su único heredero él seguía obsesionado con la sangre limpia, el hombre suspiró, se sentía débil y cansado, en ocasiones lograba ocultar su malestar pero en otras como ese día, era imposible ignorarlo, sacudió su cabeza cuando escucho unos golpecillos en la puerta, para después abrirse dejando entrar a su despacho a su único hijo.

-¿Me has llamado, padre?- preguntó con calma, Draco Malfoy ciertamente era una persona distinta, se le veía más callado, más encerrado en sí mismo pero siempre ponía una nueva cara cuando debía enfrentarse a la comunidad, pues no se permitiría que lo vieran de una manera distinta.

- Así es, llevó horas encerrado en esta oficina contemplando mi futuro y me he dado cuenta que este quizá no sea posible para mí, mi salud es cada vez peor y necesito estar seguro que mi familia estará bien, que mi herencia quedara contigo y que harás con ella lo correcto.

Draco se incomodó con el tema de conversación no le gustaba cuando su padre hablaba de esa manera, como si solo le quedaran horas de vida, pero la verdad era que nadie sabía que estaba pasando con él, después de tanto, todos habían aceptado su condición pero no por eso lo hacía más fácil, al igual que él trataban de evitar salir de la seguridad de su Hogar, a pesar de los años, las personas no parecían verlo con buenos ojos, cosa que entendía, de inmediato su mano derecha se colocó sobre la marca tenebrosa, la que tanto despreciaba y deseaba que desapareciera.

-Padre, ya no pienses en ello, tu vivirás muchos años más- intentó calmarlo

-Ambos sabemos que no es así, antes de partir me gustaría verte cumplir con tus responsabilidades como mi heredero, formar una familia propia, que no cometas mis errores y sobre todo que regreses el prestigio a nuestra familia – se pauso para ver la reacción de su hijo, solo lo vio contener la respiración – has hecho bien en trabajar en el ministerio de magia con eso tenemos un punto a nuestro favor, has hecho algo inteligente al fin

El joven Malfoy se sorprendió al escuchar ese cumplido, a pesar que después de la guerra su padre intentaba ser un poco más amable con él sin embargo a veces era muy difícil que le expresara palabras de aliento, siempre que se daba cuenta de lo que decía era casi dulce, endurecía su rostro y soltaba algunas palabras acompañadas de falso veneno y frialdad

-¿De qué se trata esta vez, padre? - Preguntó un poco cansado de los locos planes de su padre o de la misma conversación de siempre, en la que le repetía que debía buscar una esposa y tener un varón para asegurar la continuidad de la familia

Lucius miró a su hijo como si lo que fuera a decir pudiera evitar su propia muerte, que de hecho podría hacerlo, pero esos era detalles que se guardaba para sí mismo. Respiró profundo, necesitaba hacerlo, necesitaba ver una vez más al que solía ser su hijo y no la sombra de lo que había quedado de él, con lo que estaba a punto de decir esperaba cambiar la situación para siempre.

- Tal vez te suene loco, pensarás que definitivamente perdí la razón pero creo que ha llegado el momento que asumas tu responsabilidad, a pesar de mi insistencia y la de tu madre, no has querido mantener una relación seria, pero se ha terminado ¿me escuchaste? Es momento que elijas una esposa y te cases lo antes posible, pero no cualquier persona, necesitas encontrar a alguien que pueda brindarnos seguridad, honor y prestigio, no las mujeres con las que sueles pasearte.

El joven suspiró, no es que el fuera un mujeriego, la verdad era que las mujeres se le insinuaban, todas buscando conocer al misterioso Draco Malfoy o buscando el dinero que su familia había recuperado con los años y sin mencionar la herencia de los Black, no entendía porque las mujeres buscaban al chico malo de las historias, en verdad se aprovechaba de eso, las llevaba a su cama esperando llenar el vacío que sentía, pero nada había funcionado. Su padre tenía razón, era momento de cumplir con su deber, pero como se supone que haría eso si las mujeres que podrían calificar para ser la señora Malfoy ni siquiera lo volteaban a ver, nadie quería relacionarse con un mortifago.

- La única persona dispuesta a hacerlo y que aún le queda un poco de honor, es Pansy, solo somos amigos, pero a ambos nos criaron para esto ¿no?- en realidad a Draco no le parecía mal, pansy era bonita, se conocían de toda la vida, confiaba en ella y sobre todo era su amiga.

- No, no lo entiendes, necesitas, necesitamos algo radical, a alguien que nadie pues cuestionar, alguien diferente – bufó- tengo una persona en mente

El rubio se sorprendió, no conocía a alguien más que aceptara acercarse a él, un nudo se formó en su garganta, temía conocer la respuesta ante la pregunta que estaba a punto de hacer.

- ¿Quién? ¿Qué mujer crees que logrará todo lo que deseas? – preguntó amargamente

- Es una Sangre sucia

No pudo disimular su shock, no le estaba agradando ni un poco hacia donde se dirigía la conversación, lo peor fue que la única persona que se le vino a la mente a escuchar las últimas palabras de su padre fue Hermione Granger.