Disclaimer: No soy dueña de Harry Potter ni ningún otro personaje, excepto Daisy.

Definitivamente, quizás

Cuéntame la historia

Cuando aquel sobre que contenía los papeles de divorcio que yo debía firmar cayó en m mesa no pude evitar pensar en lo que se había convertido mi vida. Ahora pasaba mis días trabajando en el Departamento contra el uso indebido de la Magia, en otras palabras, solucionando los problemas creados por los futuros magos y brujas de Inglaterra. Sí, tal y como había soñado hacer. Por si no lo habéis captado estaba siendo sarcástico. De todas maneras no todo en mi vida es malo, los martes y jueves son mis días favoritos ya que salgo pronto del trabajo y voy a recoger a mi hija Daisy a su escuela muggle. Su madre y yo, como ya sabréis, estamos en pleno proceso de divorcio así que cada minuto que paso con mi pequeño ángel es bien recibido aunque, si hubiese sabido lo que me esperaba ese día, probablemente habría tenido trabajo hasta muy tarde y no habría podido ir a buscarla, pero los niños son imprevisibles y no había manera de que yo pudiese imaginar lo que me esperaba.

La escuela era un absoluto caos y sentí que ese caos me envolvía a mí también cuando Daisy se acercó.

-Necesitamos hablar - ¿Por qué de pronto me sentía como un niño de cinco años frente a su madre que acaba de descubrir que ha hecho algo malo?- ¿Cómo puede un niño ser un accidente? ¿Cómo puedes metérsela a alguien por accidente?

Oh. Dios. Mío. Ha llegado el momento. LA charla. ¿Qué le voy a decir? No es que sepa que decirle o como ¡a mi nadie me explicó nada! Quizás sólo deba llamar a su madre y decirle que… se lo explique, aunque probablemente me acusará de no cumplir con mis deberes paternales. Bien, se fuerte Harry.

Eso es… complicado –Mi alegría por haber logrado una respuesta se desvaneció tan pronto la vi sonreír, sabía que algo tramaba y debía actuar rápido antes que dijese alguna barbaridad – No es que su padre se haya confundido, verás… el accidente es que su madre quedó embarazada. Digamos que estaban practicando, ensayando y el embarazo se adelantó - ¡Bien Harry! ¡Vas muy bien!

Papá, ¿Yo fui un accidente? – Había bajado la mirada. Oh, mierda, la verdad no le gustará, no la necesita.

No, claro que no. Te queríamos, sabíamos en que nos metíamos.- Sonreí y besé su frente.

Pobre e inocente Harry, pensé que con eso se habían acabado las preguntas del día. Amaba ser padre, pero la curiosidad de Daisy rebasaba límites, siempre tenía algo que preguntar y siempre tenía que ser algo que yo no podía responder. Así que en cuanto llegamos a casa, a mi casa, una nueva bomba cayó:

Quiero que me cuentes la historia de ti y mi mamá. Cuéntame como pasó y quiero la historia de verdad no la edulcorada versión feliz y libre de problemas.

Algún día te contaré la verdadera historia de tu madre y yo – ¡Que no insista más, que no insista más! ¿Dónde esta Voldemort ahora que le necesito? Voldemort… venga, Harry, te enfrentaste y ganaste al mago más tenebroso que ha existido jamás, puedes con tu hija de nueve años.

Déjame adivinar… ¿Cuándo sea mayor? – Desde luego era pequeña, pero no tonta así que me puse a reír. – Soy diez segundos mayor que antes ¿Me la cuentas ya? ¿Tuviste otra novia antes de mamá? Vamos, papá, dime toda la verdad – reí otra vez, no saldría vivo de esta. Resoplé y le contesté

Tuve dos novias serias y otras tantas no tan serias – me miró de una manera que no supe relacionar con ninguna emoción- ¿Qué pasa?

Son… muchas, eras como una puta, pero en versión chico. – ¡Bien! mi hija me acaba de llamar puta. Desde luego es hija de su madre.

Mamá también habrá tenido otros novios. Quizás uno tonto y otro malo o… ¡quizás los dos! – Esto se me está escapando de las manos…- Quizás tu y ella fuisteis mejores amigos y justo cuando ibas a metérsela a alguien más…

Vale, vale

te diste cuenta que la querías

¡Hora de dormir!- ¿o debería decir tiempo muerto?

¡Oh, papá! Sólo quiero saber porqué ella, por qué te enamoraste de mamá…

Pues, porqué era guapa, inteligente y divertida

¡Claro! Y ahora es fea, tonta y aburrida – ¿Hay alguna manera de ganar alguna vez?

No, es complicado.

Cuéntame la historia, quizás así descubramos porqué te enamoraste de ella y… todo vuelva a ser como antes –Eso me rompió el corazón, el divorcio estaba afectando a Daisy más de lo que yo hubiese querido y se empeñaba en juntarnos a mi y a su madre otra vez. – Necesito saberlo, ¡por favor! – Oh, no. Cara de corderito degollado y ojitos verdes llenos de lágrimas… ¡No me hagas esto!

¡De acuerdo! Te contaré la historia, pero no te diré quien es tu madre, lo tendrás que averiguar. Cambiaré nombres y hechos. A ver que tan lista eres.

Me gusta, una historia de amor con misterio – Sonrió con suficiencia y yo no pude evitar reír- Espera a que me acomode y empieza.

Muy bien- la esperé- Había una vez, antes de que los magos usasen la tele, Internet y móviles…