¡Hola, estimada gente! ¿Cómo se encuentran hoy? Espero que bien, de corazón ^^

Este vendría siendo mi primer fic en general, además de que no lo estoy escribiendo sola ya que me está ayudando bastante una amiga mía así que… Podría decirse que en realidad lo estamos realizando dos personas ^^U El resultado final por ahora me parece satisfactorio así que… Decidí subirlo :)

¿Qué contiene esta historia? Pues… Comedia, en lo principal ^^ También contiene una cantidad considerable de OC ¡Pero esperen! Que también hay algo especial que haremos con ellos, ya verán que :)

Espero con sinceridad que les guste ^^

Disclaimer: Amour Sucré no nos pertenece a nosotras, sus personajes pertenecen a ChiNoMiko. Solo son de nuestra creación los personajes originales.


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Prólogo: La gran plaga.

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Caos. ¿Acaso existía alguna palabra mejor para definir la situación que se estaba desarrollando frente a sus ojos? La respuesta es sencilla: No.

Lo único que podía hacer la anciana era quedarse parada en el centro del pasillo, con los ojos abiertos como platos y la boca entreabierta mientras a su alrededor escuchaba todo tipo de gritos, quejidos, lloriqueos y exclamaciones del tipo "¡Quítamela, quítame esa cosa de encima!" Un montón de moscas se le acercaron y comenzaron a volar cerca de su rostro pero ella no les prestó atención, su mente estaba más concentrada en intentar comprender qué diantres estaba pasando.

Ya sabía muy bien que época era, el principio de la primavera y por ende cuando los insectos comienzan a salir de sus refugios para comenzar con sus actividades nuevamente, pero… ¡Pero nunca había visto una invasión de tal magnitud! De un día para otro el instituto Sweet Amoris había sido atacado por todo tipo de plagas y encima al mismo tiempo. Mosquitos, cucarachas, abejas, moscas, hormigas, avispas… Parecía que durante el invierno se hubieran organizado y decidido a lanzar un ataque a escala mayor para poder arrasar con todo a su paso.

—Madre mía… —Murmuró la directora para ella misma sin poder despegar los ojos del espectáculo de sufrimiento que se había formado en su propia escuela.

¿Por dónde empezar? Veamos… ¡Ah, sí! Por ejemplo, justo en ese instante, una chica pasó corriendo al lado suyo como alma que se la lleva el diablo mientras se cubría la cabeza con las manos, detrás de ella venía un enorme enjambre de mosquitos que habían encontrado una buena presa, ideal para dejarla seca de sangre. Por otro lado un muchacho joven terminó siendo golpeado en la cara por una mosca, por el reflejo terminó dejando caer el sándwich que tenía en la mano al suelo y en menos de un segundo este terminó completamente infestado de hormigas, quienes no tardaron en dejarlo como un bulto negro en el suelo.

Cristo redentor, salvador y señor de todos los santos… Los bichos se habían adueñado por completo de su escuela, estaban por todas partes y haciendo lo que se les plazca con todo lo que se encontraba allí. De repente la puerta del baño de mujeres se abrió con un portado y de allí salió corriendo una joven que huyó despavorida de inmediato, gritando:

—¡Qué asco, qué asco, qué asco!

Y como si con esas palabras las hubieran invocado, del cuarto de baño salieron un montón de ranas dando brincos, quienes procedieron a intentar comerse a las moscas apenas lograron ponerles un ojo encima. ¡¿Pero qué demonios hacían esos batracios aquí?!

Solo faltaba una cosa para empeorar todavía más la situación… Cosa que se cumplió de inmediato. La puerta de su oficina se abrió un poco y, de esta, asomó la cabeza un pequeño perrito de pelaje color café y que encima meneaba la cola emocionado. La directora jadeó horrorizada al ver como su mascota salía de su despacho como hacía regularmente, y apenas notó una rana que lo observaba fijamente… Ya sabía que es lo que se traía entre manos, o más bien, patas.

—¡No, no, no! ¡Kiki, no! ¡No hagas eso! —Chilló la anciana con la esperanza de que el animal le hiciera caso, pero fue completamente en vano.

Apenas terminó de decir esas palabras el perro saltó directo hacia la rana, pero esta dio un brinco y le esquivó con velocidad para luego aterrizar encima de su lomo como si nada hubiera pasado. El batracio escaneó el lugar rápidamente en busca de otra mosca y rápidamente la localizó… El único inconveniente es que esta se encontraba volando feliz y sin preocupaciones cerca del rostro de la directora. Así que, sin ton ni son…

¡Zas!

La lengua de la rana se estiró para intentar alcanzar al insecto, y en el proceso terminó pegada a la cara de la anciana haciéndola tiritar del asco. Pasó un buen par de segundos hasta que finalmente se despegó de su mejilla y el bicho volviera a brincar para bajar del lomo de Kiki, desapareciendo en el pasillo.

La directora se quedó quieta y en estado de shock por unos minutos, hasta que su sorpresa se convirtió en furia. ¡Bien, pues si así iban a hacer las cosas entonces iba a tomar cartas en el asunto y al demonio con todo! Con una expresión de enojo evidente y dando pisotones se metió a su oficina antes de alcanzar el micrófono que estaba conectado al sistema de parlantes de la escuela.

—¡Atención a todos los estudiantes del instituto Sweet Amoris! ¡Dentro de quince minutos quiero que TODOS vayan al auditorio, se hará un anuncio importante! —Gritó sin contemplaciones antes de tirarse un poco los pelos y alcanzar el teléfono, marcando un número que ella se sabía de memoria.

Estúpidas plagas… No iban a detenerla ni a evitar que se siga dictando clase.


El auditorio estaba en completo silencio, salvo por el ocasional ruido de una mano impactando contra la piel para aplastar a algún mosquito polizón que se posaba sobre esta junto a los zumbidos que realizaban las alas de algún bicho volador. ¿El motivo? Sencillo, la querida vieja tatarabuela de Matusalén (Apodo que le habían puesto de cariño, por supuesto) que tenían como directora en su preciado instituto había citado a todos los estudiantes presentes al auditorio para hacer un anuncio que, según ella, era demasiado importante como para que alguien se quede sin oírlo. ¿No podía simplemente haberlo dicho por los parlantes? Habría sido una mejor opción, después de todo… ¡Quedarse quietos en la misma posición cuando hay miles de mosquitos queriendo comerte la piel no es la sensación más placentera del mundo que digamos! Peor cuando hacía calor, y donde había mucha gente amontonada eso también significaba sudor y cuerpos pegajosos… Sin lugar a dudas el peor momento para que el aire acondicionado se descompusiera.

Pasados un par de minutos de aplastamiento de mosquitos escucharon unos pasos en el escenario, y la señora directora se apareció con su folio hecho un rollo y alejando al enjambre de insectos que parecía querer devorarla por completo. Bueno, al menos ellos no eran los únicos sufriendo… Cuando por fin se vio liberada ella se acercó al micrófono y observó a todo el alumnado con el ceño fruncido y ganas de querer matar a alguien por la frustración.

—Muy bien, alumnos del instituto Sweet Amoris. Como imagino que ya se habrán dado cuenta, nuestra escuela actualmente se encuentra… Sufriendo de una pequeña plaga —Comenzó a hablar, provocando que casi todo el mundo rodara los ojos. ¿"Pequeña" plaga?— Así que me he visto forzada a tomar cartas en el asunto. Primero que nada acabo de contactar con la fumigadora y dijeron que no saben cuándo estarán disponibles debido a casos similares en otras ciudades. Por lo cual me veo forzada a tener que cancelar las clases hasta nuevo aviso.

…Cinco. Cuatro. Tres. Dos. Uno.

De inmediato un montón de alumnos saltaron de sus asientos y comenzaron a silbar y festejar, abrazándose y felicitándose mutuamente por la noticia que se les acababa de dar. ¿Qué es mejor que tener que librarse de los malditos insectos? ¡Muy sencillo, no tener nada de clases en primer lugar! ¡Que vivan las plagas, que viva la primavera y que viva la-¡

—¡Vuelvan a tomar asiento, aún no he acabado de dar mi mensaje! —Chilló la anciana con un tono de voz cargado de molestia, mandándoles escalofríos al grupo de alborotistas quienes se sentaron de inmediato— El que se cancelen las clases aquí no significa que el periodo lectivo se va a abortar en lo más mínimo. Por lo cual realicé otra llamada y logramos acordar que a partir de la próxima semana TODOS los estudiantes del Instituto Sweet Amoris asistirán a clases en el Instituto Blackthorn, cuta directora es mi hermana mayor.

—¿La vieja tiene hermana mayor? Pues esta debió haber conocido a Adán y Eva con la edad que tendrá —Le susurró cierto pelirrojo a la persona que tenía al lado, quien se cubrió la boca y ahogó una risa para que no le descubrieran.

—Señor Castiel ¿Hay algo que le gustaría agregar al anuncio? —Preguntó la directora con una ceja arqueada, y al ver como el alumno en cuestión solo se cruzaba de brazos y la ignoraba soltó un bufido— En todo caso, ese es el anuncio que quería hacerles: A partir de la próxima semana las clases se dictarán en el Instituto Blackthorn, a la misma hora de siempre. Ah, y una cosa más: ¡También tendrán que comprar el uniforme obligatorio, porque allí si se aplica el código de vestimenta! Eso es todo alumnos, nos vemos la próxima semana y de más está decir: ¡AL QUE SE LE OCURRA NO APARECERSE REPETIRÁ EL AÑO!

Terminado el anuncio, la anciana procedió a apretar su folio y salir del lugar dando pisotones, dejando solos a los estudiantes quienes de inmediato soltaron un gruñido colectivo. ¡Les arruinaron los planeas que ya habían formado en menos de cinco minutos para sus vacaciones improvisadas, lejos de la escuela de los insectos y los bichos feos! Los rumores no tardaron en comenzar a esparcirse… El Instituto Blackthorn. ¿Qué tal sería el lugar? ¿Los alumnos que estudiaban allí y que serían sus compañeros temporales eran buena onda o les harían la vida imposible? ¿El uniforme sería horrible, espantoso y ochentero? Esa última duda parecía aterrar especialmente a cierto peliazul amante de la moda. ¡Si terminaba siendo feo se pegaba un tiro, antes muerto que llevar un uniforme diseñado por alguien sin manos!

Bueno, solo había una forma de responder todas esas preguntas… Yendo al dichoso instituto en primer lugar. ¡Hey, tal vez no sería tan malo, era como una aventura!

Si, una aventura… Una aventura directo al infierno. ¡Malditos insectos!


Y… ¡Corte! Listo, aquí se acaba el prólogo, algo corto pero satisfactorio también ^^

¿Les gustó? Ojalá que sí, porque este es tan solo el comienzo de esta historia tan rara, caótica y que es difícil de explicar en una sola frase (?)

Ahora bien, lo que queríamos explicar desde un principio: ¿Qué es lo que vamos a hacer con los OC? Sencillo. Lo que cualquier persona se espera de un fic con OC es que normalmente estos terminen con parejas canon, pero… Tal vez este no sea el caso.

¿La razón? Muy sencilla, vamos a dejar que el público escoja las parejas. ¿Qué quieren ustedes? ¿Personaje x OC? ¿Personaje x Personaje? ¿OC x OC? ¡La elección es de ustedes! Solo hay un pequeño límite: Nada de Yaoi ni Yuri, aquí todos menos Alexy y uno de los OC, ya verán cual, son completamente heterosexuales ._. Perdón por los sueños que lleguemos a romper…

Y ya, ahora si, eso sería todo. Todavía no se abren las "Votaciones" para las parejas, recién cuando vean al menos a la gran mayoría de los OC en el próximo capítulo recién dejaremos que la gente decida ^^ Y hasta entonces…

¡Nos vemos luego!