Éste fic lo hizo mi hermana, y, como yo soy tan buena, se lo estoy subiendo n.n. Espero que les guste...


Sólo escúchame.

Confusion.

Sería otro funesto día en el cuartel de akatsuki para Deidara, simplemente insoportable. Debería aguantar nuevamente las molestas bromas de Hidan, las jugarretas de Tobi y la indiferencia de Sasori, esto último era lo que más le dolía. Hacía ya mucho tiempo que el rubio se sentía atraído por su compañero y aprovechaba toda oportunidad para estar cerca de este, se sentaba a su lado para comer, buscaba sus roces por pequeños que fueran, incluso, muchas veces le tiró indirectas pero nada daba resultado. El chico le respondía con una expresión totalmente vacía sin siquiera dirigirle una palabra. Una vez decidió ser directo.

-emm… Sasori un… - le tocó el hombro y esperó a que se diera vuelta.

-¿Qué pasa?...- miró a Deidara un poco aburrido.

-¿Podemos hablar un momento en privado? – dijo sonrojándose.

Caminaron saliendo de la guarida, ambos en silencio, uno de ellos más bien tenso y el otro impávido.

-¿Me vas a decir que quieres o no? – Dijo el pelirrojo sentándose bajo la sombra de un gran árbol.

-Bueno…lo que sucede…es que necesito decirte algo muy importante- comenzó a contestarle mientras se sentaba a su lado

-…. - miró de reojo a Deidara sin demostrar interés alguno.

-...Sasori…tú me gustas un…- susurró despacio como sin querer que le oyera

Como respuesta Sasori se paró de su lugar y caminó de regreso, no miró hacia atrás, no se molestó en contestar esa declaración, tan solo caminó.

No se volvió a hablar del tema, es más, parecía que apenas y se decían lo necesario al ser compañeros y compartir la casa. Cada uno, a simple vista, siguió su vida como si nada hubiera pasado. Aunque el rubio se sentía destruido por dentro, no solo le fue difícil aceptar que le gustaba una persona de su mismo sexo sino que al declarársele no obtuvo respuesta, si hubiese escuchado un rechazo por lo menos estaría seguro de que no le interesaba, pero la indiferencia le era aún más dolorosa.

Su sufrimiento fue empeorando, a medida que avanzaban los días se volvió vulnerable a las típicas burlas de Hidan, antes lo soportaba. Estaba acostumbrado a ser llamado princesita, chica dorada o cualquier otro estúpido apodo que denotara que parecía del otro sexo. Pero ahora se estaba desesperando, necesitaba hablar con alguien, alguien que le escuchara ya con eso estaría más tranquilo.

Se levantó un poco adormilado y se dirigió al baño. Llenó la tina agua caliente y lentamente empezó a librarse de su pijama, introdujo un pie primero probando la temperatura y luego metiéndose del todo.

-Debo hablar con alguien, si sigo guardándome esto…enloqueceré…- Se sumergió completamente con los ojos cerrados y sintió como su cabello se movía libremente por el agua rozándolo de vez en cuando.

Salió del baño con unas cuantas gotas deslizándose por su pecho y con nada más que una toalla cubriéndole desde la cintura hasta un poco más arriba de las rodillas. Sacó del ropero su capa, una camiseta negra y un pantalón del mismo color.

Luego de vestirse y arreglarse el cabello se dirigió sin ánimos a desayunar, caminaba lentamente y arrastrando los pies. Al llegar al comedor se dio cuenta que no había nadie más que Zetsu, sentado cerca de la esquina leía tranquilamente un libro de un nombre que no alcanzaba a distinguir.

-Buenos días- Dijo desganado

-Buenos días…- le respondió el chico mirándolo de reojo por encima de su libro

Deidara tomó un trozo de pan y se sentó al frente de su amigo. Comió despacio intercalando cada mordida del pan con un bostezo.

-¿Estás bien?...- Preguntó Zetsu dejando de lado el libro y mirando al otro a los ojos- este ultimo tiempo has estado bastante extraño…

-¿Extraño?... ¿A qué te refieres? Un…- contestó volviendo a bostezar

-Me refiero a que te comportas distinto, hace tiempo que no escucho nada explotar y ni siquiera has golpeado a Tobi o recriminado a Hidan por sus comentarios.

-Pero ¿por qué me preguntas? Yo nunca te molesto cuando no tienes hambre o cuando no hablas contigo mismo un- estaba un poco molesto ¿Qué le importaba a Zetsu como se sentía el?

-Disculpa, solo me preocupaba por ti- Se levantó un poco ofendido, cogió su libro y se dirigió al patio para sentarse en el pasto y leer en paz.- Deidara…-suspiró- parece que tampoco es posible hablar contigo.

Después de un momento comprendió que había sido grosero, su compañero solo le preguntó si estaba bien, cosa que nadie más había hecho por él ni una sola vez. Caminó en la dirección en que se había alejado el chico pero no lo divisaba.

-¡¡¡Zetsuuuuu!!!...-gritó. A lo lejos vio una sombra y se acercó corriendo- Zetsu…

-¿Qué sucede?- Preguntó secamente sin apartar la mirada de su libro

-Lo lamento un…- Se sentó a su lado y agachó la mirada- Tú solo querías saber cómo estaba y yo te traté mal…- Estaba bastante apenado

-Así que…al final te diste cuenta…- Cerró su libro y lo dejó a un lado

-Discúlpame…fui un grosero- apoyó los codos en sus rodillas y continuó con los ojos fijos en el pasto

-Está bien… te disculpo, solo creí que necesitabas un amigo –le dio una palmada en la espalda al rubio.

-Gracias…-levantó la cabeza y se perdió viendo el horizonte- Últimamente he estado muy confundido y… me sentí muy solo.

-Si quieres podemos hablar, tal vez te pueda ayudar- Le sonrió tiernamente y lo miró a los ojos- Debes confiar en mi.

-¿De verdad?...- Lo miró bastante ilusionado por la idea de desahogarse

-De verdad – volvió a sonreírle mientras se recostaba en el suelo con las manos detrás de la nuca.

-De acuerdo…-suspiró- lo que sucede…es que… quiero a Sasori…

-¿Quieres a Sasori?...-Sintió un dolor en el pecho mientras repetía las palabras del propio Deidara. Nunca había hablado mucho con él y ahora que tenía la oportunidad hablarían del marionetista.

-Si un… pero yo le soy indiferente…- se le humedecieron los ojos.

-Pero... ¿le has dicho lo que sientes?...- Le costaba hablar con tranquilidad.- Si tan solo Deidara supiera -Pensó.

-Lo intenté…con suerte me salieron las palabras…me costó decidirme.

-Y ¿Cómo reaccionó?...

-No lo sé…no sé si me escuchó y me ignoró o solo se fue…no quiere hablar del tema…-agachó la mirada con un dejo de nostalgia. Zetsu se sentó. Lo abrazó amistosamente y le dijo que no se preocupara después de todo si Sasori no lo quería, él se lo perdía.


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