Atención: Hay spoilers del capítulo 366.
Disclaimer: Sasuke e Itachi no me pertenecen (por desgracia TT.TT) Son obra de Kishimoto-sama. Simplemente, los he tomado prestados un momento XD!
SOLEDAD
Hilos de seda enredan tu cabello, dándole alas, prendiéndole fuego; eres la hoguera más grande que jamás he contemplado. Todo tú ardes en ese infierno imperecedero.
Complaciente veré como se cae tu piel a pedazos y tu ropa se reduce a jirones, mejor, a pura ceniza.
Ceniza serán tus huesos al consumirse en esta llama ardiente de venganza, llama negra que no amaina.
No tendrás últimas palabras, quedarás consumido. Sólo tendrás tiempo de gritar las dolorosas quemaduras que apremien en tu tez, quemando todo tu ser.
Tu única compañía era el odio y la venganza. Mal hiciste pensando que podrías obtener victoria con semejantes sentimientos por armas. Bien sabes que perdiste el tiempo viajando con el demonio, pues él jamás tuvo cabida en el infierno en el que te adentraste.
Dejaste todo equipaje innecesario atrás; tus amigos no han cesado de buscar a aquel chico introvertido que nunca se dejo apreciar, aquel chico que no sonreía pero que daba todo por los demás, aquel que siempre gruñía por no echarse a llorar.
Dime, ¿qué has ganado?
No ríes, no lloras, no gruñes. No das nada porque no tienes nada que dar.
¿Dónde guiaras tus pasos ahora que la oscuridad no los deja respirar?, ¿Qué harás ahora que la luz ya no tiene nada a lo que poder alumbrar?
No hay tiempo para buscar respuesta, para cambiar, para reflexionar que hiciste mal porque, no hay nada hecho, nada que pensar, que sentir, que encontrar. Nada, no hay nada. En este espacio enormemente lleno de vacío no queda nada de lo que fuiste o quisiste aparentar. No quedan recuerdos que no fueron ni serán, no quedan amargas memorias que inventó la maldad; puras tapaderas para ocultar la verdad.
Que todo estaba podrido, que jamás hubo cariño, que un hermano mentía porque el poder lo corrompía.
Mentiras.
Experimentaste el dolor de unas palabras mal dichas, de aquellas frases que marcarían toda aquella ira de el aún pequeño sendero de tu vida. Un camino de penurias, de perdición, donde el alma no ganó la batalla a la desesperación, donde la venganza no dejo lugar a la reflexión, donde el tiempo no hizo pausa para no matar a la razón.
Dime, ¿Qué ves ahora?, ¿Qué ves ahora que tus ojos se apagaron?, ¿Qué ves ahora que la luz desapareció?
No, ya no puedes contemplar.
Cegaste tu propia luz por avaricia, por codicia; por querer demostrar toda esa capacidad, por querer destacar entre todos aquellos con potencial, por querer superar aquella limitación, por aquella maldita avaricia, lo perdiste todo.
Quiero divisar un cuerpo inerte mientras, inevitablemente una sonrisa sombría cubrirá mi rostro para hacerme estremecer, temblar de pasión, porque la oscuridad venció al oscuro, porque ya no hay un objetivo; sólo un horrendo tachón de venganza concluida.
...
...
Ojos vacíos, mirada perdida.
Nada, nada vuelve a haber en mi cabeza, nada que invada con esa niebla espesa. Nada, no veo nada, los ojos me ciegan.
Nada. tengo miedo.
Nada. Estoy solo.
Por primera vez, nada que buscar, nada que no encontraré. Sólo nada.
Otra vez solo.
Solo.
