[Fan-Fic]
Uη Αяmα Đε Đσblε Filo
—•Kai x Mariah•—
Summary: UA. Por mucho tiempo se dijo que los Sentimientos eran más que solo eso, eran armas y escudos que guerreros Samuráis utilizaban a su favor para destruir a sus enemigos sin piedad. Kai Hiwatari, el general de un grupo de excelentes samuráis es utilizado por su abuelo -cuyo nombre muchos desconocen- a atacar una aldea de campesinos por posible conspiración. Una mentira, una joven sobreviviente y una oportunidad para reparar su error
Advertencias: Lenguaje Fuerte/Violencia Explícita/Temas Adultos/Posible Lemon
Parejas Secundarias: Tyson & Hilary / Kenny x Dizzi / Max x Emily / (Más tarde parejas para Ray)
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—Uno—
El Error De Ser
Los pétalos de cerezo sobrevivientes de la gran victoria de la noche pasada caían con lentitud por los campos de aquella resistencia calcinada, una que había sido una amenaza para el mandamás de todo su donde un peli blanco y otros cuatro chicos a su alrededor comían tranquilamente arroz y pescado
—Ha… Como me encantan los días como estos—decía un chico de cabellos oscuros azulados—Comida, dinero y una nueva misión esperando—. Tragó un poco de agua y siguió devorando el arroz blanco de su plato
—Deja de comer así Tyson—regañó un chico de estatura pequeña y cabello castaño—O terminarás ahogándote
—De nuevo… —interrumpió un rubio riendo, recordando la última vez que Tyson acabo con un pavo y un hueso casi le quita la vida y la posibilidad de seguir comiendo
—Muy graciosos—murmuró Tyson con ironía quitándole su segundo pescado a Max, para el rubio eso no fue nada divertido. Pero para Tyson tampoco, por poco se quedo sin el postre ese día
— ¡Oye!—reclamó el chico de ojos azules
—Cierren la boca—ordenó el general de aquel grupo sin dejar de comer tratando de aguantar las ganas de estrangular a esos tres
—Tranquilízate Kai… deja que se diviertan, han hecho su mejor esfuerzo en la última misión—, le mencionó otro chico de cabellos negros y ojos amarillos tomando un té, sentado a un lado de Max—Admite que se lo han ganado…
—Sí, incluso el Jefe—manifestó Tyson riendo
—…Ja—rio Kenny con sarcasmo, sabía que a Tyson le encantaba molestarlo, pero para todo había límites
—Vamos Jefe, no te molestes—; interrumpió Max un poco nervioso acariciando la melena castaña, si no lo hacía esa conversación acabaría con una pelea verbal en la que Tyson no tendría oportunidad. Y como siempre recurriría a la violencia
—Kenny, creo que ya conoces a Tyson lo suficiente como para saber que sus bromas en ocasiones tienen de gracia lo que Kai tiene de amable—dijo Ray divertido por aquella afirmación y por la expresión del peliblanco
Kai cerró los ojos un poco fulminando a Ray con la mirada, aunque eso para el chico pelinegro no era gran cosa ya que siempre lo hacía cuando él o Tyson hablaban de su forma de ser
—Supongo que tienen razón—murmuró Kenny calmándose. Ya le pediría al Sir Dickenson que mandará a Tyson a una biblioteca con una cadena en el cuello
—Lo siento Jefe—expuso Tyson dejando en paz el pescado de Max, o lo que quedaba del pobre; si no lo hacía en esos momentos seguramente el rubio y Ray tendrían otro motivo para estarlo molestando todo el camino de regreso—Ya sabes que a mí me fascina jugar.
—Eso es genial Tyson, pero creo que deberías encontrar formas menos fastidiosas de diversión—Le sugirió Max tomando agua
—Tengo algo mejor…—interrumpió otra voz, una femenina— ¿Por qué no mejor buscamos otro lugar más adecuado para disfrutar de nuestro desayuno?
—Dizzi—dijo Kenny un poco sorprendido, por un momento creyó que ella no estaba ahí.
Y atrás de ellos había una joven de cabellos blancos y ojos rojos en frente de ellos. El cabello estaba recogido en una coleta y su uniforme era casi igual que el de los demás
—Por favor Dizzi, déjanos comer a gusto—replicó Tyson antes de recibir un golpe en la cabeza con un cucharón de madera que terminó por romperse
— ¡Auch!—articularon los otros tres que estaban sentados junto al chico usando sus muecas de dolor como si el dolor se hubiera trasmitido a ellos también a través de Tyson
— ¿Quién diablos crees que cocinó todo esto insensible? Los cuatro son iguales…—tomó un cuchillo alarmando graciosamente a los jóvenes
—Ba-baja eso Dizzi—pidió Max poniendo sus manos en frente de su cuerpo
—Siempre que sale el sol después de una pelea o antes vienen a mí y dicen "Tenemos hambre danos algo de comer"—acercó el filo a la cara de Ray—Y nunca me dicen "Dizzi ¿Qué deseas de comer?" ¡No! Bola de mantenidos, soy parte de este equipo y por todos los demonios ¡Quiero ser tratada como tal! ¡¿Entendieron?!
Todos movieron la cabeza de arriba abajo rápidamente con respiraciones agitadas. Dizzi daba miedo cuando se enfadaba
—Dizzi, baja ese cuchillo ahora—, ordenó Kai cerrando los ojos, parecía que mientras estuviera con ellos nunca estaría en paz y era más que claro que tampoco la tendría después de muerto
—Como te odio—murmuró Dizzi haciendo lo que Kai le había pedido con amabilidad, si eso era amabilidad ya que si hubiera querido, le hubiera lanzado una roca o algo peor para obligarla a calmarse
—Perdónanos Dizzi—dijo Ray—No sabíamos que te sintieras así…
—Ahora ya lo saben—espetó ella retirándose aun molesta
—Yo ya les había dicho—les recordó un frustrado Max con los ojos entrecerrados
—Gracias Max—exclamó Tyson con ironía
Para Kai todo aquello era un show del que ya estaba harto, aun no entendía como Sir Dickenson lo había obligado a formar ese desquiciante equipo. Un payaso, un tipo con problemas junto con una novia gritona, y dos más normales que estaban en proceso de ser los futuros sucesores de Tyson en el mundo de la estupidez
—Levanten todo y quemen lo que falta. Nos vamos en cinco minutos—avisó el peliblanco parándose de su lugar. Sacudió su pantalón y dejó solos al resto
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Mientras caminaba por aquel suelo cubierto de la sangre de sus enemigos vio algunas cosas poco comunes en los lugares ates atacados
—Deberías tomarte todo esto con calma Kai—habló una voz atrás suyo. Era Ray, el que no le hacía enfurecer tan a menudo
—No molestes—, gruñó Kai con el estómago revuelto por escuchar tanta bobería a plenas horas de la mañana. Se acercó a un enorme establo calcinado con las puertas entrecerradas con un gran tronco abajo partido en dos
— Sé que pueden ser desquiciantes, pero…
—Te dije que no molestarás—; miró a Ray con furia. Regreso la vista hacia el interior del lugar, esto no podía creerlo— Y ven a ver esto…
—Dios mío—murmuró el joven de ojos amarillos horrorizado ¿Qué habían hecho?
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El Castillo Hiwatari se encontraba situado en las montañas de "Drako No Rimbo", un lugar que ninguno encontraba y vivía para decirlo; al menos no alguien que no fuese residente. El chillido de las puertas de madera abriéndose hizo eco en aquella habitación alumbrada por velas y cubierta por finas cortitas de vino oscuro
—Señor… el objetivo fue destruido—informó un joven de cabellos rojizos y ojos azules a un hombre mucho más viejo que el castillo mismo pero más malvado que cualquier tirano conocido por esos rumbos
—Muy bien Tala, dile a Boris que prepare un banquete para los chicos… mi nieto lo ha hecho muy bien… —tomó una copa y una botella—Ese era el penúltimo… solo uno más y todo estaba bajo mi poder.
Tala arqueó una ceja, hizo una reverencia y dijo: "Como usted diga"
Como entró, salió del lugar con una mirada confusa y perdida. Cerró sus manos con fuerza y las abrió rápidamente cuando vio al nieto del hombre en la habitación. Estaba hirviendo en furia, curiosamente siempre pensaba que necesitaba lentes para ver alguna emoción en él
Ahora que notaba algo más que los ojos de Kai, puso ver bien su ropa, cubierta de sangre y cenizas; sus manos entierradas y sus pies cubiertos de lodo. Podía jurar que el menor de los Hiwatari no lo veía a él sino a la puerta que estaba atrás suyo
« ¿Qué rayos le pasa? ».Se pregunto el peli rojo cuando escucho el portazo
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—Ahhh, mi nieto ha regresado…—dijo el hombre feliz pero fue interrumpido de inmediato
—Déjate de estupideces—le espetó casi a gritos con furia
—Oh, así que estás de mal humor otra vez, relájate. Ya hable con Dickenson para que te cambie a otro equipo ahora que están poniendo a prueba a los novatos, pero tal vez sí dejarías de quejarte cada vez que entras a mi habitación y te comportaras como un nieto normal, el proceso del cambio sería más rápido—. Le dio un sorbo de la copa llena de un extraño líquido azul, pero esté fue interrumpido por el grito de Kai
— ¡¿A qué demonios juegas?!
—Temo que no se a que te refieres—dejó de beber pero la copa se mantuvo en sus labios
—No me quieras ver la cara de imbécil—murmuro—Dime… ¿Por qué nos mandaste a acatar a esa aldea? —Cerró sus manos— ¿Cuál fue su crimen? ¿Qué los hacía peligrosos para nosotros?
— ¿Crimen? —Preguntó como un hombre sorprendido cuando ambos en esa habitación sabían que no lo estaba. Sin embargo Kai deseaba obtener respuestas rápidas y no estupideces
—Esa aldea, no era un escondite para ladrones… eran aldeanos comunes… ¡Aldeanos comunes! ¡¿Qué diablos sucede contigo?! —. Tomó una silla a un lado de él y la aventó a su derecha rompiéndola
Tardaría mucho en hacer desaparecer aquellos recuerdos de su cabeza… y por primera vez en 4 años, estaba feliz de tener a Taison y los demás con él
«— Dios mío— murmuro Ray viendo todo, el interior de ese establo, en la que supuestamente estaban escondiéndose los bandidos de los que se les había informado, no eran más que niños, niñas, ancianos y dos mujeres preñadas
Todos ellos se habían encargado de poner aquel tronco enorme en la puerta para después incendiar el lugar escuchando los gritos implorando piedad. Mientras todos ellos acababan con sus esposos, hijos y abuelos
—Ya está…—avisó Tyson con su típica alegría seguido de los demás— ¿Qué ocurre? Vámonos…—se acercó a ellos pero no vio el interior. Ray puso la mano en la cabeza del joven y la volteó en dirección a aquel lugar— Oh no.
Los ojos rojos se empequeñecieron y la garganta femenina se secó de forma terrible.
—Díganme que nosotros no hicimos esto—. Imploraba Dizzi con los labios temblorosos
—Lamento decírtelo Dizzi, pero… si fuimos nosotros— murmuró Kenny cerrando los ojos
—Pero… ¿Por qué?…—. Max corrió al interior sofocándose con el olor a muerte y sufrimiento— No, debe haber una explicación…—respiraba el aire contaminado completamente alterado— ¡Tiene que haberla!
Dizzi también corrió al interior arrodillándose viendo los cadáveres quemados con las bocas abiertas y las manos extendidas
—No… no—decía con la voz quebrada amenazando con empezar a llorar, tocando la oscura piel de un pequeño de no más de dos años de edad sosteniendo a su cachorro en brazos, ambos quemados y con ese rostro de sufrimiento. Recordó los gritos que escuchó e ignoró, se maldijo por no abrir esa puerta. — ¿Qué diablos es esto?
—Dizzi—murmuro Kenny acercándose a ella tomándola en sus brazos, pero la mirada de aquella chica estaba fija en la criatura
—Esto es una equivocación…—susurro Tyson pasmado incapaz de decir algo que no fuera un chiste mal planteado en esos momentos
— ¡¿Qué equivocación puede haber en esto Tyson?! —Exclamó Dizzi—Hemos matado a personas inocentes… los matamos….»
Kenny y Max tuvieron que llevarse a Dizzi cargando, al parecer todos ahí habían olvidado que ella había perdido a su familia entera en un incendio provocado por bandidos, entre ellos su hermano menor, un bebé. Y al parecer no tardaron en deducir que no debía ser anormal que aquel comportamiento se manifestara de ese modo
—Ninguno en especial—masculló el hombre de cabellos plateados bebiendo nuevamente—Ese lugar era un estorbo para el nuevo campo de entrenamiento—informó, quitado de la pena
Kai tembló furioso y a la vez completamente pasmado ante tan confesión.
— ¿Quieres decir que nos mandaste a matar para poder hacerte de más territorio? —Gruñó su nieto—Tú sí que no tienes vergüenza.
— ¿Eso crees?… creí que ya te habías acostumbrado a matar…
—A matar enemigos, no a personas que apenas pueden usar un cuchillo para limpiar rábanos.
—Dime… En verdad… ¿Jamás te detuviste a mirar las caras de aquellos que asesinabas?
— ¿Qué quieres decir? —susurro algo extrañado sin dejar de sentir odio por aquel tipo
—Hmp… al parecer no…—se dio la vuelta y le sonrió malévolamente a Kai. Esté se congelo
— ¿Cuántas?—Musito bajando la mirada
—Más de cinco—, sonrió burlonamente
Kai no pudo decir nada más con aquella declaración rodando por su cabeza; con ira se trago su orgullo y se dio la vuelta dispuesto a marcharse, no tenía caso seguir con esa inútil discusión
—Ah y te aviso que dentro de algunas horas habrá un banquete para celebrar su victoria contra aquellos "rebeldes"—, rio con ganas— Pero… antes de que bajes a presentarte, date un baño. Hueles como si hubieras salido de una cloaca.
Kai cerró la puerta una vez que estuvo a fuera, puso su palma en la frente y se encaminó por el pasillo.
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— ¿Cómo está?— Preguntó Tyson a Dizzi cuando la vio salir de la habitación de la misma
—Muy débil, tiene quemaduras de segundo grado desde el hombro derecho hasta al codo, y parte de la espalda. Junto con un grave golpe en la cabeza—dijo limpiando la sangre de sus manos con un pañuelo verde, estaba algo perturbada pero era la única que podía curar heridas así
—Me pregunto lo que le habrá dicho el "señor" a Kai—mencionó Ray sentado en el suelo apoyando la espalda en la pared viendo fijamente la otra pared atrás de él
—Pues este es el momento para satisfacer tu curiosidad Ray—dijo Max viendo como el joven de cabellos blancos se acercaba con el rostro cubierto
—Kai—, susurro el oji amarillo
—Oye Kai ¿Qué te dijo? ¿Fue un error de coordenadas verdad? ¿Fue eso cierto? —Preguntaba un alterado Tyson, tomó a Kai por la ropa sacudiéndolo— ¡Dímelo Kai!
— ¡Cállate Tyson! —Se quitó las manos del moreno de encima suyo— ¿Dónde está?
—Adentro… pero no creo que sea muy recomendable que entres… — dijo Dizzi pero el hombro de Kai golpeando el suyo para moverla y abrir la puerta la interrumpieron «Estúpido testarudo.» Pensó viendo como el chico cerraba la puerta de nuevo, esta vez poniéndole seguro
—Está preocupado… definitivamente—murmuró Max dejándose caer al suelo, se acostó en el pasillo cerrando los ojos tratando de no ver de nuevo aquellos cuerpos convertidos en cenizas.
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—Oye Ray…—llamó el Jefe— ¿Estás seguro que no conoces a esa chica?
— ¿He? —Reaccionó después de profundizar mucho en sus pensamientos
—Quiero decir, tienen casi los mismos rasgos—dijo el castaño viendo la cara de Ray. Como siempre Kenny observaba muchas cosas que los demás no, por eso mismo lo llamaban "El Jefe"
— Es verdad, tenemos los mismos rasgos… pero, no… no la conozco—dijo no muy convencido. El castaño solo se limitó a mirar al indeciso pelinegro, al parecer estaba confundido
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Mientras tanto, en la habitación de Dizzi; Kai miraba a la única sobreviviente de aquella inocente aldea que él junto con los demás destruyó sin la mayor pizca de compasión. Ya había pasado mucho tiempo desde que ya no sentía esa culpa e incomodidad de la sangre en sus manos, sin embargo esa vez era algo distinto, la sangre derramada era inocente y sin culpa alguna de tener a su alrededor a un viejo loco sediento de poder con millones de locos iguales dispuestos a seguirlo; unos por poder, otros porque no tenían elección.
«— ¡Busquen! —. Grito Kai a los demás— ¡Busquen en todas partes! ¡YA!
— ¡Sí! —Contestaron los demás corriendo. Dizzi se había quedado sentada en una roca con un vaso de barro en manos, estaba temblando
—Dizzi—llamó el general, pero ella no contestó. Dejó caer el vaso en su pantalón gris, derramando el agua
—Sí—susurro levantándose con la cabeza baja
Debía haber algo, una cosa oculta que indicará que esa aldea en verdad era enemiga, algo que les dijera que no habían cometido un grave error. Saco el papel con las órdenes impresas en ella, las coordenadas no estaban equivocadas
Cuando los demás regresaron, negaron con la cabeza; frustrados, molestos y tristes
— Solo plantas medicinales, provisiones, y kimonos—reportó Ray impotente, por no decir furioso
«Solo eso». Pensó Kai serio y con un poco de miedo
— ¡Chicos! —Vociferó Dizzi a unos metros; si que tenía una perfecta voz
— ¡¿Qué paso Dizzi?! ¿Encontraste algo?—Interpeló el Jefe. Pero se tranquilizo un poco al verla sonriente, ya que con la situación anterior apenas se le notaba consiente
—Está viva—, señaló a una joven un poco menor que ellos en un saco con manchas de sangre, su cabello era rosado y extremadamente largo, pero sus ojos estaban cerrados. Respiraba agitadamente
Ray arqueó las dos cejas, parecía algo dudoso.
—No se queden ahí ayúdenme— atizó la peliblanca tratando de quitarle el saco a la chica.»
No sabía si para ella, sobrevivir sería bueno, o malo. Sin embargo tenía presente que mientras ella respirará, tendría alguna pista para saber si algo estaba fuera de lugar en aquella aldea, él no era estúpido, Voltaire no destruiría una aldea "insignificante" si no hubiese un motivo oculto. Además, ganas de tener una nueva enemiga llena de venganza y odio no tenía ninguna, puesto que ya había suficientes afuera esperando un descuido suyo.
Miró de cerca a la joven de cabellos rosados, delineó el rostro y visualizo los cabellos que cubrían el rostro, una venda estaba rodeando su cabeza y las respiraciones intranquilas lo llevaron a ver la garganta, (por varios segundos) el pecho y el abdomen. Quitó su mirada de ella; por primera vez, se sintió como un pervertido
— ¡¿Dónde está Kai?!
— ¡Aquí no está Spencer! —Grito Dizzi
—… ¡Así que está ahí adentro ¿he?!
— ¡No!
— ¡¿Cómo que no puedo entrar?!—Escucho decir de ese impertinente de Spencer
Kai vio la puerta algo sorprendido, no esperaba a Spencer en esa área del castillo puesto que de "ese" lado solo estaban los perdedores según él, y después dirigió sus ojos a la residente escondida; no tenía otra alternativa, caminó rápidamente escuchando como el pomo resistía a los tirones de Spencer. Algún día lo mataría por orillarlo a esconderse y a esconder a alguien de ese modo.
— ¡Quítate Dizzi!—. Rompió la puerta y vio algo que le causo gracia—Por favor Kai…—bufó sonriente y hasta por decir, complacido
El Hiwatari estaba acostado dándole la espalda mientras tenía la cobija blanca encima dejando al descubierto sus cabellos blancos. Kai cerró los ojos lentamente, abrazaba a la chica tratando de no quitarle el aire, su pierna izquierda estaba encima de las de la peli rosa y su brazo derecho trataba de no hacer contacto con la quemadura envuelta en esas vendas. Esa chica tenía un fuerte olor a pólvora y sangre impresas en el cabello, algo que le hizo sentir repulsión
— ¿Qué es eso? ¿Tu peluche?—Bramó sin quitar esa sonrisa de su rostro, menos mal que él no era tan listo como para preguntarse lo que hacía el peliblanco en la habitación de Dizzi, "durmiendo". Kai se encorvo un poco cuando vio que a la chica le costaba respirar—Bueno, después de lo que te dijeron no me sorprendería que tuvieras uno; Voltaire-sama me envió y me pidió que te recordara el banquete— rio y salió de la habitación empujando de nuevo a Dizzi
—Como me gustaría tronar su cráneo vacío—murmuro trinada a punto de pararlo y darle sus buenos golpes bajos para que comenzara a respetar, pero debía contenerse, ya que ella era de un nivel más bajo que Spencer y si atacaba se le consideraba traidora… pero si él atacaba se le seguía considerando un guerrero, vaya mierda de políticas.
Todos entraron para ver cómo era que ese tonto de Spencer no había descubierto a la muchacha
—Kai…—Llamó Dizzi entrando
El Hiwatari abrió los ojos ¿Qué demonios estaba haciendo?
—Fіи dє сарітulo—
Aviso que estoy REMODELANDO los capítulos, no sé como ortografía y uno que otro detalle; lamento mucho las molestias en verdad pero no me gusta cambiar de escritura a cada capítulo y si lo cambio será TODO ;D
JA NE!
