Serie: Harry Potter/Naruto/Kyo Kara Maou!
Pairings: Drarry, Yuuram, Narusasu, entre otras.
Genero: Comedia, Fantasia, Romance, y muchas cosas mas *giggles*
Advertencias: M-preg, tal vez lemon en algun futuro lejano.
Disclaimer: Ninguna de estas obras me pertenecen. Naruto es de Masashi Kishimoto, Harry Potter de J.K Rowling y Kyo Kara Maou de Tomo Takabayashi
Aclaraciones: En cuanto a KKM! Me base en las novelas y el manga, no en el anime, ya que me parece mejor la relacion de estos dos en estas versiones.
¿Porque lo hice?
¡Porque amo estas parejas!
Ahhh, el sueño de toda fujoshi, ver a sus pequeños, de sus pairings favoritas, juntos en un mismo lugar compartiendo su estupidez!

Tres meses, ya eran tres meses desde que logro su –supuestamente imposible para muchos- propósito de traerle de vuelta. Siendo el, el gran y fuerte ninja y héroe que era, desde luego que lo lograría, el lo sabía, no importa si a veces, solo a veces, la duda le embargaba.

"Querrás decir que te deprimías en tu solead en algún rincón llorándole como una mujer dejada por un soldado que parte a la guerra, menudo lloricón resultaste ser"

Detalles. El tema aquí era que, a pesar de todos sus esfuerzos, años de entrenamientos, noches de angustia, preocupación, miedo, y una gran variedad de sentimientos y sensaciones negativas tanto suyas como de otros implicados, lo logro. Si. Lo trajo de vuelta, no a su "hogar" o a su "vida" a "salvo" esas eran excusas, lo había traído de nuevo a él, a su lado. Pero no, aparentemente, esto no estaba en los planes de los demás, puesto que apenas lo había traído consigo –medio muerto, cabe decir- le internan en el hospital –puede que eso, solo ligeramente, fuera necesario.

"Tenia un pie en el infierno, niñato"

Como fuera, entonces, como hubiera esperado, pasaron tres semanas con cuatro días y 13 horas internado en el hospital, desde luego, el nunca se aparto de su lado sin importar cuanto insistieran la vieja, su maestro o sus amigos, o las enfermeras. No, el estaría ahí, sería el primero a quien su amigo viera en cuanto abriera los ojos, entonces le sonreirá y le llamaría "Sasuke" se vería reflejado en sus orbes vino tintas y él le sonreirá con presunción y le diría "Usuratonkachi" y nuevamente, serian como siempre debieron haber sido. Los mejores amigos-hermanos-rivales-inseparables-se-odian-pero-no-pueden-estar-sin-el-otro. Pasarían toda su vida juntos. Presentarían sus exámenes y serian rápidamente ascendidos hasta jounins de una sola vez, puesto que, sin insultar a sus amigos, ellos eran los ninjas más fuertes de su generación. Irían de misiones juntos cuando estuvieran en anbu. Y luego él se convertiría en hokage –obviamente- . Conocerían a las chicas de su vida, bueno, solo Sasuke, el seguro que se casaba con Sakura, tendrían… ¡Tendrían una boda doble! ¡Si! ¡Seria perfecto! Y entonces tendrían hijos, que fueran tan guapos y fuertes como sus padres e irían juntos a la academia ninja, y harían honor a su linaje, serian los más fuertes y poderosos ninjas de su generación haciendo que sus padres se sintieran orgullosos. Crecerían y se irían del nido. Pero ellos dos, si… ellos dos, serian amigos por siempre, envejecerían juntos recordando todas sus aventuras sentados en unas pacificas sillas mecedoras en la entrada observando el jardín y…

"Quieres dejarte de eso, das nauseas. Si el Uchiha supiera que ya planificaste tu vida y la suya para los próximos 30 años, seguro se va otra vez."

Mmm… si, pero apenas el azabache abrió los ojos, la vieja lo aparto de su lado para juzgarlo por "traición" tonterías.

"Era traición, imbécil. Hasta yo lo sé"

Se debatió durante otra semana si el supuesto culpable de los cargos debería o no cumplir alguna sentencia, desterrarlo y encarcelamiento, hasta la muerte. Por suerte, con un poco de ayuda de su parte-

"Si eso se traduce como gritar e implorar frente al jurado y testigos durante 5 horas seguidas"

Logro que se le mantuviera en vigilancia durante algunas semanas –vigilancia cortesía de los más hábiles y prodigiosos anbus con los que la aldea contaba- y después, si no notaban ninguna conducta sospechosa o peligrosa, podría estar en libertad como cualquiera de los aldeanos que habitaban la hermosa y pacifica aldea de Konoha.

Lo malo, fue que no se le dejo acercársele a él durante ese periodo.

Lo peor, fue que cuando al fin se le dejo en libertad condicional, y se unió nuevamente -¡Al fin! – al viejo equipo 7, todas las misiones a las que eran asignados, por alguna maldita razón, le tocaba estar separado del Uchiha, y eso ya lo tenía hasta los huevos. ¡¿Cómo era posible que el máximo tiempo que había pasado con su azabache, hubiera sido el que estuvo inconsciente? ¡Estaba mal, simplemente mal "ttebayo!

"… ¿TU azabache?"

No, eso si que no. Inaceptable, inadmisible, indignante, imposible, y muchos otros adjetivos calificativos que llevaran "in".

Ahora mismo, se dirigía a la mansión Uchiha en el no muy alegre barrio Uchiha.

"También conocido como barrio fantasma escenario de la masacre mas mundialmente famosa"

Cuando, entonces, escucho ruidos provenientes del jardín trasero, ese donde ellos pasaban los ratos de verano tirados, leyendo algún manga –bueno, solo el – practicando juutsus de los pergaminos que había en la biblioteca del barrio Uchiha –bueno, solo Sasuke – molestándose mutuamente, pasando el rato viendo las estrellas de noche y tomando litros de leche para ver si así crecían.

"Sobre todo tu"

Para que te lo sepas, ya hasta le supere.

"Hasta que te dignas a hacerme caso"

Es que siempre es lo mismo contigo, si quisiera hablar con alguien que se riera y contradijera todo lo que digo, hablaría con Sai.

"Ya va"

Ahora si me disculpas, creo que Sasuke esta en el jardín.

"… Mmm… tengo una sensación extraña chico, será mejor que no vayas"

¿De qué carajo hablas? Al fin le encuentro solo, no lo desaprovechare…

"Te digo que tengo un presentimiento"

¿Desde cuándo te preocupas por lo que me pase?

"Desde que lo que te pase a ti, me pasa a mi"

…cabron.

"No me harás caso, ¿Verdad?"

Ni el más mínimo.

Dicho esto se encamino, como todo ninja, sigilosamente hacia el paradero de su supuesto mejor amigo. Le vio ahí sentado con pergaminos desenrollados a su alrededor y decidió que seria divertido sorprenderlo. Siguiendo de manera sigilosa pudo escuchar la voz de este cuando estaba a punto de lanzársele encima.

-… oh no… creo que…

Lo último que vio fue la cara de incredulidad y nervios de Sasuke.

-¡Ah! ¡Que bien se siente! – un sonoro bostezo salió de sus labios contemplando el nuevo día que se avecinaba. Su gran y lujosa cama, de cómodo y amplio colchón, blancas y finas sabanas de seda y elegantes doseles hechos a mano eran realmente confortantes, aunque temía volverse mimado rodeado de tantos lujos. Contemplo los rayos de sol que entraban por las grandes ventanas de su habitación y le miro.

Ahí, tan delicado y engañosamente frágil.

-Es una estafa- se decía. Muchas veces, a lo largo del tiempo que llevaban de conocerse, pensaba eso; era una estafa.

Ese chico, siempre era lo contrario a lo que él esperaba.

Por eso, siempre le sorprendía. Era fascinante, aunque cansado, pero siempre interesante, cada día aprendía algo nuevo sobre él y sobre si mismo. Como era de esperar puesto que pasa el mayor parte de su estancia ahí junto a él.

"Tal vez muy dependiente" se decía a si mismo, lo reconocía, dependía mucho del chico a su lado y a pesar de todo siempre le había importado poco.

Dejando de lado, sus muy acostumbradas – pero no por eso, menos extrañas- reflexiones sobre su amigo, como siempre.

Se levanto feliz dispuesto a vestirse.

Hoy, ese día, seria un gran día. Volvería a la tierra junto con sus amigos y todos juntos irían a ver a los azules. El campeonato, estaba tan malditamente feliz que no se la creía, ¡Nada podía arruinar ese día!

-Gu…gupi…gugupi… - ah, honey-chan siempre tan… tan… tan lindo.

Se extraño, el sabia que debía haberse levantado ya… y justo antes de que pudiera decir algo, el chico se encontraba, bañado, vestido y peinado parado junto a la puerta, recargado en la pared con sus brazos cruzados en su pecho y mirándole directamente como si le retara.

-¡¿Cómo?- expreso su sorpresa. Ese chico siempre sabía sorprenderle.

El solo le sonrió y miro la puerta, invitándole. Él le respondió con una sonrisa retadora. Ambos salieron y justo en la puerta, arrancaron. Corriendo a toda prisa por los pasillos, mirándose alternamente y superándose entre si, sin importarles a quien atropellaban y lo que tiraran. Solo importaba, llegar primero.

Vislumbraron el jardín y como siempre, la fuente que los llevaría al nuevo mundo… ósea, Japón. Como fuera. Estaban a unos cuantos metros de la fuente, donde ya se encontraban sus compañeros de viaje, estos les ignoraron y aceleraron a su objetivo lanzándose justo al mismo tiempo.

-¡Ha! ¡Gane! – exclamo.

-¡Claro que no! ¡Obviamente yo llegue primero, ¿Qué no estabas viéndome? – reclamo.

-¡No seas mal perdedor, Yuuri! – dijo este condescendientemente.

-¡Conrad! ¡¿Verdad que yo llegue primero? – el aludido lo miro sin saber que decir.

-Eh…-

-¡Conrad, ¿Verdad que yo gane? – el castaño no respondía. Gwendal solo suspiro, molesto. Se podía decir, que aun estaba inconforme con el hecho de que esos dos críos, que hacen carreritas por el castillo, y discuten por tonterías, fueran los encargados de dirigir su amado reino. Oh, otra arruga…

-Vamos, no quiero llegar tarde – animo Yuuri obviando el resultado de la carrera.

-Todavía falta mucho… -

-Si, pero ya conoces a mi mama – ambos asintieron cansados de solo pensar por lo que "Mama Jennifer" les haría pasar a su llegada.

Una ráfaga de aire entro al agua y un molino apareció comenzando a absorber a los adolescentes.

-¡Espera Yuuri! ¡Faltan los demás! – los soldados que les miraban, alertados, se aproximaron a la fuente para salvar a sus niños.

-¡Pero si no soy yo! – alcanzo a decir el joven rey unos minutos antes de que los dos fueran absorbidos por el remolino de agua y desaparecer.

Se miraron entre ellos tratando de encontrar respuestas que sabrían, no obtendrían.

-(;A;)-

Todo eso era una mierda. Permítasele a él, en su resplandor y aristocracia, decirlo: era una mierda. Ya no podía disfrutar, las pocas cosas que disfrutaba en ese lugar. Y a otro lado, no quería ir, no quería ver a su familia, no es que tuviera nada en contra de ellos, los amaba, pero por el momento no quería verles.

Su único refugio era ese castillo. Tan grande y majestuoso, levantándose poderoso a la vista de cualquiera. Su segundo hogar. Aunque no lo expresara, el amaba ese lugar. Lástima.

Pero eso era otra cuestión en ese momento. Se encontraba ahí, recargado en el tronco de un frondoso árbol a orillas del lago. Contemplando el reflejo de la aurora en sus aguas tranquilas. Un hermoso espectáculo, las luces naranjas, azules y rosadas tiñendo la superficie e iluminándola, la estela tranquila y armoniosa que dibujaban uno que otro cisne y ave que ahí se encontraban.

Tan bello y pacifico. Una escena que recordar.
Y él no tenía con quien compartirla.

Todos. Todos sus amigos, tenían a alguien especial en sus corazones. No es que el no tuviera a alguien a quien quisiese. La diferencia era que ellos eran correspondidos...

Y eso le deprimía más y más. Antes, lo había soportado, incluso lo fingía de puta madre. Pero ahora ya no podía más con esa farsa. Quisiera poder acercársele a él. Tal era su anhelo, que no le molestaría, si fuese un amigo y ya. Si tuviera que estar a la par o debajo de ese par que siempre le acompañaba. Le quería tanto, siempre vigilándolo de lejos…

Y este, le veía, como no. Como una amenaza, incluso le divertía ello. Ya que el mismo se consideraba inofensivo, nunca le había hecho daño a una persona… bueno, no que el recuerde. Bueno, si… pero ese no era el punto ahí.

Estos últimos días, el moreno siempre le miraba como si esperara algo, no sabía muy bien qué, pero lo hacía, tal vez esperara que de un momento a otro abriera una puerta y Lord Voldemort entrara por ella, o que él junto a los Sly armaran un botín contra el director y tomaran la escuela, o cualquier tontería paranoica que el Gry acostumbraba. Era una lástima que Sev no le permitiera entrar a su mente, ¿De qué sirve aprenderlo si no puede usarlo? Como fuese.

Lo peor, era que el chico no era para nada, NADA. Disimulado, hasta lo ofendía que pensara que podía engañarlo con trucos tan simples y estúpidos.

Oh, ahí estaba otra vez. De verdad ¿Se creía que la capa invisible era insonora también?
Sus cavilaciones se detuvieron nuevamente. Un extraño presentimiento se asomaba en su mente y ser. Algo estaba ocurriendo. Las aguas cristalinas, tornadas rosadas y naranjas por el crepúsculo, se agitaban, un pequeño remolino se abrió en ellas aumentando de tamaño, produciendo sonidos extraños.

Harry, alertado, se deshizo de su capa y tomo a Draco del brazo para alejarlo del agua, pegándose ambos contra el árbol.

-¡Potter!

-¡Malfoy! – sonrió como saludo, aun perturbado por el suceso.

-¡¿Qué carajos está pasando? –

- Si tú no lo sabes…. –

Callaron. Un estruendo se oyó en el agua, al igual que un golpe en la copa del árbol. Dos chicos, cayeron frente a ellos.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! – exclamo uno quitándose al otro de encima con prisa. - ¡Que no tienes cuidado dobe! ¡Me estas aplastando los huevos!

-¡Es tu culpa, bastardo! ¡¿Qué carajos hiciste? – el otro estaba tan, o más encabronado e histérico que el otro, mirando a los alrededores. - …Sa…Sasuke… ¿Dónde estamos?
El aludido, que aparentemente se llamaba "Sasuke", le imito, y aun en el suelo se incorporo lo suficiente para ver su alrededor. Y deducir que efectivamente, eso no era Konoha ni ningún otro país que conocieran.

-¡Todo esto es tu culpa, teme! – ok, el rubio ya estaba al borde del colapso. Se había levantado y daba vueltas y vueltas como loco alrededor del moreno jalándose el cabello y haciendo muecas extrañas.

-¡¿Mi culpa? – Grito cabreado el azabache tomando al chico que ya calificaban de idiota de las solapas y agitándolo efusivamente - ¡Tu fuiste quien se lanzo encima de mí! ¡¿Qué no te enseñaron a tocar o qué? – le reclamo sin dejar de sacudirlo con intensiones asesinas.

Sin embargo estos callaron dándole tiempo a él y a Harry de recuperarse –aunque sea un poco – del susto, decidieron en un acuerdo mudo, acercarse a ellos quienes parecían no haberse percatado de su presencia. Hasta que se preguntaron ¿Por qué se callaron? Si parecían a punto de un combate a muerte, solo porque si. Y lo vieron.

El remolino que previamente hubiesen visto en las aguas del lago, se expandió escupiendo a dos chicos, aparentemente de 16 años, tal vez mas. Al igual que los que habían caído del árbol, uno era moreno y el otro rubio. Empero, este par, a diferencia del recién llegado, no estaban discutiendo.

El chico rubio tomo al otro de la mano y se aproximo con velocidad a la orilla sin soltarle.

-¿Estas bien Yuuri? – le miro con preocupación en su voz y en su rostro, con la respiración agitada por el ajetreo.

-Ah… ah… si… creo que si, Wolf – le respondió dificultosamente tratando de recuperar el aliento. Se tendieron en la orilla del lago y una vez más tranquilos se miraron mutuamente.

-¿Qué fue lo que paso, Yuuri? Creí que ya tenías total control para decidir cuando viajas. – el otro le miro confuso.

-Yo también lo creía, pero el remolino se abrió solo. – Pareció pensar por un momento - ¿Tú crees que fue obra de Shinou? Tú conoces como es el – suspiro cansado, al imaginar que así fuera.

El soldado suspiro también temiendo estar en otra broma por parte de su antepasado. – No sé si quiero que sea así o no – admitió derrotado. Y detuvo todo movimiento, al sentir varias presencias a sus espaldas. Se acerco cuidadosamente a Yuuri mientras deslizaba su mano hasta donde estaba su espada – Alerta Yuuri. Hay alguien detrás – le advirtió. Desenvaino su espada y poniéndose frente al moreno protegiéndole con su cuerpo se coloco en posición de ataque.

Los otros chicos, al ver esta acción se pusieron inmediatamente de pie y con un salto que pareció casi como si volaran se distanciaron poniéndose ambos en posición de defensa. El rubio tenía una especia de cuchillo o navaja en cada una de sus manos mientras que el moreno desenvaino su espada, aunque esta era parecida mas como una katana.

El y Harry se miraron e inmediatamente se dirigieron hacia los cuatro chicos que parecían a punto de empezar una pelea e irguiendo sus varitas se unieron ellos.
-¡¿Quiénes son? ¡¿Quién los envió? – exclamo el-niño-que-vivió a los extraños. Estos detuvieron sus acciones para mirarles fijamente. Los tres que se encontraban con armas en sus manos le miraron con recelo dando a entender que le atacarían en cualquier movimiento en falso. El moreno que había llegado por el lago. Les miro sorprendido y se puso de pie junto al rubio que le defendía. Puso su mano en su hombro y le dio la señal de bajar su espada. Este pareció protestar pero accedió.

El entendió que ese par, no era peligroso. No podía decir lo mismo de aquellos que seguían con intenciones de atacar en cualquier momento. Pero al menos los llegados del lago parecían de fiar.

Los otros dos, al ver que ninguno atacaba, deliberadamente decidieron que podría tratarse de simples civiles. Pero Sasuke no estaba tan tranquilo, ya que sentía algo fuerte proviniendo de los cuerpos de estos, algo que no podía calificar como chacra pero fuerte. Miro a Naruto y este, entendiendo el mensaje, bajo la guardia y guardo sus kunais.

Los seis chicos ahí, tres rubios y tres morenos se miraron entre si, extrañados por las ropas que los otros portaban. Ellos mismos, con sus pantalones de vestir, camisa, corbata, suéter y desde luego su bata. Los caídos del árbol… bueno, el rubio traía un conjunto bastante llamativo color naranja y negro, los dos llevaban sandalias, el moreno tenía un atuendo extraño también que dejaba ver su pecho –muy bien formado por cierto – mientras que los llegados del lago, el moreno llevaba un traje negro de tela bastante cara, podría decir, de muy buena calidad con bordados dorados al tiempo que el rubio llevaba un traje de soldado color azul, también con bordados dorados y en el cuello un pañuelo de seda con una cadena de oro con alguna joya que desconocía. Y cavia admitir que el decir que eran muy, muy extremadamente muy guapos, se quedaba corto.

Después de que se miraran evaluativamente entre ellos. El chico de negro hablo.

-Eh… - bueno… hablar, hablar no. Recibió un codazo por parte de su compañero murmurándole un "compórtate como el maou que eres, henachoko" y este, riendo nervioso. Tosió ligeramente y se incorporo.

-Disculpen la intromisión, mi nombre es Shibuya Yuuri, y este es Lord Wolfram Von Bielefeld, nos preguntábamos si podrían decirnos, donde nos encontramos – este callo por un momento y tomando su mentón con pose pensativa les miro a él y a Harry – deduzco, que podríamos encontrarnos cerca de Inglaterra o algo por el estilo, ¿Me equivoco? –

Le miro por unos minutos, saliendo de su trance negó con la cabeza – algo así, se podría decir, podrías decirme, ¿Eres acaso un muggle? - Harry parecía estar preguntándose lo mismo.

El chico que había presentado como Wolfram respondió. – No sé, que es exactamente un muggle. Pero puedo asegurarles, que no lo somos – no dijo más, estaban en un lugar aparentemente desconocido, y no sabía qué tipo impresión tenían ahí de los mazokus.

Naruto y Sasuke se miraron entre si, comprendiendo que era momento de hablar, Sasuke hablo por los dos, ya que, era obvio que era un peligro que el blondo lo hiciera. Dio un paso enfrente llamando la atención de los extraños que le miraron expectantes.

-De acuerdo. Ya que parece que no somos los únicos, quisiéramos hacer la misma pregunta – declaro el Uchiha – Este es Uzumaki Naruto – dijo señalándolo con un movimiento de cabeza, estos le miraron y Naruto les sonrió con su bandana en mano y moviéndola en modo de saludo cual sombrero. – Y yo soy Uchiha Sasuke. Parece que algo salió mal cuando estaba practicando algunos juutsus de los pergaminos de mi clan. Y nos vimos transportados aquí.

Los otros asintieron quedamente, sin entender muy bien a qué se refería con "juutsus" y demás, pero lo que si les llamo la atención es que también se transportaran ahí. Sobre todo los chicos del lago que estaban extrañados de que alguien más llegara de otro mundo, a ese lugar, justo al instante que ellos. Ya tenían experiencia, y si algo sabían, es que nada pasa por que si.

Yuuri suspiro lastimosamente y todos le miraron.

-Parece que no podre ir al juego ¿Verdad? – lloro Yuuri.

-Enclenque –

Si, definitivamente tenía que llevarles con Dumblendore, se dijo Harry.