WILD LIFE
Autor: Jiraiya
NOTA 1: Todos los derechos de la serie Robotech pertenecen a Harmony Gold. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
NOTA 2: Quiero agradecer a mi amigo SEFERINO RENGEL por todos sus consejos, ayuda e información que me ha facilitado, sin la cual este fic no podría haber visto la luz. Nuevamente, muchas gracias amigo.
NOTA 3: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
Capítulo I: "EL TENIENTE IRRESPONSABLE"
El Teniente Rick Hunter, líder del famoso y letal escuadrón Skull, despertó lentamente y luego de unos momentos intentó moverse, pero no pudo hacerlo ya que había algo que estaba recargado sobre parte de su cuerpo. Cuando miró a su costado se encontró con una joven y hermosa mujer de corta y rebelde cabellera oscura, que dormía plácidamente recostada con medio cuerpo apoyado sobre él, y rodeándolo con un brazo, como si quisiera asegurarse de que él no se fuera a escapar. Sonrió.
Kim Young, una de las integrantes del "Trío Terrible", también conocido como "Las Conejitas del Puente", estaba recostada junto a él, y sujetándolo de una forma bastante posesiva. Intentó soltarse del abrazo de la chica y levantarse, pero al hacerlo, ella estrechó un poco más el abrazo en el que lo tenía sujeto, por lo que pudo sentir las insinuantes curvas del desnudo cuerpo de Kim, junto con el agradable roce de la suave piel de la mujer contra la suya, lo que creaba una deliciosa sensación que lo estremeció por entero, sobre todo al sentir como los vellos de "esa" parte del cuerpo de Kim, le hacían cosquillas en una pierna.
Demás está decir que esa estimulante sensación fue más que suficiente para que el camarada de armas del Teniente se pusiera en pie, listo para otra batalla, y estaba más que seguro que si despertaba a Kim, ella no pondría ninguna objeción, es más, probablemente tomaría la iniciativa, ya que había demostrado ser bastante fogosa, pero... estaba apunto orinarse. Sentía como si su vejiga estuviera apunto de estallar. Eso no era nada bueno, además había escuchado por ahí que aguantar mucho las ganas de orinar causaba impotencia. Ese era un riesgo que no estaba dispuesto a correr.
Con el dolor de su alma, Rick se liberó de abrazo de Kim, y se bajó de la cama logrando de alguna forma no despertarla, para luego correr al baño a relajar su vejiga. Luego de un rato, un ya más relajado Rick Hunter salió del cuarto de baño y se paró frente a su litera, que estaba sobre su escritorio y observó como Kim dormía placidamente acurrucada en ella.
Si hace unas semanas le hubieran dicho que tendría a Kim Young durmiendo en su cama, jamás lo hubiera creído. Tal vez de Minmei, o hasta la huraña Comandante Hayes, pero ¿¿KIM YOUNG??. ¿Cómo pudo pasar esto?.
Ante esa pregunta, la mente del joven Teniente fue llevada sin darse cuenta, unas cuantas unas semanas atrás, hasta el día en que todo había comenzado...
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Hace unas semanas...
El Teniente Rick Hunter, intrépido e indisciplinado líder del famoso y letal escuadrón Skull, abrió lentamente los ojos y vio una forma borrosa frente a él. Al enfocar bien los ojos esa forma borrosa se transformó en un techo... un techo que a todas luces no era el techo de su cuarto en las barracas para oficiales, por consiguiente, tampoco estaba recostado en su cama.
"¿A donde rayos fui a terminar esta vez?" se preguntó mentalmente el ya resignado piloto Veritech, prometiendo por enésima vez dejar de beber tanto, ya que era bastante desagradable despertar en un lugar que no conocía, y al que no sabía cómo había llegado.
Intentó levantarse, pero le vino un fuerte dolor de cabeza y un repentino mareo que hacía que el techo frente a él diera vueltas como en un carrusel. Este era el momento de aplicar una de las famosas "Técnicas Fokker contra Problemas de Resaca". Cerró con fuerza los ojos, bajó un pie de la cama y lo apoyó en el suelo para anclarse. Al abrir los ojos el techo ya no daba vueltas.
"Mucho mejor. Ahora debo conseguir una aspirina para el dolor de cabeza... u otro trago" pensó el Teniente antes de ser interrumpido sorpresivamente.
-- Hasta que finalmente despertaste, dormilón.
-- ¿Mmh? –- fue todo lo que pudo decir el joven Teniente al ser sorprendido por esa suave voz femenina que parecía más un ronroneo, y que provenía de una hermosa pelirroja de cabellera larga y rizada, que estaba con medio cuerpo recostado sobre él.
-- Pensé que no despertarías nunca... bueno, después de lo de anoche, es comprensible que estés un poco cansado... "Tigre" –- dijo la chica, en tono juguetón, mientras le acariciaba el pecho con una mano.
-- Eeeehh... jeje... hola –- fue todo lo que Rick pudo articular en respuesta, mientras intentaba deducir desesperadamente quién rayos era esa pelirroja y por qué estaban juntos en una cama, pero su cerebro estaba demasiado adormilado por la resaca como para funcionar a plena capacidad. Estaba volando con piloto automático.
-- ¿Por qué tan tímido, Rick?. Después de todo lo que hicimos anoche creo que ya podemos dejar las formalidades de lado –- dijo la pelirroja, acariciando una mejilla de Rick con una mano mientras se apegaba más a él.
Rick sintió como la chica se apretujaba contra él, y pudo experimentar la presión de los bien provistos pechos de la chica, coronados por unos erectos y duros pezones que podía sentir pinchándolo en su torso. También sintió la suave piel de la chica rozando contra la de él, creando una sensación electrizante que lo hizo estremecer, sobre todo al sentir como la chica comenzaba a estimular con una mano a su dormido camarada de armas, que nada más sentir el estímulo de la chica, se puso en guardia en el acto, listo para otro combate.
-- ¿Te gusta eso, Rick? –- preguntó la chica con voz traviesa, aumentando el estímulo.
-- Aaahh –- fue todo lo que pudo responder Rick, ya que quién quiera que fuera esa chica, sabía muy bien lo que estaba haciendo. Ese masaje en su pene se sentía de maravillas.
-- Parece que si –- respondió ella traviesa, y antes de que Rick pudiera decir otra cosa, la pelirroja comenzó a descender, mirándolo con una sonrisa traviesa y ojos deseosos.
El Teniente Rick Hunter, intrépido e indisciplinado líder del famoso y letal escuadrón Skull, tragó sonoramente. ¿Acaso ella iba a...?
-- Rick –- llamó la chica, con el miembro del teniente tomado con ambas manos, justo frente a su sonriente rostro.
-- ¿Si? –- preguntó tímidamente Rick, levantando la cabeza para ver mejor a la chica.
-- Buen provecho –- dijo la chica con una sonrisa traviesa abrió la boca, y se tragó el miembro de Rick hasta base.
!!!!OH MY GOD!!!!.
El joven Teniente enterró la cabeza en la almohada, estrujando la sabana con las manos, a la vez que daba un silencioso gemido de placer. Se sentía en la gloria. Sentía como la chica subía y bajaba tragándose una y otra vez su miembro desde la punta hasta la base, pasando por su lengua y llegando hasta la garganta, a la vez que lo succionaba como si fuera una súper ventosa. Luego la chica tomó el miembro con las manos y comenzó a lamerlo como si fuera un caramelo, desde la base hasta la punta. Fue en ese momento de extremo placer, que el cerebro de Rick comenzó a funcionar y entre lamida y lamida y algunos deliciosos chupetones, pudo por fin recordar cómo fue que llegó a donde estaba ahora.
Todo había comenzado la noche anterior en el restaurante chino "Dragón Blanco" donde él y su escuadrón habían ido a celebrar una nueva victoria sobre la armada enemiga y el no haber sufrido ninguna baja en el transcurso de la batalla. Estaban todos comiendo y charlando alegremente, mientras el tío Ben y su esposa los atendían como si fueran reyes. Como era de esperar, la conversación se fue desviando lentamente hasta llegar a "Minmei", que parecía ser un tema obligado entre los pilotos Veritech de un tiempo a esta parte. La conversación giró en torno a lo linda que era, lo bien que canta, etc, etc, etc. Como ese era un tema particularmente sensible para él, terminó dejando el lugar discretamente y yendo a otro local a tomar un trago, con la firme intención de no pensar en la "Señorita Macross", que parecía haberlo sacado de su vida, solo hasta que necesitaba un amigo o un paño de lágrimas, algo totalmente distinto a lo que él deseaba ser para ella.
Finalmente terminó sentando ante la barra de un conocido bar y, como era ya su mala costumbre, tomando más de una copa. Fue ahí donde conoció a la pelirroja, que se sentó junto a él a tomar un trago, ya que era el único lugar disponible. En cosa de nada ya se habían presentado y mantenían una agradable conversación amenizada por más tragos, invitados por Rick. Fue así, que una cosa llevó a la otra, y sumados al calor de los tragos, terminaron en casa de la chica, disfrutando de una agradable sesión de sexo... cosa que se estaba repitiendo ahora con la espectacular mamada que le estaba haciendo la pelirroja, mamada que lo tenía al borde de...
-- Aaahhh... no aguantó más –- dijo Rick entre dientes, ya sin poder contener lo inevitable.
La chica nada más escuchar eso, rodeó el miembro de Rick con la boca y descendió hasta la base, haciendo que el Teniente liberara toda la carga en su boca, tragando todo sin perder una gota.
Cuando Rick pudo finalmente recuperar el aliento, después de esa espectacularmente deliciosa experiencia, levantó la cabeza para mirar a la chica, que aún estaba con su miembro sujeto con una mano, dándole unas lamidas para limpiar los restos de la corrida.
-- Gracias, Rick, estuvo delicioso –- dijo ella, pasándose la lengua por los labios.
De solo ver ese gestó, Rick se excitó otra vez y su camarada de armas comenzó a recobrar su vigor. Estaba apunto de decir algo cuando una voz lo interrumpió.
-- ¡¡Cariño, ya llegué!!.
"¿Cariño ya llegue?" se preguntó Rick extrañado al escuchar esa voz, viniendo de la sala del departamento.
-- ¡Oh, no¡Es mi marido! –- dijo la chica, saltando de la cama y poniéndose el camisón de dormir a toda prisa.
-- ¿Tu marido?. ¿¿¿ESTAS CASADA??? –- preguntó Rick, en susurro, totalmente espantado.
-- Sí, desde hace casi 2 años. Pensé que él llegaría más tarde. Siempre es uno de los últimos en salir de la discotheque –- dijo ella, buscando la ropa de Rick, que estaba tirada por todas partes y lanzándosela a la cara –- Cuando llega a casa siempre va a la cocina por algo de beber. Tenemos algo de tiempo. Vístete rápido.
-- ¿Trabaja en una Discotheque? -– preguntó Rick, parándose de la cama y poniéndose los calzoncillos, calculando que si pasaba lo peor, podría lidiar con un Barman o un DJ furioso. Después de todo, los Pilotos Veritech no solo sabían volar, también eran entrenados en combate cuerpo a cuerpo, y modestia aparte, él era muy bueno en eso.
-- Si, como mi marido es físico culturista, trabaja de guardia –- respondió la chica señalando un estante en la esquina del cuarto, donde habían trofeos y medallas.
Los ojos de Rick casi salen sus orbitas al ver en el estante, una foto del susodicho recibiendo un trofeo... ¡¡¡¡ERA ENORME!!!. Como 3 Schwarzenegger en uno... Por muy bueno que fuera en artes marciales, no iba a pelear con ese mastodonte. Un solo brazo de ese sujeto era más ancho que la cintura de Rick.
-- ¿Cariño, estás despierta? –- se escuchó desde la sala.
-- ¡¡SI!!. ¡Ya voy! –- gritó la chica en respuesta, arrastrando a Rick hacia la ventana del cuarto -– No te quedes parado ahí como estatua. Sal por la ventana. Rápido.
Rick miró por la ventana y descubrió que daba a un callejón y que estaban... ¡¡¡EN UN TERCER PISO!!!. Lo único visible en donde se podía afirmar era una cornisa por donde con suerte pasaba un gato... un gato pequeño.
-- ¿Quieres que salga por ahí?. ¿¿Estás loca?? –- preguntó Rick espantado.
-- Si mi marido te encuentra aquí te matará –- dijo la chica, empujando a Rick por la ventana -– Lo entretendré para que puedas escapar. Espero que volvamos a vernos Rick Hunter. Lo de anoche fue realmente increíble. Adiós.
Con un último y rápido beso, la chica se despidió del semidesnudo Teniente y corrió hasta la puerta del cuarto, justo para atajar a su marido cuando venía entrando al cuarto. Ante esto Rick no lo pensó dos veces y salió por la ventana, vestido únicamente con sus calzoncillos, su uniforme colgando de su cuello y sus zapatos en una mano.
-- ¿Por qué estas cosas siempre me pasan a mí? –- se preguntó el desdichado Teniente, mientras se deslizaba por la diminuta cornisa, en la punta de sus dedos, apegado a la pared lo mas que podía, en una fiel imitación de una pintura egipcia.
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La Teniente Kim Young, una de las Oficiales de Puente del SDF-1, y miembro del "Trío Terrible", también conocidas como "Las Conejitas del Puente" caminaba por las calles de la ciudad de Macross evidentemente enojada, y no era para menos.
Estaba en su día libre y pensaba salir con Vanessa y Sammie a mirar vitrinas, servirse algo en algún local y después ir a probar suerte y ver si encontraban algún hombre que valiera la pena, tal vez en la dicotheque "Casa de Bambú", que frecuentaban con mucha regularidad, pero sus planes quedaron truncados a primera hora de la mañana, cuando Vanessa y Sammie le dijeron que no podían ir, ya que tenían una cita con 2 gemelos que trabajaban como técnicos en el canal de TV de Macross. En otras palabras, la habían dejado sola. Bien, podía entenderlas. Ella hubiera hecho lo mismo de tener la oportunidad, pero no dejaba de sentirse traicionada.
Así que aquí estaba ahora, caminando solitariamente por las calles de Macross. No pudo dejar de echar de menos a Rico, Bron y Konda, ese trío de idiotas con que tan bien lo habían pasado, aunque eran bastante inocentes... demasiado inocentes a decir verdad. De un día para otro desaparecieron y nadie supo más de ellos.
-- Rayos, cualquiera diría que ando desesperada por un hombre –- dijo para sí la chica, con evidente resignación.
Bien, no es que estuviera terriblemente desesperada por compañía masculina, ni tan falta de sexo. A decir verdad solo lo había hecho una vez, con un novio que tuvo en la tierra, al que amó con locura y que la había dejado por otra. Eso la destrozó, pero supo superarlo con la ayuda de Vanessa y Sammie. Entonces los enemigos atacaron la tierra y ya no tuvo tiempo de pensar en eso.
Ahora, superada esa penosa etapa, lo que ella buscaba en un hombre, era alguien que supiera comprenderla y apreciarla. Alguien que la quisiera con todos sus defectos y virtudes. Alguien con quién sentirse acompañada. Desgraciadamente todos los hombres con los que había salido desde que estaba en el SDF-1 solo buscaban una cosa... "Sexo". Como ella no era una chica fácil, era obvio que su suerte con los hombres no era de las mejores. Cuando ellos veían que no conseguirían lo que querían, se alejaban de ella.
Vanessa y Sammie eran otra historia. Las conocía bien y sabía que tampoco eran chicas fáciles, pero sabía que habían tenido una aventura o dos por ahí. ¿Por que no podía ser como ellas y echar una cana al aire de vez en cuando?. Ya no era una niña, y no había nada de malo en tener compañía una noche... sobre todo en estas oscuras, frías y largas noches en el espacio. ¿Qué es lo que estaba esperando¿Para qué se guardaba tanto?. ¿Acaso esperaba que su príncipe azul cayera del cielo junto a ella?
-- ¡¡¡WAAAAAAHHHH!!!.
Kim saltó asustada al escuchar ese potente gritó, y sentir como algo caía aparatosamente a su lado, dentro de... ¿un contenedor de basura?. Luego de unos segundos en los que recuperó la calma, Kim se dio cuenta de que había saltado hasta quedar apegada de espaldas a una pared. Se percató también que había estado tan metida en sus reflexiones que sin darse cuenta había caminado hasta adentrarse en un callejón, y que frente a ella había un contenedor de basura donde había caído... algo.
La chica de corta y rebelde cabellera oscura, se acercó lenta y cuidadosamente hasta el contenedor de basura, hasta que dos cosas salieron volando desde dentro, para caer junto a ella. Al mirar esas cosas, Kim se dio cuenta de que eran... ¿¿Zapatos??. Nuevos ruidos procedentes del contenedor de basura la hicieron levantar la cabeza, solo para ver como por el borde del contenedor aparecía una mano que se sujeto de él, y como luego otra mano dejó colgando del borde del contenedor lo que parecía ser ropa, y no era ropa común y corriente, era un uniforme militar.
"¿Que rayos?" se preguntó Kim, y entonces ocurrió lo impensado, desde el contenedor de basura, se asomó la cabeza del inconfundible líder del escuadrón Skull. Cabeza que estaba coronada por lo que parecía ser los restos de un plato de tallarines.
-- ¿¿Teniente Hunter?? –- preguntó Kim, sin poder creer lo que veía.
Al escuchar su nombre, Rick levantó la cabeza para encontrarse con... Kim Young, una de Las Conejitas del Puente. "Oh, no". Fue todo lo que pasó por la mente de Rick en ese momento.
-- Teniente Hunter. ¿Qué le pasó?. ¿Cómo llegó ahí dentro? -– preguntó Kim, ayudando a Rick a salir del contenedor basura, para llevarse una nueva sorpresa. El Teniente estaba vestido únicamente con unos calzoncillos. Kim se sonrojó visiblemente, pero no pudo dejar de admirar el cuerpo del Teniente. Era delgado, pero atlético y muy bien formado. Podía ver como sus músculos estaban perfectamente marcados. Se veía realmente bien, bueno, a excepción por la basura que lo cubría.
Rick quedó de pie frente a Kim, que aun lo sujetaba de los brazos, sin saber qué decir. Aún estaba algo aturdido por la caída y mareado por la resaca. Lo único bueno de todo esto, es que luego de haber resbalado de la cornisa, tuvo la suerte de que hubiera algo que amortiguara su caída.
-- ¿Teniente Hunter... está bien? –- preguntó Kim, un tanto asustada por la nula reacción de Rick.
-- Eeeehh... si, bien, gracias –- dijo Rick, tratando de organizar sus ideas.
-- ¿Teniente, qué le pasó?. ¿Cómo es que quedó en ese estado?. ¿Cómo es que cayó dentro de ese contenedor de basura? -– preguntó Kim, realmente curiosa, ya que este no era un hecho normal.
Rick no supo qué responder. No podía decirle que cayó de la cornisa de un tercer piso, porque salió semidesnudo por una ventana, para evitar que un gorila que trabaja como guardia de una discotheque, lo encontrara con el pene metido dentro de la boca de su mujer... No, definitivamente no podía decirle eso. Entonces, ese mareó que sintió al despertar volvió otra vez, y todo frente a él comenzó a dar vueltas como en un carrusel, y sintió que el estómago se le revolvía.
"Oh, no de nuevo" pensó Rick, sintiendo un sabor agridulce subir por su garganta.
-- ¿Teniente, se encuentra bien?. De pronto su rostro se puso verde –- preguntó Kim algo más asustada que antes, entonces sintió como Rick trastabillaba y ella lo sujetó lo mejor que pudo para que no se cayera. Como resultado, el rostro de Rick quedó a escasos centímetros del suyo.
Los ojos de ambos se encontraron por un instante y se observaron fijamente, como si fuera la primera vez que lo hacían. Por un momento parecía que el tiempo se había detenido, solo estaban ellos y nada más, perdiéndose repentinamente en los ojos del otro, hasta que... Rick no pudo aguantar lo inevitable. Se sujetó con fuerza de los brazos de Kim, y se inclinó hacia adelante en forma involuntaria, lo siguiente fue... algo que Kim quisiera no recordar.
-- ¡¡¡BWUUUAAAAAAGGGGGHHHHHH!!!!.
-- ¡¡¡KYAAAAAAAAAAA!!!. ¡¡¡NO TE VOMITES ENCIMA DE MÍ!!!!.
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Rick Hunter estaba sentado en forma resignada ante la barra de un local al que había ingresado con Kim Young, para que esta pudiera lavarse y cambiarse de ropa en el baño de damas. Aunque el cambio no era el mejor de todo, ya que lo único que tenían a la mano era la chaqueta del uniforme de Rick, que se había ensuciado con basura. Bueno, era eso, ir con la ropa cubierta de vómito, o ir desnuda de la cintura para arriba. Obviamente Kim había elegido la primera alternativa.
"¿Y ahora qué rayos voy a hacer?" se preguntaba Rick, tratando de idear algo para salir de esta comprometedora situación. Y es que si Kim le contaba esto a Vanessa y Sammie, era seguro que en cosa de horas lo sabrían todos en el SDF-1... y si Lisa se enteraba, era hombre muerto.
En eso se abrió la puerta del baño de damas y salió una ceñuda Kim, vistiendo una sucia chaqueta de uniforme militar, que le quedaba algo grande. La morena de cabello corto pasó junto a Rick sin siquiera mirarlo y salió del local sin decir una palabra.
Rick se quedó unos segundos con cara de idiota mirando la puerta por donde había salido la chica, hasta que finalmente reaccionó y salió corriendo detrás de ella, para total alegría de los comensales que estaban dentro del local, ya que el joven Teniente olía a rayos, después de haber caído a la basura y haberse vomitado.
Al salir del local, Rick miró para ambos lados buscando a la chica, y la vio a su derecha, alejándose calle abajo a grandes zancadas y visiblemente enojada. Rick suspiró con resignación. Sabía que debía disculparse con Kim cuanto antes, y de paso tratar de evitar que la chica se fuera de lengua y contara a sus amigas y en especial a Lisa, todo lo que había pasado.
-- ¡¡Kim!!. ¡¡Kim, espera!! -- gritó Rick, corriendo detrás de ella, hasta que pudo alcanzarla y tomarla de un brazo para detenerla -- ¡¡Kim, espera por favor!!
-- ¡¡No me toque, Teniente!! -- dijo la chica enojada, soltándose del agarre de Rick.
-- Tranquila. No hay para qué enojarse –- dijo Rick, levantando las manos en señal de paz.
-- ¿¿Qué no hay para qué enojarse??... ¡¡¡¡VOMITASTE ENCIMA DE MI, TENIENTE!!!!. ¿¿¿CÓMO DEMONIOS QUIERE QUE NO ME ENOJE??? –- gritó Kim, con una vena punzante en la frente.
-- Oye, no lo hice a propósito. Fue un accidente. Por favor créeme –- dijo Rick, tratando de hacer entender a una enojada Kim, con toda la culpa y la vergüenza pintada en la cara, ya que en verdad estaba avergonzado por esta situación.
Kim observó a Rick, fijamente unos segundos. El Teniente se veía verdaderamente avergonzado y analizando las cosas con calma, él tenía razón. Fue todo un accidente. Suspiró pesadamente.
-- Si, tiene razón, Teniente, fue un accidente... pero eso no quita el hecho de que me vomitó. Y en todo caso¿Cómo demonios fue a caer dentro de ese contenedor de basura, y por qué estaba solo en calzoncillos?
-- Ya... bueno... yo... -– comenzó Rick, tomado fuera de guardia por ese pregunta, pero fue salvado por una Alerta de Ataque enemigo.
"Atención todos los pilotos Veritech: Alerta roja. Alerta roja. Esto no es un simulacro, repito, esto no es un simulacro. Repórtense de inmediato en sus puestos de combate..."
-- ¡¡Oh, no, justo ahora!! –- se quejó Rick.
-- Adiós día libre –- dijo Kim, y comenzó a correr calle abajo.
-- ¡¡Kim, espera!! –- gritó Rick, tratando de alcanzar a la chica, ya que aún tenían cosas de que hablar.
-- Estamos en Alerta Roja, Teniente. Debo ir a tomar mi lugar en el puente y usted debe ir a reportarse al Prometheus. Tiene un escuadrón Veritech que comandar. ¿Acaso lo olvidó? –- preguntó Kim, recobrando algo de su enojo, para luego seguir corriendo calle abajo.
Rick se quedó de pie unos segundos, hasta que la voz de Lisa sonando por los altavoces, repitiendo la Alerta de Combate, lo hizo reaccionar.
-- ¡¡Si, si, ya escuché, maldición!! -– se quejó Rick, comenzando a correr en sentido contrario a Kim, buscando algún taxi que lo pudiera llevar al Prometheus.
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La Teniente Moira Flynn, Oficial de Catapulta, caminaba con paso acelerada por una de las cubiertas inferiores del Prometheus, con el casco de su traje espacial bajo su brazo izquierdo y una jarra de café en la mano derecha, observando el incesante y acelerado ajetreo, para preparar a los Veritech para la batalla. Era como ver un hormiguero rebosante de actividad, donde todos tenían una tarea especifica por hacer, igual que ella, pero no pudo evitar detenerse junto a la entrada de los vestidores de los Pilotos Veritech, al ver el estado en que cierto Teniente se aceraba a esa puerta.
-- Rick Hunter... ¿Qué demonios te pasó? –- preguntó la mujer al ver al desastrado y sucio líder de los Skull -- ¿Y por qué hueles tan mal? –- preguntó haciendo un gesto de asco.
-- No preguntes –- respondió Rick, no de muy buen humor.
-- Por lo que veo lo pasaste muy bien anoche... o muy mal. Dependiendo del punto de vista –- comentó Moira, mirándolo de arriba abajo con una sonrisa burlesca.
-- ¿Terminaste?. Lo pregunto para poder ir a cambiarme –- dijo Rick, con algo de sarcasmo.
-- Parece que no andas de muy buen humor el día de hoy. Como sea, apúrate y cámbiate luego piloto.. y toma –- dijo Moira, pasándole la jarra de café –- Creo que la necesitas más que yo. ¡¡Nos vemos afuera piloto!! –- se despidió la mujer y se encaminó a uno de los elevadores para subir a la cubierta de vuelo.
Rick miró a la mujer alejarse a paso acelerado y no pudo evitar sonreír. Moira podía ser algo pesada cuando se lo proponía, pero era una gran amiga. Junto con Max, eran los únicos verdaderos amigos que tenía... los únicos que le iban quedando. Ese pensamiento lo entristeció, pero no era el momento de penar en eso. Dio media vuelta y entró a los vestidores echando un trago de café.
-- ¡¡¡AAAGGGHHH!!!. Este café está hirviendo... ¡¡¡¡MOIRAAAAA!!!!
En la cubierta de vuelo del Prometheus, una Oficial de Catapulta sonreía traviesamente.
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-- Perdón por la demora –- dijo una acelerada Kim, entrando al puente del SDF-1 y relevando a la oficial de reemplazo, que le dejó el lugar de inmediato, sin poder evitar llevarse una mano a la nariz y mirar en forma extraña a Kim, antes de salir del puente.
-- Tranquila. Aún estás a tiempo –- dijo el Capitán Gloval, parado detrás de Vanessa, observando el despliegue táctico que se apreciaba en el monitor de la chica.
-- ¿Que te demoró tanto? –- preguntó Sammie, casi en un susurro, inclinándose un poco hacia Kim.
-- No... nada –- respondió Kim, un tanto resignada, recordando que tuvo que ponerse su uniforme sin poderse asearse antes, por lo que el pegajoso olor a vómito, sumado al olor a basura de la chaqueta del Teniente Hunter hacían una muy mala combinación, y para empeorarlo todo, justo se le había acabado el frasco de perfume que manejaba en su casillero.
-- ¿Cómo va el desligue de nuestros Veritech, Lisa? –- preguntó Gloval, de brazos cruzados, sin apartar la vista del despliegue táctico en el monitor de Vanessa.
-- Ya casi todas nuestras fuerzas están desplegadas, señor –- respondió la Primer Oficial del puente.
-- ¿Y el escuadrón Skull? -– preguntó Gloval.
-- Está por despegar en ese momento, señor.
-- Bien. Dígale al Teniente Hunter que necesito que dirija a su escuadrón para interceptar al enemigo desde el cuarto cuadrante. Sé que será difícil, pero cuento con él para ese trabajo.
-- Entendido, señor –- respondió Lisa, sin poder evitar sentir algo de orgullo al escuchar las palabras de confianza del Capitán Gloval para con el líder de los Skull, pero tampoco dejó de sentir algo de temor. Gloval le estaba dando a Rick la parte más peligrosa de la batalla.
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En la cubierta de vuelo del Prometheus, un mosqueado Rick Hunter, se preparaba para despegar, observando con ojos estrechos a Moira Flynn, la Oficial de Catapulta que le había pasado un café hirviendo con el que se había quemado la lengua... ya se las cobraría en su momento.
Finalmente se dio la señal de partida y Rick saludo a Moira con los pulgares hacia arriba y se echó hacia atrás en el asiento. Abajo, Moira apuntó hacia la proa y se arrodilló para que el ala del Veritech no la golpeara al pasar. En cosa de segundos el Skull Uno salió volando a enfrentar una nueva batalla, seguido de cerca por su letal escuadrón. En la cubierta de vuelo, Moira Flynn los vio alejarse hasta solo ser unos puntos de luz a la distancia.
"Buena cacería, pilotos" –- pensó la mujer, antes de volver a sus ocupaciones.
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-- ... y esas son las ordenes del Capitán, Rick. Es peligroso, pero contamos contigo –- dijo Lisa, por la red táctica, mirando a Rick por uno de sus monitores.
-- No te preocupes Lisa. Los mandaremos de regreso por donde vinieron, de una buena patada en el trasero –- respondió Rick, guiñándole juguetonamente un ojo a la mujer, que no pudo evitar un pequeño sonrojo, que no pasó desapercibido para una divertida Claudia.
-- Ponte serio Rick. Esto no es un juego –- respondió Lisa, recuperando la compostura.
-- Hablo enserio Lisa. Bien, te dejo, tengo cosas que atender acá. Bajaré unos en tu nombre -– dijo Rick a modo de despedida, y desapareció del monitor de Lisa.
-- Teniente Hunter... ¡¡Rick!!. Cielos¿Es que es este hombre no puede tomar nada enserio? –- se quejó Lisa.
Como si fuera una respuesta a la pregunta de Lisa, por la red táctica se pudo escuchar una interesante conversación del líder de los Skull.
-- Líder de Skull a ala Skull, ya escucharon a la dama. No podemos quedar mal.
-- Apuesto a que no Teniente, pero no bajaran tantos como nosotros -– respondió el líder escuadrón Apollo, otro de los escuadrones de elite dentro del SDF-1.
-- Te escuchas muy seguro de ti mismo, líder Apollo. ¿Cuánto quieres perder? –- preguntó Rick.
-- Pagar los tragos del ganador esta noche en La Casa de Bambú –- respondió líder Apollo.
-- ¡¡Hecho!!. Los Officers Pots valen por 2 –- dijo Rick.
-- Me parece bien –- dijo el líder Apollo y cortó la comunicación.
-- Bien chicos. Ya lo escucharon. Esta noche los tragos corren por cuenta del Apollo –- dijo Rick, mientras un estallido de vítores fue escuchado por la red táctica -– Quince segundos para contacto con el enemigo. Ala Skull... ¡¡¡VAMOS POR ESOS TRAGOS!!!.
Y así una nueva batalla daba comienzo contra esos enemigos intergalácticos, con una sorprendida Lisa Hayes, que no daba crédito a lo que acaba de escuchar.
-- No lo puedo creer. ¿Cómo puede ser tan irresponsable? –- se preguntó en voz alta, antes de tener que poner atención a sus obligaciones como Primer Oficial.
Por su parte, Claudia no dejaba de pensar que este nuevo Rick Hunter, que había surgido de un tiempo a esta parte, le recordaba peligrosamente a cierto rubio piloto Veritech, en esos años que era un vividor y un mujeriego empedernido. Tendría que hablar seriamente con Lisa para que tomara cartas en el asunto, o su aviador podría alejarse volando de su alcance antes de que se diera cuenta.
En tanto el Capitán Gloval no pudo reprimir una pequeña sonrisa. Esa conversación del Teniente Hunter le hizo rememorar sus tiempos de juventud, y es que contra lo que todos pensaran, él también había hecho de las suyas en sus tiempos. "Si pudiera contarles una de las tantas que hice, esos jóvenes se caerían de espaldas" pensó el Capitán.
En cuanto a Vanessa y Sammie, se lanzaron una mirada discreta mientras sonreían en forma cómplice. Las dos mujeres pensaban lo mismo, darse una vuelta esa noche por "La Casa de Bambú" ¿Quién sabe? En una de esas podía caer en sus redes algún cotizado piloto Veritech, de preferencia uno que respondiera al nombre de Maximilliam Sterling. Un Rick Hunter tampoco estaría mal, aunque ya parecía tener dos personas que reclamaban derechos sobre él... una tal Señorita Macross y cierta Primer Oficial del puente del SDF-1. Tal vez sería mejor no meterse por ahí, era terreno peligroso, aunque la recompensa bien valía el riesgo.
Por su parte, una mosqueada, y porque no decirlo, "fétida" Kim Young, no pudo dejar de concordar con Lisa. Después de todo lo que había visto y vivido las pasadas horas, estaba más que segura que Rick Hunter era un irresponsable, y de paso, un completo idiota.
-- Oigan... ¿Qué es ese olor tan desagradable? –- preguntó Sammie, con un gesto de asco, tapándose la nariz con una mano.
-- Es verdad. Huele como a... vomito y basura. Qué asco –- dijo Vanesa, llevándose una mano a la boca –- ¿Sientes ese olor, Kim¿Kim?...snif, snif... Kim, ese olor... ¡¡¡ERES TU!!!.
Kim Young, oficial del puente del SDF-1, se desparramó sobre su consola, llorando silenciosamente y preguntándose qué había hecho para merecer eso.
Continuará...
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Notas del Autor: Finalmente, y luego de muchos pensarlo, me lancé a la aventura de escribir mi primer fic de ROBOTECH.
Hasta ahora había escrito mayormente sobre Evangelion, con algunas incursiones en Naruto, Bubblegum Crisis Tokio 2040 y Tenchi Muyo, pero nunca se me había pasado por la mente escribir sobre Robotech, hasta que mi amigo Seferino Rengel, me fue entusiasmando con la idea, hasta que un día me dije¿Por qué no?.
Una vez tomada la decisión vino la parte más difícil. ¿Sobre qué escribir?. Para empezar, estaba claro que sería sobre mi héroe de la infancia "Rick Hunter", pero no quería caer en el común de los fics, y hacer otra romántica y dramática historia con el archirrepetido trío Lisa-Rick-Minmei. Ya hay demasiados fics que tratan sobre eso y todos caen en lo mismo. Yo quería hacer algo diferente, algo que se saliera de lo común y rompiera el esquema tradicional. Fue así como decidí retomar la comedia picante, que tan buen resultado me dio en el fic SEX IN TOKIO-3, de Evangelion.
Así llegamos a esta historia, que nos presenta a un Rick Hunter indisciplinado, vividor y mujeriego, que se asemeja mucho a Roy Fokker antes de Claudia. Podemos ver también como sus andanzas terminan por afectar a Kim Young, una las integrantes del Trío Terrible, la cual no se llevó lo que se dice una muy buena impresión del Teniente Hunter.
Otra que también parece tener cosas que decir en este fic es Lisa, bueno, si Claudia logra convencerla de tomar cartas en el asunto, e ir por su rebelde piloto de una vez por todas. ¿Y qué pasa con Minmei? Como dije, esta no será la típica historia de ROBOTECH, muchas cosas pasaran aquí, eso sí, no será nada de lo que ya están acostumbrados a ver en los fics de esta serie. Como dije, mi idea es romper el esquema tradicional.
Espero que les guste la historia y puedan seguirme en los siguientes capítulos.
Nos Leemos.
Prelector: Seferino Rengel, Webmaster de www.ngefics.tk la mejor página de Fanfics de Evangelion.
Corrector: Shield Liger, autor del fic "La Otra Rei Ayanami".
Este capítulo fue terminado el 02 de Julio de 2007.
