IMPORTANTE: A ver pongamos las cosas en claro, al final del manga sabemos que Kai se casa con una perra que se llama Misao, y tienen un hijo que se llama Gou, mientras que Ray se casa con Mariah (argh!) y tienen una hija que se llama Ling, ahora bien no se cuantos mas tienen familia ni como se llaman sus esposas ni nada, y ni me importa. Hago este fanfic porque NADIE ni siquiera el mismo Aoki Takao que me quita mi yaoi en Beyblade ù.ú aclaro que no se demasiado del manga (porque no me interesa) pero eso del final me ha venido molestando estos días (llámenlo secuelas post-trauma) y es por eso que hago esto, cuento con algunos datos mas no se que tan exactos lleguen a ser, como sea voy a poner todo como a mi se me pegue mi regalada gana, sin importar si me equivoque o no... pero eso si... ¡Estoy enojada! Y por eso hago el fic porque ya lo dije antes ¡NADIE ME QUITA MI YAOI! ¬¬ A ver que te parece esto Takao Aoki ¡Retuércete en tu tumba! Ah ¿Qué todavía no te mueres?

"..." diálogos

'...' pensamientos

(...) cuando yo diga algo

sCsCsCsCs cambio de escena

Ahora los datos del fic:

Titulo: Second Chance. Porque si ¡Esto es una segunda oportunidad! al menos para arreglar la idiotez que hizo a Aoki a mi ver... no me critiquen soy fan yaoi y puedo quejarme lo que quiera del final y hacer lo que quiera también ù.ú

Genero: Shonen-ai, yaoi, y no se que mas vaya a salir de esto.

Parejas: KaixRei ¡Eso ya es de mandamiento, regla, norma y ley! ù.ú

Disclaimer: Beyblade es de Aoki Takao no mío porque si lo fuese mío ¡EL FINAL SERIA OTRO! pero eso no quita que la trama de esta historia sea MÍA... cuídate Aoki porque no sabes cuando me haré rica y comprare los derechos de Beyblade, haré lo que quiera con el y buscare dejarte en la calle ù.ú... sigo molesta ¬¬ disculpen las tonterías que digo.

.: Capitulo uno :.

La casa se era sin duda un lugar silencioso, siempre lo había sido mas ahora parecía ser que ese silencio se acentuaba, que ese silencio se remarcaba aun mas, ese era el mismo silencio desde que ella ya no estaba, y era inevitable que hubiese dejado un hueco con su ausencia porque si lo había dejado, incluso sentía que la extrañaba... claro, se había acostumbrado a ella y a su presencia, no negaba que le había querido y quizás mucho... pero no amor, no, el amor era otra cosa, el amor se le había escapado desde hacia años de las manos.

Las vacaciones largas que representaban el verano apenas daban comienzo, y el sabia que este seria un año mas que pasaría harto de todo y de todos. Pero... no podía quejarse, no debía... no era el único que tenia problemas.

Mientras que el estaba hundido en su propia soledad, en su apatía y en su desesperación... su hijo también, lo sabia, sabia que Gou también estaba cayendo y el no era para nada capaz de ayudarlo, se sentía tan inútil ¿Desde cuando había comenzado esto? Dos años, hacia dos años que la madre de su hijo, la mujer con la que se había casado a pesar de no amarla realmente se había marchado para siempre de este mundo, hacia dos años Misao había muerto... ¿Cómo? los accidentes automovilísticos son tan comunes, tan fáciles de tener y tan fatales también.

Y en esos dos años había visto a su hijo caer, encerraste en si mismo, sufrir en silencio... y no había hecho nada por ayudarle... nada.

Lo triste de la historia recaía en dos sencillos y vanos hechos: El primero consistía en que el mismo se estaba viendo reflejado en aquellas orbes escarlatas idénticas a las suyas, que su niño estaba creciendo y anidando en su ser los mismos sentimientos nefastos por los que el había pasado toda su vida, desde su infancia en aquella oscura abadía. Y el segundo hecho era... que su hijo era infeliz, completamente... y Gou tan solo contaba con diez años apenas...

Kai suspiro despegando los dedos que tenia sobre el frió cristal de la ventana, no sabia que hacer, apenas eran dos semanas días desde que había regresado de Rusia hacia Japón, y su niño ya estaba mas decaído que nada... tenia que aceptar que su estancia en el frió país de una u otra forma ayudaba a su niño bicolor, pero regresar al país nipón... quizás no había sido la mejor idea de todas. Cerro los ojos con fuerza conteniendo toda la frustración que había dentro de su ser, sintiéndose atado, incapaz, impotente ante todo.

sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs

"¡Papá! .¡Papá!" -un grito se dejo escuchar por toda aquella tranquila casa- "¡Papá!" -insistió la infantil voz-.

"Por todos los cielos Ling, ya voy" -se escucho una queja clara provenir desde el fondo de una de las habitaciones-.

"¡Ay papá! Hace hambre" -comento con un tono divertido la dueña de aquella cantarina voz-.

El sonido de un calmoso bostezo se dejo escuchar con claridad, y pronto por los pasillos la figura inconfundible del oriental de ojos dorados se hizo presente. Sus negros cabellos lucían revueltos, sus orbes ambarinas relucían con sueño y la expresión de su rostro se denotaba cansada. No había pasado una noche muy buena, mas su encanto natural hacia que se viese perfecto. A sus veintisiete años, Rei Kon aparentaba ser mucho mas joven, como si su apariencia y su estado físico fuesen en contra del tiempo.

Llego hasta las escaleras, donde con tan solo echar un vistazo hacia abajo la pequeña figura de su hija salía a la vista, la niña le sonrió y después emprendió la carrera, dirigiéndose a un lugar que Rei conocía... la cocina.

Bostezo de nuevo y se dispuso a bajar las escaleras de aquella pequeña pero acogedora casa que tenia en Japón, no era la gran cosa, bastante común de hecho pero se sentía a gusto en aquel lugar. Piso el ultimo escalón y después avanzando por una sala, y pasando un pasillo mas llego hasta la cocina, que debía aceptar era uno de los lugares de la casa que mas le gustaban.

Al entrar observo a su activa hija de once años sentada en una silla, con los brazos sobre la mesa y en una clara actitud de espera.

"¿Qué quieres desayunar hoy?" -pregunto el ojidorado pasando a un lado de donde la pequeña se encontraba, justamente en el pequeño comedor que había en la cocina, la casa contaba con uno mas grande que se usaba pasa las visitas, mas ellos no tenían muchas de esas-.

"Lo que sea esta bien, pero que sea mucho porque hoy amanecí con mucha pero mucha hambre" -rió divertida mientras comenzaba a jugar con una cuchara que estaba a su alcance-.

Rei tan solo sonrió en un gesto ligero, para después rondar diestramente por toda la cocina tomando los ingredientes que usaría para aquel desayuno, era una escena completamente común en su vida mas no podía quejarse... al menos ya no ahora.

Cuatro meses (déjenme le tengo manía al cuatro XD), cuatro meses eran los que hasta ahora llevaba separado de Mao... y si que había sido todo un suplicio lograr aquello, pues su vida de "familia" en realidad era una farsa y una completa carga que llevar sobre sus hombros, todo había empezado mal en aquella "relación" TODO.

Desde niños lo sabia... sabia que la pelirosa le tenia cierto gusto, y según Mao en aquel tiempo era "amor" mas Rei bien tenia entendido que solo era cariño lo que la mantenía confundida, habían crecido juntos, se conocían a la perfección, eran casi como hermanos, pero aparentemente la china ojiámbar había comprendido muy mal las cosas.

Y luego... y luego después de aquel ultimo torneo de Beyblade regresaron a China, a su país natal... hubiese preferido quedarse pues no quería separarse de sus amigos y mas en especial de uno de ellos, mas para su desgracia no había motivo que lo mantuviese en Japón, Rei solo quería un motivo en especial para quedarse en aquel lugar, mas este nunca llego.

Lo peor vino cuando al llegar a su pueblo se encontró con la gran e inesperada sorpresa de que había sido comprometido para matrimonio... ¿Con quien? Jah, que increíble de pensar pero si... le habían comprometido con Mao.

Hubiese incluso matado para no tener que casarse con ella pero había dos factores que lo orillaron a cometer tal estupidez, para empezar era un deseo de los ancianos todo respetables (uh si, claro) y el estaba acostumbrado a seguir las disposiciones que tomaban los mayores incluso si se adueñaban tanto de su vida, pues les estaba en deuda a todas aquellas personas que habían cuidado de el cuando sus padres habían muerto, no podía replicar ni quejarse. Pero la otra razón, la mas importante... era que realmente no importaba si se casaba con Mao, después de todo lo persona que el amaba jamás le correspondería, era un amor absurdo y completamente platónico el que tenia, una ilusión tonta y un sufrimiento agudo que no podía quitarse de si mismo.

Por obligación y porque estaba completamente seguro de que no servia de nada oponerse a ello pues el amor que el deseaba estaba fuera de su alcance, entonces nada le detenía realmente a negarse, fue por eso que acepto el compromiso.

Se caso... ah vaya estúpido... y justo como Mao lo quiso tuvieron que hacer un gran alarde con la dichosa boda, incluso invito a sus amigos mas como lo esperaba, el hombre de negocios y vida ocupada, Kai Hiwatari no había ido... mejor, de haber ido no hubiese sabido que hubiese ocurrido.

Al principio todo parecía marchar bien, realmente se había esforzado por querer a Mao más allá de una simple compañera, de una amiga, de una hermana, pero sus intentos sin duda alguna habían fracasado mas no se arrepentía de nada.

Paso demasiado poco tiempo para el nacimiento de Ling, su hija. Y quizás con aquella niña una de sus más grandes alegrías había llegado, mas también uno de sus grandes pesares. Mao comenzó a dejar ver la verdadera persona que era, no aquella amiga incondicional, no aquella chica de firme carácter, no, ahora se estaba convirtiendo en un completo dolor de cabeza, no supo cuando ni tampoco porque pero al final la pelirosa era completamente otra persona.

Los años venideros habían sido bastante pesados, Mao parecía tenerle una manía como si lo quisiese ver hundido, sufriendo, solo... realmente no comprendía a la que había sido su amiga de la infancia. Mas también el problema era con Ling, trataba a su hija tan respectivamente que a Rei le parecía asombroso que una madre pudiese ser de aquella forma tan sencillamente desnaturalizada... pero claro... una madre no siempre tiene que ser buena por mas cruel que eso se escuche.

Ante todos eran una familia feliz, sin problemas y que se llevaban bastante bien, sonreían a todo mundo y dejaban ver una apariencia impecable, más solo era un teatro que aparentemente y sin querer los tres se habían puesto de acuerdo para llevar a cabo.

Hasta que la situación realmente había llegado al limite, al punto en el que soportar mas tiempo era un suicidio, un punto donde ya ninguno de los tres podían seguir con aquel teatro que estaban montando diciéndose llamar "familia". No soportaba a esa mujer ni a su carácter endemoniado, no soportaba la poca atención que le ponía a su hija quien el mismo Rei se había encargado prácticamente de criar el solo, pues Mao ni una sola ocasión siquiera había estado ahí para su hija, para tomarla en brazos cuando esta había caído ni mucho menos para curar una sola de sus heridas.

Después de muchas discusiones y tiempos completamente llenos de tensión, habían acordado un divorcio mutuo pues era claro que Mao ya tampoco soportaba nada de lo que estaba viviendo. Ling quedo bajo su custodia lo que agradeció enormemente, pues no estaba seguro de cual hubiese sido el destino de su hija de haberse quedado con su madre.

Y al fin luego de más problemas habían ido a dar a Japón, donde ambos habían comenzado una nueva vida juntos, conseguido una buena casa y Rei un buen empleo, era primer cocinero en un restaurante de gran prestigio, buena reputación y precios bastante altos... y era ese mismo trabajo el que los mantenía a ambos viviendo de una forma tranquila y sin preocupaciones, al menos no como aquellas que suelen acechar a las personas comúnmente.

"Oye papá" -la niña interrumpió sus pensamientos de golpe, quitándole la concentración-.

"¿Qué pasa?" -volteo el rostro hacia ella, mientras cuidaba ligeramente que el desayuno que estaba preparando sobre la sartén y bajo el fuego de la estufa no fuese a quemarse-.

"¿Este año si participare en el torneo regional?" -pregunto ella, con ansia e ilusión- "Recuerda que el año pasado no vinimos porque teníamos los problemas con mi mamá... y te aseguro que el tonto de Makoto gano y pensó que era el mejor todo porque no estaba yo para hacerle frente" -ya había comenzado a hablar bastante, justo como los niños solían hacer- "Pero si me sigues prestando a Driger para que entrene con el veras que este año si gano el torneo ¡Si! Aunque no se si haya rivales mas fuertes ahora, pero de todas formas yo se que voy a poder vencer a quien se me ponga enfrente porque..." -y la niña siguió hablando, mas Rei ya no pudo ponerle atención por mas que quisiese-.

Era cierto... en el torneo del año pasado su hija no había competido, debido a que en China tenían demasiados problemas como para reparar siquiera en la posibilidad de venir a un torneo desde tan lejos. El año antepasado sin embargo su hija si había participado y quedando en segundo lugar... mas eso se debía a que Gou, el hijo de Kai Hiwatari no se había presentado... de hecho tampoco el ruso y tenia ya mucho tiempo de no verle. La ultima vez hacia sido hacia tres años, en un torneo donde el hijo de Takao, Makoto, se dio a conocer como un digno hijo de su padre y un buen portador de Dragoon, aunque apenas si sabia realmente cual era el verdadero poder que aquel blade blanco con el legendario Dragón dentro de si guardaba.

Suspiro... vaya que se sentía nostálgico en ese momento, recordar esos torneos le había hecho recordar también los suyos, cuando era apenas un niño que comenzaba a conocer los verdaderos juegos de los campeones... aquellos viajes con el equipo, aquellas tantas peleas que ganaron por mas imposible que pareciese, todos los lugares que visitaron y todas las personas que conocieron.

Una sonrisa resignada se dibujo en sus labios... ahora se sentía viejo.

sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs sCsCsCsCs

Leer... ¿Qué otra cosa le quedaba hacer? Todo el papeleo de Biovolt estaba en orden, no había ningún asunto que atender ni ningún caso que revisar, así que lo único que le quedaba era buscar alguna distracción en aquella fría mansión.

Estaba sentado lo que podría decirse con comodidad en un gran sillón, revestido de piel de color ojo, un alto respaldar, y unas patas de caoba que asemejaban un poco a las patas de una ave de cacería.

Mas aquella lectura en la cual se había enfrascado como un mero intento de escapar un poco, y alejar su mente de los problemas se vio interrumpida. Despego su vista a lentitud de aquellas blancas páginas cargadas de negras letras una tras otra, para chocar sus orbes rubíes con otras de asombrosa similitud.

Arqueo la ceja... en espera de algo... y ese algo llego.

"Dámelo" -pareció que el pequeño frente a el le exigía, mientras que extendía su mano completamente abierta hacia el, claramente pidiendo que algo se le entregase y se colocase en ella-.

"¿Chto?" -pregunto Kai, sintiéndose descolocado por un momento-.

"Dranzer" -respondió secamente, mientras movía su mano muy ligeramente en un gesto para apresurar a su padre-.

"Net" -negó con la cabeza el bicolor mayor en gesto decidido- "Yo creo que ya has entrenado lo suficiente por hoy... deberías buscar otra cosa que hacer Gou" -lo había dicho como mera sugerencia, sin la intención siquiera de incomodar o lastimar-.

"¿Buscar hacer algo?... ¿.¡Buscar hacer algo!.?" -estallo de la nada el niño- "No se que es lo que quieres que haga padre... Primeo me traes aquí en contra de mi voluntad ¡Sabias que no quería venir! Después... venimos a esta mansión que también dije que no deseaba ver mas... ¡Y ahora esto! Ni siquiera me dejas entrenar que es lo único que me hace soportable el estar aquí..." -y sin mas luego de aquel semejante desplante se dio media vuelta, bufando, maldiciendo en ruso y pisando fuertemente en una actitud de completo enojo-.

El bicolor dejo salir un bufido audible de su boca lleno de frustración, mientras que palmeaba su frente con la mano, cerrando los ojos pesadamente, al tiempo que apretaba con fuerza la mano que tenia libre y comenzaba a temblar... de rabia, de ira, de impotencia... de tantos sentimientos juntos que no era capaz de contener a pesar de que toda su vida había convivido con ellos.

"¿Qué voy a hacer contigo Gou? .¿Qué hago para ayudarte?" -se sintió presa de una sofocante desesperación- "¿Qué hago para ayudarnos?" -pregunto de nuevo a la nada, como rogando por la respuesta-.

Mas sin embargo al final de aquella enorme habitación finamente decorada, recostado sobre una pared y con un gesto completamente triste, el pequeño bicolor de ojos rojizos como su padre, y de marchas azuladas muy similares a las de Kai en las mejillas, también era presa de los mismos sentimientos del otro ruso.

"Yo no lo se papá, no lo se" -respondió el niño, aun escondido tras aquella pared intentando contener las ganas de llorar-.

Pero pese a ello, una perlada lágrima cayo, seguida de muchas mas que mojaron las mejillas del niño... estos sin duda parecían tiempos difíciles, mas difíciles que los que ya habían pasado antes... o al menos eso creían ambos.

Continuara...

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¿Recuerdan que dije que estaba en huelga? .¡Al demonio la huelga! me siento tan vengativa con este asunto que renuncio a mi renuncia de escribir XD veamos aclaraciones, aclaraciones... Miren mis corazones, YO NO SE demasiado el manga ni del final ni nada, solo se que me ha dejado completamente insatisfecha y por eso estoy haciendo esto. Me voy a equivocar con los datos y mucho, pero no me importa porque no es mi culpa no saber con exactitud como pasan las cosas en el manga. Estoy poniendo todas las cosas en mi fic como yo considere mejor, por lo tanto si me equivoco, mis corazones no me vengan con quejas ni reclamos porque después de todo esto es un fanfic, nadie dijo que tenía que ser exacto.

Veamos, voy a combinar el anime con el final del manga, hagan de cuenta que esto es como en el anime solo que se le agrega el final del manga. Según se creo que el hijo de Kai se llama Gou pero hay quienes le dicen "Go", mientras que la hija de Rei se llama Ling pero es mas conocida con el nombre de "Rin" sea como sea este es mi fanfic y puedo hacer las cosas como quiera y equivocarme con los datos todo lo que guste. Sobre "Makoto" creo que así se llama el hijo de Takao y si también me equivoque con eso, pues sorry. Otra cosa... creo que Ling anda detrás de Gou mientras que Makoto tiene celos o algo así... olvídense de eso porque aquí no habrá nada entre los hijos de estos tres tipos ¿Ok?

Bueno espero que hayan leído esto porque es importante para la compresión del resto del fic, al menos para las personas que conocen el final mejor que yo y pueden quejarse porque me equivoco. Ya va siendo hora de que me vaya porque son las tres de la mañana, ya comprobé que lo mío es escribir en la noche jajajaja... una cosita mas... Le agradezco mucho a Nekot que me haya animado a fin de cuentas a hacer este fanfic ¡Gracias ninia linda! No estaba del todo segura pero con tu opinión me decidí n.n

Ahora si es todo lo que tengo que decir... ¡Nos vemos! Y si alguien por milagro divino de la gracia del señor inmaculado leyó esto... ¡Gracias! n.n

Atte. Celen Marinaiden. "Si me enseñaste a vivir ahora enséñame a morir..."