"LOS MUNDOS DE CORALINE" PERTENECE A HENRY SELIK (NEIL GAIMAN COMO AUTOR DEL LIBRO)


¡La bruja se acerca! ¡Puedo oírla! No hay tiempo que perder.

Coraline me mira aturdida, asustada, pero no puedo decirle nada alentador. Tampoco puedo despedirme de ella antes de cerrar la puerta.

Me da muchísima rabia, porque me gustaría poder hablar para pedirle perdón...

Una respiración fuerte me hace girarme. Ahí está la otra madre, clavando sus ojos de botón en mí. Aunque no tengo sangre, creo que sé lo que se siente cuando a uno se le hiela por dentro.

- Tú...

Me incorporo lentamente y noto que las piernas me tiemblan.

- ¿Dónde está?

Mi única reacción es apoyarme en la puerta con los brazos en cruz. Ella avanza hacia mí, con la boca torcida de rabia. Trato de no parecer asustado, pero ella sabe que lo estoy, estoy seguro. Me aparta de un empujón que me tira al suelo y abre la puerta.

Al otro lado sólo hay una pared de ladrillos.

Cierra la puerta con tanta fuerza que podría haberla destrozado y se vuelve hacia mí. El temblor de mi cuerpo se incrementa a medida que los rasgos de la madre de Coraline se van desvaneciendo hasta devolverle a la bruja su asquerosa cara. Soltando un rugido de rabia, me da una patada en la cara que me la desfigura. Y otra. Y otra. Después, se dedica a destrozar mi cuerpo a base de patadas. Veo cómo el relleno se escapa de mi interior y se desperdiga por la habitación.

Entiendo su reacción. A nadie le gusta que le traicionen, ni siquiera a ella.

- Asqueroso gusano...

Pero no me arrepiento de lo que acabo de hacer.

Coraline es una buena chica. No se merece acabar como los otros.

La bruja mete la mano en el interior de su vestido y saca de él...las tijeras...Ese par de horribles tijeras afiladas...

Me agarra del pelo y me alza hasta que puedo sentir su aliento en mi cara, un gesto que me habría dolido mucho si pudiera sentir dolor.

- ¿Crees que has ganado algo ayudándola a escapar? No...Coraline volverá a casa y tú no estarás aquí para fastidiarle la bienvenida...

Me clava las tijeras en el cuello y comienza a cortar. Lo único que puedo hacer es abrir la boca con horror.

No he podido hacer más, Coraline.

Lo siento si no ha servido de mucho.

Ojalá el verdadero Wybie te proteja, y que no vuelvas por aquí.

...Te quiero...


FIN