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Sino hubiera dicho nada...

Pansy caminaba sin dejar de pensar en lo que había dicho Grengrass sobre ella. "Eres una tonta por pensar que esas chicas quieren algo contigo.", le había dicho rastreramente en su habitación hacía solo unos minutos. "La mayoría solo le gustas por dos razones: la primera, era la chica mas popular de Slytherin; la segunda...oh, mira por donde no hay ninguna razón mas."

Aun podía oir las carcajadas de Grengrass en su cabeza. Esa chica era de lo peor en Slytherin, se creía que porqué ahora estaba con Malfoy podía hacer lo que ella quisiera. Incluso retarla a ella, si, la había retado a demostrarle que ella podía seducir a cualquier chica del colegio. Millicent había dicho el nombre de una chica de primero. "De acuerdo, lo haré." Había aceptado, y justo en ese momento, vio la sonrisa malvada de Astoria. "No, no. Una chica de nuestra casa no. Sería muy fácil. Y una chica de primero tampoco, es muy fácil persuadir las para que se bajen las bragas... Mejor escojamos a alguien que no le tenga miedo ni que la idolatre..." En ese momento podía sentir su pulso acelerado por la rabia que sentía.

Por un momento pensó que escogería a alguna de quinto o de cuarto. Pero no lo hizo, en cambio, dijo otras palabras que la sorprendieron aun mas. "Tiene que ser una chica que no solo que no sea amiga sino que también la odie. Una chica fuera de nuestra casa como..."

"¿Como Lovegood?", había sugerido Millicent en ese momento. Nunca la había odiado tanto como ene se momento.

"¡Si Esa es una buena idea...

"De acuerdo, lo haré...esa lunática no será ningún problema..." Había dicho ella, sabía que iba a ser algo difícil con esa Ravenclaw. ¿Por que había tenido que decir eso delante de ellas? Se recriminaba mentalmente. Sino hubiera dicho eso delante de Greengrass, esta, no hubiera dicho lo siguiente.

"¿Así? Pues si es muy fácil...¿por que no lo ponemos mas interesante aun?"

"¿En que piensas Astoria?"preguntó curiosa Millicent.

"No seducirás a Lovegood, eso incluso podría hacerlo Millicent. Tiene que ser una chica, la cual no haiga ninguna duda sobre su sexualidad. Y para desgracia par a ti, Lovegood tiene todas la de perder...No, una mas difícil... Y tiene que ser una de nuestra clase... Y no puede ser cualquiera, tiene que ser alguien que no pueda ni verla...y que tenga novio."

Pansy llegó al Gran Comedor...sino hubiera dicho eso...no tendría que seducir a esa mocosa de tres al cuarto.

Se dirigió hasta la mesa de Slytherin, donde se sentó junto con sus "amigas". Cada noche se iba a la cama con una distinta, pero ya estaba aburrida de estar siempre con las mismas cinco. Aunque ahora no tenía tiempo de pensar en tener una nueva compañera de cama. Si no hubiera pensado lo mismo aquella mañana mientras hablaba con Greengrass y con Millicent, y no les hubiera dicho lo que pasaba por su cabeza en aquel momento.

"Estoy harta de estar siempre con las mismas...están todo el tiempo queriendo estar en mi cama...demasiado entusiastas. Debo buscar a otra o a lo mejor a dos mas...

Y había sido en ese mismo instante cuando todo había empezado. Todo...las risas de Greengrass, la discusión con ella, la apuesta, la maldita sesión para escoger a una chica sumamente difícil de seducir...Y es que la chica de la que se tenía que encargar tenía todo lo que podía resultarle difícil:

Era hetera (se había demostrado).

Era una estirada y muy cerrada, nadie conseguía conquistarla tan fácilmente.

Una aburrida.

Y tenía novio.

Y lo que era peor, era de Gryffindor y la odiaba. Y no solo eso, sino que ella también la odiaba.

Miró hacía la mesa de Gryffindor. Cerca de Potter y Weasley, allí estaba. Con los ojos incrustados en un libro y las manos sirviéndose comida.

"Ya sé...y no solo tendrás que seducirla y hacer que se acueste contigo voluntariamente..." le había dicho Greengrass al cabo de pocos segundos de profundo silencio pensando, cuando se le había aparecido una sonrisa malévola y la cual no traía nada nuevo. "Sino que también tendrás que...enamorarla, ¿eso podrás hacerlo, verdad, o es demasiado difícil?

Sino le hubiera dicho: "Puedes decirme cualquier nombre, ninguna chica puede resistirse a mi". Esta, Greengrass, no hubiera mencionado el nombre que nunca había pensado, el cual no había sospechado...

Volvió a mirar con odio esa Gryffindor, la de pelo enmarañado, la cual tendría no solo que tocar con sus manos, sino que también enamorarla...

"Granger...", había susurrado con maldad Greengrass.