Tú y yo
hicimos un voto.
Para bien
o para mal.
El frío de San Petersburgo no se comparaba en nada al que hacía en Hasetsu, este era más duro, calaba sus huesos de una manera en la que solo quería permanecer en aquel departamento.
- Llegaré más temprano hoy- es lo mismo que dice todos los días antes de irse, él solo asiente y responde con un beso en la mejilla.
- Toma tu tiempo- dice con esa sonrisa a la que ya se ha acostumbrado hacer a diario.
No hay más palabras después de las y dichas, estas permanecerán en su memoria hasta que regrese, lo cual será a altas horas de la noche. Observarlo desde la entrada, con las 10 en punto marcando el reloj y su promesa de regresar más temprano.
Sin embargo no lo hace.
Yuuri Katsuki sabe muy bien que Viktor Nikiforov rompe aquel voto todos los días, cuando se posa delante de la puerta del departamento de Yuuri Plisetski.
No puedo creer
que me defraudes.
Pero la prueba está
en la forma que duele.
La sonrisa que ofrece a Viktor todos los días desaparece una vez que la presencia de él ya no está, su rostro se ve inundado en lagrimas al adentrarse nuevamente aquella casa que lo ha visto llorar incontables veces
Durante meses he tenido
mis dudas, negando
cada lágrima.
Me gustaría que esto
hubiera acabado ahora,
pero se que todavía
te necesito aquí.
Viktor ya no sonríe de la misma forma que hizo en un principio, Yuuri lo sabe. Tal vez porque el dueño de esa sonrisa ahora pertenece a Plisetski, quien todo los días parece ver más tiempo a Nikiforov. La ausencia de Viktor duele y por más que llora no logra desahogarse como es debido.
Dices que estoy loco
porque no crees que
se lo que has hecho.
Pero, cuando me dices
"cariño" sé que no soy
el único.
Llora sin parar, llega hasta una mini súper que hay cerca del departamento, toma la primera cajetilla de cigarros que hay en el mostrador y después se dirige a la estantería de licores, la empleada cínicamente recomienda la mejor marca de vodka. Sabe el porqué llora más no dice nada; paga ambos productos y sale del lugar, con un nudo en la garganta escucha él: Que tenga un buen día.
Has estado tan ausente,
y ahora tristemente sé por qué.
Tu corazón es inalcanzable,
bien sabe el señor que el mío te pertenece a ti.
Los delgados brazos de Plisetski rodean el cuello de Nikiforov. Cada gemido o jadeo es amortiguado por los hombros del menor, es como si por varias horas olvidaran al japonés que llora desconsoladamente en aquel departamento. Ninguno de los placeres que ellos sienten se puede comparar con el inconsolable llanto de Yuuri.
Dices que estoy loco,
porque no crees que se lo que has hecho.
Pero cuando me dices "cariño"
se que no soy el único.
Llorar y gritar ya se vuelve insuficiente, su garganta duele, sobre todo cuando da largos tragos de vodka, la cual quema su esófago y estomago. No niega que en un principio dolía tanto que terminaba por desmayarse, ahora no es así. Duele pero lo soporta, ¿por qué lo hace? Realmente perdió el motivo, no sabe si lo hace por amor o aquella promesa.
Te he amado durante
muchos años, pero
quizás no es suficiente.
Me has hecho darme cuenta
de uno de mis miedos más profundos.
Hoy no sería como otras veces en las que lloraba hasta que eran las 9 de la noche, preparaba una pequeña cena para ambos y lo esperaba en la entrada, con su sonrisa más resplandeciente.
Mintiendo y haciéndome
pedazos.
Así como todo comienza, termina. Viktor se viste y sale de aquel departamento, al cual promete no volver jamás, pero esa promesa solo sigue yendo y viniendo.
Dices que estoy loco
porque no crees lo que has
estado haciendo.
Porque cuando me dices "cariño"se que no soy el único.
El humo del cigarro prevalece en el interior de su boca, después lo exhala por sus fosas nasales, la colilla de este es dejada sobre una enorme pila de ropa que no tarda en comenzar a quemarse, estas ropas solo le pertenecen a una persona. Toda esta se quema en instantes, bastan cinco minutos para que no queden más que cenizas, estos minutos son suficientes para él.
No necesita nada más que la ropa que trae puesta.
Esta es la última vez que el departamento es testigo de su llanto, el porqué y demás.
Se acaba el papel de la pareja leal.
Deja el envase de vodka y cigarros en el contenedor de basura, donde ahí mismo va ese voto que ambos hicieron hace tantos años.
Viktor camina por esa transitada calle, arreglándose la corbata y el traje solo espera llegar a casa, ser recibido por esa hermosa sonrisa que solo le pertenece a una persona, Yuuri va a estar en la entrada luciendo tan hermoso como siempre.
Pero no es así.
La luz de la entrada está encendida, solo para que le sea visible una pequeña nota que hay pegada en la puerta.
Este trozo de papel solo tiene escrita una oración.
"No soy el único"
I'm not the only one.
Yuuri Katsuki por fin deja atrás ese voto.
[...]
¿Saben que es lo peor de una infidelidad?
Que traicionen tu confianza es lo de menos, pero que tú sepas que esa persona te está engañando y no hagas nada al respecto, por ser o mantener la apariencia o creer que todo cambiara.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Espero que este songfic les haya gustado o algo, lo siento, debía escribir sobre esta canción y pues esta es la pareja que más me gusta por el momento~
¿Reviews?
La canción es: The Only One de Sam Smith.
¡Todo es bienvenido!
