Hola¡, soy yo¡
Vengo con una nueva historia
¿Por qué?
Pues tenía ya mucho tiempo desde que estaba buscando FanFics de Katekio Hitman Reborn¡ que no fueran yaoi
En lo personal. Odio el yaoi
Pero cuando leí la historia de specterwolf3 "las damas Vongolea" me quede con las ganas de seguir leyendo pero al parecer esta en hiato
Por eso pensé..."no puedo ser el único"
Así que aquí esta esta nueva historia...
-EL INICIO-
-!TSUNAYOSHI SAWADA!, !ENTREGENME A TSUNAYOSHI SAWADA!-un hombre encapuchado exclamo frente a una escuela, prescolar, para ser más exactos, llamando la atención de todos, incluyendo a un niño castaño, quien se encontraba temblando
-!SEÑOR, YA LE DIJIMOS QUE SI NO ES PARIENTE NO PODEMOS ENTREGARSELO!-un maestro del plantel intentaba razonar con aquel encapuchado, quien de golpe se calmo
-lo diré de nuevo, entréguenme a Tsunayoshi Sawada, por las buenas o por las malas-aquel hombre advirtió, claramente conteniendo su cólera
-señor, le repito, no podemos hacerlo a menos que sea un familiar-el maestro intento una vez más...sin saber que sería la ultima
-entonces...!SERA POR LAS MALAS!-y mostrando un fusil de asalto y sin miramientos o duda...
!RATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATA!
Disparo, sin un objetivo fijo, moviendo el arma de un lado al otro, sin soltar el gatillo, creando una ráfaga de balas que atravesaban tanto a niños como a maestros...
Una maestra que, contra todo pronóstico, evadía las balas, se acercó al niño castaño, quien se había quedado congelado, al igual que todos los niños, y lo tomo con un poco de brusquedad, comenzando a correr hacia las aulas, sin mirar atrás...
El niño castaño observó a su salvadora, cabello negro, que llegaba hasta un poco más abajo de los hombros, su delicada cara que ahora mostraba seriedad, sus ojos morados indiferentes ocultos bajo unas gafas de semi-montura negra, vestía un pantalón de vestir negro, una camisa rosa de botones bajo un chaleco negro, irradiaba una belleza natural, junto a ese porte de seriedad, podrían volver loco a cualquier hombre...
Sin darle importancia a las balas que pasaban peligrosamente sobre su persona e intentando cubrir el cuerpo del menor a toda costa, la profesora ingreso a un salón a lazar, para depositar al niño con la mayor delicadeza que pudo reunir bajo en escritorio que se encontraba pagado a una pared...
Rápidamente se cubrió debajo de las ventanas, sacando un celular, marcando un numero con desesperación que su rostro no demostraba, esperando con impaciencia, hasta que hablaron...
-aquí, cuartel general, ¿Quién es?-una voz gruesa y agresiva del otro lado, claramente no contento con la llamada
-aquí agente 32, numero de autorización 7,2,9 Alfa, Flora, reportando que el plantel donde Tsunayoshi Sawada estudia está bajo ataque-los disparos cesaron mientras unos pasos comenzaron a escucharse...
-informe de la situación-la voz del hombre se hizo aún más agresiva aunque se notaba preocupado
-tengo asegurado a Tsunayoshi Sawada, pero necesito refuerzos urgentemente
-están en camino-y la llamada se cortó, mientras los pasos se escuchaban de vez en cuando cerca, de vez en cuando lejos, como si estuviera deambulando, pero la profesora lo sabía, solo estaba jugando con ellos
Dirigió su vista al niño, para ver como temblaba levemente, cosa que intentaba disimular, sonrió, no por nada él era el elegido, así que, acercándose con el mayor sigilo, se escondió a un lado del niño
-¿estás bien?-pregunto suavemente, susurrando, sin darle importancia a los pasos que deambulaban sin rumbo fijo
-e-eso creo-susurro igualmente, con su pequeño cuerpo temblando cual gelatina, el miedo era palpable desde kilómetros
-soy Mikoto, maestra de matemáticas de ultimo año-intento iniciar una conversación, consciente de que estarían un buen rato
-si, he oído de usted, Mikoto-sensei, "la sensei de hielo"-sonrió ante eso, no sabia con exactitud quien comenzó a llamarla así, pero era gracioso
-dime ¿Cuál es tu materia favorita?-Mikoto intentaba sacar los pasos de los oídos del niño, pero al parecer este se negaba a eso, era como si estuviera estudiando los pasos de su oponente, volvió a sonreír, sin duda, él era el indicado
-ninguna en particular, pero me gusta leer-aun sin apartar la mirada de la entrada, manteniendo una calma impresionante, aunque el temblor en su pequeño cuerpo se hacía más fuerte a cada momento y su cara llena de temor se notaba incluso a través de la pared
-¿Cuál es el libro que más te gusta?-Mikoto solo se intrigo un poco más por el niño, no había muchos niños a los que les gustara leer
-los juegos del hambre-el niño aun no apartaba la mirada de la puerta, aunque su temblor bajo considerablemente, indicador de que estaba olvidándose levemente de su situación
-¿Por qué?-una vez más la sorprendió, ahora si estaba interesada en la platica
-por la manera en que se organiza la monarquía, el hecho de que no las mujeres no sea devaluadas por el simple hecho de ser mujeres, la precisión con la que Kadnis dispara el arco, aunque en la segunda parte es toda una inútil que se la pasa llorando todo el libro-al último, Mikoto pudo jurar escuchar decepción en sus palabras, olvidándose por completo de la situación, centrando su atención en la maestra
-ya veo, ¿Qué es lo que menos te gusta?-pregunto realmente interesada, pocos niños tenían ese tipo de pensamiento
-principalmente la dictadura planteada por el imperio y la falsa paz que promete al realizar los juegos-el niño parecía entretenido con la conversación
-¿en serio?, sin esa dictadura no hubiera trama-el niño parecía entrar en reflexión
-probablemente, pero en lo personal, el enfoque es muy escéptico, digo, se supone que la historia se está contando desde un punto de vista pobre, económica y sentimentalmente, por lo que el enfoque es demasiado escéptico-Mikoto quedo en shock por un momento, que un niño diera una opinión tan acertada y madura era algo impresionante
-sí, eso mismo pensé yo cuando leí el libro, aunque concuerdo contigo, en el segundo libro Kadnis es una llorona-hizo una pequeña mueca, mujeres como ella hacían que todas fueran subestimadas
-en efecto, aunque su puntería era todavía certera, tenía un trauma psicológico producto de matar a una persona-sonrió contento de que la maestra comprendiera su punto
-aunque aun no entiendo porque, lo hizo para cobrar venganza-para Mikoto la venganza no era una buena excusa para quitar una vida, aunque considerando la trama, lo justificaba
-la venganza solo arrastra a un circulo de odio interminable-comento sabiamente el castañito, sorprendiendo a la mayor, ni siquiera los más experimentados en batalla tenían una visión tan clara como la del niño frente a ella
-!LOS ENCONTREEE!-una voz gruesa interrumpió su plática, infundiendo miedo en el menor y alertando a la mayor
-tranquilo, no pasará nada-Mikoto mintió, sabía que los refuerzos no estaban tan cerca como para impedir que alguno de los dos muriera, y ella estaba más que contenta con morir protegiéndolo
El castañito por su parte se limitó a asentir con la cabeza, viendo al hombre encapuchado parado frente a la puerta, con su arma aun expulsando humo, mirándolos, con una cínica sonrisa...
-¿Qué es lo que quieres?-Mikoto no estaba para nada asustada, su entrenamiento había sido duro, pero estaba dando sus frutos, ahora, no le tenía miedo a morir
-!QUIRARE, PERRA, MI ASUNTO NO ES CONTIGO!-el hombre parecía fuera de sí, en un estado total de locura
-!NO ME IMPORTA, YO PROTEGERE AL NIÑO!-exclamo con fuerza
Y el hombre se abalanzo contra ella sin responder, olvidando completamente que portaba un arma, golpeando sin ningún tipo de orden u objetivo a Mikoto, quien los eludía con facilidad
-!YA ME CANSASTE!-el hombre grito, aun fuera de sí, tomando el arma, disparando, de nuevo, sin ningún objetivo fijo, cosa que Mikoto aprovecho
Acercándose peligrosamente a su especio personal, conectando un golpe en la cara del sujeto, moviendo su centro de gravedad, haciéndolo caer
Mikoto aprovecho eso y tomo al castañito, quien miraba fascinado los movimientos fluidos de la pelinegra, corriendo hacia la salida, con la esperanza de poder dejar al niño a salvo...
Para su suerte, los refuerzos estaban a punto de entrar, cuando la vieron, rápidamente se movieron para abrirles paso pero...
-!SI VOY A MORIR AL MENOS ME LLEVARE A ALGUIEN CONMIGO!-exclamo aquel hombre, por primera vez desde que todo esto comenzó, apuntando directamente al corazón de Mikoto, quien no lo vio al estar corriendo hacia la salida y...
!RAT!
Un solo disparo, concentrado, certero, y letal, el cuerpo de Mikoto caía al piso, aun tomada de la mano del castañito, quien miraba en shock lo ocurrido
Los ojos de Mikoto, desorbitados y llenos de sorpresa, ni siquiera se había dado cuenta de que le estaban apuntando, su pecho chorreando sangre a montones, sangre que salpicaba directamente sobre el infante
Respirando agitadamente, sintiéndose en las ultimas de su conciencia, Mikoto pudo divisar una cabellera castaña, claro que sabía a quién le pertenecía, por lo que con las ultimas fuerzas que le quedaban, hablo...
-adiós, Tsuna-y cerro sus ojos...para siempre
La mente del castañito aún seguía en shock, podía escuchar múltiples disparos y un grito de dolor, pero a él solo le importaba...
-!MIKOTO-SENSEI!...
-TOKIO-JAPON-HOGAR SAWADA-COMEDOR-
En el comedor de la casa, una hermosa chica castaña, de aparentes 15 años estaba preparando el desayuno con ayuda de otra castaña de aparentes 26, posiblemente madre e hija, ellas era Yui Sawada, la hija menor de los Sawada y Nana Sawada, la madre de los hermanos Sawada, todo estaba bien hasta...
-!MIKOTO-SENSEI!-un grito desgarrador se escuchó por toda la residencia, asustando a las femeninas, quienes sin dudar corrieron a la segunda planta...
HOGAR SAWADA-SEGUNDA PLANTA-CUARTO DE ¿?
En la cama, un chico de aparentes 16 años, castaño, con puntas que desafían la gravedad, de compleción algo musculosa, aunque la camiseta holgada color negra que traía puesta los ocultaba muy bien, junto a un short color anaranjado oscuro...
Respiraba agitado sentado en su cama, al parecer había tenido una pesadilla, tranquilizándose, se dedicó a observar su habitación, para ordenar un poco sus pensamientos..
Se podían apreciar libros tirados por todas partes, ropa igualmente, en el escritorio que estaba a un lado de la cama, unos audífonos de color negro con anaranjado de diadema, un poco gastados junto a una celular iPhone 6, igualmente de color negro con un protector anaranjado
-mierda, tal vez deba recoger un poco-murmuro con voz aburrida, y se hubiera puesto a hacerlo pero...
-!tsu-chan, ¿estás bien?-una voz melodiosa y algo madura se escuchó detrás de su puesta, la reconoció de inmediato, su madre, oía claramente como intentaba entrar, pero él había puesto seguro a la puerta...
-!Ni-sama, ¿estás bien?-otra voz, melodiosa al igual que la de su madre, pero más joven, de inmediato la reconoció como su hermana, también podía escuchar como pateaba la puerta en un intento desesperado de entrar
Suspiro y paso su mano por sus descontrolados mechones castaños, Tsunayoshi Sawada lo último que quería era preocupar a su familia, pero a veces era muy difícil considerando que eran muy sobreprotectoras con él, más su hermana
-sí, estoy bien, perdón por preocuparlas-se levantó de su cama y de inmediato capto el mal olor, que identifico como su camiseta, sin darle mucha importancia, se la quito y tomo un pantalón limpio, y abrió la puerta
Miro a su hermana, su cabello largo hasta la espalda, un generoso cuerpo, grandes senos para su corta edad, caderas anchas y cintura de reloj de arena, sus orbes naranja oscuro que mostraban preocupación, sin duda, Tsuna no podía dejar de darle razón a los chicos que van tras ella, pero eso no significara que él no los iba a espantar, nop, para nada
Y su madre, cabello hasta los hombros, un cuerpo ni generoso ni desproporcionado, mejor dicho, regular, senos considerables, pero no tan grandes como los de su hermana, caderas anchas y cintura de reloj de arena, igual a su hermana, con unos hipnotizarte ojos cafés, que mostraban preocupación, al igual que su hermana, Tsuna aún se preguntaba ¿Cómo fue que termino con un tipo como su padre?, no lo sabia
-ahora, si me lo permiten, quisiera darme una ducha-vio cómo su hermana menor se sonrojaba de manera atómica y su madre sonreía orgullosa, probablemente de que su hijo este tan desarrollado
-sí, pero ¿seguro que estas bien?-volvió a preguntar Nana, ella sabía que su hijo era muy cerrado incluso para ella, todo desde "ese" incidente
-sí, no se preocupen-sonrío, para él era normal tener una pesadilla cada mes, por lo que no hay nada de qué preocuparse
-bien, entonces, ve a bañarte, apestas-Yui sonrió juguetona, adoraba cuando su Ni-sama hacia pucheros, justo como ahora
-pues lo siento-y se retiró al baño, sin prisa, aún era temprano para la escuela, mientras su hermana y su mama se iban a la cocina, probablemente a terminar el desayuno
Unos momentos después, Tsuna bajo con el uniforme típico de High Namimori, aunque con unos ajustes, aunque nada graves, solo su camiseta no estaba fajada y la corbata la tenía floja, dejando ver que los últimos botones de la camisa estaban desabrochados, dejado ver un collar, algo extraño...
Era una espada de plata, con su filo rodeado de algo parecido a unas púas igualmente de plata, en la empuñadura de la espada, una cabeza de un felino, que a Tsuna le gustaba pensar que era de un león, con lo que separa el filo de la empuñadura, que estaba inclinado, una piedra de color azul atravesada por una "X"
(para que te hagas una idea: . ?spm=2114.43010208.4. )
Regalo de su hermana hace 1 año, desde entonces no se ha separado de él, es como su amuleto de la buena suerte, eso y que cada vez que no lo usaba su hermana lo interrogaba acerca del porque
Sin importarle mucho su actual apariencia, bajo al comedor, donde su madre y hermana lo estaban esperando, ya listas para desayunar, miro su reloj y se dio cuenta de que aún le quedaban unos cuantos minutos antes de ponerse en marcha hacia la escuela, lo cual se le hacía muy conveniente, aún más cuando escucho su estómago rugir levemente...
-ya me voy, por cierto, deliciosa comida, como siempre-y Tsuna salió de su casa, su hermana se había adelantado ya que tenían actividad en su club, el club de tenis, de hecho, ella era la presidenta, por lo que tenía que llegar mucho más temprano
El en cambio, si bien estaba en varios clubes, no era presidente de ninguno de ellos, y aunque lo fuera, los presidentes no tienen muchas obligaciones, ya que esta en clubes como Karate, Boxeo y Kendo por lo que a lo mucho los presidentes tenían que arreglar el lugar de practica al terminar
Sin darle mucha importancia, se colocó sus audífonos y emprendió marcha a la escuela, mientras ponía el reproductor del celular en aleatorio...
Por el camino su cara normalmente adorable, según las mujeres, e indefensa, según los hombres, cambio totalmente, a una fría e indiferente, con ese toque aburrido, su verdadera cara, o al menos eso creían todos, pues es solo una máscara para que los demás no lo molesten...
Caminando por la calle, lo sintió, una sed de sangre como ninguna que haya sentido antes, el estaba acostumbrado gracias a que regularmente la mayoría de los que se metían con el eran vándalos, por lo que desprendían intención asesina y muy pocos sed de sangre, claro, en un principio le aterraron, pero con el tiempo fue acostumbrándose
Ni siquiera se molestó en ponerse en guardia, sabía que la persona estaba demasiado lejos como para atacarlo, a menos claro que tuviera un arma, cosa que era casi imposible, por el simple hecho de estar en pleno centro de la ciudad...
Lo extraño es que los demás no lo sentían, era como si se concentrara única y exclusivamente a el, cosa que de algún modo lo emocionaba, él no era de los tipos que buscaban pelea porque si y ya, era más bien a los que les gusta un buen entrenamiento con todo lo que tenían ambos, pero recientemente no había alguien capaz de hacerlo dar todo de sí, aunque al parecer si hay alguien,...y lo está provocando
Dejo que su instinto asesino fluyera en dirección al otro, así podría encontrar el paradero y que lo sienta en su totalidad, si bien no era más grande que el del adversario, era igual, eso le haría saber que no sería presa fácil...
Sonrió de medio lado al sentir como el instando asesino se iba lentamente, al parecer capto el mensaje, esto era interesante, demasiado interesante...
Siguiendo su camino, pudo notar como una sombra lo seguía, decidió no darle importancia, si su futuro adversario quería saber sus límites, él se los mostraría...personalmente
-ACADEMIA NAMIMORI-ENTRADA-
Llego sin mayores complicaciones, aunque era un poco molesto tener a una sombra extra, al menos a su parecer...
Entrando a la escuela, con su indiferente y frío rostro, que, como siempre, espanto a unos cuantos hombres, aunque nunca les da importancia
Accidentalmente topo miradas con Hibari Moka, la presidenta del Comité Disciplinario, que estaba recargada en la pared, su vestimenta era una camisas y moño rojo, sobre sus hombros su abrigo negro por fuera y rojo por dentro que le llegaba hasta la cintura, su falda de la escuela de un tono marrón algo oscuro, zapatos negros, medias hasta las rodillas negras, en su brazo derecho una insignia del Comité Disciplinario y la mirada acerada a la que todos temían, todos menos cierto castaño loco, quien ahora avanzaba sin cuidado, todos se congelaron ante su falta de respeto...
-Sawada- fue la voz fría y dura de Hibari que hizo que todos se detengan de golpe para ver como seria apaleado, algunos tenían sonrisas por su futuro castigo, que hizo que el joven castaño sacara una mueca de odio, mostro sus caninos y gruño un poco por lo bajo, cosa que Hibari noto por la ligera sorpresa en su cara y miro hacia los demás, su cara se hizo mucho más seria y con el ceño fruncido, los demás salieron huyendo aterrados, cosa que saco una ligera risa de parte de Tsuna, pero vio como Hibari sin titubeo se acercó hacia el sin parpadear, le miraba con esos ojos como cuchillas lista para enviarlo de nuevo a la enfermería o, si su surte era muy mala, al hospital...
Pero su sorpresa fue grande, al igual que el resto, cuando toma su camisa, el castaño pudo sentir sus dedos, y se sorprendió de la suavidad que estos poseían, abotona los botones que no lo están y ajusta su corbata, después el cuello de su camisa y baja alisándola en su pecho, para después, con todo descaro, meter las manos a su pantalón, fajando su camisa, lo hace de manera lenta, Tsuna lo sabía, estaba midiéndolo y recordando cada detalle con ese suave toque, mientras su cara sigue siendo inexpresiva, al igual que siempre, mientras que en la de Tsuna un pequeño sonrojo se podía apreciar
De pronto el labio de Tsuna comenzó a temblar levemente, Tsuna sabía que eso era una manera de avergonzarlo, pero eso no bastaba para derrotarlo, la haría pagar por eso, Tsuna no era juguete de nadie...
-no vengas a la escuela con el uniforme de esa manera desalineada o te morderé hasta la muerte, Sawada
Sacando valor de quien sabe dónde, el castaño beso de manera brusca a la chica, quien abrió sus ojos en un profundo shock, no era la única, todos los espectadores estaban boquiabiertos, con altanería, apretó el trasero de la aún más perpleja chica, quien soltó un gemido de gusto entre los labios de Tsuna
-entiendo-y sin más salió corriendo, no sin antes lamer el pequeño hilo de saliva que conectaba sus lenguas
Para Tsuna fue extraño, no sabía de donde había salido eso, jamás había actuado por instinto como ahora, o bueno, hace mucho que no lo hacía...
Se sintió afortunado al haber corrido de ahí al sentir una terrible sensación del lugar donde antes había estado, sonrió, al parecer a la presidenta no le había gustado su pequeña bromita, aunque frunció un poco el ceño, a él tampoco le gustaba que jugaran con él, como dice su madre, "si te llevas aguántate"…
Sacudió su cabeza para sacar esas ideas de su cabeza, estaba mal pensar en esas cosas cuando estaba a punto de entrar a su aula, donde de seguro su maestro lo estaba esperando con el ceño fruncido, por llegar tarde...
-¿puedo pasar?-pregunto con su máscara de indiferencia al profesor, que estaba frente a la clase, comenzando a escribir algo en el pizarrón
-de nuevo tarde, señor Tsunayoshi-reprendio el profesor, si no fuera por sus actividades extracurriculares en el los clubes y torneos para la escuela, ya estaría reprobado
-lo siento, me perdí en el camino de la vida-a todos les salió una gota en la nuca, por supuesto que nadie creía sus mentiras, pero una risita resonó en el aula, no necesitaba ser un genio para saber quién es...
La dueña de esa risa era la mejor amiga del castaño Yamamoto Takiko, la capitana del equipo de Base bol femenino y, posiblemente, la chica más deseada en toda la escuela, aunque la mayoría, excepto cierto castaño, sabía que solo tenía ojos para su mejor amigo, de ahí la razón del porque Tsuna es tan odiado en la escuela
-pase-después de un pequeño silencio, el profesor por fin hablo, eso sí, aún con la enorme gota en la nuca
Sin más paso entre los pupitres, llegando al suyo, que estaba al lado de la ventana, sacando sus cosas, dio una mirada rápida a su amiga, quien como siempre estaba hermosa, con su cabello negro elegantemente atado en una coleta alta, con sus ojos avellana claros brillando con el reflejo del sol y sonriendo hacia él, hay veces que el castaño se preguntaba ¿porque era su amiga?...
Él no tenía nada en especial, aparte de estar en algunos clubes, era el sujeto más odiado en toda la academia, no tenía muy buenas notas que digamos, siempre actuaba indiferente a los demás, nunca era muy atento con ella debido a sus actividades en los clubes, !maldición¡, ni siquiera era atractivo...
-con permiso, sensei, necesitamos a Tsuna en el club de boxeo-los pensamientos de Tsuna se vieron interrumpidos cuando un estudiante alto, pelinegro y de compleción musculosa, de inmediato lo reconoció como Aono Kasuto, el presidente del club de boxeo
-claro-el profesor le hizo una seña a Tsuna, quien se levantó y camino hasta la puerta donde Kasuto lo esperaba con una sonrisa
-yo!, ¿estás listo?-levanto una mano en señal de saludo, cosa que Tsuna devolvió con una pequeña sonrisa
-¿para?-pregunto levemente confundido, según él, hoy sería el mismo día aburrido de siempre
-para la práctica abierta al público, ¿lo olvidaste?-pregunto al ver la cara de confusión del castaño, quien se avergonzó un poco
-lo siento-se rasco la parte posterior de la cabeza, no sabía porque se la había pasado eso, nunca se le pasaba nada, oh bueno, nada que un par de calentamientos no lo arreglen
-bueno, no pasa nada, vámonos, ya tengo listo todo, solo faltan los mejores miembros para la demostración-comento en tono tranquilo, no estaba preocupado, Kasuto sabía que el castaño entrenaba todos los días, el mismo lo había comprobado, por lo que solo necesitaba calentar los músculos y estaría listo
-bueno-contesto sin mucho interés, no estaba asustado, después de todo, no había día que no entrenara, aunque francamente un poco sorprendido de que lo consideraran uno de los mejores miembros del club, él personalmente conoció a todos y creía que había muchos buenos alumnos
Sin más salieron del salón, olvidándose por completo de que todos lo escucharon, si, el rumor de que Tsuna era uno de los mejores boxeadores de la escuela se correría muy rápido en Namimori...
!Y corte¡
Como les digo, no podía sacarme esta idea de la cabeza, por lo que aquí esta
Y es provisional, si quieren que sigua la historia dejen comentarios y si no simplemente la dejare
Sin más que decir...
!Que La Voluntad y Determinación Guíen Tu Vida¡, se despide Issei Uchiha Namikaze-Dragneel
