Aquella mañana, Ron Weasley se levantaba en medio de la oscuridad total. No sabía que hora era pero no le importaba. Sabía que no podría volverse a dormir.

Era el primer día en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Viajaría en el Expreso de Hogwarts, se montaría en los botes cruzando así el lago que rodeaba el colegio y, en el salón comedor, el Sombrero Seleccionador elegiría su casa, la más adecuada para su personalidad.

Ron deseaba estar en Gryffindor. Toda su familia formaba parte de aquella casa y sentía que, si no entraba en ella, les defraudaría a todos. La impotencia y la inseguridad golpeaban su cabeza y le impedían pensar.

Se agarró a la almohada, con la misma sensación con la que se acaba de ver una película de terror. Estuvo en esa posición hasta que el sol empezó a verse por detrás de una pequeña colina. Cegado por la brillante luz, acostumbrado a la oscuridad, cerró los ojos y, repentinamente, se durmió.

- ¡Vamos, rápido Ron, despierta!

Molly Weasley tiraba de la manta de la cama de Ron.

-¡Ronald! ¡Parece mentira que no te hayas levantado más temprano! ¡Es tu primer día de colegio!

Ron abrió los ojos y vio que el sol ya no lucía tímidamente sino que brillaba con una luz que parecía más poderosa que nunca.

-¡Deprisa, Ronald!

Vislumbró a su madre salir de la habitación rápidamente mientras se secaba las manos con una toalla.

La pierna izquierda de Ron se movió hacia un lado de la cama y, debido al peso, se cayó con un ruido sordo. Una serie de gruñidos salieron de su boca y eso bastó para ponerle en movimiento por completo y despertarlo. Recordó frenéticamente que era el primer día de colegio y que no podía perder el tren. Rápidamente, se puso sus zapatillas naranjas, que conjuntaban perfectamente con su pelo, bajó las escaleras, no sin tropezarse unas cuantas veces y encontró a toda su familia en la mesa.

-¡Venga Ron! ¡La mayoría de tus hermanos ya están terminando el desayuno!

Ron se desperezó por última vez. Estaba cansado a pesar de que se acababa de levantar. Iba a ser un día agotador.