Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de Masashi Kishimoto (el cual suele tenerme en descontento por las cosas que hace ultimamente). Únicamente la trama de esta historia me pertenece. Queda prohibida su reproducción sin mi consentimiento
Advertencia: Contiene Spoilers del manga 614 del manga (leve)
Categoría: Humor; Drama; Romance
Trazando caminos
Capítulo 1: El comienzo.
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Se irguió en pose autoritaria. Los ninjas a su alrededor veían con molestia el mapa sobre el suelo. La información que habían robado semanas atrás al fin tendría sus resultados, era cuestión de tiempo para poner el plan en marcha. Habían sobrevivido para vengarse de las personas que habían ganado la cuarta guerra muendial Shinobi, cuatro años tras la sombras le hacían planear con precisión. Esta vez sería diferente, sobre todo con la información obtenida al asesinar a un ninja de Suna sin importancia. Regresar a su líder era lo primordial
-Tienen que estar atentos- sentenció, mirando las coordenadas del lugar- Posiblemente ya estén al tanto esos bastardos. Dentro de cuatro días se efectuará el movimiento.
-Madara despertará de su letargo- apoyó el shinobi de cabello color castaño. Girando un Kuinai entre sus dedos
-Las naciones debieron asegurarse de matar a todos los implicados, pero ahora pagarán por su error. Es de inocentes confiarse
-Mph. Que inocentes. Si supieran que nunca han estado completamente seguros- el castaño sonrió con malicia. Solo era cuestión de esperar, sabía hacia donde se dirigía con la información antes de asesinar al protector del mapa entregado por los señores feudales
- prepárense para el renacimiento...
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Contempló con determinación el pergamino en mano mientras se dirigía a la aldea de Konoha debido a la desaparición del ninja que custodiaba información hasta su destino. Los ancianos de la aldea temían que fuera traición del joven enviándolo a él para dar la información directa, la búsqueda de Jounin seguía en proceso. Las copas de los arboles meciéndose lentamente revolvían sus cabellos pelirrojos. Hacía tiempo que no viajaba hasta esa aldea. Había recibido órdenes directas de la arena en entregarle personalmente el pergamino al Hokage. La cuarta guerra ninja había acabo cuatro años atrás dejando miles de heridos en el proceso, sangre dolor y muerte. Las personas sobrevivientes rondaban por las aldeas descanso que al fin podían sentirse tranquilos.
La aldea no sufría cambio alguno desde la última visita, al menos, no un cambio congruente como su reconstrucción total.
Divisó la entrada de Konoha. Caminó la distancia hasta llegar completamente; un joven guardián se acercó al reconocerlo. Algunas manías no cambiarían.
-Kazekage-sama.- saludó. Haciendo una reverencia.- Nos han avisado de su visita.- asintió retomando la caminata. Las personas caminaban apresuradas. Los negocios abrían preparados para la rutina. Niños sonrientes que parecían ignorar los sucesos olvidados hacía tres años atrás. Saludaban ignorando quien era en el pasado. Concentrando todo al futuro.
Entró a la torre de la Hokage. Reconociendo a Shikamaru Nara al entrar al despacho de Tsunade. Shizune, la asistente se encontraba a su lado, como recordaba.
-He traído un pergamino para usted Hokage- le tendió el pergamino amarillento. La rubia dirigió su mirada hasta Shizune, luego hacia el joven Nara. Ambos habían cambiado desde la guerra al igual que el joven Kazekage de la arena. Tomó el pergamino enrollado que Gaara le ofrecía. Extendiéndolo hasta divisar la pequeña letra de los superiores de Suna. Leyó con rapidez el escrito, percatándose de la seriedad al mandar al Kazekage, a Gaara. Especialmente Shikamaru observó la escena en silencio.
-Es imposible…- susurró la rubia terminar de leer el pergamino, procesando la información proveniente de Suna- Ha pasado mucho tiempo para creer que eso pueda ser verdad. No podemos basarnos en teorías sobre el monte Houken- golpeó con brusquedad el escritorio de madera, revolviendo los papeles. Gaara frunció el ceño. ¿Qué sentido tenía enviarlo hasta la aldea si no era verdadero? La Hokage no podía dudar de su aldea. Temari le había dado la información.
-¿Qué tiene ese monte de especial, Tsunade- sama?- preguntó Shizune intrigada al ver el semblante tenso de la rubia. El resto esperó la respuesta. Tsunade dejó caer el rollo, notando en él las coordenadas del extraño monte antiguo.
-Se dice que el monte Houken tiene la capacidad de cumplir un único deseo cada mil años. Es un rumor que ha existido desde que recuerdo. Los señores feudales escogieron a Konoha para pedir la resucitación de una persona importante para la aldea.
-¿Y se puede saber quién es?
-Hyuuga. Neji Hyuuga.- Shikamaru arqueó la ceja incrédulo. Había escuchado los rumores del monte, la resucitación de Neji no tenía sentido. Tres años tenía de muerto, era irracional. Tsunade suspiró.
-Si los señores feudales están de acuerdo lo intentaremos- la pelinegra miró con extrañeza a la rubia.
-Tsunade- sama… puede ser peligroso.- habló Shizune al fondo. Ambos esperando la respuesta de la rubia- Habrá personas implicadas en esto. También puede ser usado para el mal.
-Lo sé- suspiró- Ya tengo pensado quienes serán los encargados de la misión. Y tu Shikamaru, estarás a cargo.
-Qué problemático.
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Abrió los ojos con pereza al sentir de lleno los rayos de sol en el rostro. Parpadeó repetidas veces observando la habitación, los detalles color naranja predominaban el espacio. Un ramo de flores color lila se apreciaba en la pequeña mesa de madera. Suspiró. Levantándose del mullido colchón contemplando una vez más la habitación pulcramente ordenada. A sus 20 años al fin podía sentirse feliz. Sin guerras ni locos tratando de asesinarlos por rencores del pasado. Muchos perdieron la batalla pero la compensa se veía en los rostros infantiles alegres, ya no existían los temores, ni la falsa esperanza.
Tenía algo parecido al hogar que había anhelado, dentro de unas semanas estaría completo. Algo no encajaba en la solitaria cama
Caminó hasta la sala, contemplando los muebles sencillos que habían comprado recientemente, cuando decidió que aquel lugar sería su nuevo hogar. Una silueta femenina se apreciaba al fondo de espaldas, revisando una pequeña lista. Sonrió acercándose hasta quedar al frente. Conocía perfectamente el color perla de los ojos, dignos del clan Hyuuga.
-Buenos días Hinata- susurró lentamente- Veo que te has levantado temprano- Hinata asintió entregándole la lista que Ino le había entregado horas atrás cuando el rubio dormía. La rubia era insistente al faltar poco tiempo. Naruto la contempló en silencio. El cabello azulado cayendo libremente hasta los hombros Leyendo las indicaciones de la rubia Yamanaka. Palmeó el sofá contiguo invitándola a sentarse. Observó la caligrafía pulcramente escrita, con miles de detalles a inspeccionar, demasiados, a su parecer.
-Vaya- rascó su nuca nervioso- Veo que Ino es rápida' ttebayo. Gracias a ella ya tenemos todo para nuestra unión matrimonial- Hinata había escogido a la mujer demasiado perfeccionista. El padre de Hinata había insistido al ser su clan el único con experiencia en flores. .
-Ino- san ha sido buena con los preparativos- susurró débilmente- Sakura ha tenido problemas con Sasuke.
-Maldito teme idiota- se quejó el rubio- Parece que no puede aceptar las rehabilitaciones' ttebayo.
Sabía que Sasuke Uchiha había quedado severamente herido dejando estragos en su cuerpo. El mismo las había provocado en cuarta guerra. La carencia de movilidad irritaba de sobremanera al sobreviviente del Uchiha, lo sabía solamente al verlo crujir los puños cuando acudía a visitarlo en las noches, portándose toscamente con su amiga pelirrosa. Podía comprender a Sakura la cual intentaba, hacer que tomara rehabilitaciones que ayudaran en la mejoría de su salud sin éxito. Sabía que la Haruno no se daría por vencida, al menos no por un buen tiempo.
Volvió a mirar al frente. Mirando el camisón color purpura que portaba la Heredera del clan Hyuuga. Deslizó la mano hasta el borde del camisón, sintiendo la suave piel blanquecina.
-Naruto- sintió sus mejillas arder al sentir la mano del rubio en la pierna izquierda subir lentamente- Ti…tienes que ir con la Hokage… te… te han mandado a llamar- el rubio frunció el ceño en señal de fastidio
-Vamos Hinata- Besó sus labios con fuerza, recorriendo el contorno de la pierna femenina- Pueden esperar un poco
Tenía derecho a disfrutar los momentos de soledad con su prometida.
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…
-¿Una misión?- preguntó Kiba extrañado al entrar a la torre del Hokage. Shikamaru asintió con pereza, reclinándose sobre la pared. El Inuzuka parpadeó asimilando las palabras, hacía tiempo que no recibían misiones. Las aldeas se encontraban en equilibro. Armónico por el momento Aún estaba el temor latente. Acarició el lomo de Akamaru que parecía analizar las palabras del Nara- Hace tiempo que no tenemos misiones Shikamaru. ¿Quién más está implicado?
El moreno bostezó- Todo eso es problemático.- Bufó- Ya la Hokage les informará. El Kazekage también está en Konoha
-¿Gaara? ¿Qué hace en la aldea?
-Kiba, Shikamaru- habló una voz al fondo. Ambos voltearon encarando al individúo que mantenía en mano una bolsa grande de papas. Kiba contempló al Akimichi en compañía de una cuarta figura que lo miraba con felicidad reconocía la figura fémina delgada. Sus dos compañeros a cada lado. No entendía el motivo de su presencia en dicha reunión
-Hola Choji. Hana- saludó el Inuzuka. Akamaru ladró al observar a los compañeros de la hermana mayor. Hana asintió buscando entre las personas su objetivo que al parecer no se encontraba en la habitación. Necesitaba hablar con al Alburame con urgencia
-Hola Kiba. Estoy buscando a tu amigo Shino. ¿Lo has visto? - preguntó directamente. El Akimichi miró a la hermana mayor de Kiba incrédulo ante la pregunta con indignación al ser ignorado por los presentes. El Inuzuka rió entre dientes, haciendo sonrojar a su hermana mayor.
-No tardará en venir, no te preocupes- la castaña frunció ceño en señal de incomodidad. Una quinta figura hizo su aparición. El cabello rubio ligeramente despeinado con un semblante furioso. Caminaba en dirección hacia el Nara. Lo tomó con brusquedad del Chaleco Jounin ante la mirada curiosa de los hermanos. Choji sonrió.
-¡Shikamaru! Por qué no me avisaste a tiempo de la reunión con Tsunade. He estado ocupada viendo los detalles de la boda de Hinata ¡Se casa en un par de semanas!- gruñó irritada, moviendo el cuerpo masculino con violencia-. - ¡No vas a decir algo!
-Mujer, eres realmente problemática. La reunión con la Hokage fue de improvisto al recibir una información del Kazekage de la arena. Es demasiado problemático lo que vamos a hacer y tú vienes con tus trivialidades.- el silencio se apoderó del ambiente. Ninguno articulaba. Shizune hizo su aparición extrañada al ver las miradas nerviosas de los jóvenes quienes contemplaban la habitual discusión entre la rubia y el Nara.
-Pueden pasar a la oficina. Tsunade-sama los espera
Caminaron a paso lento, introduciéndose en la habitación. La rubia los observaba con determinación sobre el escritorio de madera. El rostro tenso de la Hokage indicaba algo serio. La misión debía ser importante para llamar a todos sus compañeros. El castaño contempló el tenso ambiente, las miradas de los integrantes puestas en la rubia que se mantenía en pose rígida. Su hermana se había quedado a fuera, sin motivo. Esperando a su compañero de equipo, quizá.
-Tienen una misión- habló Tsunade, tomando el pergamino- Consiste en viajar al monte Houken en el país del viento- apretó los puños con fuerzas.- Consiste en un trabajo de resucitación. Cada mil años se da en ese monte. Y la persona encargada a resucitar es Neji Hyuuga- el silencio se apoderó nuevamente del ambiente. Podían sentir la tensión lastimar el cuello de las personas en la habitación. Era imposible la orden de la rubia, el castaño se encontraba muerto. Tenten había llorado la pérdida
Tenten…
-¿Sabe Tenten algo de esto, Tsunade- sama?- preguntó Kiba. La de los ojos miel miró contrariada al hermano menor de Hana. Tenía un severo debate mental si la información sobre el monte era falsa. Ilusionar a la joven no sería bueno para su salud. Demasiado habían tenido en las complicaciones anteriores.
-Me temo que aún no le hemos informado nada. No se dará información sobre esto a nadie, menos a ella… No queremos que vuelva a ilusionarse.- fijó su mirada en la aldea- No puede recaer ahora que si hijo es más grande.
Recordó cuando se enteró de la noticia terminada la cuarta guerra. El cuerpo de Neji había tenido una ceremonia de despedida como Shinobi digno que dio su vida por la aldea. Los compañeros de Neji asistieron al funeral; Gai llorando la pérdida de su alumno prodigio, a Lee acompañando a su sensei. Tenten se había mantenido al margen. No derramaba lágrimas. Su postura rígida. Semblante perdido. La rubia Yamanaka intentando decirle palabras de consuelo a Hinata que sentía culpa.
El desmayo de la castaña. La inspección de Sakura confirmando el embarazo joven. El tratamiento y cuidado de Tenten al ser parte importante de la aldea a pesar de no saber el padre del hijo que esperaba. El nacimiento del pequeño. Los ojos blanquecidos con pálida piel que demostraba sin compasión quien era el padre.
No, Tenten no merecía ilusionarse. Tenían que ser cuidadosos hasta saber si la información era correcta.
-No debe enterarse ¿de acuerdo?- los ninjas asintieron- perfecto. Saldrán en dos días al monte Houken… por cierto ¿Dónde diablos está Naruto? Hace media hora que debió haber llegado
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El local de ichiraku ramen se encontraba más lleno de lo habitual. Ayame contempló a los jóvenes platicar amenamente sobre algún problema no concurrente. Distinguió al Akimichi sentado al frente. Con los orbes castaños taladrándole el cuerpo. Suspiró inconscientemente, haciendo un gesto de saludo con la mano, nerviosa. Escuchó al fondo la risa de burla del Inuzuka.
-Vamos Choji, invítala a tomar asiento- sugirió con picardía. Al fondo Shino y Hana contemplaban divertidos el sonrojo del Akimichi. Hana rió
-Invítala, no puede ser tan difícil.-Insistió la castaña. Un sonoro saludo se escuchó al fondo, seguido de uno más calmo, justo como los recordaba. Kiba alzó la vista entre la multitud del local contemplando al rubio sonreír alegremente caminando hasta su posición al encontrarlos. A su lado caminaba Hinata nerviosa, jugando con sus dedos. Naruto parecía feliz. Tenía una sonrisa extraña en el rostro al igual que su compañera de equipo. Tomaron asiento, encontrando extraño la interacción entre la hija del dueño al hablar con Choji.
-¡Hey Viejo!- saludó Naruto al verlo llegar hasta él, con sonrisa amable- ¡quiero una orden de Ramen y una para Hinata!
-Claro Naruto, ahora regreso con sus órdenes
-Naruto- reprendió Shino- Esa no es forma de hablarle. No parece que hayas cambiado nada a pesar de estar a semanas de casarte.
-Es cierto- opinó el Inuzuka - ¿Cómo rayos convenciste a Hiashi? -el rubio se sonrojó. Shino tenía razón en ese aspecto. Hiashi Hyuuga solía reprenderlo cuando solía ir a casa de Hinata a visitarla, lo cual volvía incómodo el paso a la toleración del líder. Esperaba que algún día lograra la aceptación completa.
-hablando de eso Naruto, no asististe a la reunión con Tsunade- señaló el Alburame – Donde estuvieron
El rubio volvió a sonrojarse, observando a Hinata hiperventilar. No podían decirle que habían pasado la mañana en su casa haciendo cosas atrevidas en el sofá, si Hiashi se enteraba….
-E… estábamos revisando la lista que Ino le dio a Hinata con los detalles de la boda' ttebayo- rascó su nuca nerviosamente- Es una lista muy larga. Ino es muy perfeccionista y nos dará el decorado con las flores
-Es un gesto amable de la rubia en ayudarlos- aprobó Hana- Es una buena compañera. Aunque suele ser un poco impaciente, además- miró con picardía a la joven pareja- Será una boda digna, en solo unas cuantas semanas estarán casados. ¿Tienen todo listo?- Hinata asintió débilmente, sonriendo.
-Nos faltan algunos detalles, como el padrino
-¿Y quién será Hinata?- preguntó el Akimichi quien había dejado de hablar con Ayame. Naruto amplió la sonrisa recibiendo la orden de ramen. Dio un sorbo a la comida. Tragó, contestando rápidamente.
-Kakashi Hatake- soltó el rubio con emoción.-Solo hay un problema en todo eso' ttebayo. Anko lo acompañará.- resopló al imaginar a su sensei compartir campo con la Mitarashi- Tenemos que reunirnos con ellos dentro de unas horas, También Iruka- sensei estará ayudando
-Me temo que tendrán que esperar, Naruto. Hinata- habló una voz al fondo. El rubio giró encontrando el hombre que lo miraba con pereza, a su lado Ino Yamanaka se mantenía en silencio, esperando al Nara hablar con la noticia.
-¿por qué Shikamaru?- preguntó tajante. Solía exasperarlo cuando usaba el tono de voz que dirigía cuando hablaba con seriedad.
-Tenemos una misión en dos días. No sabemos cuándo tardaremos además es importante - la rubia asintió nerviosa. Shikamaru era un idiota insensible al soltar de golpe la información
-¿qué demonios? ¿Una misión? Debo hablar con la vieja Tsunade ¡Me casaré en dos semanas! – chilló. Shikamaru miró con fastidio al rubio
-Consiste en una misión de resurrección en un monte antiguo, Naruto- reclamó el Nara- Neji es la persona en cuestión
-Neji- niisan- murmuró Hinata, tensándose al recordar con culpa la muerte de su primo y el sufrimiento de Tenten. Naruto suspiró, rodeando con el brazo a su prometida. No había más discusión
-De acuerdo. Lo haremos
-¿Podrás manejar la misión y tu boda Naruto?- reclamó la rubia. El de los ojos azules amplió la sonrisa. Ejerciendo presión sobre el agarre. Tenía que hacerlo, la castaña necesitaba tener una esperanza, por ella, por el hijo del Hyuuga.
-Claro que puedo hacerlo Ino- respondió indignado -. Después de todo soy Naruto Uzumaki. Futuro Hokage de la aldea. Una planeación de boda no puede ser tan difícil ¿o no? No es como si fuera la cuarta guerra ninja.
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¡Hola! después de tanto tiempo pensando al fin me decidí a hacer una historia larga de Naruto a dueto con Rosa Kennedy. Cabe aclarar que la historia está basada cuatro años después de la cuarta guerra ninja.
¿Logrará Naruto lidiar con su propia boda y su misión? ¿Será tan fácil como el rubio cree? ¿Lograrán regresar a Neji de su infortunada muerte?
Bueno, tendrán que seguir leyendo para averiguarlo xD.
¿Qué opinan de la historia? ¿Es rara?
Espero sus comentarios, críticas y/o amenazas de muerte.
Un saludo.
Fatty Rose Malfoy
