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/ Historia: Pecados Pasados (Past Sins)
/Capítulo: 16: Endurecer un Corazón Blando
/ Autor: Pen Stroke
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Pecados Pasados
Por Pen Stroke
Asistido Por Batty Gloom
(Se necesitan pre lectores y editores en español ver correo al final)
Master Post en Inglés
Capítulo 16
Endurecer un Corazón Blando
Capítulo 15 - Capítulo 17
Durante una semana entera, Nightmare Moon perseverantemente alzó y bajó el sol, haciendo pasar los días como lo hacían antes de su mandato. No hizo mucho más, escogiendo recluirse en sus aposentos. Se mantuvo al tanto de como el reino se estaba gobernando y se aseguraba de que Spell Nexus no sobrepasara ciertos límites. Más allá de eso, Nightmare Moon apenas podía levantarse de su cama.
Se habían difundido las noticias de que fue ella quien levantó el sol, que fue por su decisión la que puso su fin a la noche eterna. Habían sido unas de las más sorprendentes noticias en sacudir a Equestria, quedando justo debajo del rápido ascenso al poder de Nightmare Moon.
Las reacciones a las noticias fueron mixtas.
Los Hijos de Nightmare se enfadaron bastante, Nexus en particular, viendo su decisión como una señal debilidad que debía terminar. No se atreverían a decir tal cosa en la cara de su reina, pero ella podía escuchar susurros tan bien como cualquier poni regular.
El pueblo en general parecía inquieto, como si Nightmare Moon solo los estuviera provocando con unos pocos días soleados. Creían que traería sin previo aviso la noche eterna de vuelta, que solo les estaba jugando una especie de juego enfermizo, o que tenía planeado algo mucho peor para Equestria.
Y si había algunos que verdaderamente apreciaran que regresara el sol al cielo cada día, Nightmare Moon no escuchó de ellos. Sus voces eran callados susurros en un atronador coro de gritos de ponis que temían que devolvería la noche eterna o exigían que lo hiciera.
Era una tormenta circundante que sólo empeora la que se inflaba en la mente de Nightmare Moon. Seguía tratando de entender por qué se sentía como ella lo hacía. Su mente estaba llena de un interminable carrusel de pensamientos y preguntas, las cuales no podía silenciar ni responder. Todo conducía a noches sin dormir y su deseo de no hacer nada más que ocultarse en su recámara, bloquear la puerta, y pretender que el mundo exterior no existía.
Pero a veces, el mundo no será ignorado.
¡STOO-ONGK!
«¡Hey, dije que no puedes entrar!»
«¡Agárrenla!»
¡TRISH! ¡CLANG! ¡CLONK!
«Alto… ¡Dije ALTO!»
«¡Mira, está corriendo hacia la puerta!»
«¡Alguien traiga unos pegasos y unicornios para ayudarnos a atraparla!»
«¡Cuidado!»
¡TRISH! ¡TRONG! ¡STRIIICHK! ¡TISH!
«¡Eso... eso es todo! ¡La tenemos! La tenemos rodeada.»
«¡Nadie se burla de nosotros! ¡Estás bajo arresto por entrar ilegalmente en los jardines del castillo! Todos, corran tras ella en tres... dos... uno... »
«¡Rrrraaaahhh!»
KKKRRRAASSH-TRISSH
Nightmare Moon saltó de la cama, sus cansados ojos se estrecharon en delgadas hendiduras de ira. Se trasladó a la puerta de su balcón y salió despedida afuera. Dirigió la mirada hacia abajo sobre patio inferior del castillo y tomó en la respiración más profunda que pudo. Luego gritó a todo pulmón, sin importarle qué tan temprano era. El puro volumen de su voz, sin duda, despertó del susto a algunos ponis en Ponyville.
«¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ AFUERA?!»
Todo lo que le respondieron fueron gemidos y quejidos. Una gran parte de los guardias ponis tierra del castillo estaban apilados uno encima del otro en el centro del patio principal. Riendo y saltando entre ellos juguetonamente, como si todo fuera un juego, estaba Pinkie Pie.
«¡Ustedes son ponis tontitos! Así no es como se juega a las traes. »
Nightmare Moon no sabía si sentirse sorprendida por lo que estaba viendo, estar enfurecida con lo fácil que sus habían derrotados, o dejarse caer al suelo y reír a toda voz. Una única poni hiperactiva rosada acababa de superar a sus soldados sin querer. El mundo probablemente podría estar a punto de terminar, y Pinkie Pie seguiría siendo Pinkie Pie.
«¡ALTO!» Gritaron varias voces nuevas. Los unicornios de la guarnición del castillo se adelantaron al patio, ya con sus cuernos brillantes mientras los pegasos comenzaron a formar círculos en el cielo. Nigtmare Moon tenía pocas dudas de que se preparaban para agarrar Pinkie Pie o para utilizar tácticas mucho más peligrosas para detener al intruso saltarín.
Pinkie Pie, sin embargo, no parecía registrar el peligro que corría, su sonrisa se hacía cada vez más grande. «Oh, ¿Ustedes también quieren jugar a las traes? De acuerdo, pero recuerden que yo las traigo y hay que huir de mí. Estos ponis simplemente no lo entendieron; ellos siguieron corriendo hacia mí.»
«Este no es un juego; usted está invadiendo el castillo real de la reina Nigtmare Moon. ¡Ríndase ahora! »
«Guardias, descansen.»
Nightmare Moon planeó hacia abajo y aterrizó en el patio. Los unicornios rápidamente detuvieron los hechizos que estaban a punto de lanzar, y los pegasos que habían estado dando vueltas arriba aterrizaron. Todos ellos se inclinaron ante su reina mientras un guardia hablaba. «¡Su Alteza, esta poni ha irrumpido en su castillo!»
«Sí, puedo ver eso,» respondió Nightmare, mirando hacia abajo a Pinkie Pie. «¿Qué estás haciendo aquí? »
«Bueno, vine aquí para verte, pero cuando le pregunté a los guardias, me dijeron que—» Pinkie Pie hinchó el pecho y empezó a hablar con una voz ronca. "No, todo peticionario que quiera una audiencia con la gloriosa Nightmare Moon debe hacer una cita que luego debe ser aprobada por Spell Nexus."»
«Pero entonces,» Pinkie Pie continuó con su tono normal, lleno de energía. «Les dije que yo no era un médico profesional y que, si quisiera ser parte de una audiencia, iría a ver una obra divertida, o tal vez escuchar a una banda. Todo lo que quería era hablar contigo, pero me dijeron que me fuera.»
«Pero realmente necesito hablar contigo, así que no me fui,» Pinkie Pie continuó barbullando. «Entonces ellos abrieron las puertas para que me fuera, y decidí que, si eran lo suficientemente tontitos para dejar las puertas del castillo abiertas, entonces probablemente no les importaría si entraba. Y entonces todos estos guardias tontitos me empezaron a perseguir, y antes de darme cuenta, estábamos teniendo un gran juego de las traes. »
Nightmare Moon levantó una pezuña hacia su boca, dando su mejor intento de no reírse delante de sus guardias. No sabía qué era lo que ella encontraba tan gracioso, pero no podía negar que fue una lucha por mantener su risa bajo control. Con una tos forzada, recuperó su expresión seria y miró a Pinkie Pie. «¿Por qué quieres verme?»
«Para darte esto,» Pinkie Pie respondió. Alcanzó su cola rizada, rebuscó en ella, y sacó un sobre. Lo sostuvo con cautela entre sus dientes, presentándolo a Nightmare Moon. Todos los guardias voltearon y miraron a su reina, quien se quedó viendo estupefacta. Un sobre era una de las últimas cosas que ella esperaría que Pinkie Pie le diera, pero, nuevamente, ser impredecible era la naturaleza de Pinkie Pie.
Conociendo a Pinkie ella no partiría hasta que se leyera la carta, Nightmare Moon ocupo su magia y levitó el sobre a su cara. Levantó la solapa, que se había mantenido abajo con una calcomanía de carita feliz, y vació su contenido. Era una brillante pieza de papel rosa decorado con sonrientes globos, flores, y deslumbrantes potros y potrillas felices. Era... una invitación a la fiesta de cumpleaños de Twist.
En un instante, el humor templado que Nightmare Moon había encontrado a la situación fue reemplazado por una ira hirviente. Tiró la invitación al suelo y la pisoteó con una pezuña. «¡¿Qué broma cruel es esta?!»
«¿Broma? ¿Qué broma? ¿Alguien dijo una broma?» Pinkie Pie le preguntó antes dar un grito ahogado y sonreír. «Uuuuuuu, ¿era una broma de toc toc? ¡Me encantan las bromas de toc toc! mi favorita absoluta es la siguiente. El primer poni dice "Toc toc" y el otro poni dice "¿quién es? ", y luego el primer poni dice—»
«¡Pinkie pie!» Nightmare Moon espeto, causando que la mayor parte de sus guardias, así como Pinkie Pie, brincaran. «Estoy hablando de la invitación.»
Pinkie Pie se rió. «Oh, eso no es una broma, tontita.»
«¡¿Crees que soy una potra tonta?! ¿Por qué iba yo a querer asistir a la fiesta de cumpleaños de alguna potrilla? ¿Por qué habría siquiera Twist quererme allí? ¿Qué te hace pensar que yo creería que sus padres incluso le permitieron enviarme una invitación a mí? ¡Te debería encerrar en la mazmorra por esta cruel broma!»
La sonrisa que Pinkie Pie había puesto desde la llegada de Nightmare Moon, se desvaneció. «Pero... esto no es una broma.»
«¡Entonces dime la verdad!»
Pinkie Pie miró hacia el cielo, como si ella fuera a tomar algo de las nubes. Bueno. Déjame ver... eh... hiciste un montón de preguntas, pero voy a tratar de responderlas a todas. No, no creo que seas una potrilla. Eres demasiado grande para ser una potrilla, por no hablar de una potranca. ¿Por qué querrías asistir a una fiesta? Bueno, es una fiesta, y a todos les gustan las fiestas. ¿Por qué Twist querría invitarte? Ella dijo que es porque nunca te vio en la fiesta del barrio que tuvimos cuando el sol salió de nuevo.
«En cuanto a los padres de Twist,» Pinkie Pie continuó, «Ellos no saben que ella te envió una invitación. La fiesta va a ser en el Sugarcube Corner, así que yo era la encargada de repartir todas las invitaciones, y Twist preguntó si tenía una extra. Le dije a ella que sí, y me preguntó que si podía llevártela.
«Y, honestamente, no estaba segura al principio. Digo, las fiestas son siempre más divertidas cuando hay más ponis, pero no pensé que fuera una buena idea invitarte. Pero luego Twist me dijo que no eras realmente tan mala como todo el mundo piensa. Y ella todavía te quería en su fiesta. Así que sonreí y le dije, "Potra tontita, siempre tengo diez invitaciones extras por si acaso". ¡Así que después de entregar todas las otras invitaciones, reboté por aquí para traerte la tuya!
«Así que, ¿vas a venir? Es hoy, y va a ser muy divertida. »
Nightmare Moon miró a la sonrisa expectante de Pinkie Pie, echó un vistazo para ver que los ojos de los guardias estaban en ella, y luego miró hacia abajo a la invitación rota. La levantó con cuidado y trabajó para enderezarla con su magia. Los globos riendo, las flores sonrientes y las letras arremolinadas que adornaban la página ahora estaban estropeadas por la suciedad y los pliegues, pero la promesa de juegos, pastel, y felicidad se mantenía.
Era una invitación verdaderamente atractiva, la más feliz que Nightmare Moon había visto alguna vez. Sin embargo, eso no le impidió doblar el papel y extendérselo a Pinkie Pie. «Yo no voy a ir,» anunció rotundamente.
El rostro de Pinkie Pie cayó en una expresión decepcionada. «Oh, ¿por qué no? Twist estaba realmente esperando que fueras. Prometió hacer un montón de caramelos de menta. Dijo que a ti te gustaban.»
«Dile a Twist que gracias por la invitación, pero no puedo asistir,» reiteró Nightmare Moon.
«Bueno… está bien,» Pinkie Pie respondió. Ella tomó la invitación y la deslizó de nuevo en el pelo rizado de su cola. «Todavía es una fiesta, incluso si no todos los invitados pueden ir. Aun así, siempre hay espacio para más ponis en una fiesta. Así que, si quieres venir, la fiesta va a ser hoy a mediodía. Siéntete libre de pasar si quieres. Sé que Twist estará súper feliz si piensa que no vendrás, y luego vienes. ¡Será como una sorpresa!
«Bueno, tengo que volver al Sugarcube Corner,» Pinkie Pie pió, trotando en el lugar. «Hasta luego, Reina Nyxi.» Con eso, ella empezó a alejarse saltando, saliendo por las puertas delanteras del castillo y bajando por el camino hacia Ponyville.
«¿Su Majestad, le gustaría que la persigamos y la arrestemos?» Uno de los guardias unicornio preguntó.
«Eso depende. ¿Realmente creen poder atraparla? » preguntó Nightmare Moon, mirando al montón de soldados que apenas empezaban a volver a estar de pie. «¿O quieren correr el riesgo de parecer tontos si no pueden?»
Los guardias se miraron y decidieron calladamente volver a patrullar con normalidad. Pronto, la humorística distracción que Pinkie Pie había causado fue lavada por el regreso de la firmeza normal del castillo... y, por un momento, Nightmare Moon deseó que Pinkie Pie se hubiera quedado sólo un poco más.
Nightmare Moon regresó a su alcoba con la intención de continuar revolcándose en su depresión. Se acostó en su cama, cerró los ojos, y se rindió a sus pensamientos. Pensamientos que, antes de la interrupción de Pinkie Pie, habían sido un interminable torrente de preguntas a las cuales Nightmare Moon no tenía respuestas.
Sin embargo esos pensamientos, aquellos tortuosos pensamientos, ahora estaban siendo empujados hacia atrás. Como un valiente héroe enfrentándose a una jauría de lobos, algo en su mente estaba luchando contra las oscuras, remanentes emociones que la habían estado desgastando.
Twist quería que Nightmare Moon viniera a su cumpleaños. Nunca había ido a una fiesta de cumpleaños, y no podía negar que alguna parte de ella encontraba la invitación extrañamente tentadora. Por un momento, la alicornio plenamente madura era nuevamente una potrilla, permitiéndose fantasear sobre cómo sería la fiesta. ¿Qué clase de pastel habría? ¿Habría juegos?
¡Claro que habría juegos! Si Pinkie Pie estaba involucrada entonces habría, al menos, Ponerle la Cola al Poni. ¡Podría haber incluso colgado una piñata!
Las fantasías sobre la fiesta se extinguieron conforme Nightmare Moon se miró en el espejo de su dormitorio y se vio forzada a recordar que ya no era Nyx. No era una niña; era la Reina de Equestria. Ella era Nightmare Moon, la heralda de la noche eterna, el monstruo que exilió a Celestia y a Luna al sol y a la luna. Según Nexus, los Hijos de Nightmare, y la mayoría de Equestria, ella debería ser una tirana malvada. Desalmada, fría, y—
Nightmare Moon aparto la mirada del espejo con enfado. Estaba cansada de esto, cansada de ser jalada en dos direcciones muy diferentes. Estaba cansada de... de tener que mantener a sus amigas y a su madre encarceladas en las mazmorras. Apple Bloom, Sweetie Belle y Scootaloo merecían ir a esa fiesta más que ella.
Nightmare Moon se detuvo en ese pensamiento y comenzó a sonreír. No podía ir a la fiesta. Nunca oiría el final de esto de parte de Spell Nexus, pero... tal vez había algo más que podía hacer por Twist para hacer su día extra especial.
TOC… TOC…
Pinkie Pie rebotó hacia la puerta principal de Sugarcube Corner, abriéndola con una sonrisa brillante. La fiesta de cumpleaños de Twist estaba en pleno apogeo, la única invitada faltante era Nightmare Moon. Aun así, Twist estaba teniendo un buen momento, y la música y la felicidad dentro de la panadería fluían a la calle mientras Pinkie Pie sostenía la puerta abierta.
«¿Hola, qué puedo hacer por ustedes corceles?»
Un par de guardias reales de Nightmare Moon mantuvo una cara de póker, dando un paso al lado para revelar un gran regalo de cumpleaños, envuelto en papel de regalo púrpura y cintas azules con algunos agujeros en la parte superior.
«Se nos ordenó entregar este presente para una potrilla llamada Twist y procurar que se abra inmediatamente. »
«¡Un regalo sorpresa! ¡Oh, eso es tan divertido! Sólo un segundo, »Pinkie Pie respondió. Ella galopó de vuelta a la fiesta, y, en momentos, había encontrado a la invitada de honor. Con poca advertencia, Pinkie alejó a Twist de la conversación que estaba teniendo y la llevó al gran presente que estaba sentado en el escalón de la entrada.
«Vaya, ¿es para mí?» Twist preguntó cuando vio el presente, el cual era más grande que ella.
Pinkie Pie apuntó a los guardias. «Eso es lo que dijeron, y también dijeron que había que abrirlo de inmediatamente. ¡Entoooooonces... ábrelo, ábrelo! »
Twist asintió, tan ansiosa como Pinkie Pie por ver lo que había dentro. Tomó de una de las partes sueltas de cinta con sus dientes y tiró hasta que el nudo en la parte superior se desató. Entonces, sin previo aviso, la parte superior de la caja explotó, disparando confeti en todas partes mientras tres figuras aparecieron sonriendo de oreja a oreja.
«¡Feliz cumpleaños!» Apple Bloom, Sweetie Belle y Scootaloo aplaudieron al unísono mientras mantenían sus patas delanteras sobre sus cabezas con una emocionada fanfarria.
«¡OH, CIELO SANTO!» Twist gritó, prácticamente saltando sobre las tres potrillas. «¡Pensaba que ustedes estaban fuera de la ciudad! »
«Bueno, estábamos, pero... solo digamos que Nyx nos ayudó a volver a casa temprano,» mintió Apple Bloom.
«¡Esto es tan increíble!» exclamó Twist. «La única forma en que podría ser mejor es si Nyx pudiera venir. »
«Lo siento, Twist, pero ella no puede venir,» dijo Sweetie Belle mientras ella y las otras Crusaders salían del gran regalo. «Pero Nyx quería que te dijéramos que realmente quería venir.»
«Sí, y ella también te envió un regalo... bueno, un regalo además de nosotras. Está en el fondo de la caja.»
«Oh, yo lo agarro», Pinkie Pie cantó. Saltó en el aire antes de sumergirse en la gran caja. Un momento después, resurgió sosteniendo un presente de un tamaño mucho más razonable entre los dientes. Lo dejó delante de Twist, y la potrilla cumpleañera impacientemente comenzó a abrir su regalo. Le quitó el envoltorio tirando de los pliegues de la caja, y zambulló su cabeza en el interior para ver lo que estaba escondido dentro.
«¿Qué es? ¿Qué es? » preguntó Apple Bloom.
Twist sacó su cabeza fuera de la caja, lamiendo un poco de chocolate de sus labios. «Es dulce de leche, y está muy bueno.»
«¿Puedo probar un poco?» pidió Scootaloo, colocándose rápidamente a un lado del presente.
«Claro» respondió Twist, dejando que cada una de las Crusaders y Pinkie Pie indagaran en el presente y tomaran uno de los cuidadosamente cortados cubos. Pronto, todos los ojos se iluminaron, ya que nunca antes habían probado un dulce de leche tan increíble.
Una firme mueca adornaba el rostro de Nexus mientras descendía una escalera de piedra en espiral en el castillo. No venía acompañado por sus guardias personales y había ajustado las patrullas del castillo. Necesitaba tener una conversación en privado con una yegua en particular, y no quería ser interrumpido.
Llegando a la parte inferior de las escaleras, Nexus avanzó al lado de las celdas vacías del calabozo del castillo hasta que llegó a la que estaba hasta el fondo. Twilight Sparkle estaba sentada en su catre cuando él pasó en frente de las rejas, y recibió la mirada de ella con ojos fríos, de aborrecimiento.
«Todo esto es su cumpla,» Nexus dijo echando humo.
«Bueno eso es estupendamente específico,» Twilight le replicó. «¿Y exactamente qué es "mi cumpla"?»
«¿Se da cuenta de que hizo hoy Nightmare Moon?»
Twilight sacudió la cabeza. «No. Todo lo que sé es que ella vino a llevarse a Apple Bloom, Sweetie Belle y Scootaloo. No me dijo que iba a hacer con ellas.»
«Bueno, le diré que hizo,» Nexus expulsó las palabras a través de dientes apretados antes de inclinarse hacia adelante y presionar su nariz contra las rejas. «Las. Dejo. ¡IR!»
Una sonrisa floreció en la cara de Twilight mientras se levantó de su catre. «¿Eso hizo?»
«Si, pero no solo fue eso,» Nexus gruñó, paseándose en frente de la celda. «No, envolvió a esas potrillas en un presente y después gastó el tiempo de dos de sus soldados haciéndolos entregar el presente a una fiesta de cumpleaños. Además envió otro regalo: dulce de leche hecho por el chef real.»
La sonrisita en la cara de Twilight se volvió una amplia sonrisa, y columpió triunfantemente una de sus patas delanteras. «Esa es mi niña.»
«¡NO!» Nexus espetó. Su voz llenó el calabozo, e hizo eco con su rabia. «¡La reina de ninguna forma es su hija, sin importar con que mentiras llenó su cabeza! En todo caso, ya la arruinó.
«Es usted quien suavizó su corazón y llenó su mente de nociones de compasión y risa. Es usted quien le enseñó a amar el sol, quien le permitió tener amigos. Los amigos solo traen debilidad. Una verdadera reina debe sólo pensar en el reino y en sus propios deseos, pero ahora, ¡Nightmare Moon es de corazón tan blando que le está enviando regalos de cumpleaños a una potrilla pequeña!»
Twilight resopló a Nexus con desdén. «Diga lo que quiera, Spell Nexus, pero estoy orgullosa de ella. No está escuchando sus viejos recuerdos ni tus sugerencias dementes. Está escogiendo escuchar a su conciencia y hacer lo que ella sabe que es correcto. A este paso no pasará mucho antes de que Nyx—»
«¡ELLA NO ES NYX!» Nexus la interrumpió con un bramido. «¡Ella es Nightmare Moon! ¡Se supone que ella traiga la noche eterna a Equestria, y debe de hacer que los ponis de este reino sufran por como la despreciaron en el pasado! Se supone que haga que usted y sus amigas paguen por derrotarla con los Elementos de la Armonía. Eso es lo que Nightmare Moon debería estar haciendo.»
«Eso es lo que Nightmare Moon haría, pero la poni que usted llama reina ya no es ella. Ella es una yegua independiente, y puede escoger por sí sola quien quiere ser,» Twilight sonrió, apoyándose contra los barrotes mientras miraba a Nexus justo directamente en sus ojos. «Y justo ahora Nyx está eligiendo ser la poni que quiere ser, no ejusto l monstruo en que usted la ha estado tratando de convertir.»
Nexus cerró sus ojos y apretujo sus dientes, mordiéndose la lengua para contener un alarido de furia. Dio pisotones con sus cascos, sacudió la cabeza, y luchó contra el impulso de estrangular a Twilight Sparkle justo donde estaba sentada. Incluso comenzó a extender su magia hacia ella, pero, después de unos cuantos tensos momentos, Nexus se calmó. Seguía enojado, pero ahora la ira estaba nuevamente bajo control, permitiéndole reorientar su mirada de furia.
«No sé por qué estoy tan sorprendido. Usted fue una estudiante de Celestia, la sensiblera que solía sentarse en el trono de Equestria. La que buscaba la paz sobre todo lo demás, quien no vio que, bajo el liderazgo apropiado, Equestria podría alzarse a controlar mucho más, ser mucho más.
«Y, así como la maestra heredó sus lecciones a la estudiante, así también la estudiante heredó el conocimiento envenenado de la bondad a la potrilla bajo su cuidado. Aún tras el renacimiento de mi reina, aun cuando Nightmare Moon ha regresado como la yegua que se suponía que fuera, no se detuvo. Vino al castillo hablando disculpas y palabras dulces. Fue usted quien refrescó el veneno de bondad en las venas de Nightmare Moon.»
«¿Y qué dice eso de usted, Director Spell Nexus?» Twilight le rebatió. «¡Una vez era el estudiante de la Princesa Celestia justo como lo soy ahora! Ella le enseñó, lo orientó, lo volvió el director de su escuela. ¿Cómo pudo traicionar a las princesas?»
«¡La mía no fue la primer traición!» Spell Nexus dijo en exabrupto. Estrelló un casco contra las rejas, causando que Twilight se encogiera y aplanara sus orejas. «¡Celestia me traicionó a mí! Ella sabía bien lo que contenían los restos de Nightmare Moon. Me envió a explorar esa magia, pero era mi destino ser nada más que un cordero de sacrificio enviado al matadero. Fue Nightmare Moon quien me salvó, quien me mostró misericordia, quien me mostró el error en mis caminos.» Resolló bastante por la boca. Su esfuerzo había causado que algunos mechones irregulares de su crin cayeran sobre su cara, dándole apariencia de trastornado conforme se quedó mirando a Twilight.
«Pero tal vez tenga razón.» Él alzó una pata a su cabeza, acomodando hacia atrás algunos de los mechones sueltos de su crin. «Tal vez yo también he sido bondadoso con nuestra reina. Tal vez yo también estoy todavía afligido por el veneno de Celestia. He seguido a mi reina, me he inclinado ante ella, y le he dado lo que quiere. Sin embargo, lo que Nightmare Moon quiere no es lo que necesita. Necesita ser la reina que puede ser. Necesita ser curada de la bondad que la posee.
«Y conozco justo el remedio,» Nexus dijo. Su cuerno brilló mientras abrió con un clic la cerradura de la celda. Twilight rápidamente retrocedió, presionándose contra el muro del fondo de la celda conforme Nexus se movió lentamente hacia ella. Su oscura sombra cayó sobre ella, y sus ojos turquesa destellaron amenazadoramente.
«Si… si me lastima, Nyx lo—»
«Oh, me malentiende, Twilight Sparkle. No tengo intención de lastimarla. De hecho, todo lo contrario. Al fin y al cabo, no hay mejor cura para un corazón blando que ser traicionado por quien uno estima.»
«¿Y no quiso decir por qué quería verme?»
«No,» Nexus respondió. Caminaba al lado de Nightmare Moon mientras el par descendía al calabozo. «Los guardias solo reportaron que empezó a gritar, exigiendo verla. No hubiera dirigido su atención a esto, pero se negó a comer.»
«Te agradezco por avisarme de esto, Nexus,» Nightmare Moon respondió, «pero tendré que hacerte esperar al fondo de las escaleras. Hablaré con Twilight Sparkle yo sola.»
«Claro, su Majestad,» Nexus aceptó mientras los dos llegaban al calabozo. Como le pidieron, Nexus permaneció a la base de la escalinata mientras Nightmare Moon caminó al extremo opuesto del pasillo. Se dio vuelta para mirar a la última celda y vio que Twilight estaba acostada en su catre. Su cuerpo estaba cubierto casi completamente por su cobija, y estaba de cara contra la pared.
«¿Querías verme?» Nightmare Moon habló suavemente, esperando evitar que Nexus alcanzara a oír la conversación.
Twilight dio un débil gemido antes de comenzar a hablar. «Si… por favor, los… los guardias… ellos…»
Nightmare Moon sintió su corazón detenerse un instante. Sin vacilar abrió la puerta de la celda y corrió adentro. «¿Te lastimaron?»
Twilight dijo algo entre dientes, pero Nightmare Moon no escuchó. Se inclinó más cerca, trayendo su cabeza al lado de la de Twilight.
«¿Te hicieron algo los guardias?» Nightmare Moon preguntó, aun hablando suavemente, pero con un tono firme.
«Lo lamento… Lo lamento…»
Nightmare Moon acarició con su nariz el cuello de Twilight para tranquilizarla. «Twilight, no, lo que sea que te hicieron, no fue tu culpa.»
«Lamento… haberte encontrado en el bosque.»
En tan solo un respiro, Nightmare Moon sintió el cambio en la atmósfera. El miedo y pánico que sentía por Twilight fue reemplazado por pavor, y, dentro de unos momentos de haber escapado esa palabra de los labios de Twilight, Nightmare Moon sintió un abrasador dolor en su hombro derecho.
Dio un salto atrás, se tropezó, y cayó al suelo de la celda. Volteó atrás a su hombro en donde ahora era visible una enorme cuchillada. Era dolorosa, una de las pocas veces que Nightmare Moon había sentido dolor físico desde su resurrección.
Mirando de vuelta a Twilight, Nightmare Moon la vio levantándose lentamente de su catre. El collar anti-magia que se suponía que estuviera alrededor de su cuello ahora yacía sobre su almohada, y, en el aire al lado de su cabeza, Twilight sostenía una delgada daga mágica. Era una versión más pequeña del hechizo que Nightmare Moon usó para formar una espada para pelear con Celestia, pero eso no lo hacía menos peligroso.
«¿Qué estás haciendo?» preguntó Nightmare Moon. Luchó por tratar de ponerse de pie, pero el pequeño espacio en la celda estaba haciendo que fuera difícil maniobrar.
Twilight dio un paso hacia Nightmare Moon mientras mantenía la daga en alto. «Arreglando mi error.»
«¿E-e-error?»
«Si,» Twilight respondió mientras continuaba su lento acercamiento. «Eres un monstruo, eres una tirana, y nunca debí salvarte del bosque.»
«¿Twilight… Twilight, qué pasa? ¿Por— por qué estás…» Nightmare Moon tartamudeó. Su voz se tornó débil conforme comenzó a hiperventilarse. «Soy… s-soy yo… soy Nyx… n-no recuerdas—»
«Recuerdo perfectamente lo que has hecho. Tomaste el control de Equestria. Exiliaste a mi mentora al sol y trajiste la noche eterna. Encerraste a tres potrillas y me hiciste prometerles que todo estaría bien antes de llevártelas.»
Nightmare Moon comenzó a entrar en pánico, luchando por ponerse de pie. Se empujó contra la pared de la celda. «Me las llevé para dejarlas libres. Las dejé libres, Twilight. Tienes que creerme. Tu… s-siempre me creíste.»
Twilight se paró sobre Nightmare Moon, y la reina de Equestria no vio nada de la compasión y el cariño que alguna vez conoció. En vez, los ojos púrpura de Twilight estaban llenos con nada más que odio y propósito asesino. «Eso es lo que me ha ayudado a darme cuenta el estar en este calabozo, que nunca debí de haber creído ni confiado en ti. Que eras, eres… y siempre serás un monstruo, y me avergüenzo de haberte llamado mi hija.»
«N-n-n-no… n-n-n-no,» Nightmare Moon comenzó a llorar. «¡Twilight… Twilight no digas eso! ¡Por favor, por favor no digas eso! ¡L-l-lamento hacer todo esto! ¡Solo, por favor! ¡No digas eso! ¡Lo siento!»
«No hay perdón,» Twilight dijo fríamente. Comenzó a alzar su daga. «Nunca me perdonaré por creer que eras más que un monstruo… y ahora, voy a arreglar mi error. Lo voy a. Arreglar: Todo.»
«¡NOOOO!» Nightmare Moon gritó. Su voz hizo eco del dolor en su corazón, el cual amenazaba con quebrarse. Twilight, no obstante, no titubeó ni se alentó. Sostuvo la daga alto y apuntó al cuello de Nightmare Moon. Sin embargo antes de que Twilight pudiera atacarla, Spell Nexus apareció a la puerta de la celda. Atraído al lado de su reina por su llanto, Nexus envolvió su magia alrededor de Twilight y la sujetó contra la pared.
«¡GUARDIAS! ¡La Reina ha sido herida!» Nexus gritó. Dentro de unos momentos, llegó una patrulla de soldados. Los guardias escoltaron a Nightmare Moon fuera de la celda mientras Nexus volvía a asegurar el aparato anti-magia al cuello de Twilight. Entonces, cerró de golpe la puerta, y se dio vuelta para seguir a los guardias reales mientras llevaban cargando a Nightmare Moon.
Nexus, no obstante, no los siguió demasiado cerca. Al fin y al cabo, no quería que los guardias, o su reina, notaran su sonrisita.
Nightmare Moon estaba echada sobre su cama, la cabeza apoyada sobre su almohada empapada de lágrimas mientras abrazaba su muñeca de Twilight Sparkle contra su pecho. No se había movido durante horas. Su mundo, en un solo breve momento, había sido hecho añicos. El único fundamento sólido y constante en el que había podido confiar a lo largo del caos de convertirse en reina se había derrumbado.
Twilight la atacó. Twilight la llamó un monstruo. Twilight… se avergonzaba de ella.
Esos pensamientos dolían más que la herida en el hombro de Nightmare Moon, la cual había sido vendada y atendida. Era un dolor en su pecho, como si alguien la hubiera apuñalado en el corazón con una daga y ahora le estuviera dando vueltas. Twilight, quien siempre había creído que seguía siendo Nyx, la que la crió como Nyx, le había dado la espalda.
Realmente era un monstruo; ¿a quién trataba de engañar pretendiendo otra cosa? Era Nightmare Moon, la Reina de Equestria, uno de los seres más malévolos que Equestria alguna vez conoció. Cualquier esperanza o deseo de lo contrario no era más que mentiras y falsedades que se estaba creando. Si Twilight… si incluso Twilight era incapaz de verla como cualquier otra cosa, entonces no tenía esperanza.
Ella era Nightmare Moon y no había forma de escapar de ello.
Estremeciéndose mientras una nueva oleada de lágrimas brotaban de sus ojos, Nightmare Moon se dio vuelta en su cama, tratando de encontrar un pedazo seco de almohada en el cual descansar su cabeza. Sus ojos se precipitaron al reloj, permitiéndole ver que había pasado la tarde completa solo ahí echada. Honestamente se sentía como mucho más tiempo.
El reloj mostraba que ya casi era hora de la puesta de sol. Nightmare Moon se vio tentada a solo ignorarlo, dejar al mundo en el resplandor ámbar del atardecer, pero tenía una responsabilidad con Equestria. Aunque Twilight la odiara, aunque todo el mundo pensara que era un monstruo, no los defraudaría. Guiaría al sol y a la luna a través de su ciclo.
Era lo único que parecía poder hacer que no provocaba que alguien la odiara aún más.
Tomando un profundo respiro, Nightmare Moon tuvo que recurrir a cada gramo de energía que le quedaba para con mucho esfuerzo levantarse de la cama y caminar lentamente hasta su balcón. La tarde en la cama había sido cualquier cosa menos apacible. Estaba exhausta. Tan pronto como estaba de pie, se quería volver a acostar.
Sin embargo encontró las fuerzas para llegar al balcón de su recámara y meterse en el frío aire vespertino. Volvió su mirada hacia el oeste, donde el sol estaba esperando ser metido bajo el horizonte. El cielo ya estaba empezando a brillar con los colores cálidos y dorados de la puesta de sol.
Afortunadamente, Nightmare Moon solo tuvo que par un empujoncito al sol con su magia. El orbe dorado estaba más que dispuesto a hundirse bajo el horizonte, y la luna fue igual de obediente. El par intercambió dominio del cielo, y, por un momento, Nightmare Moon permaneció para observar el atardecer. Era una vista hermosa, una que disfrutó unos minutos antes de darse vuelta.
Tenía toda la intención de ir de vuelta a su cama y a abrazar a su muñeca de Twilight Sparkle contra su pecho una vez más. Sin embargo, justo cuando Nightmare Moon se daba vuelta, notó algo fuera de lo ordinario. Había una enorme multitud de ponis afuera de las puertas del castillo, y, arriba de la puerta fortificada, Spell Nexus estaba parado con un gran contingente de soldados. La puerta fortificada en sí también había sido modificada. Sobresaliendo por encima de las almenas había una plataforma, una estructura simple de maderos y una soga.
Una orca con soga había sido construida sobre la orilla de las puertas del castillo, y había una poni a punto de ser ejecutada. Estaba de pie en la mera orilla de la plataforma con la soga en el cuello. Estaba a tan solo unos momentos de su muerte, y sin embargo la yegua estaba mirando hacia atrás sobre su hombro.
Estaba mirando directamente a Nightmare Moon.
Spell Nexus hizo todo lo posible por mantenerse estoico y serio, ser profesional, pero no pudo contener su embobamiento. Había llegado la hora, esto era lo que había necesitado y anhelado. Todo había funcionado hermosamente. Se iba a deshacer de Twilight Sparkle, la yegua que estaba inyectando el veneno de la bondad en su reina, de una vez por todas.
Nexus se movió a la orilla de la puerta fortificada del castillo, inspeccionando el hermoso juego de patíbulo que había sido construido durante el transcurso de la tarde. Una sola larga y delgada plataforma de madera se extendía de la cima de la portería hacia afuera sobre la expectante multitud de ponis debajo. Sobre la plataforma había varios gruesos maderos, desplegados y armados para apoyar una única soga para colgar.
La cuerda en sí era larga, y su extremo suelto había sido atado en un nudo corredizo. Nexus mismo había medido la soga. Una vez que un poni fuera empujado de la plataforma, caería casi todo el camino hasta la tierra. Entonces, justo antes de que sus cascos alcanzaran el suelo, la cuerda repentinamente se tensaría. La víctima moriría casi instantáneamente, pero, más importante, colgaría a plena vista de los ponis observando debajo.
Era algo bello.
Ay, si tan solo hubiera podido traer a la Guardia Real de Canterlot para ver esto. Tras haberles mostrado la luz, habían sido una fuerza poderosa. Ellos, bajo el liderazgo de Shining Armor, habían mantenido Canterlot bajo control. Las fuerzas rebeldes de la Princesa Cadence habían sido detenidas cuantiosas veces por la diligente experiencia militar de su marido.
Eso, desafortunadamente, era también la razón por la que la Guardia Real de Canterlot debía quedarse en la capital, pero eso no detuvo a Spell Nexus de imaginar cómo sería si estuvieran aquí. Estarían de pie a lo largo de las paredes, mirando a los ciudadanos debajo. Estarían vestidos con la armadura de su reina, y sus viejos uniformes se estarían descomponiendo en una pila de chatarra. Los habitantes de Ponyville perderían toda esperanza si veían a los ponis que alguna vez defendieron a las princesas ahora estaban del lado de Nightmare Moon.
El sonido de cascos marchantes sacó a Spell Nexus de su fantasía y centró su atención en un cuarto de los guardias. Ellos apenas estaban llegando a la parte de arriba de las escaleras que conectaban las almenas del castillo con el patio debajo, y parada entre ellos estaba una unicornio morada en particular.
Spell Nexus sonrió mientras revisaba a Twilight Sparkle. Sus tobillos estaban encadenados con pesados grilletes, y tenía un collar anti-magia alrededor de su cuello. Mientras sabía que ella no se resistiría, sus pesadas riendas mandaban un mensaje. Mandaban un mensaje que reverberaría a través de Equestria.
Los ponis verían a su reina y a los Hijos de Nightmare con el temor y respeto que merecían. Inspirarían miedo y lealtad aunque su majestad continuara alzando el sol. Ese pequeño acto de bondad podría posiblemente tornarse en un muy convincente poco de ventaja. Después de todo, la amenaza de una noche eterna aún permanecía. Si acaso los ponis trataban de resistirse o hacer revuelta, Nightmare Moon podría traer de vuelta la noche eterna hasta que sus voluntades y espíritus fueran rotos.
Sin embargo todo eso era solo el betún del pastel. Nightmare Moon una vez más actuaría como la reina que se suponía que fuera. La traición de Twilight endurecería el suave corazón de Nightmare Moon. Si, había entristecido a Nexus dejar que Twilight hiciera daño a su reina, pero tenía que ser hecho.
Conforme Nexus contemplaba todo esto, Twilight había sido guiada hasta la orilla de la plataforma. Ahí estaba ella, ojos cerrados mientras su cara daba hacia la multitud quienes la miraban con incredulidad y preocupación. Algunos incluso comenzaron a gritar en señal de protesta, pero unos cuantos gestos rápidos de los guardias pegasos del castillo silenciaron a aquellos que hablaban en contra de la ejecución.
Twilight iba a caer con los últimos rastros de sol, y, con la puesta de sol ya hasta la mitad, era hora para que Nexus comenzara su discurso. Se movió a la orilla de las almenas del castillo y lanzó un hechizo para amplificar mágicamente su voz. Luego habló, dejando que sus palabras fluyeran a través de la multitud.
«Twilight Sparkle, está acusada de intentar asesinar a su majestad real, la regente del sol y la luna, nuestra querida Nightmare Moon. ¿Niega estos cargos como los he leído? »
«No,» Twilight respondió, su voz era hueca y plana.
«Entonces, por tus crímenes contra la corona y reino, por este medio se condenada a la ejecución en la horca inmediatamente.» con su cuerno brillando, Nexus aseguró la soga alrededor del cuello de Twilight. «¿Tiene algunas últimas palabras?»
Por primera vez desde que se le había guiado a la horca, Twilight se giró y abrió los ojos. Miró a Nexus. Lo miró como si realmente estuviera tratando de decir algo. Sin embargo, su boca nunca se abrió, y, eventualmente, ella negó con la cabeza una vez.
Nexus sonrió y asintió con la cabeza antes de retroceder. Preparó una ola de magia que empujaría a Twilight Sparkle desde el borde de la plataforma. Al mismo tiempo, Twilight se giró para mirar de nuevo hacia delante. Sin embargo, cuando se volteó, sus ojos se movieron. Vio a Nightmare Moon mirando desde un balcón lejano del castillo. Sus ojos se encontraron, y Nightmare Moon se erizó visiblemente.
Fue en ese momento, mientras Nightmare Moon comenzaba a extender sus alas, que su contacto visual se rompió. Fue en ese momento, convirtiendo su muy ligera sonrisa en una sonrisa maliciosa, que Spell Nexus empujó a Twilight de la plataforma. Fue en ese momento que Twilight Sparkle comenzó a caer.
Cayó una cascada de gritos de asombro de todos los que observaban conforme Twilight voló lánguidamente por el aire. Lo flojo de la larga cuerda comenzó a desaparecer, comenzando su propia silenciosa cuenta regresiva antes de que se tensara repentinamente.
Más y más cayó Twilight mientras la cuerda se tragó lo flojo. Nexus se movió al borde de la portería y observó cómo su momento de triunfo se avecinaba. Sus ansiosos ojos delataban el hecho de que estaba disfrutando la ejecución, que estaba absorbiendo cada momento.
La cuerda estaba a punto de tensarse; el aire estaba a punto de ser llenado con el nauseabundo crujido de un cuello rompiéndose. Nexus contuvo la respiración, mordiendo su labio. Nadie, ni los guardias sobre los muros ni los ponis debajo, se atrevieron a parpadear.
Y entonces… no sucedió.
Por un momento, la multitud, los guardias, y Nexus tuvieron que quedarse viendo la cuerda cuando lo que esperaban que ocurriera no sucedió. No se tensó la cuerda ni se rompió un cuello. La cuerda solo se columpió perezosamente de un lado a otro. La unicornio y el nudo que habían estado alguna vez en el extremo se habían desvanecido, desaparecido tan rápido que nadie pudo ver qué había pasado.
Nexus fue el primero en hablar, su furioso bramido haciendo eco a través de los jardines del castillo.
«¡¿A DÓNDE SE FUE!?
Nightmare Moon nunca se había movido tan rápido o puesto tanta magia en volverse una nube de energía. Nunca había logrado crear una señuelo (una Nightmare Moon falsa que había dejado en su dormitorio en caso de que Nexus viniera a buscarla) tan rápido. Nunca había hecho tanto tan rápido, y había sido un esfuerzo doloroso en su magia.
Pero lo había logrado. Había salvado a Twilight.
Actualmente estaba cargando a Twilight lejos de Ponyville; la nube añil que era su cuerpo volando hacia el Bosque Everfree. Casi por instinto, se abrió paso al Antiguo Castillo de las Hermanas Poni Reales. Era un lugar olvidado. No habría ponis alrededor, y Nexus no enviaría soldados tan dentro del bosque. Nightmare Moon no dudaba que él ya estaba enviando tropas a encontrar a la poni que se suponía que estuviera colgando del otro extremo de su soga.
Moviéndose a la parte más intacta del castillo, Nightmare Moon entró a la vieja sala del trono. Había sido el lugar de su más grande derrota, pero, por el momento, no le importaba. Con mucho cuidado depositó a Twilight en el suelo antes de dejar que su cuerpo de reintegrará.
Una vez que sus patas estaban en tierra sólida nuevamente, Nightmare Moon corrió hacia Twilight. Removió los grilletes y el collarín anti-magia y arrojó lejos los trozos de metal. Después, cautelosamente levantó la soga del cuello de Twilight y la tiró lejos también. Ni siquiera quería ver el horrible pedazo de cuerda por un momento más de lo que necesitaba.
Con eso Twilight fue libre, pero Nightmare Moon contuvo el aliento. ¿Qué haría la yegua? ¿La trataría de atacar de nuevo? Nightmare Moon no estaba segura de poder soportar ser atacada por Twilight una segunda vez ya sea verbal o físicamente. Sin embargo, tenía que estar segura de que Twilight estaba a salvo. Sólo tenía que estar segura.
Después de unos momentos, Twilight comenzó a recuperarse de ser trasladada lejos de su propia ejecución tan abruptamente. Nightmare Moon estaba agradecida por la señal de vida, pero, cuando Twilight abrió los ojos, Nightmare Moon vio que los iris de Twilight no eran púrpura, pero, en cambio, eran de un familiar color turquesa.
Twilight tenía ojos de color turquesa. Nexus la había bendecido, y, como cualquier miembro leal de los Niños de Nightmare, lo primero que Twilight hizo cuando estuvo en pie fue arrodillarse ante su reina.
La mente de Nightmare Moon zumbó. ¿Por eso es que Twilight la había atacado? ¿Estaba Nexus detrás de esto? Se había preguntado antes qué era lo que hacía la bendición. Spell Nexus siempre decía que abría la mente de un poni a la sabiduría de su mandato. Se había preguntado si la bendición hacía más que eso. Por desgracia, cada vez que le preguntaba al respecto, Nexus siempre le aseguraba lo contrario.
Un aleteo de esperanza llegó a la vida en el pecho de Nightmare Moon. Si Twilight fue bendecida, había una posibilidad de que ella realmente no quería decir lo que había dicho. Tal vez también había una posibilidad de que pudiera arreglar las cosas; tal vez podría deshacer lo que Nexus había hecho.
Twilight todavía se estaba inclinando respetuosamente, y, después de tomar un momento para no perder el equilibrio, Nightmare Moon se sentó frente a ella y se aclaró la garganta. «Por favor... levántate,» ella dijo, y Twilight hizo. Se puso de pie, sus ojos de color turquesa una vez más se encontraron con la mirada de Nightmare Moon.
«¿Por qué me atacaste?»
«Spell Nexus me instruyó sobre cómo dar formar a una daga mágica. Me dijo que la atacara, entonces recordaría la yegua que está destinada a ser, por lo que ya no la podría envenenar con bondad, »Twilight respondió rotundamente, como un plebeyo hablando con la realeza. «Me dijo qué decir, y lo dije para que usted pudiera convertirse en la reina que estaba destinada a ser.»
«Y tus ojos, ¿por qué estaban púrpura en la celda?»
«Todos los Hijos de Nightmare pueden ocultar sus ojos benditos, y Spell Nexus me instruyó que mantuviera mis ojos escondidos mientras usted estaba en mi celda. Una vez realizado el acto, él me dio permiso de devolver mis ojos a este color. Dijo que lo había hecho bien y que me iba a permitir el honor de morir como miembro de los venerados Hijos de Nightmare,» Twilight respondió.
«¿Y Nexus te hizo algo antes de eso?» preguntó Nightmare Moon con un pequeño temblor entrando en su voz.
Twilight asintió. «El vino a mi celda en el calabozo y me ofreció la bendición de su magia. Entonces vi que realmente está destinada a ser la única e inigualable reina de Equestria. Ese es su destino, y yo no tenía derecho a alejarle de eso.»
«No… no, tenías todo el derecho,» susurró Nightmare Moon. Quería llorar, pero se obligó a mantenerse fuerte. No podía ser débil, no ahora… no cuando Twilight la necesitaba. Se armó de valor y continuó preguntando a la bendecida Twilight.
«¿Cómo te bendijo Spell Nexus? Nexus nunca me ha dejado ver el ritual de bendición, así que dime cómo se hace. »
«Nexus abrió su boca, y una pequeña nube de negro salió. Luego mordió, cortando un trozo de esa nube. El vapor luego entró en mi boca, y, después de unos momentos, vi la verdad. »
«Su boca» Nightmare Moon repitió, lamiéndose los labios mientras se movía ansiosamente. «Twilight, voy a probar algo… y, si funciona, deberías ser tu vieja tú de nuevo… pero… puede que no funcione. ¿Confías en mí? »
«Por supuesto, mi reina.»
Nightmare Moon sintió su pecho comprimirse. Se le había dado permiso, pero no por la Twilight real. La bendición tenía el control. La bendición la estaba volviendo solo otra miembro obediente de los Hijos de Nightmare, y hacía mucho más ansiosa a Nightmare Moon. No sabía nada sobre la bendición. Podía hacer más daño que bien. Por lo que sabía, la Twilight real se había ido para siempre. Aun así, viendo a Twilight inclinada ante ella, Nightmare Moon sabía una cosa.
Al menos tenía que intentarlo.
Lentamente, Nightmare Moon estiró extendió y envolvió a Twilight con su crin mágica, acunándola lo más suavemente posible. A medida que el aura mágica engulló a Twilight, ella dio un profundo respiro. La verdad era que Nightmare Moon ya no tenía cabello real. Su crin y cola no eran más que magia pura, una manifestación del increíble poder a su disposición. Su "cabello" fluía, menguaba y podía gradualmente atravesar materia sólida. Era por eso que su crin fluía a través de su casco, siempre visible sin importar que escogiera traer puesto.
Ahora Nightmare Moon iba a intentar introducir su crin a través del cuerpo de Twilight. Creía que funcionaria, pero no podía estar completamente segura. Un cuerpo vivo era diferente del metal de su casco, y la crin mágica fácilmente podría hacer más daño que bien. Aun así, mientras suavemente levantaba a Twilight del suelo, Nightmare Moon sintió que no tenía otra elección.
Tomando otro respiro para calmar sus nervios, Nightmare Moon comenzó a atravesar su crin mágica por el torso de Twilight, cerca de su corazón. Al mismo tiempo, usó su cola para sostener a su madre adoptiva en el aire.
A pesar de las esperanzas de Nightmare Moon, su magia pasó por el torso de Twilight sin obstrucciones. No pudo sentir nada y fue incapaz de encontrar cualquier manifestación de la bendición que Nexus había puesto en ella. No había nada ahí, y el corazón de Nightmare Moon se hundió en su pecho. ¿Y si la bendición era permanente? ¿Y si había perdido a su madre para siempre?
Nyx hubiera roto en llanto ante tales pensamientos, pero Nightmare Moon sacudió su cabeza e hizo a un lado los temores. No, Twilight no estaba más allá de poder ser rescatada. No dejaría que le quitaran a su madre. Podía traer de vuelta a la Twilight Sparkle real. Magia como esta debía tener una manifestación. Se tenía que estar escondiendo en alguna parte. Solo tenía que encontrarla.
La búsqueda continuó, y Nightmare Moon pasó su crin a través del resto del cuerpo de Twilight. Talones, caderas, tobillos, muslos, cascos, pecho, torso, patas frontales, codos; Nightmare Moon revisó cada músculo, hueso, y tejido del ser de Twilight. Revisó y volvió a revisar todos los lugares que se le pudo ocurrir, sin embargo no fue capaz de encontrar la bendición. Quedándose sin lugares en donde buscar, Nightmare Moon barrió su magia hacia la cabeza de Twilight.
Fue entonces que Nightmare Moon la sintió. Una masa, una neblina de magia en forma de enredadera, se aferraba a la parte de atrás del cráneo de Twilight. Estaba entretejido con los huesos y músculos que ya habitaban el espacio, pero, más importante, era magia extranjera, para nada como la magia que ocurría naturalmente en el cuerpo de Twilight.
Nightmare Moon estiró su crin para sujetar la masa mágica, lentamente sintiendo la extensión de su presencia. Mientras que había un núcleo central de la masa, también había largos tentáculos, como raíces, extendiéndose en todas direcciones. Algunas de las raíces, incluso llegaron a los ojos de Twilight.
No había duda en la mente de Nightmare Moon. La cosa que acababa de encontrar era la bendición, y, sin pensarlo un momento, empezó a arrastrar fuera la masa cancerígena de magia con su crin.
El tumor de magia lucho de vuelta; trató de repeler su ataque, pero no era rival. Nightmare Moon cuidadosamente jaló fuera las raíces de la infección, la sacó de la cabeza de Twilight. La infección se convirtió en un lugar negro en su de crin otro modo índigo, uno que Nightmare Moon observó atentamente mientras dejó con cuidado a Twilight en el suelo de piedra de las ruinas del castillo.
La infección pulsó y se retorció en su magia. Trataba de subir en su crin, tratando de alcanzar su cabeza. No llegó muy lejos, no obstante. Con la misma fría, inmisericorde expresión que alguna vez usó para otear a los ponis de Equestria, Nightmare Moon mando a llamar su magia. Con ojos brillantes, condujo su crin para atacar a la infección que había removido de Twilight. La quemó sin una pizca de remordimiento.
Nightmare Moon no quitó sus ojos de la infección hasta que cada pedazo restante hubiera sido destruido, y fue solo entonces que permitió que su expresión se suavizara. Volteó de regreso a Twilight, quien había quedado indolente durante la operación. Por un momento Nightmare Moon temía que le hubiera hecho daño a su madre.
Sin embargo Twilight comenzó a recuperarse. Comenzó a moverse, y, después de unos cuantos momentos de tensión, se sentó derecha. Un gemido escapó sus labios conforme levantaba una pata para frotar su frente. Abrió sus ojos.
Nightmare Moon sintió una oleada de alivio pasar sobre ella, y una sonrisa floreció en ru rostro. Los ojos de Twilight eran una vez más púrpura; la bendición había sido removida. ¡Lo logró!
«Ugh, mi cabeza me está matando,» Twilight se quejó. Bajó una pata y empezó a mirar sus alrededores. «¿Qué pasó? ¿Dónde es—?»
Twilight no pudo terminar su última pregunta cuando de repente se sintió ser levantada en un abrazo, su cara enterrada en pelaje negro. Sin siquiera una palabra, Nightmare Moon se había movido más cerca de Twilight, jalando y abrazando a su madre fuertemente contra su pecho mientras sus grandes alas negras rodeaban a Twilight, uniéndose al abrazo.
«Oh… oh gracias. Gracias por estar bien,» susurró Nightmare Moon, agachándose y acariciando el cuello de Twilight.
«Nyx… ¿qué… qué está pasando?» preguntó Twilight. Logró sacar su cabeza del pecho de Nightmare Moon, para poder ver sus ojos.
«No te preocupes, estás en un lugar seguro. Estás a salvo, y no dejaré que Nexus vuelva a lastimarte.»
Twilight miró arriba a Nightmare Moon confundida. «Nexus… espera, ¿él hizo algo?»
«¿No recuerdas?»
«C… creo… tal vez.» Twilight arrugó su nariz, hizo una mueca, y movió una pata para sostener su cabeza.
«Es un poco borroso, pero se está volviendo más claro. Nexus vino a mi celda, me culpaba por como has estado actuando. Después… después se metió a la celda. Traté de escapar… traté de correr fuera y encontrar a los guardias, pero me sujetó y después… algo negro salió de su boca y… ugh, mi cabeza.»
«Está bien, no tienes que tratar de recordar todo ahora,» Nightmare Moon la apaciguó. «Tómate tu tiempo.»
Twilight asintió, sonriendo un poco mientras se permitía acomodarse en el abrazo de Nightmare Moon. «Lo siguiente que recuerdo después es escuchar tu voz. Estaba acostada en mi catre… Yo… yo dije algo, y entonces entraste a mi celda. Y entonces…»
Twilight dio un grito ahogado. Se apartó y empujó una de las alas de Nightmare Moon fuera del camino para revelar las vendas debajo.
«No es tu culpa, Twilight,» Nightmare Moon dijo en un intento de consolarla.
«¡Pero… pero te apuñalé! ¿P-por qué t-te apuñalaría? ¿C-cómo te apuñalé? ¡N… ni siquiera sé cómo hacer ese hechizo!» Twilight comenzó a entrar en pánico, y su respiración se aceleró.
Nightmare Moon jaló a Twilight de vuelta al abrazo de sus alas. La abrazó tan fuerte como pudo, como temiendo que Twilight fuera arrancada de ella una vez más. «Te… estaban controlando.»
«¿Controlando? ¿Cómo?»
«Quien sea que se une a los Hijos de Nightmare recibe una bendición de Nexus. Se supone que sea una bendición de magia, algo que Nexus recibió cuando por primera vez se encargó de los restos que quedaron cuando tú y tus amigas me derrotaron con los Elementos de la Armonía.
«Es la razón por la que todos los Hijos de Nightmare tienen los ojos turquesa. Nexus dijo que la bendición de magia abría los ojos de los ponis al bien que yo podría traer como Reina de Equestria. Que fue la bendición la que abrió sus ojos, inspirándolo a formar a los Hijos de Nightmare y a tratar de revivirme.»
Nightmare Moon crujió sus dientes y sacudió su cabeza. «Y Spell Nexus ha estado propagando la bendición como dulces de Noche Nightmare. Cada miembro de los Hijos de Nightmare… cada soldado en la Guardia Real de Canterlot… todos los que voluntariamente me apoyan han sido bendecidos, tienen sus mentes torcidas.
«Y a ti… ahora sé que a ti también te bendijo,» concluyó Nightmare Moon. «Usó la bendición para hacer que me atacaras, para que pudiera usarte para convertirme en la reina que él cree que debería ser.»
Twilight se inclinó adelante, envolvió sus patas alrededor del pecho de Nightmare Moon, y la abrazó fuertemente. «Yo… yo nunca… nunca ni en un millón de años te querría lastimar, Nyx.»
Nightmare Moon asintió, unas cuantas lágrimas escapando de sus ojos y corriendo por su mejilla. «Lo sé… lo sé, Twilight… y lo siento… lo siento tanto.»
«¿Por qué?»
«Pensé que me odiabas… y por eso… casi… casi lograron…»
«¿Hacer qué?» insistió Twilight.
Nightmare Moon sacudió su cabeza, tratando de evitar que su voz temblara. «No… no sabía que iban a hacerlo. Tienes que creerme que no sabía. Nunca les hubiera dejado… No quisiera perderte así.»
Twilight miró a Nightmare Moon con una profunda mueca. «¿Nyx, de qué estás hablando?»
«C… Casi y no hubiera podido salvarte. Si no hubiera salido al balcón entonces… si no hubiera volteado a ver… entonces… entonces hubieran podido… hubieran podido…»
«¿Podido hacer qué?» Twilight preguntó temerosamente, sus recuerdos aun no completamente de vuelta. «¿Q-qué es lo que casi pasó?»
Nightmare Moon no se pudo obligar a decirlo, así que, en vez, alejó su cabeza de la de Twilight y dobló sus alas. Hizo un gesto con su pata, y Twilight miró en esa dirección para ver el nudo corredizo que Nightmare Moon había removido momentos atrás.
Twilight levantó una pata a su cuello, su respiración nuevamente entró en pánico, mientras aceptaba el hecho de que casi la habían colgado. Sin embargo, en vez de tratar de abrazar y consolar a Twilight, Nightmare Moon se puso de pie.
«Twilight, quiero que vayas a la cabaña de Zecora,» le dio instrucciones mientras seguía de espaldas a Twilight. «Quiero que vaya ahí y te escondas. Sin duda alguna mi guardia real te está buscando, y necesito saber que estás en un lugar seguro.»
«¿Qué… por qué? ¿Nyx, qué vas a hacer?» preguntó Twilight, sin gustarle el tono serio en la voz de Nightmare Moon.
Nightmare Moon desplegó sus alas, preparándose para despegar. «Tengo unas cuantas palabras que decirle a Spell Nexus, y Twilight… deja de llamarme Nyx.»
«Pero—»
«Nyx nunca hubiera dejado a Nexus estar tan cerca de llevarte. Nyx… hubiera sabido que algo andaba mal cuando empezaste a gritar así. Ya… ya no soy tu hija. No me merezco ser llamada Nyx, y no me merezco una madre tan maravillosa como tú. No hay perdón para Nightmare Moon.
«Pero, mientras que no hay redención para mí, ¡Spell Nexus enfrentará la retribución por lo que ha hecho!»
Con eso, y antes de que Twilight pudiera gritar una palabra de protesta, Nightmare Moon había levantado el vuelo. Rodeó por encima las ruinas del castillo solo una vez, y echó un vistazo abajo a Twilight una última vez, y entonces se ladeó en la dirección de Ponyville y su castillo.
Capítulo 15 - Capítulo 17
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