Pregunta loca! Existe alguien del fandom de HARRY POTTER??? Se que es viejo pero a mi me gusta leerlas de vez en cuando... Más si son rated M... pero recuerdo que me era muy complicado encontrar buenas historias de este rate...
Esta es bien vieja, recuerdo haberla escrito hace unos 8 años??? No estoy segura... Siempre me gustó la idea de cómo se desarrollaría y nunca la terminé aunque tengo varios capítulos...
La dejo aquí con la esperanza de que les guste y me den ganas de terminarla... no sé!!!
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Faltaban solo quince minutos para las 11 de la mañana y ya estaban aparcando frente al céntrico King Cross.
-Ellya ayúdame con el equipaje- dijo su tía Ginny saliendo del asiento del conductor apresurada-Hugo coge las lechuzas y ve entrando a la estación-
Apresuradamente Ellya ayudó a su tía a bajar las maletas, dos grandes baúles que por suerte había sido hechizados para que fueran livianos, mientras su hermano Hugo cruzaba la atestada calle con dos jaulas, una con una gran lechuza marrón y otra blanca como la nieve.
-No puedo creer que se nos haya hecho tan tarde- protestaba su tía mientras activaba la alarma del automóvil
-Es culpa de Hugo- le dijo Ellya malhumorada- Me escondió todos mis libros y no los encontraba-
-Pués no los hubieses llevado, me parece que tienes demasiados libros de Defensa Contra las Artes Oscuras- le reprendió la otra
-No podía dejar mis libros- chilló exasperada- y mucho menos porque el malcriado este me los escondiera-
-Hubieses echo la maleta ayer como te dijo tu madre-
-Lo hice pero él los escondió- replicó
-Si Hermione se entera de que están a punto de perder el tren me petrifica por un año-
-Mamá no se enterará a menos que Hugo le cuente-
-Lo cual doy por sentado- sonrió su tía de medio lado mientras se internaban entre la muchedumbre que se movía por la estación
Avanzaron hasta la conocida entrada a la plataforma 9 donde estaba Hugo, todo pelirrojo y pecoso, desesperado y mirando hacia todos lados esperando a que ellas llegaran. Ellya bufó, odiaba tener a un hermano pequeño al que cuidar, sus padres al parecer habían hecho de todo para arruinarle la vida cuando decidieron tener un segundo hijo, cosa que ella no necesitaba. El papel de niñera lo había tenido desde el día uno en que aquel pequeño alborotador llegara a la casa. Hugo era cinco años menor por lo que iba al segundo curso de Hogwarts y no había un día en el que no odiara más su existencia.
-Se demoraron mucho- protestó el pequeño- ¿Se te perdió algo más hermanita?-
-No, pero espero que pronto se me pierda un hermano- le dijo amenazadoramente
-Ellya- le reprendió Ginny
-Él ha empezado-
-Él ha empezado- repitió Hugo a modo de burla con voz chillona
-Ya basta- dijo Ginny molesta- es la última vez que Ron y Hermione me piden que los traiga el primer día de curso, me tenéis harta, esta última semana ha sido una pesadilla, no había estado tan estresada desde los días de Voldermort- sentenció su tía alzando el tono de voz y Ellya se sintió culpable- vamos pasen antes de que de verdad se vaya el tren, tengo ganas de dejar de verlos por una temporada-
Los dos chicos se adelantaron como quien no quiere la cosa y atravesaron la barrera saliendo en menos de un segundo al repleto y bullicioso andén 9 . Ellya suspiro aliviada, se moría de ganas por llegar a Hogwarts, por ver a sus amigos que de seguro deambulaban por algún lugar del tren en esos momentos, por volver a las clases y por verle después de casi dos meses. Se mordió el labio y al instante sonrió de solo pensar en él.
-¿De qué te ríes tú?- dijo desdeñoso su hermano pequeño que al parecer la había estado observando
-De la poción desmemorizante que le voy a dar a nuestros padres para ver si se les olvida que tuvieron a un pequeño diablillo por hijo- dijo Ellya tratando de atemorizarlo pero no le sirvió de nada, Hugo alzó una ceja a modo de burla
-Eso no existe y además tu no sabrías prepararla eres pésima en pociones-
-Niñato…-
-Hugo- gritó un chico a unos seis metros interrumpiendo la discusión, era Collin Abbot el mejor amigo de su hermano que se acercó sonriente y lo abrazó, Hugo le respondió emocionado- Hola Ellya- dijo el chico casi sin mirarla
-Hola Collin- le dijo Ellya y se acercó plantándole un beso en la mejilla que se quedó marcada por su lápiz labial, al instante el muchacho se puso rojo como un tomate y a Ellya le hizo gracia como causaba ese efecto en todos los amigos de su hermano
-Te podrías cortar un poco ¿no?- dijo Hugo malhumorado, eso era lo único con lo que ella lograba desesperar a su hermano, sabía que todos los chicos de quinto curso hacia abajo estaban locos por las chicas mayores y eso a Hugo le molestaba y más cuando se trataba de sus amigos
-Estoy saludando a tu amigo- dijo ella haciéndose la inocente- que tu no tengas buenos modales no significa que te venga de familia-
-Vámonos Collin- dijo Hugo de mala gana
-Coge tu baúl enano-
-Coge tu lechuza zorra- le lanzó la jaula de Saoirse y se marchó dejándola intentando calmar a su lechuza que armaba un buen alboroto ya que el tirón la había despertado. Maldito Hugo ¿Cómo algo tan pequeño podía ser tan molesto?, acarició tiernamente a Saoirse que ya estaba más relajada pero que la miraba con cara de pocos amigos, era preciosa, la lechuza más bella que había visto jamás, blanca como la nieve con aquellos ojos amarillos, le encantaba, además él se la había regalado. Sonrió solo de pensar que en un par de horas estaría viéndolo.
-¿Ahora te ha dado por reírte sola?- le preguntó su tía que llegaba a su lado y le pasaba el baúl mientras buscaba a alguien por el andén
-El escarbato de cola explosiva al que te dedicas a llamar sobrino ya se fue con sus amigos- dijo Ellya evitándole la búsqueda
-Que bien- dijo su tía revisando su teléfono celular
-No entiendo para que usas eso- dijo Ellya escéptica
-Para trabajar, sabes que trabajo con muggles y así es como ellos se comunican-
-Menuda bazofia-
-La chicas muggles de tu edad no los sueltan- Ellya bufó ante ese comentario y se empezó a percatar de que todos los hombres que pasaban por su lado, alumnos y padres se quedaban viéndolas, Ellya no se sorprendió, siempre era lo mismo cuando andaba con su tía. Era una mujer realmente hermosa, además de que tenía un gusto impecable para vestir y su expresión reservada le hacía irresistible a todos los hombres.
-¿Ginny?- dijo una voz masculina a sus espaldas y las dos se giraron para darse de cara con un hombre joven, castaño y demasiado apuesto para la opinión de Ellya
-¿Dean?- dijo Ginny emocionada dudando
-No podía creer que fueras tú- dijo Dean emocionado abrazándola, Ellya no entendía nada- Hace años que no nos veíamos desde tu boda creo-
-Si ha paso mucho- dijo ella que no le gustaba hablar de su matrimonio como bien Ellya sabía- ¿Cómo has estado?-
-Bien he trabajo dos años en el extranjero pero recién estoy regresando y me han ofrecido una plaza en el Departamento de Deporte y Juegos Mágicos, estuve encargado de todo lo relacionado con el último mundial en Bulgaria y al parecer les ha gustado mi trabajo-
-Eso es genial- dijo Ginny cordial- Yo estoy trabajando en el Departamento Contra el Uso Indebido de la Magia-
-Pero pensé que estabas jugando con las Arpías de Holyhead-
-Dean tengo 34 años no podía estar jugando siempre- se burló su tía y Ellya se empezó a aburrir del tema- lo dejé a los 26 y estuve un tiempo trabajando en el Departamento de Deportes y Juegos Mágicos pero no se me da bien la teoría así que hace cinco años que estoy más en el trato con Ministros muggles y mágicos en esto de la regulación de la magia, se me da mejor la interacción con la gente que el planeamiento de juegos-
-Tu siempre fuiste mejor jugando- le dijo Dean sonriendo y por primera vez vió a Ellya y se quedó mirándola algo descolocado
-Hola- dijo ella incómoda
-¿Tu hija?- dijo mirando a Ginny y dándole la mano cordialmente a Ellya
-Dios no lo quiera!- se exaltó Ginny- mi sobrina-
-Pero si es tu viva imagen!-
-Es la hija mayor de Ron y Hermione-
-Cuanto gusto- dijo Dean emocionado y le zarandeó la mano a Ellya que no entendía nada- fui al mismo curso que tus padres, sabían que tenían una hija pero no pensaba que estuvieras tan mayor-
-Solo tengo 16- se defendió
-Solo que esperaba que más pequeña y más parecida a Ron o a Hermione, pareces la viva imagen de Ginny a su edad-
-Sin pecas- dijo Ginny divertida mirándola, Ellya no sabía que decir, no era la primera vez que le decían de su parecido con su tía- y mucho más guapa e inteligente-
-Gracias tía- dijo Ellya muy incómoda
-Ginny nos veremos por ahí ¿no?- le dijo Dean cuando sonó el primer aviso del expreso de Hogwarts anunciando su partida
-Si claro- dijo ella dándole un beso en la mejilla y diciéndole adiós con la mano
-¿Y ese?-
-Es un compañero de curso de tus padres y un ex mío de los tiempos de Hogwarts- dijo sonriendo dándole la espalda a Dean que estaba con un hombre, una mujer y un chico pequeño a unos escasos cuatro metros
-Un ex, vaya- dijo Ellya pícaramente
-Déjate de sonrisita-
-Está muy bien el ex- dijo Ellya inspeccionándolo por encima de su hombro
-Y tu muy niña para estar mirando hombres tan mayores-
-Tía por favor- protestó pero se sintió muy incómoda por el comentario de la edad
-Deberías subir ya- le dijo Ginny viendo como el andén se volvía un revuelo de despedidas y besos al aire
-Tía- dijo Ellya algo nerviosa- ¿De verdad crees que no puedo mirar a hombres de la edad de Dean?- su tía la miró intrigada, no entendía el cambio de tema
-Ellya ¿te gusta Dean?- preguntó divertida
-No es eso- trató de explicarle
-¿Entonces?-
-Es solo que nunca me ha gustado pensar que la edad es un problema-
-Depende- le dijo su tía y le colocó uno de los cabellos que tenía sueltos en la cara detrás de la oreja- depende de quien sea, de como sea y de ti, de la edad que tengas y de lo madura que seas a esa edad-
-Me falta un año para cumplir los 17 y ser mayor de edad-
-Eso no es ser maduro Ellya-
-Pero es cuando puedo tomar mis propias decisiones ¿no?-
-Eso no quiere decir que seas madura ni que no te estés equivocando, con 16 o con 30 tienes los mismos chances de equivocarte-
-Por eso que más da la edad-
-Da madurez, conocimiento, no trates de hacer una poción multijugos si no sabes prepararte un jugo de calabazas- se burló su tía cariñosamente- No corras porque te perderás lo mejor, te lo digo por experiencia-
-¿Por tu matrimonio?-
-Y por otras cosas querida- el tren volvió a pitar haciendo que la mayoría de los retrasados del andén se precipitara a las entradas de los vagones- ¿Se puede saber que está pasando por esa cabecita que me preguntas eso?-
-Nada- mintió y su tía lo notó al segundo
-Ellya ve con calma ¿si?- sonrió guiñándole un ojo- eres bella, talentosa, inteligente y tienes un gran futuro por delante, no tienes por qué apresurarte-
-No soy tú- dijo sintiéndose menos como cada vez que la comparaban con su tía, sabía perfectamente que además del color del pelo se quedaba en la chancleta de aquella pelirroja despampanante
-Eres más bella y más talentosa que yo por mucho y te darás cuenta cuando crezcas y seas madura y comiences a apreciarte tal y como eres, porque no te das cuenta de que a tu alrededor todos lo han notado y la única que no lo ve eres tú- Ellya chasqueó la lengua y su tía se burló de aquella niña inocente que no se daba cuenta de cuantas miradas llamaba, ni de que tenía loco a tres de sus vecinos muggles y a medio andén en cuanto había puesto un pie en él, todos la miraban y ella ni se daba por enterada, quizás eso fuera un alivio, su inocencia, al menos para la tranquilidad de Ron- Vamos, sube al tren-
-Te quiero tía- dijo Ellya besando y abrazando a su tía- lamento que Hugo me saque de mis casillas y que no quieras vernos más-
-Estoy loca porque llegue la navidad para verles las caras no seas tonta- besó a su sobrina que se apresuró a subir al tren por el vagón más cercano y se quedó allí viendo partir a la enorme locomotora.
Ellya se despedía alegre sacando la cabeza por una de las ventanillas, su cara era de enorme alegría, realmente era muy parecida a ella. De no ser por las pecas y que el cabello era de un rojo menos intenso podía jurarse que era una Ginny en miniatura, incluso el carácter era similar. A los 16 años Ginny era mucho más madura y centrada, pero la vida le había hecho ser así en aquel momento la situación no era la misma, para su alegría sus sobrinos habían crecido en un ambiente digno de unos niños y Ellya vivía las cosas típicas de la adolescencia. Se alegró de que su sobrina fuera tan inocente que no veía lo que causaba a su alrededor, en el último año había crecido demasiado, ya era casi una mujer, su cuerpo había cambiado, su cara infantil la hacía ver bella pero ya no se veía como una niña. Recordó aquel día de las vacaciones que la llevó al ministerio y que al día siguiente fue abordada por más de diez hombres de diferentes edades preguntándole por su sobrina. Si Ron se enterase le daría un infarto, río por lo bajo por la ignorancia de su hermano que no veía a Ellya más que como una niña de 7 años, tonto que no había visto como ya se convertía en una mujer. El tren ya se había ido y todos los acompañantes se retiraban, miró por encima de la gente y vió a Dean llegando a la salida del andén, sonrió del comentario de su sobrina y supuso que quizás debería darse una vuelta por el Departamento de Deporte y Juegos Mágicos en la próxima semana.
Ellya caminó con su baúl y la jaula de Saoirse por los estrechos pasillos buscando a sus compañeros de curso que de seguro se había apropiado de un compartimento a esas alturas. Mientras caminaba por el tren la gente no la dejaba de mirar, eso le molestaba mucho, siempre la miraban, sobre todo los más chicos, sonrió pensando en su arma mortal para Hugo. Se cruzó con varios conocidos en el pasillo que saludó sin muchas ganas, lo único inoportuno fue ver a sus compañeros de curso de Slytherin: Scorpius Malfoy con Crabbe, Zabini y su harem conformado por Lisa Stolker y Mariam Madley, las dos chicas susurraron y rieron mirándola de mala gana como de costumbre a lo que ella hizo oídos sordos como siempre. Se preguntó dónde estaría la cabecilla de la banda, la despampanante Maria Martell, de seguro arreglándose el maquillaje en su compartimento
-Ellya- gritó una voz conocida desde el fondo del vagón, arruinando su momento de burla, era su querida Meera Stark, tan hermosa o más de lo que lo recordaba, rubia y sonriente como siempre- ¿por qué te demoraste tanto?-
-Me entretuve hablando con mi tía- dijo y la abrazó con más ganas que nunca, la había extrañado tanto a pesar de haber mantenido correspondencia diaria
-Hugo nos dijo que estabas con viruela de dragón- dijo su amiga preocupada mientras se acercaba a ella recogiéndose su cabello rubio en una coleta para ayudarla con la jaula de Saoirse
-Maldito enano- bufó Ellya cuando llegaron al compartimento donde Meera entró y vió por primera vez en dos meses a una de las tres personas que más deseos tenía de ver. Sentada cerca de la ventana estaba Sara Longbottom leyendo una revista muggle, el cabello negro como el azabache estaba ahora corto en un pequeño garzón y lo usaba rizado y rebelde a diferencia de otros años donde lo llevaba lacio y largo hasta las caderas, la miró sin saber que era ella la que entraba y sus ojos azul eléctrico se iluminaron y sin demorarse se tiró sobre ella casi haciéndola caer
-Ellya- gritó desesperada- pensé que tenías viruela de dragón, tu hermano dijo que…-
-Mi hermano es un estúpido- Sara rió y la ayudó a poner el baúl en el portaequipajes
-¿Ligero no?-
-Mi tía lo hechizo-
-¿Vinieron con tu tía?- preguntó Meera intrigada
-Si, nos pasamos la última semana en su casa porque mis padres estaban en Hogwarts por no sé que cosa del nuevo plan de clases y organización de algo que McGonagall estaba haciendo, realmente no preste atención-
-Por eso no sabíamos nada de ti en la última semana- se explicó Meera mirando a Sara
-Lo siento pero con Hugo a solas las 24 horas del día y mi tía que solo estaba en las noches no tuve tiempo de nada, me toco hacer de niñera como siempre- bufó
-Yo estuve sola toda la última semana- les contó Sara- mis padres estaban en una expedición por lo que ustedes ya saben- dijo más bajo y al momento las otras dos supieron que se refería a la poción en la estaban trabajando en los últimos dos años. Luna y Neville Longbottom era unos afamados estudiosos de las plantas en el mundo de la magia, de hecho Neville el padre de Luna era el actual profesor de Herbología de la escuela
-¿Tu padre no está en Hogwarts?- preguntó Meera intrigada ya que si McGonagall citaba al resto de los profesores una semana antes suponía que el señor Longbottom debía de estar ahí
-No, este año se lo tomarán solo de investigación, mi padre deja la escuela por el momento, lo cual es un alivio- dijo Sara despreocupada pasando la página de la revista
-Entonces están cerca de algo- dijo Ellya y no era una pregunta
-Calla!- le reprendió Sara- pero creo que si-
-Genial- dijo Meera sin mucho interés mirando por el pasillo
-Se ha ido de ahí Meera- le dijo Sara con la ceja alzada
-¿Tyrell?- preguntó Ellya burlándose
-No- negó su amiga poniéndose muy colorada y haciendo que Sara bufara como si su negación sirviera de algo
-¿Dónde están esos dos por cierto?- preguntó Ellya sin saber porque sus dos amigos y compañeros de Gryffindor no estaban con ellas como de costumbre
-Están en el compartimento de la sosa de Smith- dijo Sara sin darle importancia- sabes que Finnigan está saliendo con ella ¿no?-
-¿Todavía?- se lamentó Ellya pensando que su amigo Eliot Finnigan ya había dejado aquella tontería después de las vacaciones.
James Tyrell y Eliot Finnigan eran sus dos amigos desde primer año en Hogwarts, desde entonces eran inseparables, bueno todo lo inseparables que les permitía el hecho de que ellas eran chicas y ellos chicos. James era alto y delgado, de cabello castaño y ojos azules, de naturaleza bromista y agradable, algo despistado y bastante exitoso con las chicas aunque no le dedicaba mucho tiempo a eso, quizás porque estaba demasiado despistado todo el tiempo, tanto como para no darse cuenta que Meera una de sus mejores amigas se babeaba por él desde los 14 años y que ahora mismo estaba con la cabeza totalmente fuera del compartimento intentando ver si ellos venían.
Eliot por otro lado era lo que todas la chicas llamarían el sueño hecho realidad, alto, fornido, de pelo cobrizo y ojos grises, tenía a media escuela babeando por él y lo sabía. Solía comportarse como un chulito pero ellas lo conocían mejor que nada y sabía que tras esa máscara descarada y confiada se encontraba el mismo chico alegre y dulce que habían conocido en primer año. Su éxito entre las chicas era innegable e imposible, jugador de quidditch, golpeador y su capitán desde hace dos años. Habían entrado juntos al equipo en su segundo curso, el de golpeador, ella de buscadora y al parecer se iban a ir juntos del equipo en ese último año. Su popularidad era desorbitante y además no se cortaba en dar rienda suelta a su amor con cada chica guapa que le daba una mirada, todo un casanova, como el solía decir "que voy a hacer si hay tanto amor para dar y ellas me lo piden".
Ellya sonrió, lo adoraba pero a veces resultaba ser un dolor en el culo, sobre todo cuando sus novias se ponían celosas de ellas tres, en especial de Ellya o de Sara, Meera había sufrido eso menos aunque a ella le tocaba lo peor de todo cuando en vez de celos, las ex de Eliot venía llorando a ellas y ese era el papel de Meera, porque ella y Sara se dedicaban a escaquearse para evitar las lágrimas de la chica de cada mes. Por eso era sorprendente saber que Eliot seguía con su conquista del pasado junio, Lilian Smith, una chica de Ravenclaw muy bonita, alta, morena pero que en opinión de Ellya era la más sosa del universo, no se podía hablar con ella más de dos minutos, no entendía a Eliot.
-De seguro no se la ha podido tirar y por eso sigue con ella- dijo Sara sin pelos en la lengua como de costumbre, su absoluta sinceridad era lo que más Ellya apreciaba, Meera bufó molesta de ese comentario, como siempre demasiado recatada para hablar de esos temas, Ellya río por lo bajo de lo diametralmente opuestas que eran sus dos mejores amigas- Te aconsejo que te apures con James-
-¿De qué hablas?- dijo Meera haciéndose la tonta
-De que Sanders, la amiguita de Smith no para de hacerle ojitos y por muy tonto que sea James al final va a caer- le dijo Sara sin despegar los ojos de su revista
-Yo no tengo nada que decirle a James- dijo Meera con cara de preocupación poniéndose muy roja
-Lo que tu digas-
-Meera sabemos que te gusta- explicó Ellya tratando de hacerla sentir en confianza ya que Sara había olvidado el tema con su negativa, podía dar buenos consejos pero cuando no veía a la gente cooperar se hacía la que le importaba un bledo, demasiado insensible, ella lo llamaba ser práctica
-No me gusta- negó la rubia y trató de desviar el tema- ¿Te hiciste algo en el cabello?-
-Meera- le miró Ellya- no vas a poder negarlo siempre, estás loca por él desde cuarto curso-
-No- Sara la miró con cara de burla y Meera torció los ojos- no me gusta ¿vale?-
-No te gusta y estás loca porque acabe de venir para acá- se burló Ellya
-Solo estoy preocupada porque debería de estar haciendo sus deberes de prefecto contigo-
-Si claro-
-¿Cómo va a gustarme?- dijo en un tono tan falso que ni ella misma se lo creyó así que se quedó callada
-Bueno pues me voy a buscar a James para cumplir nuestros deberes de prefectos- dijo Ellya sonriente y creyó ver que Sara se reía también- ¿Supongo que no quieres venir?-
-No claro que no- dijo Meera desenfadada- eso es muy aburrido y más con James-
-Recordaré eso cuando te brindes amablemente a hacer las rondas de prefecto este año, como las que hiciste el año pasado- Meera se puso muy roja y Ellya supuso que era suficiente tortura porque Sara había dejado de fingir que leía la revista y ya estaba riéndose como una tonta.
Salió del compartimento bastante alegre y mirando el reloj, eran solo las 12, faltaban más de seis horas para llegar a la estación de Hogsmade y aquello se le haría eterno, se moría de ganas por llegar a Hogwarts. Se detuvo en cada compartimento tratando de encontrar a James y Eliot, todos la miraban detenidamente como si tuviera algo raro, se intrigo y cuando pasaba de un vagón a otro se miró en un espejo que había en el pasillo. Le devolvió la mirada una chica blanca de ojos almendrados color castaño, llevaba su cómoda ropa muggle, unos jeans ajustados a la cintura de mezclilla muy de los 90 y una camisa de mangas largas azul marinero a rayas blancas, unas botas cómodas y el cabello le caía castaño rojizo, ondulado y un tanto despeinado hasta las caderas. Nada raro, el labial naranja intenso intacto y más nada de maquillaje, por la forma en que la miraban pensaba que llevaba cara de payaso.
A mitad del cuarto vagón que inspeccionaba encontró lo que buscaba. A través del cristal vió a Eliot con su pelo cobrizo y rebelde muy pegado a Smith la morena sosa y más cerca de la puerta estaba Emily Sander mirando con ojos coquetos a un entretenido James que jugaban como niño pequeño con un yo-yo dentado que amenazaba con desgarrarle la mano cada vez que se lo acercaba, él con cara de Halloween solo hacia sonido raros cada vez que los filosos dientes se acercaban a su palma y chilló de dolor cuando la alcanzaron por desviar su atención para mirar a la chica que estaba parada fuera del compartimento.
-Ellya!- dijo James emocionado poniéndose de pie y Eliot dio un respingo dejando a su novia con quien estaba a punto de morrearse con los labios apretados y los ojos cerrados. James abrió la puerta y la alzó en brazos sin mucho problema- Pensamos que habías perdido el tren-
-Suéltala James que es mía- dijo Eliot dándole un codazo a su amigo y apretujándola tanto que Ellya pensó que se le iban a salir los ojos
-Me asfixio- dijo con un hilo de voz
-¿Crees que la pequeña pelirroja iba a tener que buscar un método más entretenido para llegar a Hogwarts sin decirnos?-
-Jamás se lo perdonaría- dijo James solemne
-Pelirroja- dijo Eliot mirándola de arriba abajo detenidamente-¿Qué demonios has comido este verano?-
-No estoy gorda- protestó
-Yo no he dicho eso cariño- dijo Eliot guiñándole un ojo y tomándole de la barbilla- Solo que no entiendo como en dos meses te has puesto más buena todavía-
-Muy gracioso Eliot- dijo Ellya viendo por el rabillo del ojo que las dos chicas abandonadas en el compartimento la miraban de mala gana
-Cuando deje a la Smith deberías salir conmigo- dijo Eliot muy bajito de modo que solo James pudo oírlo y echarse a reí- no estoy jugando- protestó Eliot intentando darle un coscorrón a su amigo pero fallando
-En tus sueños Eliot- dijo Ellya siguiéndole el juego- además dejaste a tu novia a punto de un morreo con el señor Eliot Finnigan, me imagino que debes atenderla-
-Por ti yo dejó a cualquiera pelirroja- dijo sensualmente pero puso cara de estar repensándoselo- bueno por ti o por tu tía que cualquiera de las dos me funciona- rió con ganas y solo se calló cuando Ellya le propinó un puntapié en la rodilla, gimió de dolor- Esta bien pelirroja no te ofusques soy todo tuyo-
-Estúpido- bufó- ¿James vamos a patrullar?-
-Si, en realidad me aburría-
-Voy con ustedes- dijo Eliot animado
-Si te vas tu novia me lanza un hechizo y luego te deja- Eliot puso cara de pensárselo- no sería la primera ni la última- el chico bufó y entró en el compartimento mientras James reía por lo bajo
-Creo que le va a venir una gorda- dijo James y Ellya creyó oír a una chica decir "¿se supone que tienes que abrazar así a todas tus amigas?", sonrió de medio lado por la que le iba a caer a su amigo y sabía que James lo estaba disfrutando igual
-¿Cómo te fue el verano?- le preguntó
-Genial, de vacaciones con mis padres por Egipto y Eliot nos acompañó por lo que no fue un coñazo total, la pasamos genial-
-El mío fue terrible, todo el tiempo con mi familia lo cual incluye a Hugo-
-Estuviste en la madriguera todas las vacaciones entonces-
-Todas, todo el tiempo con los abuelos, nos mudamos para allá, al parecer a mi abuela le ha dado lo del nido vacío ese y quería a todos sus nietos con ella, Victorie estuvo insoportable con lo de su boda con Teddy y yo tuve que aguatar que las gemelas de tío Percy estuvieran todo el tiempo queriendo que las peinara y que Fred y Roxanne, las hijas de George, estuvieran fastidiando con las bromas y que mi tío solo hiciera reírles la gracia. Son divertidas pero después de una semana te cansas y mucho- James se río de la desgracia de su amiga- Además que como Ginny también estaba ahí tuve ración extra de "eres igual a tu tía cuando tenías su edad"-
-Eso te molesta mucho ¿no?-
-No sabes cuanto, además que ni tan parecidas, mi tía es una eminencia ¿sabes? muy talentosa, la mejor buscadora de todos los tiempos, la estrella de las Arpías de Holyhead y ahora Jefa del Departamento donde trabaja, ¿Cómo si algún día yo fuera a hacer algo de eso?-
-No te castigues Ellya, te pareces físicamente y ya-
-Pues tío George dice que pongo la misma cara que ella a mi edad, que tengo el mismo mal genio-
-¿Tu tía mal genio?-
-Bueno ya no, dice ella que es porque ha crecido, que madurar le ha hecho cambiar, pero según mamá casi mata a Ron muchas veces-
-Entonces si que eran parecidas-
-No te pases Tyrell- le dio un coscorrón y el abrió las manos como mostrando algo
-¿Ves?-
-Vete a la mierda- caminó más rápido para dejarle atrás
-Calma pelirroja- se burló alcanzándola
-Tampoco me gusta ser pelirroja, ni que me digan así-
-Pero eres pelirroja…-
-Vaya, vaya ¿Pero mira a quién tenemos aquí?- interrumpió la voz melosa de una chica y Ellya creyó saber quién era. Allí estaba María Martell, la perra de Slytherin le decía Sara, flanqueada como de costumbre por Lisa Stolker y Mariam Madley, las tres tenían sonrisas de satisfacción- Una comadreja pelirroja y un chico apuesto- le sonrió coqueta a James que solo hizo mirar a Ellya sin entender nada
-¿Se te perdió algo querida?- dijo Ellya sin pensarlo dos veces, no estaba con ganas de enfrentamientos- La crema desmaquillante ¿quizás?- la chica abrió la boca para responder pero ella fue más rápida- creó que no, porque como llevas dos kilos en la cara- James río mirando hacia otro lado
-Mira bestiecilla…-
-¿Pasa algo aquí?- interrumpió una profunda voz masculina dejando a María incapaz de decir nada más, era su querido Scorpius
-Nada cariño- dijo melosa pasando una mano por su cuello- saludando a Weasley y a Tyrell- Ellya sabía que María no se atrevería a mostrar su verdadero yo delante de su amorcito, le sonrió con asco y María hizo lo mismo
-Weasley, Tyrell- dijo Scorpius safándose de María sin mucha dulzura- ya he revisado los vagones del frente, si quieren ocúpense de los de atrás-
-Ya yo he revisado los de atrás- dijo Ellya seriamente- todo en orden-
-Supongo que podemos hacer otra ronda a eso de las cinco y avisarle a los de primer año para que se vistan- propuso Scorpius
-Si es buena idea- dijo James y tomó a Ellya de la mano para alejarla del resto de chicos de Slytherin
-No me gusta tanta serpiente junta- dijo James de mala leche
-Estúpida María, espera a que le cuente a Sara-
Los dos chicos regresaron al vagón con sus amigas, lo cual puso a Meera muy contenta a pesar de que James no hizo más que jugar con su yo-yo colmilludo. Pasaron la tarde conversando, comieron cosas del carrito cuando pasó la señora y todo estuvo muy tranquilo hasta que llegó Eliot a fastidiar a Ellya hasta que se aburrió porque nadie le hacía caso y para desgracia de una acongojada Meera, se llevó a James con él al compartimento de la novia de turno. Ellya cada vez se ponía más nerviosa, faltaban solo una hora para llegar a Hogsmade y sus amigas comenzaban a notar su desesperación. Preguntaron sabiendo que no iba a decir nada y se vistieron en silencio. Ellya tuvo que hacerle algunos ajustes a su uniforme que a parecer le quedaba chico por haberlo comprado al inicio de las vacaciones, debía de lucir decente frente a los de primer año.
-¿Te vas a poner el blazer también?- dijo Sara alzando la ceja, ella llevaba la camisa a medio abotonar mostrando un poco de sujetador y la corbata anudada a la cabeza a modo de pañuelo
-¿Y tú crees que McGonagall te va a dejar entrar así?-
-Era una broma- dijo Sara sacando la lengua- pensaba abotonarme la camisa- dijo haciéndolo y las tres rieron
A las 7:30 el tren estaba deteniéndose en el andén de Hogsmade y las tres chicas salieron al frío aire de septiembre, Sara sin quitarse la corbata de la cabeza. Ellya se fue con James a llamar a los chicos de primer año para el acostumbrado paseo por el lago. James sugirió que debían dejarle esa labor a los nuevos prefectos de quinto que se veían emocionados y miraron a Malfoy que llegaba en ese momento, el chico asintió sin decir nada cuando le comentaron su idea y sin más se fueron a por sus amigos que los aguardaban ya en un carruaje de ocho personas donde tuvieron que disfrutar de un viaje con la nueva novia de Eliot y su amiga coqueta que le hacía comentarios tontos a James cada dos segundos. Meera solo hacía mirar por la ventanilla del carruajes incómoda, Ellya sabía que tenía ganas de llegar lo más rápido posible y pensó que quizás podría ayudar darle conversación pero a cada segundo estaba más ansiosa por llegar y se olvidó de su amiga.
El viaje resultó más largo de lo normal pero al fin había llegado al lugar en que más deseaba estar. Pasaron las grandes puertas de roble de la entrada y sintió que las tripas le daban un vuelco, faltaban segundos para verle. El Gran Comedor estaba como de costumbre despampanante, lleno de velas, el techo mostrando la réplica exacta del cielo exterior y las mesas llenándose poco a poco de los bulliciosos alumnos que iban entrando. Se fueron a sentar a la mesa de Gryffindor a la derecha y Ellya al momento divisó la cabellera roja de su padre sentado en la mesa de profesores hablando animadamente con Slughorn, bufó, tenía la peor de las suertes, sus padres eran profesores de Hogwarts, no unos sino los dos. Siguió buscando con la mirada a la única persona que quería ver en aquella mesa y no la encontraba, su madre no estaba pero eso era normal porque al ser la subdirectora debía de darle una charla a los de primero, pero él debería estar ahí sentado a la derecha de la directora y ella estaba allí con su túnica negra impecable y su sombrero puntiagudo. Quizás él no había regresado de la misión que le habían asignado en el ministerio, pero no podía ser, porque se había cerciorado muy casualmente de que él estaba en el país la misma semana que sus padres se había ido a Hogwarts y ellos había dicho que lo verían en el castillo porque él no tenía planeado hacer escala en Londres. A lo mejor eso había cambiado y él no había regresado, quizás ese año no iba a dar clases, Ellya sintió un dolor en el estómago, no, eso no podía ser, si eso pasaba se volvería loca. El comedor estaba totalmente lleno y ruidoso, ella solo hacía mover la vista de un lado al otro de la estancia buscándolo.
-Él no está aquí- dijo una voz masculina muy cerca de su oído, era James
-Lo que quiero saber es si está en la escuela- dijo ella susurrando para que nadie notara que estaban hablando, James era el único de sus amigos que sabía de su amor secreto y había sido por simple coincidencia, también ellos dos pasaban mucho tiempo juntos debido a sus deberes de prefectos y un día hace más de un año atrás la situación devino confesión y desde aquel día James había sido el único confidente que había tenido para ese secreto. En ese momento se abrió la puerta del Gran Comedor y entró su madre llevando una túnica negra seguida de un montón de niños de primer año y cerrando la marcha estaba él.
Llevaba una túnica verde botella y tenía el pelo más largo que la última vez, además de una barba de tres días que le daba aspecto aventurero, Ellya sintió que se derretía, que los pulmones dejaban de funcionarle, por un segundo y que ya no necesitaba aire, solo verle era suficiente. Sintió la mirada de James quemándole como aliento de dragón pero no le importó y siguió con la vista cada uno de los movimientos que hacía aquel hombre que cerraba la fila de niños. No podía creer que después de dos meses sin verle sintiera aún más cosas por él que la última vez que lo vió, le parecía imposible que en cinco años no hubiese dejado de pensar en él ni un momento, de fantasear con cada palabra o gesto que tenía con ella, a veces pensaba que era una loca acosadora y James había insinuado eso en varias ocasiones. Vió como se sentaba a la derecha de la directora como de costumbre, tan varonil, tan alto, lo prefería con las ropas muggles que siempre usaba pero supuso que por respeto a la etiqueta de un inicio de curso no podía andar con vaqueros y camisa. No podía quitar la vista de la mesa de profesores, no sabía que sucedía pero suponía que su madre estaba haciendo pasar a los de primer curso a por el sombrero seleccionador porque de repente sintió una voz que decía Gryffindor y la lluvia de aplausos del gran comedor, él aplaudió y ella se limitó a imitarlo todas las veces que sucedió lo mismo.
Llevaba desde los doce años enamorada de Harry Potter, el niño que vivió, El Elegido, el mejor amigo de sus padres, su profesor de defensa contra las artes oscuras en aquellos últimos seis años y para rematar su tío político porque había estado casado con su tía Ginny por 8 años. Tragó en seco, que amargo destino el suyo, a los doce le parecía un juego, a los catorce le parecía divertidísimo mirarle e imaginárselo pidiéndole matrimonio, a los quince emocionante y ahora los dieciséis y tres meses le parecía un cuento de terror. Ya no era una niña, ya sentía otras cosas y pensaba totalmente diferente. Era capaz de calcular lo peligrosos que eran sus sentimientos por su tío y no sabía que hacer con ellos porque cada vez eran más fuertes e imposibles de controlar.
No sabía que le daba más miedo si el seguro rechazo de Harry o que sus padres se pusieran al corriente de lo que le sucedía, si su padre se enteraba la mataba y quizás a Harry igual aunque no fuera su culpa, su madre no tenía idea de que posición tomaría. Estaba llena de miedos e incertidumbres, a veces pensaba para que se desgastaba pensando en todo aquello si era imposible que Harry la viera como mujer, ella era una niña pequeña ante sus ojos, igual que para su padre, era su sobrina favorita como solía llamarle cuando no había nadie más delante. Suspiró sin dejar de mirarle y creyó que se le iban a salir los ojos de no pestañear por no dejar de mirarle ni un segundo.
Harry Potter, su amor platónico, al parecer eso iba a ser toda su vida, nada más que eso. Aquel era su último año en Hogwarts, su oportunidad con fecha de caducidad para intentar hacer que él se enamorara de ella, lo cual veía imposible, porque después de aquel año dejaría Hogwarts y solo coincidirían en alguna que otra fiesta familiar y todo se habría ido a la mierda. Una vez James le sugirió que esperara a que fuera así, que cuando pasaran un par de meses quizás lo olvidaría, pero ella creía que su amigo estaba equivocado, nunca en su vida había pasado dos meses sin ver a Harry y pensó que quizás esa era la oportunidad, pero viéndolo como lo estaba haciendo ahora y sintiendo todo lo que sentía comprendió que no era así porque no había pasado un día de esos dos meses en el que no estuviera esperando este momento. Quizás se pasaría un año sin verlo pero sabía perfectamente que cuando se lo volviera a encontrar pasaría exactamente lo mismo, que estaba condenada a amar a alguien que era totalmente imposible para ella, estaba fuera de su alcance.
Harry movió la vista por la mesa de Gryffindor y Ellya sintió de nuevo que se quedaba sin aire cuando sus ojos se encontraron, él sonrió de medio lado y le guiño un ojo como siempre a lo que Ellya respondió con una sonrisa pícara imaginando mil cosas que había soñado cada noche de esos dos meses. James bufó a su lado y ella salió de la nube en la que se encontraba.
-Me asustaste-
-Pareces una tonta, la comida está en la mesa hace cinco minutos y tú no dejas de mirarlo sigue así y yo no seré el único que sepa tu pequeño secreto- le susurró James y Ellya pensó que era hora de comer porque Meera la miraba preocupada con una bandeja de empanadas de carne en la mano, le sonrió a su amiga y se sirvió de todo lo que tuvo cerca pero sin poder evitar lanzar miradas a la mesa de profesores cada pocos segundos, no participó en la conversación de sus amigos y le importó un bledo que James le diera alrededor de veinte codazos durante toda la cena para atraer su atención. La cena terminó y la directora los envió a sus camas, Ellya lo vió ponerse de pie y conversar con Hagrid aún en la mesa de profesores.
-Tú vienes a llevar a los de primero- dijo James tirándola del brazo para que se pusiera de pie, ya todos sus amigos se marchaban a la sala común
-¿Ellya estás bien?- preguntó Meera
-Si claro los de primer año- dijo sin responder a su amiga y dejándola atrás ya que James solo hacía arrastrarla fuera del Gran Comedor y alejarla de Harry. Caminaron por los pasillos y Ellya ni tan siquiera se daba cuenta de por donde iban.
-¿Estás loca?- dijo James tironeándola del brazo para que volviera en si- Ellya- gritó
-Los de primer año- dijo desubicada dándose cuenta de que estaban en un corredor del tercer piso, no sabía en que momento había subido escaleras
-No te saqué por lo de primer año-
-Lo siento-
-Ellya parecía una loca en el Gran Comedor, Meera te ha preguntado seis veces que te pasa y tu no has dicho nada-
-No me di cuenta-
-No puedes hacer esto estás mal-
-No se que me pasó ¿vale?-
-Te paso Harry Potter- gritó
-Habla bajo- le reprendió mirando a los lados sin razón alguna porque estaban solos
-Pues si tanto te preocupa que se enteren, tus problemas han empezado esta noche porque estoy seguro de que Meera se dio cuenta-
-No- dijo asustada
-No se si se dio cuenta- le tranquilizó- pero sabía que pasaba algo, no te entiendo Ellya siempre te has empeñado tanto en ocultarlo que ni se notaba, yo no me lo hubiese ni imaginado a no ser por esa noche que nos encontramos con él durante la guardia-
-Nadie puede enterarse-
-No lo estás haciendo bien entonces-
-Es que llevaba dos meses sin verle y además cuando lo veo esta tan lejos y me doy cuenta de que en vez de olvidarlo siento más cosas por él y tengo miedo y…- James la interrumpió abrazándola porque las manos le empezaban a temblar convulsivamente se quedaron así por unos minutos- ¿Qué pasa si nunca dejo de quererle?- preguntó temerosa con su cara unidad en el pecho de su amigo
-Ellya eso es imposible, no puedes amar a alguien en silencio toda tu vida- le tranquilizó
-Yo creo que si, llevo cinco años haciéndolo y cada días es más en vez de menos- se lamentó mirando a su amigo a los ojos y él sintió el dolor de ella, no sabía como aquella pelirroja alocada podía estar metida en aquel problema
-Díselo-
-¿Estás loco?- y fue ella la que gritó esa vez
-Si lo amas tanto como dices tienes que decirle-
-Me rechazaría y se alejaría de mi- dijo ella sabiendo que era una locura- él no me ama, no me quiere, bueno me quiere pero como a su sobrina-
-Haz que te quiera-
-Le doy una poción de amor ¿no?- dijo irónicamente ella
-Digo que le hagas ver que no eres una niñita, que no eres su sobrinita- le explicó James divertido
-Eso es más fácil de decir que de hacer-
-Ellya cualquiera podría enamorarse de ti- le explicó James y ella lo miró algo intrigada- Eres preciosa, inteligente, valiente, decidida ¿Quién no podría ver eso?-
-¿Estás enamorado de mi James?- se burló ella
-Estúpida- dijo él dándole un coscorrón
-Si fuéramos dos extraños quizás eso funcionaría- río con tristeza- pero no es así, él es mejor amigo de mis padres, mi profesor, mucho mayor que yo y el exmarido de mi tía, tiene el paquete completo para que no suceda nunca-
-Eso no lo sabes-
-¿Y que hago? ¿Me meto en su cama desnuda?-
-Bueno…- la chica le dio un coscorrón y él se lamentó riendo- dejemos eso de último recurso-
-Lo puedo hacer- dijo Ellya pensativa- realmente no me molestaría-
-No digo eso, digo que hagas lo posible por estar más cerca de él-
-¿Cómo?-
-Ellya vamos piensa un poco, pareces una chica de primero-
-¿Le pido lecciones extra?-
-Eso estaría bien si no fueras la mejor de nuestra clase en defensa contra las artes oscuras, ahora estoy convencido que la mejor del colegio, si no fueras una rata de biblioteca con su materia y si no estuvieras tratando de impresionarlo cada vez que nos está dando una clase- Ellya bufó
-Siempre me gusto esa clase y que Harry la diera fue un plus para ponerle todo mi empeño, a veces creo que estaba enamorada del él desde que nací-
-Lo que te quiero decir- dijo James volviendo al tema y empezando a caminar por el pasillo para que ella lo siguiera- es que te portes mal, que no seas la niña buena que él siempre ha visto, has que algún profesor te castigue, dudo que él lo haga pero déjale la responsabilidad de que sea el quien te castigue por algún otro problema, así tendrías que hacer detención con él en su despacho- a Ellya le gustó la idea- siempre le pone detenciones a lo que no hacen las tareas, deja los deberes de defensa-
-Pero…- dijo desanimada pero él a interrumpió
-Sacrificios pelirroja, sacrificios-
-¿qué más?- dijo animada cuando subían hacia la sala común
-No se ya se me ocurrirá algo más en lo que se mueve el curso porque al parecer tu cerebro se ha quedado más vacío que el de la novia de Eliot-
Llegaron al retrato de la dama gorda y dieron la contraseña para encontrarse la sala común totalmente vacía, sin más se despidieron con una sonrisa de complicidad y cada uno subió a su dormitorio. Cuando Ellya entró Sara ya estaba de vuelta con su revista y Meera al parecer le esperaba porque ni tan siquiera se había quitado el uniforme.
-¿Pasó algo?- preguntó algo rara, se veía molesta aunque Ellya no lo podía decir con seguridad porque Meera no solía estar molesta, al parecer Sara notó lo mismo por lo que posó la vista en ellas- Pensé que iba a traer a los de primer año-
-Me empecé a sentir mal- dijo mintiendo- fui con James a la enfermería y la señora Pomfrey me dio una pócima para la digestión, parece que le banquete no me asentó muy bien-
-El banquete- dijo Meera sin tragarse una palabra, Ellya estaba rara desde antes del banquete, desde el momento justo en que habían puesto un pie en los terrenos del colegio, pero pensó que debía confiar en su amiga, al fin y al cabo que podría estar ocultándole.
Las tres chicas se cambiaron y se acostaron, por suerte ellas eran las únicas de ese curso que era el de menos matrícula de todos los de Hogwarts. George decía que era porque en sus tiempos la gente había temido a tener sexo debido al terror causado por Voldermort y una vez derrotado a todos se les había olvidado como hacerlo. Ellya sonrió, su tío era demasiado ocurrente. Se metió a la cama que tanto había extrañado y que adoraba más que la de su casa, extrañaría aquel lugar más que nada en el mundo, era demasiado acogedor. Le quedaban exactamente diez meses para disfrutar de Hogwarts, para hacer todo lo que le faltaba por hacer, para hacer que Harry se enamorara de ella, para confesarle su amor oculto por tantos años y lo peor de todo para que sus padres se enteraran, ya que lo aceptaran podía tomarse meses o quizás años. Quizás todo podía ser como decía James, quizás Harry se enamoraría de ella y todo sería diferente, "todavía quedan tus padres", dijo una vocecita molesta en su cabeza. Se tapó con una almohada, no le importaba, un problema primero, otro después, Harry debía de verla como lo que era, una mujer, después enamorarse de ella, aquel punto era complicado, y luego ya vería como se iban dando las cosas. Sin darse cuenta el cansancio del viaje y la deliciosa comida fue pasándole la cuenta y calló en un profundo sueño y sin saberlo su último pensamiento fue la decisión, la que había tomado aquella noche, no lamentarse más, explotaría hasta su último recurso para lograr lo que quería, Harry, aunque tuviera que meterse desnuda en su cama, ese pensamiento le ayudó y se quedó dormida con una enorme sonrisa en los labios.
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Cap kilométrico y reconozco que al revisarlo algo desordenado, quizás demasiadas cosas, no se... Es difícil tratar de editar algo que escribí hace tanto y que confieso jamás revisé, por lo cual me ha tomado tiempo dejar este en modo "aceptable" se que tiene miles de errores...
Si alguien me diera su opinión para no sentir que trabajo por gusto, dada la ardua labor de edición, ya saben... ayudarían muchos saber que les parece la historia...
