Junto a ti

Capítulo I

Visión—


Giro, golpe, Jutsu, jadeo. La pelea con Danzou cada vez se tornaba mas dura, a Sasuke le costaba llevar su ritmo en ocasiones, y Danzou también estaba muy malherido. Siente, de pronto, el chakra de ambos agitarse. El de Danzou disminuye drásticamente debido al agotamiento. Karin da un grito mental, cantando victoria, pero luego... Entonces siente el brazo de Danzou apresarla sobre el cuello y cortarle, por segundos, la respiración.

Danzou la toma como rehén en un último intento, desesperado, por no perder la batalla. Forcejea inútilmente, luchando por zafarse de su agarre, sin embargo no logra nada con ello. Es fuerte aún estando exhausto.

Pide ayuda a Sasuke, confiando en él.

Le mira y dice no te muevas, Karin.

Confía en él, no se rebate y pone su vida en manos del Uchiha. Sentir sus brazos, su chakra reconfortarle. No teme por un instante.

Más no es así.

No siente sus brazos siendo rescatada.

No siento alivio.

Lo que siente, estruendosamente, es su chidori traspasando su pecho.

Ahoga un gemido de dolor y tose. No logra sentir dolor por el momento, pero si siente su fuerza desparecer. Danzou deshace el agarre y ella cae al suelo en un golpe seco.

Todo acaba para Karin, y también para Danzou.

Inclusive para Sasuke.

Sasuke que, anteriormente, hubiese elaborado aquella puñalada, observa a Danzou, solo a él... porque tú, Karin, no eres su prioridad. ¿No puedes ver acaso una leve luz?, se pregunta ella al borde del desfallecimiento.

No.

Esa es la respuesta.

No.

Ya no hay luz en su camino; está perdido, sumido en ese mundo de venganza y maldad. No volverá a ser el Sasuke que todos conocían. Aquel que yo conocí... o quise conocer.

Camina hasta Danzou, está por rematarlo, pero este tiene un ultimo has bajo la manga. Así que ocurre todo. Solo logra divisar a metros una gran explosión. Es Danzou quien ha perecido, pues Sasuke logró escapar de ella. Está vivo. Curiosamente, no se alegra por él.

Escucha al hombre de la mascara sugerir matarla, pues ya no le es útil en aquel estado tan deplorable, y además sabe demasiado. Sasuke sigue las órdenes del supuesto Madara: está a punto de matarla, lo siente, lo ve en su mirada llena de… nada. Porque le da igual si muere o no.

Le da igual si le matas, ya no te importa quien muera o quien no, solo quieres venganza... muerte.

¿Será ese, acaso, su autentico deseo?

Y si así lo has decidido, Sasuke, puedes matarle. Puedes arrebatarle la vida, caminar lejos, componer tu propio camino a base de cadáveres, sin embargo, eso no satisfará tu sed de venganza… solo alimentarás tu propia destrucción.

Por eso, aunque está a punto de terminar con su existencia, se atreve a hablarle.

—Sasuke...

Sonríe.

¿Debería decir que lo ama?, ¿que, por favor, tenga misericordia?, ¿o pelear por una vida que, al igual que a él, le fue arrebatada?, ¿debería, acaso, hacer un ultimo intento por sanarlo?

Con las pocas energías que le quedan, alza la voz lo suficientemente audible para ser escuchada y musitá:

—No servirá… de nada

La ve, la observa, sabe que tiene razón, pero no le importa.

Ella intenta sonreír nuevamente, mas el dolor en el hueco de su pecho la hace hacer una mueca de dolor. Tose nuevamente y ve a Sasuke, con su mirada inmutable, sin nada que brindarle en su último aliento.

Morir por ti.

Sonríe de nuevo —que idiotez— y una lágrima corre por su rostro hasta mojar el concreto.

Estoy lista.

O por lo menos eso cree.

Está a punto de hacerlo. El chidori brilla, y da temor. Su chakra cambia por míseros segundos y se alegra, si, le da gusto que sea chakra cálido el ultimo que sienta.

Se atreve a verle a los ojos, apenas sin inmutarse, para luego desviar la mirada. Karin siente que ha muerto mas de una vez con aquel simple gesto. ¿Ni eso le puede dedicar, aún cuando el muy miserable le asesinará?

¿Por qué?

¡Cobarde! ¡Mil veces cobarde!

Y va ocurrir, el chidori brilla cerca del rostro de Sasuke. Parece un maníaco, pero aquellos ojos que estaban acostumbrados a peores locuras, no temen de la de Sasuke.

Ocurre rápido, ni siquiera logra sentir nada. Absolutamente nada...


Abre los ojos con frustración, mira a todos lados, encontrando a Sasuke a metros de distancia. No tiene la herida en su pecho, no siente la muerte inundar sus sentidos. Su vida.

¿Fue un sueño acaso?

... una visión del futuro.

Danzou está a punto de tomarle como rehén, pero ya sabía que ocurriría y evita su agarre. Retrocede varios metros de él y cae de nalgas contra el duro concreto mientras mira la escena, su cabeza da vueltas.

Danzou le ve con sorpresa, Sasuke solo le ve ipso facto para luego clavar su vista, nuevamente, en Danzou.

¿Como lo hizo?

La cabeza le duele, no logra distinguir colores ni verdades de ilusiones. Sabía que ocurriría pero ¿como fue tan hábil? No lo sabe, pero alza un grito mental de victoria mientras se toma la cabeza con una sola mano, intentando apaciguar el mareo.

Sasuke aprovecha el instante en el que Danzou aún presta atención a su compañera, por lo que, sin pensarlo dos veces, solo lo ataca a él, perforando su pecho en varios puntos vitales.

Danzou murió.

Yo no.

¿Como ocurrió? ¿Que pasó?

No entiende nada y aprieta su cabeza con ambas manos. Sasuke se acerca a ella, la mira y hace una mueca, ¿es acaso eso una sonrisa? Entonces dice: Bien hecho, Karin.

¿Que responder? ¿Que decir cuando viste lo que ocurriría?

Él, Sasuke.

¡Tu Sasuke te iba a matar!

Se miran y ella responde un quedo si.

Sasuke camina de espalda a ella y gira su rostro un poco solo para hablar.

—Vamos.

Aprieta sus labios y puños solo para contener el llanto y la cruda realidad de lo que tuvo que vivir para darse cuenta de lo que ella no significaba para Sasuke. Desvía la mirada a un punto perdido en el piso y masculla un par de maldiciones a si mismas, otras hacia Sasuke.

—No — musita Karin.

Se pone en pie y observa a Sasuke, quien se encuentra un tanto confundido. ¡Si supiera lo que ella pasaba en aquel momento!

Los onix de Sasuke la traspasan y la hacen perder los cabales de la situación. Intenta no sentirse afectada y le da la espalda mientras se aleja en dirección contraria.

—Yo… — balbucea, incapaz de verle a la cara. Esta vez palpa la zona donde debería estar aquella herida mortal, dispuesta a no dejarlo pasar. No lo perdonaría, se dijo —. Nos vemos, Sasuke — dice y se aleja esta vez a paso veloz al sentir la presencia del hombre enmascarado.

Sasuke calla por un momento, luego, cuando está a punto de perder de vista a la pelirroja, la llama. —¿A donde vas? — exclama, aguantándose el dolor en el ojo.

Karin aminora el paso y se abofetea mentalmente por ello. Sasuke, al no obtener respuesta de su compañera, se acerca a ella.

—¿Que crees que haces? — le reprende —Sígueme. — dice él cuando se encuentra a lado de ella.

Frunce el ceño y se aproxima hacia él —No, yo me voy por mi parte. — esta vez él frunce el ceño.

—No puedo dejarte ir.

Karin se aleja un paso de él y lo señala —¿Crees que te delataré? — lo acusa mientras mordisquea su labio inferior.

—No. — responde sin comprender el porqué de la reacción de Karin—. ¿Te separas de Taka? — pregunta y Karin frunce aún mas el ceño.

—¿Desde cuando sigue siendo Taka?, hasta donde tengo entendido, dejamos a Juugo y a Suigetsu atrás, ¿eso es compañerismo?

Silencio. Sasuke no se atrevía a contestar.

—¿Un equipo de dos? ¡Así no funcionan las cosas, Sasuke! — le espeta, enfurecida —¡No puedes ser tan miserable!

—… no es de tu incumbencia.

—¿No te das cuenta, Sasuke? Es que para ellos, esto, Taka… era como un ancla…

Sasuke no respondió ante lo dicho por Karin y solo atinó a darle la espalda y caminar un par de pasos lejos de ella.

—¿No significamos nada para ti? — pregunta ella aligerando su expresión a una de tristeza.

Voltea y la ve, le dice que es hora de marcharse, los de la hoja podrían llegar en cualquier momento. Y tiene razón, siente que alguien se acerca, su chakra es fuerte e imponente. Y aparece, es una chica de cabellos rosados, llama a Sasuke diciéndole que ha dejado Konoha para unirse a él. Mas Sasuke solo se limita a sonreír irónicamente, ve a Karin y luego a ella, para después decir, gritar:

—No te necesito, ¿sabes lo que tengo planeado hacer?

Sakura contrae el ceño e intenta no echarse para atrás.

—No… ¡pero haré lo que tu me pidas, Sasuke kun! — le responde, sonando decidida.

Karin siente pena por la chica y sus sentimientos hacia Sasuke. Uchiha, en su actitud vengativa, destruiría Konoha. Y lo dice, y Sakura cambia su semblante por uno radicalmente temeroso, inclusive impotencia destella en su mirada. Sasuke voltea hacia Karin y le da la espalda a la pelirrosa.

Logra notar una pizca de celos provenir del chakra de Haruno. Celos, celos de la cercanía y facilidad con la que Sasuke se dirige a su compañera de equipo; Taka. Si supiera lo que acababa de acontecer, no pensaría de ese modo, inclusive tendrían el mismo sentir, la misma pena.

Karin piensa, justo en ese momento: solo soy una herramienta, nada más.

Sasuke ordena ponerse en marcha y, a pesar de la dualidad de emociones que afloraban dentro de su ser, hizo caso al Uchiha, apenas sin ser consiente de si misma, y emprendieron la huida.

Comenzaron a caminar rápidamente en dirección contraria a Sakura y fue que Karin cayó en cuenta que se acercaba.

Sasuke gira, entonces —al percatarse del plan de su ex-compañera—, su cuerpo, la toma del cuello con una mano, y con la otra evita ser dañado por aquel kunai, luego la estampa contra una fuerte roca y Sakura gruñe de dolor. Intenta mantenerse firme ante la violenta escena, mas siente un ímpetu subyugante nacer dentro de ella, ordenándole ayudar a aquella chiquilla.

No podía ser que se sintiera identificada con aquella chica, aquello no le pasaba nunca. No podía ser solo pena, Sasuke debía parar...

De un momento a otro siente acercarse dos presencias sumamente poderosas. Abre los ojos, reaccionando, y avisa a Sasuke.

—¡Sasuke, se acercan dos chakras poderosos!

El Uchiha aprieta el agarre para con Sakura y alza su mano. De ella brilla la decadente energía del chidori debido a su agotamiento en la batalla anterior, pero no por eso menos mortífera.

El corazón de Karin palpita a mil por hora y siente la necesidad embriagante de ayudar a aquella chica. Reprime las ganas de gritar, en vano…

—¡Sasuke, para! — sus ojos se abren en una expresión decisiva e intenta arremeter contra el Uchiha, apenas dando un paso. Luego, en cuestión de un segundo, un chico rubio arremete contra Sasuke y toma en brazos a la chica.

Karin se tropieza hacía atrás debido a la impresión, mas no cae.

En la rama de un árbol cercano se encuentra Naruto, con Sakura en brazos. Sakura solloza y se aferra a la chaqueta de su amigo y compañero. Al otro lado se encuentra Kakashi con su mirada taciturna y su pose defensiva. Sasuke los observa con aquella seriedad característica de él, inmutable.

—Sasuke... — lo llama Naruto. Coloca de pie a Sakura en la rama y baja para estar a su altura. Se miran por un largo momento, hasta que nuevamente el rubio habla.

—¿Que es lo que buscas?

Sasuke sonríe, en sus ojos no hay nada, mas por su expresión, es obvio que se burla de su amigo. A Sakura se le achica el corazón nuevamente al escuchar lo que Sasuke dice. Aprieta sus manos en puños y tiembla ligeramente de impotencia. Naruto también.

—¡No, Sasuke-kun! ¡¿No lo entiendes?! ¡Naruto solo ha tratado de salvarte todo este tiempo...! Inclusive yo... estando a sus espaldas, ¡lo he intentado también! ¡NO ENTIENDES TODO LO QUE HA ECHO NARUTO POR TI, SASUKE-KUN, NARUTO SOLO...! — calla y se cubre la boca con ambas manos, comenzando a llorar.

—Sakura-chan... — susurra Naruto, aprieta los parpados y mira a Sasuke.

—No lo entiendo, Naruto... — dice Sasuke. —¿Por qué te preocupas tanto por mi?

Karin observa al chico rubio, sus sentidos le indican la pureza y lo radiante de este, que siente ganas de...

—Porque eres mi amigo.

Karin observa la evidente sorpresa de Sasuke al escuchar tales palabras. Ella misma hubiese reaccionado igual, puesto que no tenía ni un solo amigo que se preocupase por ella. Sintió como el chakra de Naruto viajaba a través de sus sentidos, inevitablemente un sonrojo adornó sus mejillas. Luego sintió los ataques de ambos ser disparados y chocar, una onda de energía la hizo alejarse por instinto hacía atrás hasta chocar con el tronco de un árbol.

Por breves segundos sintió la presencia espiritual en forma de charka separarse de sus cuerpos para luego regresar ipso facto. Parpadeó un par de veces como si lo que viese y sintiera hace un par de segundos apenas, solo fuera producto de su miopía, mas el sentir el charka de cada unos de los jóvenes, le reiteró que lo que veía y sentía, era verdad.

Sasuke salió disparado hacía atrás debido a la energía disparada de ambos y cayó en el piso, mientras que con Naruto, fue distinto, puesto que Yamato llegó a tiempo para evitarle un mal aterrizaje al Uzumaki. Sakura se acercó rápidamente al Uzumaki mientras pensaba en Sasuke y lo mal que se encontraba, luego observó como Karin corría en su ayuda.

Karin llegó hasta Sasuke e intentó ponerlo en pie, más siendo lo segundo, en vano. Dudó en ayudarlo, sin embargo el sentirlo tan débil, en sus brazos, la hizo vulnerable y se arremangó la blusa para dejar expuesto su brazo llenos de marcas y cicatrices. Sasuke también dudó, pero pensó que si querían escapar de esos cuatro, tendría que reponer fuerzas, y Karin estaba para eso.

Si bien Karin notó que aquello sería prácticamente en vano, ya que Sasuke se encontraba ciego, decidió apostar a por ello.

Cuando estaba a punto de clavar sus dientes en el antebrazo de ella, llegó Obito justo delante de ellos. Le dirigió una mirada a Sasuke, luego a ella.

—Será inútil pelear encontrándote ciego — dijo —. Espera a que estés repuesto, además... tengo algo para ti — y dicho esto, esperó a que Sasuke respondiera.

Karin observó a los ex-compañeros de Sasuke y le dirigió una mirada llena de afecto y pena a la medico, esperando que su sentir le llegase. A su vez, Haruno le correspondió el gesto, confundida pero sintiéndose allegada a la criminal. Luego observó a Naruto, quien no quitaba la vista de Sasuke. Se iba ¡y no podía detenerlo!

Se iba nuevamente.

La pelirroja sintió la tristeza e impotencia del Uzumaki, mas la resignación nunca palpitó en él. Ni en sus ojos, ni en su chakra.

—¿Como... quien... — balbuceó ella, refiriéndose a Naruto — …te conozco?— se preguntó a si misma, sintiendo algún lazo hacía el chico de ojos azules. Su pregunta nunca fue respondida.

'Él es totalmente opuesto a Sasuke... incluso su Chakra es... cálido y brillante...'

No escuchó lo que fuera que Sasuke le dijo a Naruto, solo observó los semblantes de todos. Uno a uno, sus miradas decayendo en una emoción dispar a la del otro, mas siendo exactamente entendidas... luego, tristeza... siempre tristeza.

El hombre de la mascara realizó aquel Jutsu de espacio y tiempo, los rostros acongojados de los dos ninjas mas jóvenes se fueron desvaneciendo frente a sus ojos y pronto se encontraron en un claro, a 20 kilómetros de una de las guaridas de Orochimaru. El hombre enmascarado se fue sin mediar explicación de lo siguiente que harían. Karin observó a todos lados para ubicarse, siendo sus dudas disipadas por Sasuke.

—Estamos en la guarida del oeste, a 500 kilómetros del laboratorio sub-principal. — dijo.

Karin hizo una mueca al recordar aquel lugar tan lúgubre y asintió en señal de entendimiento. Guardó silencio un momento, solo uno, sin poder aguantar las ganas de hablarle.

—¿Que harás, Sasuke?

Aún tumbados en el césped, se dedicaron a analizar la situación. Karin ahora se encontraba mas confundida, no encontraba la respuesta a lo que quería hacer de ahí en mas. Sasuke, por su parte, apenas y podía pensar con aquel maldito dolor ocular.

—Iremos a la guarida y pasaremos un par de noches ahí, luego seguiremos con el plan. — respondió.

—Me refiero a ti — reiteró.

—¿Sigues con la idea de marcharte?

—... eso creo. — dijo Karin, luego se abofeteó mentalmente por tal titubeo.

—¿Por qué?

Nuevamente silencio, uno prolongado.

—No quiero tener nada que ver contigo, Sasuke. — respondió al cabo de un lapso y se puso en pie, él le imitó con dificultad.

—¿Por qué? — inquirió nuevamente, él.

—No te traicionaré, si eso es lo que crees. — Anunció mientras sacudía su capa —Me iré y me quedaré callada, no tengo ningún interés en hablar sobre tus planes o los de Madara. — dicho esto, tenía planeado caminar y llegar hasta alguna aldea, claro, no sin antes llegar al laboratorio sub-principal y robar todo lo de valor y venderlo a quien fuese para sobrevivir un par de semanas, quizás mas, quizás menos, pero Sasuke no tenía en sus planes perder a una útil herramienta, por lo que rápidamente la tomó de la muñeca y no la liberó.

—¿Q-Que haces, Sasuke?

—No te dejaré ir, aún te necesito.

Karin apretó los dientes y gruñó. —¡Suéltame, ya no quiero ser tu herramienta! — chilló al tiempo que intentaba forcejear con Sasuke por su libertad. Tan pronto aflojara el agarre ella huiría despavorida y no miraría atrás... no lo haría.

Pero Sasuke jamás aflojó el agarre, inclusive la tomó con más fuerza, provocando que Karin hiciera una mueca de dolor, mas no lo dijo.

—Aún los necesito — dijo—. A Juugo, a Suigetsu... a ti.

Karin se quedó quieta, dejó de pelear y observó a Sasuke, este a su vez parecía mirarla, mas era bien sabido que el pobre había quedado ciego, y ella no sabía si temporal o definitivamente. —¿Iremos en busca de Juugo y Suigetsu? — preguntó, temerosa, indecisa.

Sasuke aflojó su agarre, Karin no corrió.

—Si. Los necesito a todos para mi siguiente movimiento.

Esto último molestó a la chica, mas lo toleró por el hecho de que —aunque fuese un poco— Sasuke se preocupaba por Taka, y aquello le dio esperanza pero... ¿esperanza de qué, o para qué?

Intentó no pensar demasiado y siguió a Sasuke. Él, a pesar de lo débil que se encontraba, logró acelerar el paso, dejando a Karin —por breves instantes— detrás de él. Ella intentó mantener el paso, pero el cansancio comenzaba a hacerse presente. Ocultó su chakra por el temor a ser notada por alguien, a pesar de encontrarse en un punto —aparentemente— seguro.

Llegaron a la guarida al cabo de unos minutos y entraron sin temor alguno al Karin cerciorarse de la seguridad de la guarida abandonada.


Sakura tenia lagrimas en sus ojos, hipaba de vez en cuando y Naruto apretaba sus manos en puños, hasta el punto de sus nudillos tornarse blancos. Sentían, ambos, todos, los tres, tanta impotencia debido a Sasuke. Por mas que intentaran no podían hacerlo volver y cambiar su camino, ¡y dolía, joder! ¡Dolía!

Los cuatro —incluyendo a Yamato— caminaron en dirección a sus otros compañeros quienes se encontraban durmiendo debido a las trampas de Sakura. Kakashi suspiró, Naruto se sentó a lado de ellos y se tumbó en la hierba, al punto de caer dormido. Sakura lo observó y una vena se instaló en su frente.

—¡Naruto! — grita—. ¡¿Como puedes dormir en momentos como este?! — se abalanza encima de él y lo toma del cuello de la camisa comenzando a zarandearlo. Este, por su parte, solo masculló un par de quejas y siguió durmiendo.

Sakura lo dejó tirado como muñeco de trapo y se acercó a Kakashi, este suspiró y se apoyó en la otra pierna.

—Sakura, — la llamó, taciturno, como siempre — deberías comprender el porqué Naruto duerme. — dijo su sensei—. Cuando Naruto te salvó de Sasuke, este lo hirió con el kunai envenenado, aunque viéndolo bien, si a Naruto solo le causó esto, me imagino que a Sasuke tampoco le afectaría mucho, ¿no crees? — Sakura le prestó atención, analizando lo dicho por su sensei — ¿así planeabas matarlo, Sakura? — inquirió el Hatake viendo como Sakura agachaba la cabeza y se comenzaba a lamentar.

Kakashi se sintió mal por haberle dicho aquello, sin embargo, se dijo, fue justo y necesario.

Sakura se acercó a su compañero de equipo y le regaló una sonrisa, agradeciéndole enormemente lo que hizo por ella. Se sentó a su lado, recargada en un árbol y esperó a que, uno a uno, fueran despertando para al fin regresar a Konoha.


Nota final del capítulo uno:


Recién editado, recién reescrito, recién releído, recién varias cosas. Apenas estoy escribiendo la continuación, pero pronto planeo retomar este fic, pues fue de los primeros que subí a ff, siendo este, el primer long-fic SK que publiqué.

Umm, y quiero agradecerle incondicionalmente a Midori Suzuki, pues, sin aquellas platicas que mantengo con ella, jamás me hubiese armado de valor para seguir con la historia. Es difícil de explicar, pero por una parte siento que debo ponerle punto final a Junto a ti. Siento que debo darles un desarrollo y una conclusión a todos en el fic. Soy tan cursi, lo sé, jaja.

¡Gracias por leer!


Naruto (C) Masashi Kishimoto.