Mitsuki: Hello, hello *Saluda energéticamente*

Suki: Aquí les traemos otro drabble de nuestra pareja hetero favorita de Naruto

Mit: Agradecemos…el único review que recibimos en el ultimo que escribimos.

Mitsuki: Pero espero que todos ls que lo leyeron les haya gustado.

Suki: Ah, sí, Masashi Kishimoto es el creador de Naruto, nosotras solo usamos sus personajes para divertirnos y hacer volar nuestra imaginación.

Titulo: ¿Qué me gusta de ti?

Summary (O en español Reseña): Nunca había pensado en una buena razón.

Pairing: KivaHina (¡Por que el KivaHina es genial!)

Categoría: K (O E, para toda la familia xD)

Palabras: 275

Dedicatoria: mmm… a mi mommy que me da inspiración…y a mi sempai por decirme que el yaoi es malo xD aunque le gusten los ukes

OoO

¿Qué me gusta de ti Kiva-kun? Te preguntaste una tarde sobre tu cama. ¿Qué me hizo olvidar a Naruto-kun?

Era algo que jamás te había pasado por la cabeza, cuando le dijiste que si aceptaste que era por su comportamiento tan parecido al del rubio, parecido, si, pero no igual.

A Kiva le gustaba hacerte reír, le encantaba ver cómo te preocupabas por tus amigos, le gustaba, no, amaba ver la forma en cómo te enfrentabas a la vida, porque el mejor que nadie (Después de Kurenai-sensei) sabia como habías sufrido para poder llegar al lugar en donde te encontrabas.

Sonreíste al recordar el primer beso que se dieron, muy torpe y lleno de vergüenza, pero al fin y al cabo lleno de cariño y un tanto de amor.

Tus mejillas se tiñeron de rojo al recordar los fuertes abrazos que se dieron después de peligrosas misiones e increíbles batallas. Y un calor te recorrió el cuerpo al darte cuenta de que cada día los sentimientos que sentías hacia él se hacían más grandes.

Escuchaste un sonido raro en la ventana y de inmediato te giraste a ver. En el balcón de tu habitación no había nadie, pero alguien te había dejado un ramo de jazmines que de inmediato fuiste a recoger, dejándolos sobre el tocador después de aspirar su aroma.

Tomaste la tarjeta de color lila y descubriste apenas la tocaste que era Kiva quien te las había enviado. El sabía bien que tú amabas ese color.

"Flores tan hermosas como tus ojos, no, tus ojos lo son más!

Reíste y saliste de la habitación por un florero. Ahora ya tenías una buena razón.