Una vida sin sonidos

Capítulo 1: El Trágico Día

Kurt Hummel era un adolescente relativamente normal. A sus 17 años de edad, estudiaba en el Mckingley High School, donde era el único chico abiertamente gay. Sufría de acoso constante por su sexualidad, y para empeorar las cosas, la gente lo molestaba aún más porque era miembro del club Glee. Y uno muy importante. Pero a él no le molestaba. Era más que feliz siendo quien era y haciendo lo que le gustaba. Además, tenía el apoyo constante de su padre y de sus amigos del club Glee. Él era feliz.

Pero el destino pude ser muy cruel, aun para las mejores personas, y nadie esperaba la desgracia que tuvo que afrontar Kurt una cálida tarde de primavera…

El día amaneció cálido, era una mañana radiante. Kurt se levantó feliz, pero algo era distinto... había algo raro esa mañana. Decidió ignorarlo, y comenzó con su rutina diaria. Se duchó, se hidrató y selecciono la ropa para ese día. Una camisa manga tres cuartos con un chaleco gris, y un pantalón negro ajustado. Unos borregos blancos, y una pequeña pajarita gris haciendo juego con el chaleco, y su atuendo estaba completo. Se miró al espejo, y cuando estuvo conforme, tomo su mochila y bajo a desayunar.

-Hmmm, eso huele delicioso papá, me alegra que hayas estado ojeando ese libro de recetas sencillas que te regale por tu cumpleaños- Dijo Kurt alegremente sentándose y tomando una tostada con mantequilla y su taza con café. Pero ni bien dio el primer bocado, su cara de felicidad se transformó, y la sensación incomoda y de preocupación volvió a él.

-Gracias chico- Respondió jovialmente Burt, pero su expresión también se apagó al notar el cambio en su hijo. –¿Qué pasa? ¿Tan mal están?- pregunto ahora frustrado

-¿Qué? Ah no, no es eso.. – respondió distraídamente Kurt, forzándose a olvidar la mala sensación

-¿Y entonces que pasa? ¿Qué está mal?- Volvió a preguntar Burt

-No es nada- dijo Kurt- Es solo que...Me desperté con una mala sensación hoy, es todo-

-No te preocupes-, dijo Burt – De seguro no es nada. Solo vigila más atentamente donde pisas hoy, y donde dejas tus cosas- Dijo con una sonrisa sincera que hizo despejar las dudas de Kurt.

-Sí, mejor no preocuparse- Se levantó y tomo su mochila- Voy tarde para la escuela, recuerda que esta tarde voy a ir al centro comercial con Santana y Brittany, hay una oferta en Diccken's y ese sweater debe ser mío, no me esperes!- Dijo alegremente mientras depositaba torpemente un beso en la mejilla de su padre y se encaminaba a la salida

-De acuerdo, cuídate muchacho, no olvides que te quiero- Dijo protectoramente Burt

-Yo igual papá, ¡adiós!- dijo Kurt saliendo de la casa. Pero lo que él no sabía, era que esa sería la última vez que escucharía a su padre.


Unas horas mas tarde…

El día había transcurrido con normalidad en la escuela. Lo habían empujado algunas veces contra los casilleros, y le habían gritado algunos insultos, pero nada fuera de lo normal. Había cantado un solo en el club glee, por lo que su humor había mejorado notablemente, y casi había logrado olvidar por completo el sentimiento de inseguridad con el que había amanecido.

Kurt salio con sus amigas y los tres fueron al centro comercial. Después de haber comprado el sweater que Kurt tanto quería, decidieron ir a tomar un café. Estaban haciendo la fila para pagarlo cuando..

-Santana! No compre el peluche de unicornio que quería! Como pudimos olvidarnos?- Pregunto triste e indignada Brittany

-Hay por todos los cielos- Respondió Santana- Britt, cariño, ¿no podemos volver mañana por el?- Intento negociar

-¡Pero dijiste que lo compraríamos hoy!- Dijo con un puchero Brittany

*Santana le dirigió una mirada de suplica a Kurt* -Esta bien, no hay problema- rió él- Ustedes vallan a comprarlo y yo me quedo aquí mismo haciendo la fila… pero no se tarden!

Brittany le dio un tierno y rápido beso en la mejilla a Kurt, tomo velozmente la mano de Santana y la arrastro fuera del local

-¡Enseguida volvemos!- Logro gritar Santana antes de atravesar la puerta.

En ese mismo momento, un sujeto con un saco entro al café y se formo detrás de Kurt

Kurt rodó los ojos, y río para si- Estas chicas-, pensó, sacando el cambio para pagar los cafés.

Todo paso demasiado rápido. El hombre de saco tomo a Kurt por el cuello y lo pego a si mismo. Con una mano lo sostenía firmemente, mientras que con la otra apuntaba con un arma a la cajera. –Arriba las manos- Rugió –Esto es un asalto-

Se escucharon gritos, gente que comenzaba a correr, niños que lloraban y el disparo al aire del hombre de saco tuvo efecto inmediato. Un silencio mortal invadió la cafetería, los gritos cesaron y todos se quedaron en sus lugares.

-Ahora que tengo su atención- volvió a gritar- no quiero que nadie intente nada, o el chico aquí morirá. –Tu, le dijo a la cajera, mete todo el dinero en la bolsa. Rápido!- Dijo arrojándole un saco.

El hombre no soltaba a Kurt, y no dejaba de apuntar hacia todos lados.

Las lágrimas ya caían por el rostro de Kurt, cuando el hombre lo soltó de un violento empujón para agarrar la bolsa de dinero que la chica sostenía con manos temblorosas.

El hombre se disponía a irse cuando las sirenas y las luces aparecieron. ¿Quién fue el maldito que llamo a la policía?- grito histérico, apuntando furiosamente a todas las personas

-Alto ahí- Se escucho a un policía gritar desde afuera- Baje el arma lentamente, ¡vamos a entrar!- Volvió a indicar el policía

-No volverán a encerrarme- Murmuro psicoticamente el ladrón, maldiciendo bajo y con la locura implantada en su rostro. Rebusco en su saco y velozmente saco un dispositivo con un botón. Desabrocho su saco, y ante la sorpresa de todos los presentes revelo un chaleco potentemente cargado de explosivos.

-Por dios, no puede ser cierto- Imploro Kurt, presa del pánico.

-¡No lo haga!- Grito la policía –Alto!-

Pero con una carcajada maniática acciono el botón.

Kurt solo alcanzo a intentar correr y alejarse de allí, pero no llego muy lejos antes de ser empujado ferozmente por la onda expansiva. Sintió dolor. Mucho dolor. El dolor en su cabeza, el dolor al caer sobre escombros, y el inexplicable dolor en sus oídos.

Cayo no muy lejos de allí, donde quedo semi-consciente viendo gente correr, gente llorar, gente intentar levantarse, y gente que ni siquiera podía levantarse. Vio todo eso, pero no pudo escuchar nada. Ya no escucharía nada nunca más.

Se sintió muy débil para seguir estando despierto, así que se rindió, mientras sus ojos se cerraban lentamente, llevándolo a un lugar donde ya no había dolor.


¡No me odien! No mate a Kurt xD jajaja no podría matar a mi personaje favorito.. Primero que todo muchas gracias por leer. Es mi primer Fic de Glee, y leí muchísimos, pero nunca me anime a publicar ninguno... tengo muchas ideas, pero como dije, esta es la primera que me animo a publicar :) Les agradecería muchísimo que dejen reviews, tanto si les gusto como si no, es lo que anima a alguien a seguir escribiendo, porque te da una idea de si a la gente le gusta no, y te inspira a seguirlo :)

Este va a ser un fic relativamente corto. Muchos saludos, de nuevo gracias por leer ¡y dejen Reviews,que es gratis! xD

¡Besoos!