Hola a todos. Soy nueva en esto de los fanfics y esto es el primer intento de drabble que escribo. Espero les agrade.

Disclaimer: Prince of Tennis pertenece a Konomi Takeshi. La utilización de sus personajes en mi historia no esta motivada por el lucro.

Detalles.

- ¿Nos vamos? –preguntó con evidente impaciencia.

Allí estaba él. Ilusoriamente apuesto, engullido por un elegante traje y seduciendo con aparente inocencia mientras le señalaba la puerta del copiloto del auto que había alquilado para la ocasión.

Allí estaba ella. Envuelta en vestido más costoso que se hubiese puesto nunca, perfumada y maquillada cual movie star en la entrega de los Oscar y a segundos de haberse asomado a la puerta al sentir el llamado del timbre.

El sonrojo y la alborotada incertidumbre por lo que el pudiera llegar a pensar de su atuendo y el esmero con el que se había ataviado se esfumaron, convirtiéndose en frustración.

Se resignó al comprender lo que su cerebro le venía repitiendo hace más de cinco horas, cuando comenzó con su embellecimiento, pero su corazón se negaba a aceptar. A él, por más novios que fuesen, nunca le importarían detalles tan triviales.

Suspiró, asintiendo y cerrando la puerta.

- Ryuuzaki- la llamó suavemente como para impedir que siguiera con la acción- ¿llevas el lápiz labial en tu bolso?

- ¿Eh?…- interjectó, sorprendida por la pregunta y observándolo curiosa- S…s…sí. ¿Me lo ha manchado?- colocando el accesorio frente a sus ojos para detectar algún estrago

- No.- negó acercándose con sigilo y robándole un apasionado beso- Pero quizá debas retocártelos mucho durante esta noche.- aclaró con la naturalidad de que nada hubiese pasado, volviendo a su antigua posición- Ahora sí, ¿nos vamos?

Sonrió, aún un poco turbada por lo inusual del gesto anterior. Tal vez, y sólo tal vez, Ryoma-kun si notara algunos detalles después de todo.