Almost Friends


N/A: Hola a todos! Les traigo este One-Shot, espero les guste. ¡Esta es mi primera vez escribiendo sobre ellos! Estoy algo nerviosa y a la vez emocionada :p


Atención: Este fic participa en el Reto: "Parejas de Akatsuki" del foro La Aldea Oculta entre las Hojas.

Pareja: Deidara y Obito Uchiha/Tobi.

Géneros: Friendship, Hurt/Comfort, con un poco de Humor y tal vez leve Drama.

Advertencias: Lenguaje algo subido de tono... algo.

Leyenda:

―Diálogos―

"Pensamientos"

Zetsu negro al habla.

~Descargo de responsabilidad: Naruto y sus personajes no me pertenecen (©1999/2014, Naruto. Masashi Kishimoto), yo sólo los utilizo para el entretenimiento de ustedes, sin ánimos de lucro; las ocurrencias y demás, así como la historia, sí son producto de mi descabellada imaginación.

~ Disfruten...


~CAPÍTULO ÚNICO~


La guarida de Akatsuki era inusualmente tranquila, y lo único audible en aquél lugar, eran nada más que las cañerías goteando que atravesaban las paredes.

Aquello era señal de que, algo malo había ocurrido...

Un grito desgarrador se hizo eco por cada pasillo de la oscura cueva. Tal alarido había sido tan fuerte que podía destrozarle los tímpanos a cualquier pobre ser.

─¡Tobi!─ chilló una voz furiosa, arremetiendo con el que se cruzara en su camino, y entre ellos eran: Kisame, Sasori y Hidan, quienes no se tomaron para nada bien aquello, en especial el peliblanco.

─¡Maldito idiota! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!

─¡Nada que a ti te importe estúpido!─ Deidara se dio la vuelta para enfrentarlo, pero ya se encontraban chocando cabeza.

─¡Repite eso y te descuartizaré para Jashin-sa...─ pero fue cortado.

―No comiences con eso de Tachi, Jachin... ¡Lo que demonios sea! ¡No me interesa hum!— le dio un empujón para alejarlo de él, y se marchó del lugar, dejando a un Hidan bastante confuso y molesto.

―¡Es Jashin, JASHIN! ¡Grábatelo en la cabeza maldito!― le gritó, pero el rubio no lo oyó, y desapareció de su campo de visión. Sasori y Kisame detrás suyo se limitaron a suspirar irritados.

―Tobi otra vez...― el hombre pez se pasó una mano por su cabello azul―, ¿Qué habrá hecho ahora?.

―Cambió la arcilla de Deidara por plastilina de colores― respondió tranquilamente Sasori, dándose la vuelta para seguir su camino por los fríos pasillos de la cueva―. Algunas cosas nunca cambian...― fue lo último que los hombres pudieron oír de él. Ambos intercambiaron miradas, pero simplemente decidieron no entrometerse en los asuntos del rubio.

~oOo~

Luego de una ardua búsqueda, Deidara finalmente pudo interceptar a Tobi. El muy maldito estaba por ingresar a su habitación de lo más tranquilo. El artista efímero lo tomó del cuello de su capa de estampado de nubes rojas, haciendo que éste se sobresaltara y comenzara a forcejear en su agarre.

―¡Tobi!― gritó el enmascarado, pero Deidara gruñó, haciéndolo callar por un momento a causa del susto.

―¡¿Cómo te atreves a cambiar mi arcilla por plastilina de colores?! ¡Te descuartizaré hum!― le gritó en toda la cara. Tobi tembló ligeramente.

―Tobi... Tobi sólo quería que Deidara-senpai se divierta. Deidara-senpai siempre está gruñendo... ¡Tobi es un buen chico y quiere ayudar a su amigo y Senpai!― pero el ojiazul comenzó a zarandearlo.

―¡¿Cómo crees eso?! ¡Lo has empeorado! ¡Y no somos amigos Tobi, ya te lo he dicho hum! ¡Eres un verdadero idiota! ¿Por qué no lo entiendes hum?

Extrañamente, el enmascarado no respondió a eso, y aquello sorprendió al usuario de arcilla. Pero se encogió de hombros mentalmente. No podía importarle menos.

Un golpe seco se oyó, y Deidara se vio obligado a darse la vuelta para mirar. Encontrándose con Itachi asomado desde su habitación, a tres puertas de la suya.

―Hay gente aquí que quiere dormir―. Protestó cansinamente el Uchiha, sabiendo de antemano que lo que pedía no lo lograría tan fácilmente.

―Tch― Deidara soltó a Tobi, haciendo que éste cayera dolorosamente al suelo―. No me molestes, tengo cosas importantes que hacer― miró hacia abajo, pero el enmascarado seguía tendido allí, sin hacer ningún movimiento... casi sin vida.

―Pues yo también...― Itachi dio un portazo, dejando el lugar nuevamente en silencio.

El rubio parpadeó y miró hacia abajo, el chico bueno seguía de la misma forma, sin hacer un movimiento. Deidara suspiró con molestia y se dio la vuelta para seguir su camino, soltando un par de amenazas gesticuladas hacia el enmascarado. Ya le había hecho bastante daño por hoy... esperaría hasta mañana.

Tobi se quedó mirando el techo de la cueva, completamente en blanco, sin ninguna expresión, sin soltar una palabra. Y se quedó allí tendido, por más de una hora y media...

―Tobi, levántate del suelo― dijo una voz grave, pero el chico no le hizo caso ―Tobi― instó la voz, bastante fastidiada. El enmascarado se había tomado su tiempo para responder.

―Tobi no quiere― contestó con un hilo de voz, completamente inusual en él―. Tobi quiere... quedarse en el frío suelo... solo.

―¡No digas estupideces y ponte de pie ahora!― le gritó Pain, completamente irritado. El chico ni se inmutó, y siguió mirando hacia arriba, encontrando el techo mucho más interesante que la presencia de su líder en el lugar.

Pain suspiró con cansancio. ―Tobi, no sé lo que te ocurre... ni tampoco me interesa, necesito que tú y Deidara salgan para una misión. Quiero que te prepares en este momento para salir.

―Deidara... senpai...― frunció el ceño bajo su máscara―, No, él no es el Senpai de Tobi... ya no...― dijo en voz alta. El pelinaranja lo miró extrañado por su raro comportamiento. Por lo general, el chico suele ser muy revoltoso e hiperactivo; además de un intenso dolor de cabeza para los demás miembros de la organización. Pero aquél no era el punto, él no quería pensar que ahora Tobi quería desobedecer sus órdenes, era lo último que le faltaba. No quería pensar que había viajado de Amegakure hasta allí nada más para encontrarse con esto. ―Levántate, no tengo todo el día.

El enmascarado se puso de pie dejando escapar un pequeño gruñido de protesta ―¿Por qué Tobi tiene que ir con él? ¿Por qué no puede ir con otro? ¿Por qué...?

―¿Por qué tienes que hacer tantas preguntas? Sólo ve, te estaré esperando en la sala de reuniones. Prepara todo―. Y el hombre poseedor del Rinnegan se fue, dejando al chico sólo una vez más, sin inmutarse por las gotas de agua que ahora caían en su cabeza.

―¿Cueva-san está llorando por Tobi?― le preguntó él, ignorando el hecho de que su máscara naranja ahora se estaba mojando por la cantidad de agua que caía del techo, al mirar hacia arriba.

Y entonces dejó de gotear...

―Oh...― se entristeció el chico.

~oOo~

En una gran sala, y alrededor de una enorme mesa algo maltrecha de unos cinco metros de largo con tres de ancho, nada más que Itachi, Hidan, Kisame, Kakuzu, Deidara y Konan se encontraban allí. Poco después, Pain llegó, caminando dramáticamente como si fuese un Dios, y se sentó en la cabecera de la mesa mientras apoyaba sus codos y barbilla en las manos, analizando con la mirada a cada uno de los presentes de una manera intimidante.

El líder resopló ―¿Dónde está Tobi?― cuestionó, con algo de impaciencia. La peliazul se acercó y se ubicó junto a Pain.

―No hay señales de él― confirmó ella con una mirada seria―. No sabemos dónde está, Sasori no lo ha visto tampoco. ¿Debemos buscarlo?― preguntó con un deje de preocupación que no demostró mucho.

Pain se masajeó las sienes ―Ahora que lo recuerdo... él se ha estado comportando como un idiota...― Konan lo miró con una ceja alzada― ... Más de lo normal...― agregó rápidamente―. No le pregunté lo que le ocurría porque realmente no me interesaba, pero si sabía que iba a desaparecerse de esta manera, y en el momento equivocado, yo personalmente lo hubiera traído a rastras, sin darle oportunidad para prepararse...― se quedó pensativo―, ¡Oigan ustedes, ineptos!― los demás se sobresaltaron ante la brusca manera de llamarlos ―¿Quién lo ha visto?― los miró inquisitivamente.

Hidan se dejó caer en su silla y llevó sus brazos tras su nuca despreocupadamente ―A ese idiota no lo he visto desde esta mañana― Kakuzu a su lado, lo miró.

―Tú siquiera estabas despierto esta mañana― señaló, sacando una pila de billetes y absorto, comenzó a contarlos.

―Nah― el peliblanco subió sus pies a la mesa mientras bostezaba ruidosamente― ¿Y eso qué? No lo he visto de todos modos― le restó importancia.

―Hidan ¿Recuerdas la regla N° 698? Quita los pies de la mesa― le ordenó Pain, no muy interesado, pero lo había dicho nada más por costumbre. El Jashinista gruñó mientras obedecía a regañadientes.

―Malditas reglas estúpidas, nadie debería respetarlas― masculló con el ceño fruncido.

―E-ejem... sobre lo de Tobi, eso... yo tampoco lo he visto― habló finalmente Kisame―. Creo que hoy había hecho otra de las suyas, y Deidara iba tras él― informó e Itachi asintió.

―Ambos no me dejaron dormir, tuve que tomar una siesta de quince minutos― se lamentó el Uchiha.

―Ashh, no seas marica― Hidan se burló. Itachi lo miró con fastidio.

La atención del líder se desvió a Deidara, que se mostraba ajeno a la situación. ―¿Qué fue lo que ocurrió entre ustedes dos?― inquirió mirando expectante.

El rubio bufó con molestia ―¡El idiota había cambiado mi arcilla por plastilina, eso fue lo que pasó hum!― le espetó. Pain se armó de paciencia―. Si le ocurrió algo, no me importa en lo más mínimo. Se lo merece― Miró al hombre repleto de piercings, quien suspiró fastidiado.

―Nagato, deberíamos explicarles la misión mientras tanto― sugirió Konan. Pain no hizo más que asentir con la cabeza mientras posaba su mirada en ellos.

―Entonces...― Hidan lo interrumpió.

―Déjame adivinar... debemos ir en busca de los Jinchūrikis restantes para hacernos con los Bijūs― el Jashinista apoyó su codo en la mesa y su cabeza en su mano, mientras golpeaba sus dedos de su mano izquierda con aburrimiento.

El líder le envió una mirada amenazante que éste, por supuesto, no lo notó.

―Sus equipos consistirán en: Itachi con Kisame; Kakuzu con Hidan, y Deidara con Tobi... si es que aparece...― esto último lo dijo en voz baja―, no pueden ir juntos, cada equipo debe tomar un camino diferente, ¡Y no regresen sin un Bijū!― los presentes respingaron desde sus asientos ante su abrupta orden.

―¿Por qué tengo que ir con ese idiota hum?― cuestionó Deidara con disgusto.

―Porque yo lo digo― respondió simplemente el pelinaranja.

―¿Y por qué todos nosotros?― inquirió Hidan.

Pain debió suponer que ese tipo de preguntas no faltarían.

―Porque a mí de me da la gana... fin de la historia― dijo cortante, y terminó con el asunto.

Y en ese momento, Zetsu emergió del suelo como si de una planta se tratase.

―Líder-sama, creo que hemos visto a Tobi, acercarse por los pasillos― informó Zetsu. Pain no pudo evitar suspirar aliviado.

―Haré que ese mocoso limpie todo la base por darme tantos problemas... y sí que hay mucho que limpiar― masculló el pelinaranja. El hombre planta le quedó mirando. ―Es hora de que aprenda que no debe desobedecerme...

―Bueno Líder-sama, es irónico que lo diga― rió por lo bajo Zetsu blanco. El hombre se quedó callado.

―Tobi siente llegar tarde...

Todos se dieron la vuelta para ver al chico enmascarado de pie en la entrada. Pain simplemente decidió que no iba a preguntar la causa de su retraso, no había tiempo, y además no estaba de humor para hacerlo.

―Bueno, ya que el idio– err... Tobi, ha llegado, ya pueden irse― ordenó. Los equipos se pusieron de pie, y se marcharon, a excepción de Deidara y el recién llegado.

―Tobi... tiene que ir... ¿Con él?― señaló al rubio. Disgusto era notorio en sus palabras.

―Ese 'él' tiene nombre, por cierto― frunció el ceño el usuario de arcilla.

"Ya comenzamos..." se lamentó Pain ―Sólo, vállanse de aquí, y espero no verlos por un muy largo tiempo. ¡Lárguense!― Tobi fue el primero en irse, Deidara lo siguió.

La habitación se sumergió en un profundo silencio.

―Creo que estás siendo muy duro, Nagato― comentó Konan.

El hombre suspiró ―Si no actuaran como par de niños, no me harían perder la paciencia― sentenció mientras se ponía de pie―. Pero no sé lo que le sucede a Tobi...

―Deberíamos investigarlo― sugirió Zetsu a un lado.

Pain se sobresaltó levemente al oír su voz― ¿Tú aún estabas aquí?.

―Yo nunca me he ido, Líder-sama― respondió Zetsu blanco con una pequeña sonrisa. El pelinaranja le quedó mirando.

―Ejem... lo que sea... Si a él le ocurre algo, no nos incumbe... creo― el hombre comenzó a caminar para salir del lugar. Konan suspiró profundamente y lo siguió junto con Zetsu. Tal vez Pain tenía razón, pero ella no podía evitar sentir curiosidad.

~oOo~

Estaban envueltos en un profundo silencio, al igual que el bosque donde actualmente se encontraban. Muy incómodo para Deidara, ya que realmente no estaba acostumbrado a este tipo de situaciones cuando de Tobi se trata. El silencio simplemente no era su estilo, no le quedaba para nada, le iba muy mal... y llegaba a ser más irritante que una discusión entre él y Sasori veinticuatro horas consecutivas, acerca de sus diferentes ideologías de lo que en verdad consistía el arte: Eterno o Efímero.

Era inquietante...

Y el rubio no estaba dispuesto a soportarlo.

"Di algo, demonios..." miró por el rabillo del ojo. Tobi caminaba, su mirada al frente, no estaba actuando como él estaba acostumbrado. No podía creer que en ese momento, extrañara la chillona voz de Tobi.

Escalofriante...

Su mirada azul se posó en el cielo, que era cubierto por los grandes árboles que los rodeaban, evitando que los rayos solares se filtren para iluminar el bosque.

Y Deidara estaba aburrido, extremadamente aburrido; cansado, con ganas de dormir e ir al baño. Con la actitud de Tobi, el bosque sin fin, el ferviente deseo de hacer estallar todo, y el hecho de que éste último no podía ser posible; sólo hacía el entorno más deprimente. El rubio incluido.

Completamente irritado, se detuvo. Su ojo derecho crispaba. Tobi ni se inmutó y continuó por su camino. Un popó de pájaro cayó en la cabeza de Deidara, haciendo que la furia e irritación de éste aumentara diez veces.

―¡Tobi! ¡Dí algo, me estás inquietando hum!― exclamó finalmente mientras sacaba de su capa un pañuelo, y quitaba el excremento de ave de su cabello, haciendo una mueca de asco.

El enmascarado se detuvo en seco, pero no volteó a verlo ―Tobi no quiere hablar con Deidara...

Deidara, Deidara... ¿Deidara?... ¡Deidara! ¿Y el Senpai? ¿Dónde quedó esa palabra? ¿Y por qué le importaba de todos modos?

―Ah... ―el rubio se rascó la nuca―. ¿Y se puede saber... por qué?

Tobi hizo un sonido que parecía una especie de bufido ―Deidara no quiere a Tobi, por eso le dijo todas esas cosas feas― se dio la vuelta y lo miró. Nadie realmente podía saber que expresión tenía en esos momento.

―Oh...― fue todo lo que pudo decir el rubio. Así que era eso... debió suponerlo.

Deidara apretó los dientes, sin poder creer lo que estaba a punto de decir. Le dolía el alma con sólo intentar pronunciar esas palabras. Y peor aún, si eran dirigidas al chico.

Respiró hondo ―Lamento... haber dicho eso...― medio gruñó y luego lo miró expectante, a la espera de alguna reacción de parte del enmascarado, pero éste sólo le quedó mirando, y no estaba seguro si Tobi en realidad se estaba burlando de él, o nada más sentía lástima.

―Eso no convencerá a Tobi― el chico parecía un poquito más alegre que anteriormente.

Deidara alzó una ceja ―¡¿Qué demonios estás diciendo?!― exclamó desconcertado― ¡No tienes idea lo difícil que ha sido para mí decir aquellas malditas palabras hum!― el enmascarado sólo se cruzó de brazos, haciendo a su compañero suspirar contrariado.

―¡Está bien! Lo siento ¿Sí? Yo no quise decirte esas cosas ¡En ese momento estaba muy enojado! No fue mi intención...― sus palabras eran sinceras, aunque en el interior reprimía arcadas―, ¿Feliz?

Tobi vitoreó ―Eso fue convincente, pero no lo suficiente para Tobi...

―¿Q-qué?― dijo débilmente el rubio― ¿Y-y ahora qué...?― sólo deseaba terminar con ello de una buena vez y buscar a los condenados Bijūs. Y para empeorar las cosas, estaba oscureciendo y aún no sabía dónde iban a pasar la noche. Maldijo por lo bajo a Pain.

―Mmm...― Tobi fingió pensar en ello―¡Deidara debe darle un abrazo a Tobi!

El usuario de arcilla se espantó. Estaba completamente seguro de que el chico se estaba aprovechando de él, y de la situación.

―N-no... no-no voy a hacer eso...― tartamudeó Deidara, levemente sonrojado. Tobi sólo lo miró, extrañamente paciente―, Yo...― ¿A caso tenía otra opción? Si quería terminar con esto...

Se acercó vacilante, tragó grueso y extendió los brazos. Simplemente, no dormiría esta noche.

Y lo abrazó, mientras hacía una mueca. Y en esos momentos, otro popó de pájaro cayó en la cabeza de Deidara. Al rubio se le escapó una lágrima, maldiciendo al universo entero por todo lo que le estaba haciendo, ¿Acaso su brillante cabello rubio era un imán para el excremento de aves?. Definitivamente, ahora las odiaba. Las aborrecía con todos su ser, "Malditos plumíferos, por qué no van a hacer sus necesidades al baño..." pensó con odio, y luego sintió como alegremente Tobi correspondía al abrazo.

Oh... ahora no podrá quitárselo de encima.

―Está bien Tobi, ya lo he hecho, ahora déjame vivir hum― pidió Deidara, ya irritado. Pasó un tiempo antes de que el enmascarado finalmente lo dejó ir.

―Entonces, ¿Deidara-senpai es amigo de Tobi?― preguntó el chico.

El rubio lo miró ―Aah...― hizo una pausa― ... Casi amigos... sí...― respondió algo contrariado."Sí..."

―¡Sii! ¡Tobi irá a buscar Dangos para festejar!― y se echó a correr como si la vida dependiese de ello, dejando a Deidara solo en el frío y oscuro bosque.

Una media sonrisa surcó su rostro. Y no se molestó en limpiar el "regalito" en su cabeza.

Por una extraña razón, no se arrepentía de sus palabras. Tobi podía llegar a ser muy irritante, molesto, insoportable, revoltoso, desastroso, pesado. Sinónimo de cada una de esas palabras... pero nunca un mal amigo... o casi amigo si se lo preguntas a Deidara.

Sí, el enmascarado era su "casi amigo", el chico aún no llegaba a la faceta de "amigo" o "mejor amigo". Casi amigo era perfecto. Sí...

Sí...

Lo que no sabía era que en el momento del abrazo, hábilmente, Tobi había cambiado su arcilla por plastilina de colores.


N/A: Hola de nuevo! Mmm... ¿Cómo me quedó? Yo no estoy segura en realidad. Esta es la primera vez que escribo un fic sobre Akatsuki. Yo siempre había querido hacerlo, pero no tenía inspiración y nunca se me presentaba la oportunidad... ¡Pero aquí está! :)

Konan llama a Pain "Nagato" porque así era como ella se refería a él en el Anime/Manga, pero igualmente, Pein no es Nagato.

Espero que este One-Shot me haya quedado presentable, y que hayan disfrutado de la lectura del mismo. La trama no era muy interesante (En mi opinión, claro), pero al menos lo intenté :D.

Muchos saludos a todos los lectores y foreros! ^^.

Reviews?

Sayonara! Y que estén bien... n_n/

Miss Haruno...