***TRADUCCIÓN***
Titulo Original: Divergence.
Autores Originales: shinji01ikari escritor de Divergence y Hiro Mashima creador de Fairy Tail y sus personajes.
Fecha de Publicación del Fic: 07/01/2012
Traductor: Néstor In del inglés al español latino.
— Diálogos —
"Pensamientos"
Notas de shinji01ikari: Aquí hay otro one shot esta vez protagonizado con mi tercera pareja favorita: Natsu y Ultear; ya que fue solicitado por uno de mis lectores. En serio, acabo de tomar un interés en ellos y de inmediato me gustó como se ven los dos juntos tanto como NaZa y NatsuMi. ¡Disfruten!
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Erza vio cómo su ex-amor se iba con su grupo, separándose una vez más pero esta vez de buena manera y dando un cierre a sus sentimientos no correspondidos. Happy apareció segundos después burlándose de ella dibujando un corazón roto mientras trataba de contener la risa tapándose la boca con su garrita; a lo que respondió con una especie de patada en el trasero enviando al felino azul a volar con rumbo desconocido.
— ¿Se fueron? — rápidamente se dio la vuelta para encontrar a Natsu apareciendo desde unos arbustos vistiendo solamente unas bermudas.
— Si…. — Le confirmo mientras admiraba la Luna; con Natsu de pie a su lado y él también mirando la Luna.
— Me alegro… — habló de repente causando que la pelirroja lo viera inquisitivamente.
— ¿Qué quieres decir? —, le preguntó mientras miraba su perfil y recordó la vez en la Torre del Cielo después de que el chico venciera a Jellal, causando que su corazón dejara de latir.
Natsu la vio y le sonrió. — Que no lloraste esta vez. — Le contestó con sencillez pero su respuesta fue dada con una gran realización.
El par de veces que ellos se separaron -Jellal y Erza- y se reunieron, terminó con ella en lágrimas y una de esas veces Natsu estuvo allí para protegerla y reconfortarla. Fue entonces cuando se dio cuenta de que sentía algo por el hombre a su lado, que siempre estuvo a su lado y creía en ella.
— Natsu, quiero decirte…. — Erza se detuvo al ver que él se retiraba. — ¿A dónde vas Natsu? —
— Voy a tomar un baño. Creo que hay un lago en algún lugar por los alrededores. …. ¿Qué vas a decirme Erza? —
Ella le sonrió y negó con la cabeza. — Te lo diré cuando regreses. Ten cuidado Natsu. — Natsu asintió y desapareció en el bosque dejándola sola.
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Mientras tanto con Jellal, Ultear y Meredy
Actualmente están caminando en la oscuridad de la noche con rumbo a su campamento. Jellal está tranquilo pero feliz, lo mismo se puede decir de la pelirrosa después de encontrarse con su primera amiga después de siete largos años. Ultear también está muy satisfecha con la reunión, pero sus pensamientos giran en torno a cierto Dragón Slayer que siempre la impresionaba y le divertía desde que lo conoció en el falso juicio de Titania.
La única persona que conocía que irradiaba un calor y una voluntad indomable de proteger lo correcto, sin piedad contra los enemigos de sus amigos pero siempre ofreciendo una mano a los que ha vencido. El tiempo que paso bajo el mando del Maestro Hades le permitió leer a la gente con solo mirarlos.
Su evaluación de Natsu… Un completo y absoluto idiota, pero puede decir que eso proviene de su actitud positiva ante la vida y su completa confianza en sus camaradas. Su fuerza y su debilidad; algo que ella admiraba y deseaba tener; se preguntaba como seria si pasara el tiempo y conociera a la persona que le dejó una mejilla hinchada cuando pelearon.
— Ustedes dos adelántense, daré una caminata para aclarar mi mente. — Habló Ultear mientras sus compañeros se detenían y el líder la miraba.
Jellal estudió a la mujer por un momento sabiendo que esto podría ser una de esas veces que su pasado la perseguía. Así que aceptó… — Entiendo… vamos a estar esperándote —
Ambos asintieron cuando separaron caminos. Ella fue al bosque caminando hacia el lago que vio mientras esperaban por el equipo Natsu para responder al llamado. Durante su paseo recordó las pocas veces en que se encontró con el travieso Dragón Slayer y la calidez que él siempre le generaba junto al fuerte deseo de conocerlo. Le recordaba al sol; debido a que las personas se sienten atraídos por su personalidad alegre y esa cálida disposición. No podía evitar disfrutar de ese sol y él podía fácilmente ser una candela en mitad de la noche. Los magos fuertes, como ella son como polillas, inevitablemente se dirigen a la llama. Los que son lo suficientemente poderosos lo enfrentan en combate y al igual que el resto caen contra su fuerza.
Ella llegó a su destino. Un hermoso lago en el medio del bosque donde la luna se reflejaba de gran manera sobre la superficie creando un ambiente romántico para cualquier pareja que se aventure en este lugar. Se acercó a la orilla y vio el reflejo que le mostraba, tan parecida a… su madre.
…
Natsu Dragneel vagaba por el bosque buscando algo para beber. Su cuerpo aún adolorido por lo que tuvo que soportar para ser más fuerte al igual que cuando comió Etherion para salvar a Erza. Preguntándose qué es lo que Erza quería decirle antes de que se fuera a bañar y se acordó de la forma en que ella lo miraba y el temor en sus ojos. Fue algo poco común para ver; pero fácilmente lo desestimo ya que su mente vagaba en cierta mujer de cabello negro que se ofreció a ayudarles a recuperar el tiempo perdido de esos tres meses en unas pocas horas. En medio de su alegría abrazó a la mujer mayor, quien milagrosamente no le infringió dolor físico, la segunda mujer -que abrazaba- en su vida ya que la primera fue Lissana.
Solo se encontraron un par de veces y todas ellas como enemigos, pero fue su encuentro en la isla Tenrou que le hizo preguntarse qué le impulsaba -a ella-. Se preguntó porque ella trató de proteger a alguien tan peligroso como lo es Zeref, pero después de conocer la historia de la pelinegra -gracias a Gray- se dio cuenta que ella no era más que otra víctima de Zeref. Su nariz finalmente capturó el olor de agua y después de caminar un rato, vio un atisbo del lago detrás de unos arbustos. Apresuró el paso y atravesó los arbustos para ver el lago en su totalidad y maravillarse con su belleza, pero algo más llamó su atención.
— ¡Hola! — Natsu la saludó antes de que Ultear lo golpeara en la nuca enviándolo de cara dentro del lago. — ¡¿Qué demonios fue eso? ¿Estas pidiendo una pelea?! —
Ella observó con diversión como el Dragón Slayer la fulminaba con la mirada. "Eso es el pago por mi mejilla hinchada" Pensó distraídamente antes de adoptar una expresión de asombro mientras caminaba hasta donde él cayo. — Lo siento, pensé que eras un enemigo, nunca se sabe si alguien pueda tratar de capturarme y aprovecharse de mí —, comentó tratando de sonar con miedo y arrepentimiento al mismo tiempo.
Natsu se limitó a verla como si estuviera loca. Ella es una maga oscura de clase S, exlíder de los siete familiares del purgatorio, le sacó la mierda a Gray, sacó a Jellal de la cárcel, se las arregló para evitar ser capturada durante siete largos años. Y ella le dice que tiene miedo de que alguien se aparezca por detrás sin ser detectado. — ¡¿EH?! — esa fue la única cosa que se le vino a la mente. — ¿Es una broma verdad? —
Tenía que admitir que Salamander es un poco guapo. — Aquí, déjame ayudarte. — Le ofreció su mano, que él tomo con cautela y en el momento en que sus manos se juntaron, le sonrió.
— ¡Te tengo! — Natsu exclamó mientras le hacía palanca y al lago.
— ¡Toma eso! ¡Un golpe bajo para un golpe bajo! — él se echó a reír mientras señalaba a la mujer quien se puso de pie con sus ropas -empapadas- aferrándose a su cuerpo con fuerza.
Ella miró al Dragón Slayer mientras se sonrojaba ya que el agua fría tiene el desafortunado efecto de hacer que sus pezones se pongan duros. Por suerte para ella, él no se dio cuenta. — Así que es de esa manera ¿eh? —, susurró entre dientes y empezó a congelar el agua a su alrededor; inmovilizando al dragón antes de lanzar su esfera y golpearlo en la cara. — Lo siento mi mano resbaló —, comentó con inocencia.
La cabeza de Natsu tenía una marca roja en donde la esfera lo golpeó. Ultear sonrió ante el molesto pelirrosa y lanzó su esfera contra él, de nuevo; pero esta vez lo esquivo, lo cual es sorprendente debido al hecho de que está congelado de la cintura para abajo. Con un poderoso rugido, derritió el hielo alrededor de su cintura y se lanzó sobre la mujer. Ella saltó hacia atrás y creó un bloque de hielo y lo uso como plataforma, una plataforma que Natsu destruyó con su puño ardiente. Ellos comenzaron a correr alrededor del lago ya que Natsu era incapaz de agarrarla. Ultear quien continuaba riendo por el mejor momento de su vida; como unos pequeños jugando al juego 'corre que te pillo'.
Ultear reía ya que Natsu se zambulló para atraparla y se dirigió directo al lago. — Creo que todo ese dolor que pasaste fue por nada, ¿eh? —, habló la mujer. Natsu emergió mientras el vapor escapaba literalmente de su cuerpo y miró a la mujer que estaba de pie en el hielo.
— ¡Arghh! ¡Te atraparé, tú mujer fastidiosa! — Exclamó Natsu mientras sus flamas brotaron de su cuerpo y se impulsaba hacia Ultear por enésima vez. Ultear saltó nuevamente hacia atrás y fundió el hielo antes de que él pudiera utilizarlo como catapulta hacia ella. Trató de crear otra plataforma pero sus ojos se abrieron de sorpresa cuando fracasó para formar el hielo. — ¡Te tengo! —
Natsu salió disparado del agua y la agarró, para sorpresa de ella, y por segunda vez en este día, sintió su calor. Natsu cambió rápidamente la forma de agarrarla, paso uno de sus brazos debajo de sus rodillas y el otro debajo de su espalda media, causando que ella se sonrojara por la posición y él le sonrió. Aterrizo en el otro lado del lago pero en el momento en que su pie aterrizo en la roca. su pie se deslizo y cayeron una vez más en el lago. — ¡JAJAJAJAJA! — Ambos salieron del lago, riéndose mientras él le brindaba su mano para ayudarla a salir del agua; el pelirrosa se dejó caer sobre la hierba en la base de un árbol mirando el cielo estrellado al igual que su risa se calmaba. Ella se sentó a su lado y miró al Dragón Slayer, curiosamente él estaba viéndola con una sonrisa en su rostro, expresándole lo mucho que disfrutó del pequeño juego, y por primera vez en su vida se divirtió como una chiquilla.
— Me divertí mucho —, habló Ultear mientras también miraba el cielo estrellado. — Es la primera vez que me divierto de esta manera, solo vivir el momento. —
— Genial —, asintió el muchacho. — Siempre es agradable perder el tiempo de vez en cuando —, agregó.
— Pero… ¿No lo haces tú todo el día? — preguntó Ultear con un toque de picardía causando que Natsu frunciera el ceño y ella riera por ello. *ACHU* Estornudo la pelinegra y envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo mientras comenzaba a temblar de frio debido su ropa empapada.
Natsu notó el estado de la mujer y se sintió mal por haberla mojado. Se sentó y encendió su cuerpo — Oye, úsame para entrar en calor. — Ella se sonrojó por la insinuación que él, sin saberlo, dijo.
— No importa si lo hago. — Respondió ella secamente mientras se da la vuelta y se quita la capa mostrando la cicatriz en su espalda.
— ¿Esa cicatriz…? —, él hizo la pregunta ya que ella lo miraba mientras colocaba su capa en una rama. Se sentó más cerca de él, su espalda frente a él, ya que todavía tiene el problema de los pezones erectos.
Ella levantó la vista y recordó la razón de esa cicatriz. —… así no olvidare la razón por la cual estoy luchando. — El no entendió pero decidió no insistir; ella volteó a verlo y se dio cuenta de la cicatriz en su cuello. — ¿Qué hay de la tuya? —
Natsu se tocó el cuello y sonrió. — De verdad fue estúpido. Yo todavía era un niño, en ese entonces, aprendía a utilizar mi magia, y quería poner a prueba mis habilidades. Así que fui en busca de peleas al bosque, y combatí contra un monstruo y termine casi perdiendo la vida; esa cosa trató de separar mi cabeza del resto de mi cuerpo —, hizo una pausa y miro al cielo, imaginándose que Igneel pasaba por ahí. — Mi padre, Igneel, llegó antes de que algo grave sucediera, y cuando regresamos me regañó, y un día después de eso, él me dio esta bufanda diciéndome que protegerá mi vida —.
Ultear asintió mientras sentía un poco de envidia ya que no tenía nada que pueda recordar de su madre, salvo el nombre que le dio. Permanecieron en silencio después de eso, momentos después le dijo que podía apagar las llamas; y con sus ropas secas, se permitió a si misma sentarse pegado a él. Incluso si él no estaba en llamas, el calor de su cuerpo es suficiente para mantenerla caliente. Se preguntó a sí misma, por qué se siente atraída por el hombre a su lado, solo se reunió con él un par de veces; ella inconscientemente apoyó su cabeza sobre el hombro del muchacho.
Natsu se sonrojó al percatarse de como ella se acercaba lentamente hacia su persona pero no hizo ningún comentario al respecto, hasta que ella apoyó la cabeza sobre su hombro. — Um… ¿podrías moverte? — pidió él con el rostro enrojecido ya que ella hizo lo contrario: se acercó más. Su perfume y champú asaltaron sus sentidos y un extraño impulso, desconocido para él, empezó a emerger mientras hacia el intento de abrazarla pero mejor se apartó.
Ultear frunció el ceño y le miro inquisitivamente, molesta ya que su fuente de calor desapareció y vio el pequeño rubor en las mejillas del chico. — Te reto a un concurso —, le dijo. La sola mención de concurso lo animó, poniéndose de pie mientras adopta una pose de pelea. — ¿Qué tienes en mente? — le preguntó con impaciencia.
Ultear sonrió a pesar de saber que lo estaba engañando. Es el resultado final lo que ella quería; se puso de pie y lo miró a los ojos. — Propongo un concurso de resistencia —, él le miro atónito por un momento antes de asentir listo para lo que ella tuviera en mente. Ella le agarró sus manos, haciendo que se tensara, mientras ella trataba de bajarlos. — Confía en mi… — le dijo viéndolo a los ojos, mientras lentamente le bajó sus brazos, y colocaba sus manos sobre los hombros del joven.
Poco a poco cerró la brecha entre ellos mientras presionaba su cuerpo contra el suyo, cerrando sus ojos cuando coloco sus labios sobre los del chico. Ambos sintieron como si hubieran sido golpeados por un rayo cuando sus labios se tocaron aún más, Ultear siendo incapaz de comprender su propia reacción. Había compartido unos cuantos besos con diferentes hombres que conoció en el camino, pero ninguno de ellos la había hecho sentirse protegida y aceptada ni una sola vez. Sus manos lentamente se deslizaron hasta sus pectorales.
Natsu por otro lado se congeló al sentir esos suaves labios en los suyos, perdiendo su primer beso con una persona que solo conoció un par de veces y que solo tuvo la oportunidad de conocerla debido al encuentro accidental. La miró a la cara y vio lo hermosa que es y el aspecto de las características de ella, cuando se permitió que el beso lo abrumara, cerrando los ojos, envolvió sus brazos alrededor de la cintura delgada de la pelinegra. El simple beso comenzó a calentarse a medida que sus ritmos se aceleraron. La mano izquierda del chico comenzó a acariciarle el muslo derecho, mientras la otra mano hacia pequeños círculos alrededor de la cicatriz como si le dijera que la cicatriz no le molestaba en absoluto. Natsu, quien siempre se guío por los instintos, comenzó a morderle el labio inferior, saboreando su dulzura como si quisiera más a pesar de que es difícil, para ellos, mantener el beso debido a los grandes pechos.
Ultear gimió cuando sintió por primera vez que quería al sexo opuesto, ese deseo aumento más cuando se sintió aceptada por él, por lo que es ella en realidad. Su mano vago sobre su torso fornido y admiraba los duros músculos bajo la piel tostada, antes de envolver sus brazos alrededor de la cabeza del pelirrosa.
Ultear se sorprendió cuando él repentinamente le agarró la parte trasera de los muslos, levantándola del suelo. En consecuencia envolvió sus piernas en la cintura del hombre, mientras él fácilmente cargaba su peso. Estaban tan absortos en sus propio mundo que Natsu no se dio cuenta de que estaba caminando en dirección del lago -una vez más-. Un sonoro splash le siguió. Segundos después ambos surgieron riéndose alegremente. Mientras Natsu caía recostado al suelo, ella quedó encima y reiniciaron el beso candente.
Las masculinas manos recorrieron su joven cuerpo, paseándose por su espalda y acariciando sus muslos. Él le dio un amable apretón al trasero antes de ascender con lentitud hasta llegar al broche del corsé; él abrió el broche causando que Ultear se levantara y lo mirara. Él trato de disculparse, pero la disculpa murió en su garganta en el momento en que ella se quitó su ropa, revelándole sus grandes pechos mientras ella respingaba debido al frio golpeando su piel, especialmente sus pezones. Le dio una sonrisa seductora antes de inclinarse para besarlo de nuevo, gimiendo mientras sus pechos, sus pezones se presionaban y recorrían el tórax cincelado, su fría piel deleitándose con el calor. El constante asalto, lentamente despertaron la segunda cosa más evidente en Natsu cuando ella sintió algo golpeando su muslo y algo que ella podía deducir. "¡MUY GRANDE!". Se alejó unos centímetros y comenzó a besarle la mandíbula mientras frotaba la virilidad del joven, causando que Natsu gimiera de placer, ella continuó su viaje hasta abajo.
Natsu se sentó justo a tiempo para ver como ella miraba fijamente esa zona, aún oculta por la ropa. Aguardando el momento en que ella liberara su miembro de la prisión. Así lo hizo, Natsu silbo al momento de sentir su erección libre y la mano suave alrededor de él, mientras ella se maravillaba por el tamaño. Y el calor que vino desde su miembro cuando ella le acariciaba con gentileza.
Natsu se limitó a observar como ella arrastraba su lengua a lo largo de la base, antes de lamer el líquido pre seminal en la punta mientras aprieta los dientes para contenerse y así no correrse. Ella revoloteo en la punta de su miembro y extendiendo la lengua roció saliva sobre el glande y lentamente los coloco entre sus pechos. Natsu gimió al sentir como su polla era aprisionada entre los mejores pechos que alguna vez sintió, no es que él tuviera experiencia de algo así, pero era la única cosa que podía comparar. Amó la sensación de lo suave que eran los pechos y el modo en que se frotaba contra su pene, a pesar de que se sentía decepcionado ya que no toda su longitud era cubierta por los pechos y para su suerte, Ultear adivino lo que él quería. Ella lamió la punta antes de envolverla en su boca divina rodeando con su lengua el sensible glande y tomando lo que sus pechos no pueden cubrir.
— ¡Joder! —, maldijo mientras Ultear sintió como la polla temblaba y se expandía aún más antes de que él liberara la semilla en la boca de la pelinegra. Ella calculó mal la cantidad que podía manejar y liberó el pene causando que su rostro se bañara en semen. Natsu miró el rostro de Ultear cubierto con su semilla, ella lentamente se limpió con sus dedos y gimiendo cada vez que saboreaba su leche, causando que su pene se pusiera dolorosamente duro de nuevo.
Después de su espectáculo obsceno miró como en los ojos de Natsu se podía ver la lujuria apenas contenida en ellos, haciendo que ella temblara de anticipación. — ¿Listo para más? — Natsu cabeceó, mientras ella sonreía de pie y dándose la vuelta para lentamente remover su corsé; se dobló sobre su cintura mostrándole su bien formado trasero, se quitó el corsé quedando con sus panti medias y la braguita de encaje purpura.
Natsu se puso de pie y envolvió sus brazos alrededor de la cintura delgada, ella giró el rostro y lo besó apasionadamente. Ultear se estremeció al momento de sentir la longitud entre sus muslos, frotando la braguita morada; la fina tela empapada con sus jugos mientras ellos lentamente sacudían sus caderas como preludio del coito. Incapaz de seguirse desnudando, Ultear espeto antes de que Natsu lo hiciera; ella se desenredó del abrazo candente y lo guío de regreso al árbol, retiró su capa de la rama y la tendió sobre el césped, arrastrándose sobre la capa a cuatro patas.
Natsu por su parte no necesitó una invitación; se puso de rodillas detrás de ella acariciándole el trasero con suavidad antes de rasgar las pantimedias e hizo la braga a un lado. Frotando su glande contra el conejito mojado haciéndola gemir en descontento. Colocó una mano sobre la cadera mientras se guiaba dentro de ella, sintiendo como los pliegues se envuelven firmemente alrededor de su hombría como si fuera a chuparlo más adentro. Hasta que su glande toco la entrada uterina.
Ultear se mordió el labio inferior ya que se corrió un poco en el momento en que él toco la entrada de su útero y ya que era la primera vez que la llenaban hasta el borde mientras sus paredes se estiraban hasta el límite. Él continúo frotando el glande en su cérvix.
Natsu por su parte casi se viene en el momento en que su cadera toco el suave trasero, los pliegues dentro de ella se envolvieron con firmeza alrededor de su longitud masajeándolo y enrollándolo, las meras sensaciones fueron suficiente para conducirlo al límite pero se las arregló para aguantarse las ganas de joderla imprudentemente hasta terminar dentro de ella. Así que simplemente se conformó con balancear suavemente su cadera.
— ¿Estás lista? — le preguntó, a lo que ella asintió como única respuesta. Se inclinó hacia delante y le dio un beso ligero en los labios.
Colocó ambas manos en la cintura femenina para mantener el equilibrio mientras bajaba su cadera con la punta de su glande raspando la pared superior del coño. — ¡MMM~! — Ultear dejo escapar un gemido al sentir como el pene avanzaba en su interior mientras Natsu sentía como los pliegues lo apretaban con fuerza antes de que se lanzara hasta adentro. — ¡AHHH~! — Los gemidos de Ultear no se hicieron esperar, llenando el área. Natsu continuaba empujando de manera violenta golpeando diferente puntos en su intimidad enviando rayos de placer inimaginable a través de su cerebro mientras agitaba su cabeza de lado a lado gritando de éxtasis.
Natsu por su lado alzó las cejas, concentrándose en sostenerle fuertemente por la cintura, atrayéndola hacia su cadera, con los ojos hipnotizados en el vaivén de esos hermosos pechos. Agitados por el intenso golpeteo al cual eran sometidos. Se inclinó hacia adelante y con las manos tomó esos pechos, acariciándolos, pellizcando los pezones hasta el punto de hacerles daño mientras los estiraba de un lado a otro, usándolos como agarre en el acto sexual.
— ¡AAAAAAAHHHHHHH~! — Ultear se vino cuando él pellizco su clítoris causando que lanzará un grito colapsando sobre sus pechos, todavía aturdida por el orgasmo. Él sintió como las paredes internas de la pelinegra lo apretaban instándole a liberar su esencia pero siendo el chico terco que es, se contuvo usando toda la fuerza de voluntad que pudo reunir. Después de unos momentos el deseo de correrse retrocedió a un nivel manejable, se inclinó hacia adelante. Le agarro una pierna y lentamente la giró haciendo que su pena saliera con un sonoro plop. Ella tenía sus brazos cubriendo su rostro, pero aun así pudo ver el enorme rubor, le cogió la muñeca y le movió a un lado. Contempló los jadeos y el placer llenando su bello rostro.
Abrió los ojos para encontrarse con los verde-oxidiana, pudo ver el cuidado y adoración en ellos; sintió que su corazón dejó de latir mientras él lentamente cerraba la distancia y esta vez el beso fue lento y deliberado, por primera vez en su vida… se sintió amada.
— ¿Sucede algo malo? — preguntó con preocupación cuando vio las lágrimas surgir. Ultear enjugó sus lágrimas y le sonrió. — Solamente estoy feliz, eso es todo…— respondió. Natsu la miró por un momento antes de asentir y disfrutar de otro beso.
El beso rápidamente creció en intensidad, sus lenguas se batieron en duelo por la dominación antes de separarse por la necesidad de aire. Natsu se sentó y alineo su hombría delante de la húmeda intimidad de la mujer; se deslizó hasta la base. Enrollando sus piernas esbeltas alrededor del cuerpo del chico y comenzando un violento sube y baja. Los sonidos de carne chocando resonaron en todo el lugar, acompañados por los gemidos y gruñidos llenos de placer de la pareja mientras cada vez estaban más cerca del final. Ella soltó sus piernas del agarre, momento que aprovechó Natsu para posicionarse encima de la mujer mientras ella volvía a enrollar sus piernas y sus brazos en el chico como si dependiese su vida de ello.
— Corrámonos Ultear… — susurró en gruñidos que significaban que había llegado a su límite.
Ultear lo miro a los ojos y con sus brazos cogió la cabeza del chico en busca de otro beso. — ¡Si Natsu… termina dentro, no te detengas y hazme tuya! —exclamó, mientras el ritmo del chico aceleraba aún más.
— ¡NATSUUU! —
— ¡ULTEARRR! —
Ambos gritaron el nombre del otro en el momento en que llegaron al límite. Natsu cumplió lo que ella le había pedido. Ultear sintió como su útero era llenado con la semilla caliente causando que se corriera, sus paredes internas se contrajeron tratando de obtener aún más leche; mientras sus dedos se clavaban en la espalda del chico. Segundos después Natsu se desplomó encima de ella, jadeando con la cabeza descansando sobre el hombro femenino mientras ella le acariciaba el cabello. Disfrutando la sensación de la semilla caliente en su interior.
Después de que ambos descansaron se separaron para poder vestirse. Natsu llevaba ropa interior y la bermuda roja con estampado de llamas. Mientras que Ultear se tomó un poco más de tiempo para vestirse ya que el semen comenzó a salir de la intimidad de la mujer haciéndolo sentir culpa por la liberación que muchos decían que se sentía asombroso.
— Perdón — se disculpó con sinceridad.
— No te preocupes, después de todo eso era lo que quería — respondió, mientras se coloca su braga de encaje cubriendo su sexo y usaba su magia para reparar los daños en su pantimedia y para finalizar al ponerse su corsé junto a la capa que cubre su espalda.
Ambos se quedaron en silencio por un momento incapaces de formar palabra alguna, a medida que quedaron frente a frente.
— Perdón por engañarte — Ultear rompió el silencio mientras Natsu la miró con curiosidad antes de golpear su puño con la palma de su mano, entendiendo a lo que ella se refería.
— ¿Estás hablando de nosotros, teniendo sexo? — la cuestionó, ganándose una mirada de asombro por parte de ella. Algo que lo ofendió. — ¡Oye! Solo porque actuó infantilmente no significa que no sepa sobre estas cosas — refunfuñó causando que ella riera y a su vez haciéndolo sonreír. — Solo me preguntaba si estás bien con eso — añadió.
— Me alegra haberte conocido, Natsu…— habló con una sonrisa genuina plasmada en sus bellas facciones haciéndolo sonrojar mientras ella extendía su mano.
Natsu hizo lo mismo mientras miraba a otro lado para ocultar el sonrojo. — Lo mismo digo…—, dijo en un tono evasivo pero el rubor en su rostro demostraba lo contrario.
— Hasta que nos encontremos de nuevo…— se despidió mientras se daba la vuelta y comenzaba su camino.
— Oye…— la llamó justo lo suficiente para que ello lo oyera. En el momento en que la mujer se giraba sus labios fueron tomados -otra vez- derritiéndola en sus brazos, después de unos segundos se separaron. Esta vez era ella la que miraba hacia otro lado haciéndolo sonreír de manera salvaje y ella incapaz de creer que había sido flechada por el joven mata dragones. — ¡Nos reuniremos de nuevo, cuenta con ello! —
Después de esa promesa, Natsu empezó a correr de regreso donde estaban sus amigos. Ultear se tocó los labios y colocó su mano sobre su corazón; corazón que latía descontrolado, de casualidad miro al lago y parpadeo sorprendida al ver el reflejo de su madre sonriéndole porque su pequeña encontró la felicidad, decidió regresar con sus compañeros. Ella no sabía si sus relación duraría o crecería pero estaba segura de una cosa. — ¡Me alegra haberte encontrado esta noche, Natsu! — exclamó a nadie en particular.
— Bienvenido de nuevo, Natsu — saludó la pelirroja con una sonrisa por el retorno del chico.
— ¿Ellos aún no se han acostumbrado? — preguntó de pie al lado de Erza.
— No… ya sabes… no todos son tan especiales como tú — palabras que lo hicieron sonreír. — Oye Natsu…—
— ¿Si…? — Natsu estaba distraído observando la Luna preguntándose si ella también observaba el cielo.
— ¿Quieres salir conmigo? — preguntó finalmente mirando expectante al Dragón Slayer.
Natsu la miró y le sonrió. —Claro, me gustaría eso —
En el momento en que le dijo eso, ella sonrió; Natsu unió sus manos con las de ella y la pelirroja apoyo su cabeza en el hombro del chico.
Ambos -Natsu y Ultear- miraban la Luna sabiendo únicamente que incluso si no pueden estar juntos aún tienen el recuerdo de la noche especial que compartieron.
EL FIN
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Vaya que me tomó demasiado tiempo traducir este relato. ¡Más de un año! Dejen un comentario. Cualquier crítica es bienvenida, si es que tienen las agallas para hacerlo.
