Deseos de cosas imposibles.
Igual que el mosquito más tonto de la manada
Yo sigo tu luz aunque me llegue a morir,
Te sigo como le siguen los puntos finales
A todas las frases suicidas que buscan su fin.
Soy tan estúpida. Muchos me lo han dicho y yo ya lo sabía desde hace tiempo. Soy una estúpida por esperarte, por creer ciegamente que regresaras algún día. Por tragarme mis lagrimas, mis quejas y mi dolor tras una sonrisa falsa que me está apagando el alma poco a poco.
Siempre detrás de ti, de tu imagen y de tú presencia. Esa presencia que parece que empaña toda mi vida, como la humedad en el aire. No se puede ver, pero se siente; sabes que está ahí. ¿A dónde me lleva seguirte? Me voy a terminar chocando contra la pared; contra la realidad. No puedo ver nada más allá de ti.
Y es mi culpa, yo lo decidí. Decidí seguir tu camino, la senda que has hecho en mi interior. Había otros, pero no los elegí; solo podía ver esa ruta torcida, borrosa y a la que no se le distinguía el final. No tenía ni idea de a que lugar me llevaría pero la he estado siguiendo durante mucho tiempo… Tanto tiempo…
Igual que el poeta que decide trabajar en un banco
Sería posible que yo en el peor de los casos
Le hiciera una llave de judo a mi pobre corazón
Haciendo que firme llorando esta declaración:
Pero esto ya no puede seguir así, cada vez la situación se hace más insostenible. Creo que terminare rompiéndome como una caña de bambú intentado ser el pilar de una casa. Este sentimiento hacía ti es demasiado profundo para que sea sano.
La desesperanza me está consumiendo. Cada vez dudo más de si regresaras algún día. Y por mucho que me duela está decisión más me duele la interminable espera; tu interminable ausencia. Debo aprender a vivir sin ti. Nunca estás y ya ni siquiera sé si has estado alguna vez o fue solo producto de mi imaginación, de mi deseo de estar juntos. ¿Pero cuando hemos estado juntos tú y yo? Nunca, nunca hemos estado juntos. Nos callábamos y fingíamos ser los mejores amigos de la infancia.
Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón.
Pero pase lo que pase, y que otro me acompañe,
En silencio te querré tan sólo a ti.
¿Crees que no sé que me quieres, aunque solo sea un poco? Si te enfadabas cuando algún otro chico se me acercaba. Si fueras solo mi amigo no te importaría. Pero tú eras el "Gran detective Shinichi Kudo" y jamás dejarías de lado tus lógicos razonamientos para guiarte por un impulso. Siempre midiéndolo todo, absolutamente todo. Calculando cada minúscula probabilidad y si la respuesta dada no era exacta esperabas hasta tener cada elemento a tu favor. Cobarde. Eres un cobarde. Tienes miedo a mi respuesta.
Cobarde tú y cobarde yo. Porque temo no conocerte tan bien como presumo y que todo esto sea solo producto de mi cansada mente en un intento de no volverse loca. Estoy tan estúpidamente enamorada de ti que me agarró a la idea de que tú también me quieres como a un clavo ardiendo.
Pero duele¿sabes? Mi mano no ha soportado el calor y se ha soltado. Me he caído y me estrellado contra el suelo. Estoy lo suficientemente destrozada para decir ya no más. He decidido parar de esperar como la princesa encerrada en la torre a que venga su príncipe y la saque de ahí. Me he cortado el pelo y he hecho yo solita una trenza para salir de mi encierro.
A partir de este momento, Shinichi Kudo, amor mío, he decidido dejar de amarte.
Igual que el mendigo cree que el cine es un escaparate,
Igual que una flor resignada decora un despacho elegante,
Prometo llamarle amor mío al primero que no me haga daño
Y reír será un lujo que olvide cuando te haya olvidado.
Voy a olvidar más de diez años de mi vida; voy a olvidarte a ti. Me he rendido; ya no me quedan fuerzas. Tengo que seguir otro camino, uno fácil y llano. No me importa si no me hace feliz, me conformo con que no me haga sufrir.
Estoy matando mi risa. Estoy matando mi felicidad. Pero también estoy matando mi sufrimiento. Las dos cosas van de la mano en mi corazón, por muy irónico que parezca. Ya no seré la chica inocente y feliz. Es como si hubiera pasado de la infancia a la vejez de golpe. Es, supongo, el precio que debo pagar para lograr olvidarte
Pero igual que se espera como esperan en la Plaza de Mayo
Procuro encender en secreto una vela, no sea que por si acaso
Un golpe de suerte algún día quiera que te vuelva a ver
Reduciendo estas palabras a un trozo de papel.
Sigo siendo tan estúpida. Aun creo en el "quizás". Quizás vuelvas de donde sea que estés, con una sonrisa ladeada tan típica en ti y todo vuelva a ser como antes. Volveríamos a aparentar y disimular nuestros sentimientos por cobardía, pero estaríamos juntos. No me dolería tanto, mi alma no estaría desgarrándose por la falta de tu compañía.
Pero la posibilidad de que vuelvas se me hace minúscula. Es como una lucecita que al principio brillaba con mucha fuerza pero poco a poco se ha ido apagando. Si tardas más la luz morirá y con ella mi corazón, si no es que ha muerto ya.
Pero eso ya es ponerse muy dramática. Aunque ya no tenga alegría ni animo deseo al menos no perder la esperanza. Deseo seguir siendo un poco estúpida. Deseo que todo lo que he escrito tras esta foto que nos hicimos juntos en "Tropical Land" no llegue a cumplirse. Pero hay que ser realista… Los deseos no suelen cumplirse…
Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón.
Pero pase lo que pase, y que otro me acompañe,
En silencio te querré tan sólo...
Me dirijo a la ventana de mi cuarto y la abro de par en par. Hoy es un día de mucho viento. Un viento que silba una melodía triste y melancólica, muy acorde a mi música interior.
La vida no es un cuento donde todos terminan felices y contentos. A veces la realidad y la razón vencen la voluntad y a los sentimientos. A veces las personas debemos de guiarnos por la cabeza en vez de por el corazón, porque él solo nos lleva a darnos golpes sin cesar.
Maldita realidad que nos toca vivir. Las personas no podemos ser felices toda nuestra vida, se nos debe dar a probar esa sensación muy determinadas veces porque no estamos hechos para ella. Se dice que moriríamos de felicidad puesto que vivimos para sufrir…
Observo la foto por última vez, antes de soltarla al aire para que la arrastre muy lejos. Que el viento se lleve mis recuerdos. Que el viento se lleve tu imagen. Que el viento se lleve mi corazón… Que el viento se lleve mi dolor…
Conan acaba de entrar a mi cuarto. Me observa compungido aunque no entiendo porqué y me pregunta que hacía. "Nada" Le contesto con una sonrisa tan falsa y tan autentica…
Cierro la ventana y salgo aparentando alegría. Espero que Kami-sama pueda perdonarme una mentira tan grande como la que voy a aparentar a partir de ahora. La mentira de vivir y ser feliz. La mentira de haberte olvidado. La mentira de haber dejado de amarte.
Espero ser capaz de creerme mi propia mentira.
Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón.
Pero pase lo que pase, y que otro me acompañe,
En silencio te querré,
En silencio te amaré,
En silencio pensaré tan sólo en ti.
N de la A: ¡Vaya pedazo de…! (Malale recuerda el trato que hizo con Zelsh)… em… de cosa rara. No es que sea un bodrio (CoufCoufnoquevaCoufCouf) pero estoy segura de que tendría que ser infinitamente mejor. Al fin y al cabo lo hice para agradecer a Rank que me ayudara con una cosa n.- ¡Espero que al menos a ti si te haya gustado! (Con eso voy sobrada, total, el resto (con todos mis respetos) no me importa) Esto es un regalo por ser tan buena amiga nOn
Ni Detective Conan ni la canción "Deseos de cosas imposibles" de la Oreja de Vang Gogh me pertenece. Ya se conocen el rollo¿no?
Y lo único que me queda ya por decir es que esto es un mini fic de dos caps y reitero en lo de DOS CAPS. Ni uno más ni uno menos. Lo digo para cuando esté listo el segundo no me pidan más :P
Hasta otra.
